Reseña
La voluntad
del gudari. Génesis y metástasis de la violencia de ETA
Gaizka Fernández Soldevilla
Madrid : Tecnos, 2016
El autor del libro es un brillante y
riguroso historiador vasco que ha tenido el valor de enfrentarse sin
concesiones al pasado inmediato del País Vasco y al fenómeno del
terrorismo de ETA. Este análisis le ha llevado, por supuesto, a
cuestionar el relato histórico distorsionado que se han montado los
nacionalistas desde hace décadas. Pero también a explicar el
terrorismo de ETA como una decisión de sus dirigentes y no como una
consecuencia de unas determinadas condiciones históricas. Esto
quiere decir que es ETA la responsable de sus víctimas y no se puede
desplazar la responsabilidad hacia la intransigencia y la represión
del Estado español.
Gaizka Fernández Soldevilla inició
ya hace unos años sus investigaciones con un análisis muy preciso
sobre la historia de Euskadiko Ezquerra y lo abordó ya directamente
con el trabajo conjunto con Raúl López Romo, que se publicó en
forma de libro, como el anterior, con el título de "Sangre,
votos, manifestaciones. ETA y el nacionalismo vasco radical (
1958-2011)”. El libro que nos ocupa tiene como objetivo
profundizar en los orígenes de ETA. Esto, sobre todo, en dos
sentidos. Por un lado, para ver sus antecedentes y por otro para
defender la hipótesis de que aunque haya una explicación
multicausal para entender la aparición y desarrollo de ETA, lo
determinante es la decisión de su cúpula de matar para conseguir
sus objetivos.
En el primer aspecto podemos entrar en
la estructura triádica de la retórica nacionalista : A) Pasado
glorioso ; B) Presente de decadencia; C) Futuro utópico. El punto de
partida es la narrativa aranista basada en la existencia de unos
supuestos Estados vascos independientes que por la conquista se
convierten en provincias españolas y que deben luchar por una
Euzkadi independiente de raza y religión pura. Este relato
distorsionado y absolutamente reaccionario lo transformará ETA a
partir la influencia marxista y de los movimientos de liberación
tercermundista ,que le llevará a reivindicar la emancipación del
Pueblo trabajador vasco en un Euzkadi independiente, socialista y
reunificado con la anexión de sus territorios limítrofes. Tenemos
ya aquí todo el imaginario bélico y la mitología que mata, es
decir que la que considerará justa y necesaria la lucha armada
contra los enemigos del pueblo trabajador vasco. Tenemos entonces un
relato derivado : un pueblo vasco independiente en sus orígenes que
pasará a ser una colonia española llamada Vascongadas y que debe ir
hacia una Euzkadi independiente y socialista. Hay un capítulo
fundamental que explica todo el proceso por el que pasa el
nacionalismo vasco radical desde 1921 hasta 1978. Desde los llamados
mendigoxales ("soldados de la patria") de finales de los
años 20 hasta la apología de la violencia de ETA pasando por la
glorificación del gudari en la guerra civil. Aquí empieza todo el
discurso en torno a la figura del traidor considerado enemigo del
pueblo trabajador y que hay que eliminar.
Hay un análisis de las
circunstancias que dieron lugar a la aparición de ETA : dictadura
ultranacionalista española, agonía del euskera, llegada masiva de
inmigrantes, choque intergeneracional y distancia de los jóvenes
nacionalistas con el viejo PNV, espejismo tercermundista... Pero esto
fueron elementos condicionantes, no determinantes. La determinación
estuvo en la contingente decisión de matar: "todo podía haber
sido de otra manera" si se hubiera tomado otra decisión que la
de matar.
Me parece que este libro
imprescindible para examinar la deriva del nacionalismo radical
vasco, que decidió matar como arma política en una lógica terrible
que devastó a la sociedad vasca y que debe asumir todas las
responsabilidades de las consecuencias de esta decisión. Pero no
solo la suya sino también las de los que lo apoyaron y la de muchos
silencios y complicidades. Vale la pena leer hoy este libro por
varias razones. En primer lugar porque no nos podemos permitir diluir
las responsabilidades de los que han matado de manera sistemática
durante tanto tiempo. Hay unos verdugos y unas víctimas y hay que
decir claro y en voz alta quienes son. En segundo lugar porque
estamos viviendo en Cataluña la construcción de un relato similar
al que se forjó en los sectores nacionalistas vascos. En tercer
lugar porque es necesario una autocrííica de la izquierda española
por una postura tibia o justificatoria hacia ETA. Gaizka Fernández
Soldevilla, con un estilo claro que es perfectamente compatible con
el rigor, nos permite entender mucho mejor cual es la auténtica
responsabilidad total de ETA en sus actos terroristas y violentos.
Seguro que el libro merece la pena.
ResponderEliminarMe da qué pensar el hecho de quien mayor partido saca de ETA, chivo expiatorio para casi todo, es la derecha española más asentada.