viernes, 31 de marzo de 2017

LA REALIDAD, ENTRE LO IMAGINARIO Y LO SIMBÓLICO

Resultat d'imatges de imaginario y simbolico

La cuestión a resolver aquí es la siguiente : ¿ Seguirá esto percibiéndose como “realidad” ? Para un ser humano ¿ No está “la realidad “ ontológicamente definida por un grado, aunque sea mínimo, de resistencia ( real es aquello que se resiste, que no es completamente maleable por los caprichos de la imaginación )?
Slavoj Žižek

Helen Keller, nacida en EEUU a principios del siglo XX, fue una niña que con pocos meses de vida se quedó ciega y sorda por una infección vírica aparentemente inofensiva. El caso es paradigmático por lo que tiene de extraordinario : considerada prácticamente una deficiente mental a causa de su grave limitación sensorial, acabó escribiendo libros e inventando un método de aprendizaje del lenguaje para los niños sordociegos. En una película de los años setenta, dirigida por Arthur Penn y titulada El milagro de Annie Sullivan, se muestra como esta niña de nueve años, absolutamente primaria en todos los aspectos, realiza con la ayuda de su maestra un duro aprendizaje para entrar en el orden simbólico del lenguaje y de la ley. Es el esfuerzo de su maestra para inscribirla en el lenguaje porque es la única vía de acceso al mundo humano. que no es otro que el estructurado por el lenguaje, el universo de la palabra.. Porque de lo que se trata, como su muy bien entiende su maestra, no es enseñarle la relación entre una cosa y un signo, ya que esta asociación puede conseguirse con un método adecuado hasta con algunos primates. Tampoco es cuestión de adiestrarla, como podemos hacer con un perro, y conseguir así cambiar su conducta salvaje por unos hábitos socialmente aceptables. Lo que hay que poner en juego es una mediación que nos permita establecer un vínculo simbólico ( es decir lingüístico) entre nosotros y el mundo exterior, que básicamente son los otros. Hay una pérdida, una alineación en este Gran Otro ( Código del lenguaje y de la ley a la que nos hemos de someter) que nos separa de lo inmediato, lo natural. Pero es la única opción porque un organismo humano, con un sistema nervioso hiperplástico, con conciencia de yo e hipersensible a los estímulos, está condenado a la locura sino es capaz de reconstruir otro vínculo, diferente del natural y que es el de la sociedad. Ésta le permite establecer una nueva relación a través de esta mediación simbólica y crear un mundo humano que sustituye al medio animal. Y lo que ganamos con esta pérdida es una distancia que posibilita la libertad humana, es decir, la capacidad de decidir.
Helen Keller, antes de aprender el lenguaje simbólico, tiene un imaginario individual que no participa de un imaginario social porque no está articulado por lo simbólico. Su imaginario es una red de imágenes y de afectos que es el sustrato de una mente desestructurado ( por la falta de este lenguaje simbólico). También algunos animales tienen un imaginario individual, ya que en su mente hay imágenes ligadas a emociones, como podemos comprobar con diferentes ejemplos. Si tomamos la película Perro blanco, dirigida por el gran Samuel Fuller, comprobamos a través del caso de un perro adiestrado para agredir a personas negras. Si el animal las ataca ( y no puede dejar de hacerlo) es porque la imagen perceptiva de una persona con la piel negra que capta visualmente se encadena en su cerebro con una imagen mental guardada en la memoria y cargada con una emoción intensa de rabia, la cual le provoca una conducta agresiva para la cual no estaba instintivamente preparado. Cuando para modificar su conducta se condiciona una relación diferente, que es la asociación de una persona de color negro con su propia supervivencia, para hacer que éste aparezca como un salvador y no como un agresor, lo que ocurre es que en su imaginario ésta se le sobrepone a la imagen anterior pero sin eliminarla totalmente , ya que puede reaparecer en cualquier momento. Y esto sucede cuando la percepción de algún detalle conduce directamente a la imagen primitiva. Podemos aceptar entonces que hay animales que tienen un vida mental, y por tanto un Imaginario, pero manteniendo una diferencia radical con el ser humano, ya que éste tiene conciencia y sobre todo tiene un lenguaje simbólico. Pero no hay que entender las imágenes como el lenguaje de los símbolos sino a éstos como los significantes lingüísticos que articulan las imágenes.
Volviendo a Helen Keller podemos decir que sin lenguaje simbólico vive en un mundo que no es animal pero que tampoco le falta la estructura que posibilita el pensar, en el sentido más estricto de la palabra, y establecer una relación mediatizada con la realidad y construir un mundo humano. La primera Helen Keller se comunica por gritos, por golpes y por caricias y su inteligencia es concreta y puramente operativa pero a partir del momento que aprende lo que es la mediación simbólica del lenguaje no sólo es capaz de comunicarse por palabras de una manera precisa y clara sino también de pensar y de decidir. Antes le faltaban los recursos y la seguridad de los animales, ya que como han señalado numerosos biólogos y psicólogos el hombre es un animal prematuro, biológicamente deficitario y que nace tan desamparado que depende durante un larguísimo tiempo del Otro.
El cerebro humano es especialmente plástico y quedan grabadas en él numerosas huellas de las percepciones pasadas desde las que constituimos nuestro imaginario, pero éste se va articulando lingüísticamente desde lo simbólico. Si éste no se construye hay sólo imaginario desbocado porque al imaginario animal se le añade la autoconciencia sin capacidad de establecer cauces lingüísticos para canalizarlos. Seguramente la conciencia no tiene una función evolutiva, ya que darse cuenta que las cosas nos pasan a nosotros no nos sirve, en principio, para mejorar nuestras habilidades frente a la supervivencia en el medio natural. Pero, paradójicamente, y de manera totalmente contingente, la conciencia ha sido un azar evolutivo a partir del cual hemos construido este mundo artificial que es el humano, tan peculiar y peligroso al mismo tiempo. Un ser vivo no requiere ser consciente para sobrevivir, sólo necesita las pautas perceptivas y conductuales adecuadas para dar la respuesta correcta a los estímulos (internos y externos) que recibe en función de la supervivencia individual y específica.
¿ Para qué necesitamos saber que funcionamos si ya lo hacemos adecuadamente ? Quizás el hombre es este extraño animal que no funciona adecuadamente a nivel biológico pero al que al azar le ha dado una conciencia que le ha permitido generar su propia prótesis.

lunes, 27 de marzo de 2017

EL VALOR REAL DEL VOTO




Resultat d'imatges de urnas voto abstencion


Escrito por Luis Roca Jusmet

 Reseña de 

El valor real del voto.
Análisis y propuesta de un nuevo sistema electoral justo para España
Vicente Serrano Lobato
Prólogo de Miguel Candel
Barcelona : El Viejo Topo, 2016

 La editorial El Viejo Topo, en su línea habitual de combate ideológico desde la izquierda, publica un imprescindible libro que propone una alternativa viable al sistema electoral español. Su autor es Vicente Serrano Lobato, viejo luchador que ha estado en mil batallas manteniendo siempre una postura coherente, la de la izquierda radical no nacionalista. lo cual, en Cataluña, significa tener las cosas muy claras y ser capaz de ir contra corriente. Hoy es Presidente de una asociación que se llama Alternativa Ciudadana progresista. 
 El libro no tiene precedentes. Que yo sepa, solo La urna vacía del grupo Politikon, analizó de manera rigurosa el sistema electoral español, comparándolo con otros sistemas. Pero lo hacía como un simple apartado dentro de una reflexión crítica más amplia y sin posicionarse por una opción concreta. El libro de Vicente Serrano sigue una lógica impecable, que va desde una descripción de nuestro sistema electoral, con su base constitucional ( artículo 68.2 de la Carta Magna ) y legal básica ( LOREG ) , hasta la argumentación de la alternativa que defiende. Todo ello complementado por unos parámetros en los que se cuantifica el coste medio por escaño, la relación entre el porcentaje de votos obtenidos y el porcentaje de representación alcanzado, el denominado índice de poder de Voto o el número de votantes sin representación. En este sentido plantea la necesidad de dar un valor político tanto al voto en blanco como a la abstención. 
 El autor señala con claridad cuales son los tres problemas que hacen que nuestro sistema electoral sea tan desigual en cuanto al valor del voto de un ciudadano : circunscripción provincial, sistema d´Hondt, mínimo del 3%. Hay una argumentación clara en contra de la justificación del sistema provincial como manera de dar representatividad a las zonas menos pobladas. En realidad son zonas rurales y que tienden al voto conservador. En todo caso los grandes ganadores de nuestro sistema electoral han sido el PP y el PSOE ( consolidación del bipartidismo ) y los partidos nacionalistas. Y los grandes perdedores Izquierda Unida, Unión de Progreso y Democracia y los pequeños partidos que no llega al mínimo exigido, Vicente Serrano analiza con paciencia los argumentos a favor y en contra del sistema de voto mayoritario, de las listas abiertas o bloqueadas....

viernes, 24 de marzo de 2017

IDENTIDAD E IDENTIFICACIÓN


Escrito por Luis Roca Jusmet


Resultat d'imatges de narcisismo

A esta situación se refiere el mito de Narciso Cierto que está enamorado de su propia belleza., pero el mito seguiría teniendo sentido si amara su propia infelicidad. Se inclina al borde del agua indiferente a la voz que le pide que retroceda; quiere acercarse más y más a la imagen de sí mismo reflejada en la superficie del agua; en el mometo de esta unión consigo mismo, se ahoga. La estructura emocional del mito es que cuando uno no puede distinguir entre el yo y el otro y trata a la realidad como una proyección del yo, se halla en peligro. Este peligro está contenido en la metáfora de la muerte de Narciso : se inclina tan cerca del espejo de las aguas, su sentido del exterior está tan absorbido por los reflejos de sí mismo que el yo desaparece, queda destruido. En la vida ordinaria, tras la caída en el agua, como si dijéramos, el perfil clínico que presenta el paciente es el de sentirse muerto interiormente, sentir que uno no vale nada y ver que en el exterior no hay nada que valga la pena.

Richard Sennett

Jacques Lacan plantea que la teoría del yo más fiel con el genio freudiano hay que abordarla desde dos aspectos claves: el yo corporal y las identificaciones. Esta declaración de principios le enfrenta radicalmente con otra interpretación del psicoanálisis centrada en la psicología del yo, que lo entendería como la esfera libre de conflictos, el elemento mediador que la cura psicoanalítica ha de reforzar. En este sentido un yo fuerte sería la garantía de una buena adaptación y, por tanto de una vida satisfactoria, es decir, sana. Para Lacan, por el contrario, lo que tiene que hacer el yo es abrirse al ello, no intentar dominarlo. Si rastreamos directamente en Freud comprobamos que su teoría del yo es muy compleja, en ciertos aspectos ambigua y sometida por tanto a más de una interpretación. A partir del “Proyecto para una psicología para neurólogos”, la noción de yo constituye uno de los hilos conductores de su elaboración teórica, que formula básicamente en “Introducción al narcisismo” y “El Yo y el Ello” Freud formula los elementos fundamentales de su teoría del yo. Pero no hay que olvidar otros escritos interesantes para el tema como “Duelo y melancolía”, “Psicología de masas y análisis del yo” y “”La escisión del yo en el proceso defensivo.”
 En todo caso, lo que sí puede afirmarse es que hay una serie de elementos que son indiscutibles en la teoría freudiana del yo ( y la diferencia de interpretación está en como se articulan todos estos aspectos): 
 1) El yo es una instancia psíquica diferenciada del ello y del superyo y es el producto secundario de una acción psíquica específica y no de una derivación biológica espontánea. 
 2) El yo tiene una función mediadora respecto a la prueba de realidad (a la que nos someten las exigencias del entorno y de los otros) y a las tensiones internas ( derivadas de la presión contradictoria del ello y del superyo).
3) Las identificaciones son un elemento constitutivo del yo y una función reparadora de las pérdidas de aquellos a los que amamos . 
4) El yo tiene una función unificadora de los límites corporales (la superficie del cuerpo, la envoltura corporal) y es la proyección del organismo en el psiquismo.
 5) El yo es objeto de la líbido a través del narcisismo (El mito de Narciso, como sabemos, es el amor a la imagen de sí mismo) que se inscribe por lo tanto directamente en el registro del imaginario.
 Si vinculamos el yo con el imaginario es básicamente a través de las identificaciones, cogiendo como punto de partida la definición de Lacan de que una identificación es la transformación de un sujeto a partir de una imagen . En esta línea el yo percibe imágenes que una vez recibidas e inscritas conforman su propia sustancia. Podemos ampliarla a partir de la definición de Laplanche y Pontalis en su diccionario de psicoanálisis: “El proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones.”
 Para Freud la identificación es un movimiento de absorción que va hacia el otro y que puede llevar hasta el límite de querer devorarlo psíquicamente. Como ejemplo podemos recordar como en la película El hombre que mató a Jesse James éste le pregunta a su futuro asesino ( que le admira de una forma absoluta ) : ¿ Quieres ser como yo o quieres ser yo ? Habitualmente esta identificación se puede realizar de dos formas diferentes: como deseo consciente de ser como el otro o como deseo inconsciente de ser el otro, en el que este ser puede identificarse con sus rasgos visibles o con algo mucho más increíble e inquietante: su fantasma inconsciente. La identificación no designa entonces en Freud algo tan importante como el amor ( en el que nos nos queremos identificar con aquel a quien amamos) sino la formación del yo, porque somos la memoria de los seres que hemos perdido y con los que nos hemos identificando apropiándonos de algún aspecto que les pertenece. Por tanto lo que explica que seamos lo que somos es un precipitado de identificaciones que vamos realizando a lo largo de nuestra existencia, pero cuyas raíces establecemos en la infancia.. Freud trata la identificación a partir de la clínica en un texto relativamente tardío que es “Psicología de masas y análisis del yo”, en cuyo capítuloVII analiza la identificación histérica como una posición femenina de identificación, en la que la que se quiere atraer al Padre o bien identificándose con un rasgo la Madre para ocupar su lugar o bien adquiriendo un rasgo suyo. Tenemos los dos tipos de histeria : en el primer caso tendríamos una mujer dominada por un síntoma y en el segundo una mujer masculina. Pero hay que diferenciar esta identificación con la identificación melancólica, que tiene carácter narcisista porque la carga amorosa del objeto vuelve al yo. En la identificación histérica, en cambio, la carga del objeto se mantiene y por tanto nos identificamos no con el otro sino con algo suyo, por lo que el éste se mantiene independiente de nosotros con una carga amorosa que depositamos en él. En realidad hay en esta identificación algo paradójico, porque conservamos el objeto y por lo tanto nos identificamos con algo de alguien que permanece fuera de nosotros. A partir de estas reflexiones Freud intenta explicar un fenómeno contemporáneo que es la psicología de masas y lo hace a partir del vínculo que une al individuo con la masa a través del Ideal. Lo que hace éste es ocupar simbólicamente el lugar del objeto amado de la masa y así puede unificarla a su alrededor. El líder, al que idealizan como encarnación de este Ideal., ocupa entonces también un lugar paradójico, ya que el individuo que forma parte de esta masa lo considera como al mismo tiempo una parte de sí mismo y por otro lado lo engrandece idealizándolo. Freud pensaba en el ejemplo de Hitler pero posteriormente lo hemos comprobado una y otra vez con líderes más contemporáneos como Mao o Milosevic. Este mecanismo es opuesto al del enamoramiento, ya que aquí se empobrece el sujeto en proporción inversa al engrandecimiento del objeto amado. Ëste último queda idealizado nunca nos identificamos con él porque se mantiene como objeto independiente al que queremos poseer, que como tampoco es posible siempre será inalcanzable.
 Pero es Lacan el que trabajará más a fondo la cuestión del yo como identificación imaginaria (estrechamente vinculada a la imagen corporal) a partir de su teoría del estadio del espejo. Irá reelaborando esta idea en relación con las modificaciones del concepto de imaginario que va elaborando a lo largo de su obra. Ya en el año 1936 en su texto “ Más allá de la realidad” , escrito el año 1936, planteará la imagen como la cuestión nuclear de la psicología, que no puede identificarse con lo ilusorio. Este texto queda recogido en sus Escritos, al igual que “ El estadio del espejo como formador del yo” y “La agresividad en psicoanálisis”, todos de los años 40, y donde formulará su teoría del estadio del espejo, en el plantea la identificación imaginaria como una identificación especular; Es el reconocimiento que hace el niño en el espejo (entre los seis y los dieciocho meses) el que permite dar forma, es decir imagen, a un cuerpo desmembrado. Lacan lo teoriza a partir de las observaciones del comportamiento de los bebés ante el espejo y de estudios de etología sobre el mimetismo animal y los estudios científicos del biólogo Bolk sobre el carácter prematuro, incompleto, del cachorro humano: esto lo coloca en una situación de desamparo funcional en la que el bebé se encuentra sin recursos frente a la presencia primera del Otro. Lo relaciona con los estudios de conducta animal de Lorentz , en que, a partir del experimento de utilizar estímulos artificiales (señales) éstos funcionan como la impronta que determinará los ciclos instintivos del animal y posibilita las pautas de acción para moverse en un medio determinado.. La imagen funciona, por tanto, como una forma que tiene una pregnancia en la medida en que el animal se reconoce en ella. Lacan constata este primer momento constitutivo del yo que es el que se realiza a partir de la identificación del niño con la imagen que capta en el espejo, que en un primer momento confunde con el otro. En un segundo momento ya entiende que es una imagen pero considera que es la del otro y en un tercer momento es cuando identifica la imagen como propia. Al reconocerse como una unidad encuentra una identificación primordial cuando todavía no ha desarrollado su esquema corporal. Y el yo como entidad imaginaria, en el caso humano, se constituye a partir de estas imágenes pregnantes, es decir, de estas imágenes en que nos reconocemos porque tienen un sentido ligado al yo, primera expresión del narcisismo. En cierta manera lo que hace Lacan con su teoría del estadio del espejo (que irá madurando a lo largo de su obra) es ir eliminando la diferencia establecida por Freud entre la teoría del yo corporal y la teoría del yo como identificación. Pero el carácter imaginario del yo es necesaria para la constitución de la imagen de unidad del yo, aunque su función se transformará en un obstáculo al ocultar su división real.
Pero en los escritos y seminarios de los años 50, que es cuando Lacan señala la presencia fundamental y constituyente del lenguaje, introducirá la identificación simbólica, es decir, el papel del Otro en la identificación especular. El niño, nos dirá, está también ligado a su imagen por nombres y palabras, y más tarde, como ya hemos señalado, por el Ideal del Yo y esta identificación simbólica con el ideal nos permite enraizar una identificación que nos permita un enclave a través del cual salir de la fascinación de las identificaciones imaginarias. En el ámbito del imaginario no hay salida, hay que trascender la agresividad primaria (constitutiva inicial) a partir de lo simbólico, que es la mediación que permite el pacto, la pacificación.
Hay que relacionar este trabajo teórico de Lacan, con su noción de cuerpo, que definirá como un organismo más una imagen. El cuerpo humano es la imagen que tiene un organismo con conciencia de sí y es una realidad secundaria, construida desde nuestro psiquismo y que no tiene nunca el carácter innato de una realidad física primaria. Analizando la evolución de esta noción de cuerpo en Lacan constatamos que lo que nos plantea de manera permanente es que el organismo vivo, lo viviente, no es nunca suficiente como para constituir un cuerpo, hace falta el registro imaginario. Pero también lo simbólico, ya que para dar cohesión a una individualidad orgánica se necesita la categoría lingüística de Uno, con lo cual el cuerpo adquiere también tiene una dimensión significante. Y más adelante, cuando domine en la teoría lacaniana lo real sobre lo simbólico y el imaginario el cuerpo será de un cuerpo de goce, inaccesible a la imagen y a la palabra.

lunes, 20 de marzo de 2017

PRIMAVERA

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HAIKU DE PRIMAVERA


Sí, la primavera ha llegado;

Esta mañana una colina sin nombre 

Envuelta por la niebla. 


MATSUO BASHO







miércoles, 15 de marzo de 2017

ELOGIO AL CINE PREMIADO EN LOS OSCARS DEL 2017

  
Mejor película Moonlight

Escrito por Luis Roca Jusmet

Este años los Oscars, que no siempre son garantías de calidad, han premiado a tres excelentes películas.
 La primera de ellas, Oscar a la mejor película, es Moonligth, que es una película que te engancha desde la primera a la primera a la última secuencia. Es una película que expresa fuerza vital, aunque sea una historia dura y triste. Pero como la tristeza de un blues, desgarradora pero paradójicamente estimulante. Un joven director, desconocido en nuestro país aunque no sea un principiante, Barry Jenkins, que es además el guionista a partir del relato de Tarell Alvin McCraney. La autenticidad de la historia es que ambos se criaron, como el protagonista, sin padre y con una madre adicta al crack, en el dificil barrio de Miami que aparece en la película. El resultado es brillante. 
 Se trata de una historia sobre la identidad. No solo sobre la identidad sexual, como plantean algunos créditos, sino sobre la identidad personal. La persona es, como señala su etimología, la mascara que vamos labrando en forma de carácter. Pero  Chiron no tiene carácter. Es un niño sensible al que le llaman" little". Es diferente y , como dijo Sthendall, la diferencia engendra odio. Parece que solo el pequeño Kevin le acepta. No tiene padre y su madre está colgada, muy colgada. No tiene referencia, hasta que se conoce a Juan, un hombre fuerte y generoso que se ocupa de él. Pero es un jefecillo de un grupo de distribución de drogas. "Little" se convierte en un adolescente que sigue tan desprotegido y desorientado como cuando era niño. Sigue siendo diferente de sus compañeros y continua siendo pasto de su acoso. Kevin será ahora determinante en su vida. La iniciará en el sexo y le traicionará. Juan ha muerto, seguramente en un ajuste de cuentas. Solo Teresa, su novia, sigue siendo el hilo que le une a la seguridad que le ofrecía. Pero Chorin sabe que está solo, totalmente solo ante el peligro. Entonces decide transformarse. Se colocará la mascara de Juan. Será como él. El mismo físico, la misma indumentaria, el mismo rolo de jefecillo de traficantes. pero se olvida de lo que realmente Juan le quiso enseñar : "Hay un momento en que debes decidir lo que quieres hacer con tu vida". Su sobrenombre, Black, fue el recuerdo de Kevin. Kevin, el amigo, el amante, el traidor. El reencuentro con Kevin le permite, quizás, un reencuentro con sí mismo... Freud decía que la adolescencia es un túnel del que hay que salir con una identidad sexual y con una posición en el mundo. ¿ Será el fracaso en este empeño, de Chorin, irreversible ? Esta es la cuestión que queda abierta..Las interpretaciones, la dirección, la música, todo nos sumerge en este historia personal pero que es también un retrato de la marginalidad, de la falta de futuro, de unos barrios devastados por la violencia....

SLAVOJ ŽIZEK : LO QUE NOS ENSEÑA EL CINE





Escrito por Luis Roca Jusmet


Slavoj Žižek  es, junto a Gilles Deleuze, Jacques Rancière y Stanley Caven, un filósofo que ha intentado pensar en cine más allá del tópico. El tópico es el lugar común de que el cine sirve a la filosofía en cuanto que dramatiza el concepto. Es lo que plantea por ejemplo Julio Cabrera en su libro "Cine. 100 años de filosofía", que es la versión más inteligente de este planteamiento. Es lo que llamó "logopatia", que consiste en entender que el cine añade lo afectivo a lo conceptual. En este sentido podríamos considerar, por ejemplo, que en la película de Costa Gravas "La caja de música" se dramatiza el imperativo categórico kantiano a partir de la decisión final de Ann Talbot de enviar al fiscal las pruebas que inculpan a su padre,
En realidad el cine es un lenguaje de imágenes pero que incluso en el cine mudo tiene una estructura simbólico, es un discurso. El mismo Rancière nos ha mostrado que la palabra no tiene porque ser más inteligente que la imagen, como sostienen algunos como Giovanni Sartorio. Lo que se acostumbra a llamar manipulación a través de las imágenes lo es por el discurso que los estructura. El cine y la filosofía se acercan efectivamente en la medida en que ambos se acercan a como construimos nuestra subjetividad. 
En este sentido no hay que plantear que el cine sirve únicamente para ejemplificar el discurso filosófico. En su excelente " Guía cinematográfica para perversos" Žižek, que presenta bajo la dirección de Sophie Finnes nos plantea que el cine es el lenguaje propio de nuestra época sea a través de la pantalla grande, la televisión o un ordenador, sea una película o una serie. ¿ Por qué perversos ? Porque el cine niega la castración, los límites de la fantasía.
 En el cine aparecen todas las fantasías. Y las fantasías son lo que construimos para tapar el agujero de nuestra verdad insoportable reprimida. En el caso del sexo se manifiesta de manera clara que es el soporte de nuestra sexualidad. Las fantasías perversas aparecen a veces de una manera tan descarnadas que para el espectador es la imagen más antierótica posible ( "la pianista") pero al mismo tiempo si desparece la fantasía el sexo se convierte en una mecánica estúpida y repetitiva. No es que todo sea sexo ( interpretación errónea de Freud) sino que el sexo es una metáfora de la realidad, que para nosotros no es más que una ficción organizada desde una fantasía. En el cine la apariencia triunfa sobre la realidad. No se trata de saber hasta que punta la fantasia es real sino hasta que punto la realidad es fantasía. En "Vértigo" el simulacro pesa más que la realidad para los dos protagonistas. Pero, como nos muestra David Lynch en sus films, la fascinación de la belleza encubre una pesadilla.
 El cine nos enseña como funciona el deseo. Porqué el problemas para los humanos es saber que desear. Deseamos desear, como decía Nietzsche. Y el deseo es metonímico, como decía Lacan, pasa de un obejto a otro. El deseo humano, es algo artificial, tan poco natural como enigmático. En el límite, hay deseos absolutamente obscenos y perversos, como los que muestra Dennis Hopper en "Velvet Blue". O su realización nos llevan a un escenario infernal, como vemos en "Solaris". El cine le enseña de esta manera al espectador, que está sentado delante de una pantalla, el juego del deseo. Pero al mismo tiempo esta posción de espectador  le permite distanciarse de él. La magia del cine es esta ilusión de vivir el deseo siendo capaces de mantenernos a distancia de él.  A veces, sugiere  Žižek, lo que vemos es la pantalla es la expulsión de una mierda sin que nos salpique.
  Otra cosa que no enseña el cine es que la realidad es una construcción simbólico que genera cada sociedad y a partir de ella ( el Otro ) cada cual construye la suya. Pero hay algo más real que la realidad que es lo Real. Lo Real es la verdad traumática, insoportable que reprimimos y que se manifiesta a partir de los síntomas. En el cine hay constantes síntomas de este real, que es como una especie de Cosa que aparece en el escenario exterior pero que no deja de ser una proyección de esta verdad interior : "Los pájaros" ( pulsión sexual desbocada), "Allien" ( lo extraño insoportable que aparece como un monstruo), Lo Real es esta perturbación de nuestro equilibrio. La pulsión de muerte es esta energía excesiva, que nos lleva a un goce que se confunde con el dolor, que supera todos los límites. Es el cine de Hitchkock en el que aparece de forma súbita, brusca lo inesperado ( escenas de "Psicosis"). Siguiendo el planteamiento lacaniano de los objetos parciales de la pulsión, nos habla de los "órganos sin cuerpo". La mano que se mueve sola del Dr. Stravologe en "Teléfono rojo, volamos hacia Moscú", la voz del Dr.Mabuse ( en "El testamento del Dr.Mabuse), la voz de la cantante en "Muldohme Drive" , el puño que pega a uno mismo en "El club de la lucha"). 

SLAVOJ ŽIZEK, Y ALFRED HITCHCOCK,

 


Escrito por Luis Roca Jusmet


 La segunda parte de Mirando al sesgo.Una introducción a Jacques Lacan a través de la cultura popular se titula  "Nunca se puede saber demasiado sobre Hitchcock" y en él hay tres artículos algo dispersos pero muy sugerentes. 
El primer artículo se llama "Como los no engañados se equivocan. El texto se inicia con una reflexión sobre el cine, que es que en una historia cinematográfica lineal parece que todos los acontecimientos están encadenados necesariamente para preparar el final. Esto es una ilusión, por supuesto, porque todos los hechos son contingentes y podían haber pasado de una manera distinta a como pasan. Curiosamente, si explicamos la historia retroactivamente, del final al principio, es cuando se pone de manifiesto la contingencia. Continúa hablando de la inexistencia del Gran Otro, al que suponemos como fundamento y garantía de lo real pero que es ilusorio. Todo ello para acabar con Hitchcock y la presencia de este Otro que no debe saberlo todo en sus películas. Este Otro que no lo sabe todo aparece de manera diáfana en el escrito "La carta robada" de Lacan. Tenemos tres elementos : el agente que realiza el acto ( el que coge la carta), la mujer del rey ( que asiste impotente al robo) y el Rey, el Otro que observa sin saber lo que ocurre. Esto también ocurre en la película de Hitchcock "Sabotaje". Lo que se plantea aquí es que el Otro no debe saberlo todo, ya que considerar que lo sabe nos conduce al totalitarismo. El Otro está barrado, no existe como tal, la teleología del mundo o de la historia es una ilusión. Otro tema importante de Hitchcock es la transferencia de la culpa ( como señalaron Rohmer y Chabrol). La trilogía donde esto ocurre es que cuando el sujeto se encuentra en un determinado lugar en el campo de las relaciones sociales se convierte en un inocente que debe cargar con la culpa del otro. Las tres películas son : "Extraños en un tren", "Yo confieso" y "La soga". No es una característica propia sino algo externo, una contingencia que no es provocada por el sujeto. Para Hitchcock, como para Lacan el "Inconsciente está fuera", es algo externo en cierta forma. Son estas contingencias externas las que acaban determinando el lugar que ocupamos. En las películas de Hitchcock el amor es algo que aparece súbitamente de la nada. Hay algo mágico que se transfiere al sujeto y que le deja atrapado por el amor, como comprobamos en "Vértigo" o en "Los pájaros". En "Vértigo" aparece la mujer como síntoma del hombre y La Mujer como su complemento tampoco existe.El tema de la fantasía es importante. El objeto sublime es cualquiera, la sublimación es desplazar el deseo a un objeto cualquiera, que solo se dignifica en relación al lugar que ocupa en nuestra fantasía. En el caso de "Vértigo" es como si hubieran dos muertes, dos pérdidas de Madeleine. El abismo al que mira finalmente Scottie es el agujero en el Otro, ocultado por la fantasía. 

martes, 7 de marzo de 2017

PADRES E HIJOS ADOLESCENTES ; UN DESAFÍO SIN RECETAS

Resultat d'imatges de adolescentes conflictos padres hijos psiconalisis

Reseña de

Ser padres, ser hijos. Los desafíos de la adolescencia

Mario Izcovich ( prologo de José Ramón Ubieto )

    Barcelona : Gedisa, 2017

Luis Roca Jusmet

El azar hizo que coincidiera con Mario Izcovich hace ya bastantes años, y precisamente porque nuestros hijos compartían clase y escuela de primaria. Unos años más tarde tuve un fructífero encuentro con él por nuestra pasión común por el psicoanálisis lacaniano ( aunque yo sea una aficionado y él un profesional). La tercera coincidencia fue a través de un libro suyo: Tiempo de transformación (12-15 años). He de decir que este libro, igual que el nos ocupa, es todo lo contrario de lo que podíamos llamar un manual de autoayuda. No se trata de un libro de consejos, de una guía para tratar a los adolescentes, no es eso. Mario Izcovich representa todo lo contrario de lo que Michel Foucault llamaba el poder pastoral de los psicólogos, que sustituyen así a los sacerdotes como conductores de las mentes. Esto es, precisamente, lo que me gusta tanto de los dos libros. No hay paternalismo, no es un libro edificante, ni tan siquiera hay un Ideal que tengamos que seguir. Lo que hay es un intento de inventar algo nuevo y no caer en la nostalgia de la familia jerarquica para evitar la deriva de la confusión entre generaciones. Porque esto es algo que el autor tiene claro : hay que separar a los padres de los hijos, en el sentido de no considerar su relación como una relación de iguales. Hay que buscar la distancia adecuada. Pero la desigualdad no conduce necesariamente al autoritarismo del "yo mando/tú obedeces". La autoridad es algo que debe ganarse, que debe buscar el reconocimiento del otro. Esto, como dice Mario, ocurre tanto en las familias como en la escuela secundaria ( que es la que se corresponde a la edad de la que estamos hablando). La autoridad no viene automáticamente por el lugar que se ocupa ( padre, madre, profesor) sino de la capacidad para construir este lugar. Algo muy dificil, pero también más interesante, más rico.
La adolescencia, ya lo dijo Freud, es cómo un túnel que el adolescente atraviesa para salir transformado. Entra como un niño y sale con una identidad, tanto sexual como social. Y al hablar de identidad social no se trata de una identidad imaginaria ( una imagen de uno mismo) sino del lugar que se ocupa en la sociedad.
Empezar a encontrar un lugar. Este pasaje, que en nuestra sociedad moderna está tan poco delimitada porque no hay ritos iniciáticos, supone una crisis para todos los implicados : padres y adolescentes. Pero en el siglo XXI, ejemplo de lo que Zygmund Baumann llamaba "una sociedad líquida", se vuelve todavía mucho más complicado. Mario Izcovich trata el tema de manera serena, sin frivolidad, aunque sin dramatismos. Ser trata de una crisis, que como sabemos, es a la vez una oportunidad y un peligro. Peligro cuando se impone la violencia, cuando dominan lo que Spinoza llamaba "las pasiones tristes". Oportunidad de responsabilizarse, de hacerse cargo de sí mismo, por parte del adolescente, y hacerlo en este proceso tan delicado de identificación/desidentificación con los padres. Porque los padres son, por supuesto, necesarios. Trata las preguntas fundamentales referido al tópico de "poner límites", diferenciando entre sanción y castigo. Considerando que no solo es a los hijos a quienes hay que poner límites ( y la cuestión no está entre poner o no poner, si no entre porqué , cuándo y cómo se ponen ). En todo caso hay que tener claro que los hijos necesitan un referente que es el adulto. Cuando los padres son como hermanos mayores, entonces vamos por muy mal camino. Parece como si, como decía hace décadas André Malraux, ya no quedaran "personas mayores". Si no hay padres suele ocurrir lo que vemos en una película actual ( que ha ganado el Oscar a la mejor película) que es Moonligth : se sale del túnel ciego respecto a la propia identidad sexual y personal.

viernes, 3 de marzo de 2017

DESEO DE ENSEÑAR, DESEO DE APRENDER


Reseña de

La hora de clase. Por una erótica de la enseñanza

( traducción de Carlos Gumpert)

Barcelona : Anagrama, 2016

Escrito por Luis Roca Jusmet

Massimo Recalacati es uno de los representantes más interesantes del psicoanálisis lacaniano. Ha elaborado un concepto renovado de la clínica en el tardocapitalismo, a la que ha llamado clínica del vacío en contraposición a la clínica de la falta que formuló Freud; aunque siempre, eso sí, manteniendo el espíritu del fundador de la tradición psicoanalítica. Al mismo tiempo Recalcati ha elaborado un profundo análisis de lo que llama la muerte del padre en la época actual. Y a partir de aquí a propuesto una alternativa novedosa que ha llamado el complejo de Telémaco que evita los sueños nostálgicos en un momento en que las generaciones se confunden y nadie quiere ser mayor. Recalcati se ha ido convirtiendo en un personaje mediático en su país y esto se ha llevado a transitar por temas más amplios, siempre desde una perspectiva psicoanalítica rigurosa y abierta. Lo hizo no hace mucho con el tema de la pareja y del perdón en la vida amorosa. Y se atreve ahora con un tema del que parece que todo se ha dicho, del que cualquier nuevo escrito parece condenado a ser una repetición de los mismos tópicos. Pero vale la pena arriesgarse y leer con alegría este libro. Especialmente se lo recomiendo a los maestros y profesores, pero no solo ellos, ya que el tema de la educación es difícil que no te afecte, directa o indirectamente, en algún sentido.
Se trata de un libro breve, claro y optimista, en el mejor sentido del término. Como en el tema del padre, Recalcati recoge este momento de crisis y de confusión que vive el mundo de la enseñanza. Mundo en el que, frente al descrédito social y a la pérdida de la autoridad simbólica del profesor, se va abriendo paso el modelo neoliberal que hegemoniza un discurso educativo basado en un nuevo lenguaje : competencias, inversión, nuevas tecnologías, evaluaciones externas, recursos... Formar, en definitiva, una mentalidad empresarial ( "emprendedora") adaptada exclusivamente a las exigencias del mercado. Este es el nuevo modelo educativo, frente al que se alzan las voces nostálgicas que reivindican la vieja figura del viejo profesor con aquella supuesta autoridad simbólica que todos respetaban. Al profesor se le respetaba por el lugar que ocupaba y punto. Lo que propone Recalcati es un nuevo sendero en la que la autoridad se base en el reconocimiento del profesor como aquel sujeto con estilo propio, que es capaz de dejar una marca singular en el alumno. La autoridad sí, pero algo que se debe ganar. Es un sujeto que ama lo que enseña, y que además quiere ( y sabe ) transmitirlo a un alumno. Pero lo que se transmite es el deseo más que el saber. Pero no para hacer del alumno el objeto de nuestro deseo de saber, sino para hacer del estudiante un sujeto del saber. Se trata de una relación erótica, en el sentido más amplio del término, que consiste en que el saber se transforma en un objeto erótico, es decir que el sujeto sublima su libido en este deseo de saber. Aquí la referencia básica es La transferencia, seminario de Lacan dedicado a Sócrates , que es, sin duda a dudas, el que mejor explica el movimiento del sujeto del deseo hacia el objeto amado en el tema de la verdad. Porque el camino hacia la verdad es el saber y el objetivo es imposible porque nunca alcanzamos el Todo. Lacan trata a partir de aquí de la transferencia, que es tan nuclear en la educación como en el psicoanálisis, que justamente Freud definía ( junto al arte de gobernar) como las profesiones imposibles. Pero, al igual que en el análisis, la transferencia no puede tener un carácter de seducción porque lo que hace entonces es atrapar en la ilusión del amor, en una trampa narcisista que crea dependencia. Por el contrario, la transferencia debe servir para que el analizado y el alumno puedan constituirse en sujetos del deseo y seguir entonces su propio camino. Pero para ello hay que crear un vacío que puede transformarse en la falta que justifica el deseo.

UNA ENTREVISTA DE LUIS ROCA JUSMET A MASSIMO RECALCATI


Resultat d'imatges de massimo recalcati
¿Qué relación hay entre el declive del padre y lo que llamas la clínica del vacío? Planteas  que la clínica del vacío cuestiona la estructura clínica neurótica del sujeto dividido, la represión y el inconsciente, pero que al mismo tiempo no cuestiona las estructuras clínicas.
La clínica del vacío es una clínica que está caracterizada por el eclipse del deseo. Esta clínica no coincide con la psicosis, pero no se refiere tampoco a la denominada organización borderline de la personalidad. La clínica del vacío es una clínica que funciona en ausencia del inconsciente, en ausencia de lo que podemos llamar el síntoma metafórico, basado en la represión y el retorno de lo reprimido. El ejemplo más evidente de esta clínica del vacío es el de la anorexia: aquí el sujeto custodia un vacío disociado de la falta. Se aniquila el deseo y en esta medida no puede transformar el vacío en falta. Hay un proceso en el que se borra toda huella del sujeto del inconsciente. De esta forma hay únicamente un goce narcisista, un goce uno sin partenaire sexual. Es todo Yo y el sujeto queda totalmente disociado del Otro. Es el paradigma “frío” más puro de la clínica del vacío.
¿Quiere esto decir que la clínica del vacío haría referencia a una estructura clínica perversa o psicótica?
La clínica del vacío tiene en común con la psicosis y la perversión la primacía de lo real y de lo imaginario sobre lo simbólico. Primacía de lo real quiere decir aquí desregulación pulsional. Primacía de lo imaginario  basada en la fetichización del Yo y de sus objetos. Ni lo real ni el yo quedan vinculados al inconsciente. Falla lo simbólico, el Ideal que se transmite por la metáfora paterna,
La figura del padre que defiendes cuando hablas del complejo de Telémaco y que sustituiría a la del que surge del complejo edípico, ¿no es demasiado amable como para ser un agente de la prohibición? ¿Consideras necesario, como hacen algunos, reivindicar la autoridad de este padre en declive para restablecer este orden simbólico en crisis?
Cuando hablamos del padre que está en declive estamos hablando del padre de la ideología patriarcal, que no es otra cosa que el Padre-Amo. ¿Qué queda del padre?No lo podemos idealizar. Su voz es la de una ley que excluye la excepción y la de una autoridad que excluye el deseo. Su pedagogía es de naturaleza fascista. Este padre es el que habita las pesadillas de la neurosis, es el de la ley, que goza al infligir su castigo. La neurosis no deja de ser una interpretación exclusivamente sacrificial de la ley. No capta, por citar una máxima evangélica, que no es el hombre el que está hecho para la ley, sino que es la ley la que está hecha para el hombre. Frente a la evaporación de esta figura de la paternidad no hay necesidad de sentir ninguna nostalgia.
¿Cuáles son las implicaciones políticas de este declive del padre? ¿Es Berlusconi un síntoma político de este declive del padre?
El berlusconismo ha mostrado los efectos de la caída del padre. Ha reducido al padre a la triste  figura del “papi” en la que este aparece con la forma de la farsa. Ha invertido la idea del padre como símbolo de la Ley de la castración, que limita el goce, en la del “papi”. Es la  expresión del goce que deviene la única forma de Ley.
 También el movimiento 5 estrellas¿cuál es su papel respecto a este declive del padre?
En el movimiento 5 estrellas la figura de Grillo introduce, por el contrario, la figura de un padre cuya apariencia es la del hermano, pero cuya prepotencia restaura la del padre freudiano de la horda. Él ha generado el movimiento 5 estrellas, él lo puede deshacer cuando quiera. En el movimiento 5 estrellas se predica la igualdad pero, al igual que en la granja de animales de Orwell, hay alguien que es más igual que los otros…
Agradezco a Massimo Recalcati sus breves pero condensadas palabras. Y a Silvia Grases por haberme puesto en contacto con él y haber traducido sus respuestas.

MASSIMO RECALCATI : LO QUE QUEDA DEL PADRE



Reseña
Lo que queda del padre
¿Qué queda del padre?. La paternidad en la época hipermoderno.
Massimo Recalcati
(traducción de Silvia Grases)
Barcelona: Xoroi dicions, 2015
Massimo Recalcati es , además de uno de los más prestigiosos psicoanalistas italianos, un reconocido articulista y personaje mediático en su país. Disponemos de unos cuantos libros traducidos al español, todos ellos muy interesantes, que tratan sobre principalmente sobre dos bloques temáticos muy actuales. Por una parte de lo que llama la Clínica del vacío, que sería una reformulación clínica muy renovadora del malestar contemporáneo. En la etapa de la modernidad correspondiente que vivió Freud dominaba una clínica de la falta, que es la típica de la neurosis. Se basaba en la represión, en el deseo inconsciente, en el retorno reprimido del síntoma y en la división subjetiva. En la sociedad hipermoderna que vivimos aparecen, en cambio, nuevos síntomas (la anorexia-bulimia, las toxicomanías, las adicciones…) que forman parte de una desconexión entre el sujeto y el Otro y que tienen que ver con el rechazo del Orden Simbólico y la desaparición del Ideal.
Lo que acabo de explicar tiene una relación directa con el segundo fenómeno que trata Recalcati, que es el declive del Padre. Fenómeno social que se da en el marco del tardocapitalismo y que coincide con el dominio del consumo de mercancías, químicas y tecnológicas, que se convierten en los objetos inmediatos de goce. Esta reflexión le conduce a Recalcati a un análisis sobre la crisis de la figura paterna en la sociedad en que la vive (que es la italiana, pero que tiene claros elementos comunes con la nuestra y con toda la sociedad occidental). Esto le llevará a la sugerente y a la vez problemática propuesta de lo que llama el complejo de Telémaco como sustitución del complejo de Edipo. “Sustitución” que tiene aquí un doble sentido: por una parte el de relativizar la explicación de la estructuración del sujeto contemporáneo a través del Edipo y, por otra, el de no querer buscar la salida a la caída del Ideal en un retorno nostálgico del Padre como Autoridad simbólica. Recalcati recurre para avanzar en un replanteamiento de la paternidad, a la figura de Telémaco, el hijo de Ulises que espera el retorno del padre. El padre es, por supuesto, necesario, y Recalcati insiste en los estragos que ha producido en la sociedad italiana su desaparición simbólica. Pero la alternativa puede ser una nueva figura del padre, que se presenta como un referente ético que apuntaría solamente a la posibilidad de ser adulto, de alguien que se hace cargo responsable de su vida. Antes de la publicación de El complejo de Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso dl progenitor, Massimo Recalcati escribe el libro que nos ocupa. Lo escribió el año 2011 y es un texto breve, aunque muy denso, que marca las líneas maestras que le llevan a su propuesta posterior. En este libro lo que quiere dejar muy claro, ya de entrada, es la necesidad de unir el deseo con la ley. La ley fundamental es, como sabemos desde Freud, la prohibición del incesto. Es, como luego profundiza Lacan, la que pone límite al goce mortífero y que abre la experiencia de la falta que posibilitará la aparición del deseo.



¿ QUÉ ES UN PADRE ? : DEL COMPLEJO DE EDIPO AL COMPLEJO DE TELÉMACO


Reseña

El complejo de Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso del progenitor.
Massimo Recalcati ( traducción de Carlos Gumpert)
Barcelona : Anagrama, 2014

EScrito por Luis Roca Jusmet

 El tema de la paternidad está en el  orden del día. Los padres estamos desorientados, en un contexto de declive importante de la figura paterna. El patriarcado ha muerto o está, por lo menos en las sociedades occidentales, en vías de desaparición. Es ya la crónica de una muerte anunciada en el mundo por la globalización. Massimo Recalcati escribe un libro que muestra este panorama desolado, pero al mismo tiempo nos brinda una esperanza, una posible salida que no es ni la de la vuelta al autoritarismo ni tampoco en el quedarse en la lógica del todo vale.
  Recalcati es un psicoanalista lacaniano italiano que ha escrito sobre la anorexia, la bulimia y otras adicciones de una manera muy lúcida y renovadora, cuestionando la terapia cognitivo-conductista hegemónica. Pero no solo habla desde su extraordinaria capacidad de análisis, sino también desde una práctica terapéutica real. Ha desarrollado además un concepto muy fecundo, que es la de la clínica del vacío actual frente a la clínica de la falta descrita por Freud.  Lacan es, para Recalcati, el que pone las bases para esta transformación conceptual. La clínica de la falta  viene dada por  la falta de ser que habita en el sujeto dividido por la represión. Se manifiesta a través del síntoma, expresión del deseo reprimido. La clínica del vacío, en cambio, surge de la desconexión del sujeto con el Otro. Es el rechazo del Otro simbólico, del ideal. Es la búsqueda del goce sin la mediación del Otro. Y esto es lo que tiene que ver con el declive de la figura paterna, ya que se genera  una crisis de la autoridad simbólica que crea nuevos malestares subjetivos y sociales y también una nueva manera de expresión de las relaciones generacionales. Los hogares no tienen, en muchos casos, una ley que los regule. En estas nuevas generaciones sin Ley hay una caída del deseo, una falta de referencia y una esclavitud hacia el goce mortífero.
 Pero no se trata, plantea el psiconalista italiano, de querer restaurar al padre autoritario, sino de inventarse algo nuevo. No debe reivindicarse la disciplina perdida, sino la referencia ética del adulto, del padre, a partir de su testimonio.  Aquí justamente encontramos la originalidad de Recalcati: reivindicar a Telémaco en lugar de a Edipo.  Telémaco es un personaje que aparece en la Odisea de Homeror y que espera la vuelta de su padre, que se fue a la Guerra de Troya. El padre simbólico representa la Ley de la palabra como la ley del deseo. No se trata de la  transmisión de una herencia que hay que rechazar o repetir miméticamente, sino de un movimiento singular que nos permita retroceder avanzando, transformar la herencia no en lo que nos da la seguridad de una identidad dada, sino en una aventura, en un riesgo sin garantías. Edipo representaba al Padre como rival, en cuanto que era el portador de la Ley. La Ley de la palabra es necesaria porque nos humaniza, porque es la que pone distancia a lo inmediato. Nos permite un trabajo que nos dignifica, que sublima nuestras pulsiones, que da sentido a la vida a través de una ética. La Ley de la palabra nos permite esperar,  renunciar al goce inmediato y así generar el estado de falta que permite la aparición de un deseo más profundo, más propio, y canalizar las pulsiones.
 El grito del bebé es una petición, no solo referida a una necesidad sino también al amor, ya que sobre ella se apuntala la demanda de amor al Otro primordial materno, que nos atiende. De esta manera, somo algo para este Otro primordial, pero tan destructivo como no ser nada para él es serlo todo, porque entonces nos convertimos en su objeto. El Otro nos quiere y nos da algo inmaterial, en cierta forma nos da lo que tiene, porque no son objetos sino un gesto de amor lo que pide el niño. El Otro simbólico es el que nos separa del Otro pimordial, el que nos enseña la Ley de la palabra. Todos dependemos del Otro, aunque debamos ser autónomos. Nadie es autosuficiente, ni dueño de sí mismo. Hay que aceptar los límites y la deuda simbólica que tenemos con la generación anterior, hay que aceptar la popia filiación para superarla.





SOBRE LA PAREJA EN LA SOCIEDAD LÍQUIDA





Ya no es como antes. Elogio del perdón en la vida amorosa

Massimo Recalcati

Barcelona : Anagrama, 2015

Escrito por Luis Roca jusmet

 El libro que nos ocupa trata de otro de los fenómenos negativos de esta sociedad líquida que vivimos y que el psicoanalista italiano Massimo Recalcati tan bien describe : la ruptura del vinculo amoroso. El ensayo trata  del antiamor como la tendencia contemporánea a romper esta dependencia simbólica al Otro que nos constituye como sujetos.  Trata de la necesidad del amor y de la necesidad del perdón como elemento fundamental para consolidar este lazo humano tan fundamental y necesario.
  El primer capítulo, que titula "La ideologia de lo nuevo” cuestiona precisamente este axioma contemporáneo, que presenta el cambio y lo novedoso como lo que tiene valor. A partir de aquí hace circular el mito del sujeto independiente que no dependen de nadie ni mantiene con la sociedad ( El Otro) una deuda simbólica. Recalcati critica la idea de presentar el deseo erótico como un objeto más de consumo y el amor como una ilusión de incautos que acaba siempre en cansancio y rutina. Porque se plantea entonces una falsa dicotomía entre deseo-transgresión-placer por un lado, y la familia, la ley, la obligación y el aburrimiento que se supone ligado a lo anterior por otro. Si en la época de Freud lo que se trataba era de desenmascarar la idealización de lo amoroso de la sociedad puritana. de lo que se trata  hoy es de desenmascarar el discursos hedonista ligado al tardocapitalismo. Para Lacan, y en esto hay que seguirlo, el amor es lo único que vincula el deseo con el goce.
 El segundo capítulo se llama “Encuentro y destino”. Parte de que Freud planteó una visión limitada del amor, al ligarlo únicamente a la repetición ( elección a partir de la fantasía inconsciente siguiendo el modelo edípico) o al narcisismo. Lacan nos permite ir más lejos, al plantear el amor como un don, aunque sin caer en ña ilusión de la armonía entre sexos. No amamos al otro por algo explícito sino por algo que nunca sabemos lo que es. La fidelidad es aquí una promesa que va ligada al compromiso, pero que no puede ser vívida como una carga . 
  Al tercer capítulo lo llama  “Trauma y abandono”. Según Lacan, “trauma” es el nombre más apropiado para lo Real,  lo que nunca abandonamos. Es lo contrario de la represión, porque es lo imposible de olvidar. En la vida amorosa el trauma está ligado al abandono y la traición. La traición es una herida sin cura posible, es el abandono que produce una una caída total.


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