Reseña
de
Héroes,
heterodoxos y traidores. Historia de
Euskadiko Ezkerra (1974-1994)
Gaizka Fernández Soldevilla ( Prólogo de José Luis de
la Granja Sainz)
Madrid : Tecnos, 2013
Escrita
por Luis Roca Jusmet
Este libro presenta un análisis muy fecundo para
entender lo que está ocurriendo políticamente en nuestro país. Y
esto a muchos niveles. A primera vista puede parecer que Euskadiko
Ezkerra es, simplemente, un pequeño partido del País Vasco que
siempre fue minoritario. Sería entonces un estudio particular
dirigido a un público muy restringido. Pero no es así. Gaizka
Fernández Soldevilla, joven y brillante historiador vasco, ha sabido
dar a su ensayo una dimensión ética y política que toca muchos de
los temas fundamentales que hoy están sobre la mesa en nuestra vida
política.
El
libro presenta, de entrada, algunas cuestiones referidas al trabajo
del historiador. ¿ Se puede hacer historia de un pasado tan
inmediato ? ¿ Puede ser objetivo el historiador que está tan
inmerso en los efectos de los hechos de los que habla ?.
Personalmente pienso que al historiador, como al sociólogo, se le
puede y debe pedir objetividad, pero no imparcialidad. ¿ Qué quiero
decir con esto ? Quiero decir que el científico social tiene la
exigencia ética de presentar los hechos e interpretarlos más allá
de las preferencias subjetivas. Es un ideal difícil pero al que hay
que tender. Se trata de no ocultar ni distorsionar los hechos,
mostrar lo más relevante, guste o no al investigador. Seleccionar lo
más importante. La interpretación es siempre una manera de
relacionar estos hechos situándolos en un proceso que sea
comprensible. Es todavía más difícil pero es un esfuerzo
necesario. Me parece que Gaizka Fernández Soldevilla cumple con
rigor con este imperativo. ¿ Es imparcial ? No lo es porque adopta
la perspectiva de la ciudadanía democrática y del respeto a los
derechos humanos. Desde aquí cuestiona ética y políticamente
muchos de las decisiones de los grupos de los que habla. Pero lo hace
siempre de manera transparente. Muy en la línea del Tony Judt, al
que cita en alguna ocasión.
¿
De que grupos habla ? Inicialmente de ETA, luego de su rama
político-militar y finalmente de EIA y Euskadiko Ezkerra) . El
primer capítulo, que ocupa una parte muy pequeña del libro, junto a
algún anexo que aparece al final del libro, resume la formación y
la lógica del nacionalismo vasco radical. Como el relato de Sabino
Arana se transforma en el de ETA. El nacionalismo de Sabino Arana era
claramente reaccionario, comunitario en el peor sentido de la
palabra, y racista. Es el que adopta el PNV con más o menos matices
según el momento. Es un relato mítico basada en la lucha de razas :
los invasores españoles contra los nativos vascos. Una historia,
como todas las del mismo estilo, de agravios, resentimientos y odios.
Ideal utópico, segregador y excluyente. La aparición de ETA es
compleja y transforma este modelo de pasado glorioso/presente en
decadencia/futuro utópico sustituyendo la retórica reaccionaria por
una revolucionaria. Pasamos así del relato aranista al relato "del
conflicto vasco". Pero el discurso continua siendo
ultranacionalista y pasa a ser militarista: ETA continua las hazañas
bélicas de los gudaris y estos los de los carlistas. El autor del
libro ha estudiado el tema en múltiples estudios y sabe sintetizar
bien el proceso. Quizás le falte un término, que es el de
totalitarismo.
Personalmente me gusta más que el de religión política.
Lo cual quiere decir que lo que ocurrió
en Euskadi es que se identifica con este planteamiento al pueblo
con una opción ideológica (la que
acepta este relato del "conflicto vasco") y se criminaliza
al adversario, considerándolo, como un enemigo del pueblo al que
exterminar. En el caso de ETA esta lógica es literal. El libro nos
permite entender de manera clara y sintética las múltiples
tensiones y rupturas a partir de la doble naturaleza
ultranacionalista/socialista que irá adquiriendo. Socialismo que
adoptará, siguiendo el curso del tiempo, una formulación
marxista-leninista radical. Así hay que añadir que diversas
escisiones se constituyeron en núcleos de muchos partidos de la
extrema izquierda, como ETA berri con el MCE y ETAVI con LCR. Esto
explica, en parte, la postura de la extrema izquierda en el tema
soberanista.
Para Fernández Soldevilla la naturaleza de ETA empieza
a cambiar el año 1968, cuando se entra en la dinámica
acción-reacción y el objetivo de la organización es crear un
ambiente de terror psicológico como estrategia básica. Aquí el
autor habla de la transformación de una organización que utiliza la
lucha armada en una organización terrorista. El terror es el método
principal para conseguir sus objetivos. Cuanto peor, mejor, esta
es la fórmula. No hay que olvidar que el clima de represión
que vivió el País Vasco, por encima del resto de España, no tuvo
como consecuencia la aparición de ETA sino que fue su acción armada
la que lo facilitó. Esto no quiere decir, por supuesto, que la
responsabilidad fundamental la tenga ETA y no la Dictadura
franquista. Quiere decir que ETA buscaba lo que finalmente ocurrió,
que la represión policial fuera lo más feroz posible para conseguir
el objetivo de presentar al pueblo vasco como víctima y a España
como verdugo. De hecho lo consiguió. Porque como bien describe
Fernández Soldevilla los votos cada vez más importantes de Herri
Batasuna y sus seguidores provenían a que se identificaba con ETA,
que apareció como el símbolo de los héroes y mártires del país.
Es muy interesante la manera precisa como se analizan las acciones de
ETA político-militar y ETA militar y las relaciones ambiguas entre
esta última y EIA.
También
es muy significativo entender como fueron los militantes de grupos de
extrema izquierda como EMK ( versión vasca del Movimiento Comunista
), LKI ( versión vasca de LCR), ORT, LC o la OIC los que impulsaron
desde CCOO las grandes huelgas del tardofranquismo y primeros años
del postfranquismo en Euskadi. Desgraciadamente todo el capital
político se perdió porque en su mayoría acabaron en la órbita de
los abertzales, dándoles una cobertura de izquierdas.
El
caso de Euskadi Ezkerra es, de todas maneras, el que ocupa casi todo
el libro. A veces resulta algo árido pero se soluciona con alguna
lectura transversal de algunas páginas. De todas maneras no hay que
perderse lo fundamental. ¿ Qué es lo fundamental ? Por una parte
con el aprendizaje democrático de una generación militante que
aprendió a superar su dogmatismo y su sectarismo. Esto en una doble
vertiente : ultranacionalismo y marxismo-leninismo. La historia del
partido es también la deriva de una organización con mucho debate
interno, con democracia real en su interior hacia un partido cada vez
más burocrático y jerarquizado, cada vez más dependiente de la
publicidad y cada vez más endeudado con los bancos. Que finalmente
perdió su capital político, que era la de un nacionalismo
heterodoxo y abierto, al fusionarse con el Partido Socialista de
Euskadi, que lo único que hizo fue absorberlo. Lo cual no quiere
decir que no fue solo un fracaso, en primer lugar porque hubo esta
transformación de sus propios militantes y porque aportaron mucha
racionalidad a los debates que giraban en torno al antagonismo
independentismo/españolismo.
El
libro me ha gustado, está muy bien escrito y es un documento que
vale la pena conocer para todos los que estén interesados en
entender los problemas políticos de nuestro país. Como catalán
también me afecta, en la medida que empieza a consolidarse en el
discurso político catalán este esquema de pasado glorioso/presente
en decadencia/futuro utópico. Hay una diferencia radical, por
supuesto, que es que en Cataluña no ha aparecido ni aparecerá,
supongo, una ETA. Pero me parece igualmente inquietante comprobar
como el relato mítico, la manipulación histórica y el discurso
victimista se va apoderando de las mentes de los ciudadanos
catalanes.
Puedo corroborar lo que dice el libro y dices tú por haberlo vivido en directo, la mitificación de los etarras como guerrilleros por la libertad.
ResponderEliminarY suscribo plenamente la frase "pérdida del capital político de izquieras perdido en la órbita de los abertzales". Es penoso y lo he escrito otras veces, observar los partidos españoles de izquierdas perdiéndose en discursos reaccionarios y transformándolos, en su imaginación, en "progresistas"
Cuando debería de ser todo lo contrario, por más avanzadas y más ilustradas poblaciones tirar hacia adelante del resto. Una forma de desactivar la base social de una acción política enérgica que parta de abajo que les ha salido redonda a los que siempre han mandado y mandarán como no pase un milagro...milagro que por desgracia no se otea en el horizonte.
Buen comentario, Ana, que además se enriquece por lo que tiene de testimonio personal.
EliminarUn abrazo