Escrito por Luis Roca Jusmet
Felipe Martínez Marzoa (Vigo,1943) es, a mi modo de ver, el filósofo vivo español más importante ( y uno de los más interesante en el mundo mundial ). El libro que me ocupa es un texto fundamental del autor que me parece una guía imprescindible para entender debates actuales sobre la democracia. Aunque el libro se puede leer por sí mismo forma parte de un proyecto que inicia a partir de su tesis doctoral ( La filosofía de "El Capital") y enriquecido y matizado por textos posteriores. Su propuesta teórica ( rigurosamente argumentada ) es que la substancia de la modernidad ( en la que aun nos encontramos, aunque en una fase tardía, lo cual no quiere decir que esté plenamente realizada) es la sociedad civil. Sociedad civil que implica una ruptura con una sociedad basada en vínculos cualitativos, con una cultura propia, es decir, con una comunidad). Lo civil es la negación de lo natural. Pero es en esta negación donde se enmarca la modernidad. La sociedad civil implica un poder civil y este poder civil es el Estado. El Estado entendido como sistema de garantías, es decir como "el tiempo de paz" en el que cada uno puede tomar sus decisiones de acuerdo con sus deseos. El derecho es la forma universal que lo permite. El Estado es el poder con el que nadie se puede medir y que por esto tiene la capacidad de obligar a cumplir las leyes. Leyes que son formalmente universales porque son las que posibilitan que cada cual pueda gozar de este "tiempo de paz". Como hemos comentado según sus deseos, ya que a partir de la modernidad se da una ruptura entre el conocimiento y la acción. El saber ya no determina el hacer sino el "poder hacer", con lo cual se multiplican las posibilidades de actuar. La razón la utilizamos para el cálculo, para la estrategia para llegar a los objetivos que nos marcamos.
Lo propio de la modernidad es la combinación de la racionalidad científico-técnica, el Estado de derecho entendido como sistema de garantías y la ley del valor. Enlazamos aquí con el análisis de la estructura de la sociedad moderna, de la ley de valor como ontología del capitalismo, es decir la sociedad moderna. La ley del valor quiere decir que nos encontramos en una sociedad ( la civil) es, desde una sociedad en la que los particulares intercambian mercancías. Lo hace porque todo viene a medirse por su substancia-valor y debe haber una medida para hacerlo todo equivalente, convertible. Es el dinero pero el valor viene determinado por el trabajo abstracto necesario para producirlo. Lo cual quiere decir que la única mercancía necesaria es la fuerza de trabajo.
Para Martínez Marzoa los teóricos de la sociedad civil son sobre todo Hobbes y Kant ( aunque más tarde incorporará también a Spinoza ). Hobbes es el iniciador, en contra de los tópicos que lo consideran defensor del absolutismo ( lo cual es evidentemente falso) o de los neorepublicanos como Quentin Skinner que lo entienden como un reaccionario contra el movimiento republicano democrático ( incluso Foucault peca de esta opinión). Pero será Kant el que universalizará el derecho y la política y contemplará la posibilidad de un Estado mundial. Marx es fundamental por su análisis del capitalismo y, en cierta forma, su defensa de este Estado de derecho en la línea de Hobbes y Kant, que él llamará república democrática.
¿ Cuáles son las conclusiones políticas de este planteamiento ? En primer lugar que para Martínez Marzoa la democracia moderna no tiene nada que ver con la antigua, porque la primera defiende el Estado universal y la segunda la Polis particular. La democracia no es el poder del pueblo sino los derechos de los ciudadanos. Lo cual lleva a Martínez Marzoa, implícitamente en el texto, a defender el constitucionalismo como texto base de defensa de los derechos cívicos de los ciudadanos que está por delante de cualquier voluntad popular, de cualquier demos. Para el filósofo no hay diferencia entre lo que se ha llamado liberalismo o republicanismo. Frente a los movimientos soberanistas ( como el catalán o el vasco), basado en un sujeto político que sería basada en una idea de "comunidad" Martínez Marzoa defiende el Estado de derecho garantista. Porque si no derivamos hacia lo peor de Hegel, que critica en este libro, que sería reafirmar la comunidad-Estado como superación de la negación ( sociedad civil). deriva en la que caen los totalitarismos ( esta aportación es mía ) en la medidad en que para ellos hay una comunidad armónica final.
¿ Quiere decir con este planteamiento Martínez Marzoa que el Estado de derecho pleno solo es posible en el capitalismo ?. Depende de lo que entendamos por capitalismo. En "La filosofía de El capital" viene a decir que cuando lleguemos al Estado de derecho consecuente el poder político democrático estará por encima del poder económico. ¿ La solución socialdemócrata ? Es posible. No es la intención de Martínez Marzoa entrar a discutir lo empírico, es decir las opciones concretas. En todo caso, añado yo, para los grandes historiadores del capitalismo como Wallernstein, el capitalismo se define por un estado que facilita de manera prioritaria la acumulación indefinida de capital. Es decir, que cuando el Estado prioriza los derechos de los ciudadanos por encima de los intereses del Gran Capital entonces ya no hay capitalismo.
Está claro que nada puede sustituir la lectura atenta y rigurosa de los textos de Martínez Marzoa pero valga este apunte como introducción y pequeña reflexión sobre la producción de este inmenso pensador.
Sin duda es un autor muy relevante y original, aunque a veces peca, como Hegel o Heidegger, de logomáquico y parece apostatar de la filosofía a favor de la filología, importándole más como se dicen las cosas que el ser de las cosas. En cuanto a la almendra de lo que dice sobre el Estado y la sociedad civil, muy de acuerdo. Querer montar el orden público sobre lazos comunitarios, raciales o lingúísticos, sería como volver al Ancien Régimen. Un atraso.
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