Escrito
por Luis Roca Jusmet
Michel
Foucault considerará el estoicismo tardío romano ( S. I-II d.J.C.)
como la Edad de Oro del cultivo del yo : el Alto Imperio Romano (
siglo I y II d. J.). Epicteto, Séneca y Marco Aurelio son sus
representantes.
Esta
Edad de Oro es la de la subjetivización, en la medida que está
centrada en el doble aspecto del conocimiento de uno mismo y el
trabajo sobre uno mismo.
La
Epimeleisthai heautou ( el cuidado del yo) adquiere unas nuevas
dimensiones :
1) Dimensión universal y solución particular
1) Dimensión universal y solución particular
Se
convierte en una propuesta universal. No una ley, como Foucault deja
muy claro. Es una llamada universal, a cualquiera ( sin distinción
de status, sexo u origen) pero a la que se apuntan los interesados, y
lo hacen a una escuela concreta ( solución particular). Estas
escuelas no son jerárquicas, hay únicamente una división operativa
en función de la capacidad. Esto podemos relacionarlo con la
aceptación que hace el filósofo francés de las relaciones de poder
pero manteniendo la crítica a las relaciones de dominio verticales y
unidireccionales. Cada escuela es una elección de vida compartida a
través de la amistad.
2) El objetivo del cultivo del yo es ser libre
2) El objetivo del cultivo del yo es ser libre
La
finalidad no es el gobierno de los otros. No se buscar el gobierno de
sí para poder gobernar a los otros. La finalidad es el cuidado de
uno mismo. Es una cura, una liberación, una terapia del alma. Se
basa en un trabajo, un esfuerzo, unas tecnologías del yo para
emanciparse, para liberarse de la esclavitud de las pasiones. El
cultivo del yo no se basa solo en el autoconocimiento sino en un
conjunto heterogéneo de tecnologías del yo. Se trata de una
determinada mirada que conduce a una transformación interna, a
una metanoia, a un estado nuevo de serenidad. Hay prácticas
corporales, de autoexamen. Tienen una función correctiva,
terapéutica para la ética como práctica de la libertad.