Escrito por Luis Roca Jusmet
El hombre es una caña pensante
Pascal
El ser humano es un animal inacabado. El resto de los animales reciben la herencia de un patrimonio genético que les da recursos para sobrevivir como individuos y como especie. Es la selección natural de las especies: los que no reciben los recursos naturales suficientes no sobreviven. Pueden aprender o incluso transmitir algún aprendizaje. Pero lo básico ya viene dado. Aunque el etólogo Korend Lorentz ya descubrió hace décadas que el concepto de "instinto" es muy complejo y discutible, ya que hay mecanismos diversos para poner en marcha estas pautas reactivas que conducen a la acción específica. También la epigenética cuestiona una concepción rígida de lo genético. Pero lo cierto es que hay un acuerdo en que los animales reciben por herencia lo que les permite sobrevivir y reproducirse en un medio que modifican poco, al que tienen que adaptarse.
El ser humano,en cambio, no está diseñado naturalmente para sobrevivir. No es ni fuerte ni veloz, no está preparado para comer la mayoría de alimentos, no resiste el frío, es débil y lento. Su etapa de desamparo es increíblemente larga, lo que lo hace dependiente del Otro durante mucho tiempo, primero en términos absolutos y luego relativos. Si sobrevivió es porque tenía unas características biológicas que le permitía desarrollar lo que podíamos llamar una segunda naturaleza. La posición erecta y la liberación de las manos, el sistema vocal, una corteza cerebral muy desarrollada y la plasticidad neuronal se lo permitieron. Esta segunda naturaleza le permitió crear un lenguaje simbólico, unas instituciones y una tecnología, es decir una sociedad. El lenguaje humano es una mediación simbólica a través de la cual nos relacionamos con el mundo. Los conceptos, las normas, las instituciones regulan las relaciones sociales, que son una interacción simbólica. La tecnología permite transformar el medio natural y a partir de él producir y distribuir bienes. Pero también podía producir arte, algo que no tenía sentido material pero producía goce estético. Podríamos hablar también de tecnologías del yo, es decir de técnicas para la transformación interna y la construcción de una personalidad.
Esta segunda naturaleza es la que los antropólogos llaman cultura. Pero frente a este significado universal de "cultura" no olvidemos que también entendemos por este término la manera particular en que cada colectivo humano a concretado este potencial creativo. Otra cosa es que sociedad y cultura solo inicialmente coinciden en los colectivos primitivos y aislados. Hoy la sociedad es abierta y el mundo cada vez más globalizado, por lo tanto las sociedades son cada vez más interculturales. Las identidades culturales de grupo, particulares, cada vez se diluyen y se mezclan más. Si en las sociedades tradicionales existían grupos culturales homogéneos y en la sociedad moderna vamos cada vez más a identidades culturales singulares.
El ser humano tiene un lenguaje que no es natural, que cada colectivo a tenido que inventar, aunque ciertamente, a partir de unas capacidades innatas y comunes, como demostró Noam Chomsky. Por esto podríamos decir que es el único que tiene lenguaje en el sentido propio, en este sentido de mediación, no únicamente de comunicación.
El ser humano es el único que piensa, si entendemos por ello utilizar conceptos, formular enunciados, argumentar, imaginar posibles. Esto es posible por este lenguaje simbólico. El ser humano también es, en el sentido más fuerte, el único animal social, ya que es el único que construye sus instituciones, sus leyes, sus formas de relación, sus hábitos. De los otros animales diremos que son gregarios. Recalco que tanto el lenguaje como la sociedad humana no son naturales sino que aparecen por una construcción artificial. Por esto son a la vez comunes y diversos.
El ser humano no es el único que tiene percepción, ni tan siquiera el único que tiene mente. Los animales que tienen memoria ya tienen una red interna de imágenes y emociones. Pero es el único consciente si entendemos por ello la conciencia de sí mismo, la autoconciencia. El ser humano, al combinar esta autoconciencia con el lenguaje simbólico que le permite un pensamiento abstracto, es el único sujeto. Sujeto en el sentido de ser reflexivo, capaz de pensar sobre sí mismo, sobre lo que piensa y sobre lo que hace. Es el único que desea, si entendemos por ello un movimiento orientado a algo que nos falta y que imaginamos como satisfactorio, inmaterial o material. El ser humano es, por tanto, más complejo y radicalmente diferente que el resto de los animales. No porque sea mejor sino porque es diferente.
El ser humano es consciente de que vive y que muere y es el único que tiene una posición delante de la vida y de la muerte, que experimenta el dolor de existir y que quiere un sentido para su vida. El ser human tiene un enorme potencial creativo y destructivo y está degradando el mundo natural en el que vive, es decir el planeta. El ser humano es violento y puede ser cruel.
El ser humano, a partir de la autoconsciencia, de su inteligencia abstracta y del lenguaje simbólico se ha creado una realidad psíquica, que es efecto de la física pero que tiene una dinámica propia que produce extraños mundo imaginarios.Podemos decir sin reparos que el ser humano es una anomalía en el mundo vivo. Y a cada uno de nosotros le toca cada vez más acabarse a sí mismo porque ya no hay un Orden simbólico tradicional que nos de unas pautas con las que situarnos en el mundo
Nos consideramos responsables en la medida que sabemos lo que hacemos y que podríamos hacer otra cosa, es decir que somos libres. Estamos condicionados a actuar de una manera, pero nunca determinamos. Decidimos nosotros. Y en esta medida hemos de cargar con las consecuencias de lo que hacemos.
El ser humano, animal inacabado, no se ha acabado. Ha construido un mundo en el que ha sobrevivido. Un mundo devastador con lo natural. Cada vez más perversamente artificial Nada que ver con la adaptación. El ser humano no se ha adaptado, ha creado una locura porque ha perdido el sentido de la medida. Cada uno de nosotros debe comprometerse en humanizar y a la vez naturalizar el mundo. Porque el mundo humano está cada vez más deshumanizado y nuestro planeta cada vez más desnaturalizado. No quiero ser catastrofista pero parece que la deriva puede ser mortífera.¿ Haremos algo para evitarlo?
Paradójico ser humano..
Muy bueno, Luis. Elementos de Lacan. Y Spinoza? De todos modos una buena síntesis la tuya.
ResponderEliminarMuy buen texto. Gracias
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