Escrito por Luis Roca Jusmet
Jacques Rancière dice que Foucault no habla ni de política ni del sujeto político. La política para Rancière es la acción de los sin-parte frente al orden establecido y a los lugares asignados. Es la división que establece la policía ( los gobernantes) a los sujetos. La política es la democracia, es decir, el dispositivo de enunciación y de manifestación de un colectivo que no acepta este reparto. Foucault dice, no habla de política, habla de la resistencia a la policía y a sus tecnologías de poder. Foucault, dice, no habla de subjetivización política, que es colectiva, sino de un sujeto que se ocupa de sí mismo. Foucault no habla de política porque no le interesa, ni teórica ni prácticamente. Foucault habla de gobierno de sí y de gobierno de los otros, habla de tecnologías de poder y esto, para Rancière, no es política. Es el Estado policial y las resistencias que produce, no la acción política democrática de los que se oponen y crean alternativas. Es el consenso, negación de la política.
Foucault aclara la cuestión en las respuestas a una entrevista que le hicieron en la Universidad de Berkeley en abril de 1983, un año antes de su muerte y el mismo en que desarrolla en su seminario anual ( curso 1982-83) llamado "El gobierno de sí y de los otros".
En la desgraciadamente desaparecida revista Archipiélago ( número 22 ) aparece esta entrevista. El traductor es Fernándo Alvarez-Uria, uno de los sociólogos críticos que más partido le han sacado a "la caja de herramientas" foucaultiana.
Subrayo aquí algunas de las ideas de Foucault que he extraído de la entrevista.
En primer lugar su crítica a las derivaciones políticas de una teoría filosófica. Los casos que cita son, paradójicamente de dos de sus maestros : Heidegger y Nietzsche. Afirma que las prácticas políticas no son consecuencia de una teoría filosófica, aunque sí derivan del ehos filosófico, entendiendo aquí la filosofía como forma de vida.
Una segunda idea es que Foucault acepta que su preocupación es básicamente ética y no política. Que la política le interesa únicamente en el marco global de la ética. Aunque en otras ocasiones, como en el curso "El gobierno de sí y de los otros", Foucault afirma explícitamente que un filósofo se interesa por los problemas a la vez generales y concretos que plantea la política. Pero que, como filósofo, no puede identificarse con una tendencia política específica porque es necesariamente, sea la que sea, totalizadora por parcial. Otra cosa es que el filósofo deba comprometerse políticamente, pero más desde su ética personal que desde una ideología política. Foucualt cita el caso de Cavaillés, filósofo de la ciencia que se implicó y se arriesgó más en la resistencia antinazi que los filósofos del compromiso ( Sartre, Simone de Beauvoir, Merlau Ponty)
En tercer lugar Foucault mantiene una posición equilibrada, matizada, respecto al consenso. Considera que veces es necesaria y a veces no. Contra los principismos de Habermas ( política es consenso) o de Rancière ( política es anticonsenso).
Finalmente Foucault aclara su posición definitiva respecto al poder. El poder no siempre es dominio. Hay relaciones de poder que pueden ser necesarias. Ejemplo : relación maestro-alumno, en el que el primero transmite un saber al segundo, que le reconoce. De aquí podríamos deducir una crítica a la teoría pedagógica de Rancière, que plantea que no es una relación de poder.
Jacques Rancière dice que Foucault no habla ni de política ni del sujeto político. La política para Rancière es la acción de los sin-parte frente al orden establecido y a los lugares asignados. Es la división que establece la policía ( los gobernantes) a los sujetos. La política es la democracia, es decir, el dispositivo de enunciación y de manifestación de un colectivo que no acepta este reparto. Foucault dice, no habla de política, habla de la resistencia a la policía y a sus tecnologías de poder. Foucault, dice, no habla de subjetivización política, que es colectiva, sino de un sujeto que se ocupa de sí mismo. Foucault no habla de política porque no le interesa, ni teórica ni prácticamente. Foucault habla de gobierno de sí y de gobierno de los otros, habla de tecnologías de poder y esto, para Rancière, no es política. Es el Estado policial y las resistencias que produce, no la acción política democrática de los que se oponen y crean alternativas. Es el consenso, negación de la política.
Foucault aclara la cuestión en las respuestas a una entrevista que le hicieron en la Universidad de Berkeley en abril de 1983, un año antes de su muerte y el mismo en que desarrolla en su seminario anual ( curso 1982-83) llamado "El gobierno de sí y de los otros".
En la desgraciadamente desaparecida revista Archipiélago ( número 22 ) aparece esta entrevista. El traductor es Fernándo Alvarez-Uria, uno de los sociólogos críticos que más partido le han sacado a "la caja de herramientas" foucaultiana.
Subrayo aquí algunas de las ideas de Foucault que he extraído de la entrevista.
En primer lugar su crítica a las derivaciones políticas de una teoría filosófica. Los casos que cita son, paradójicamente de dos de sus maestros : Heidegger y Nietzsche. Afirma que las prácticas políticas no son consecuencia de una teoría filosófica, aunque sí derivan del ehos filosófico, entendiendo aquí la filosofía como forma de vida.
Una segunda idea es que Foucault acepta que su preocupación es básicamente ética y no política. Que la política le interesa únicamente en el marco global de la ética. Aunque en otras ocasiones, como en el curso "El gobierno de sí y de los otros", Foucault afirma explícitamente que un filósofo se interesa por los problemas a la vez generales y concretos que plantea la política. Pero que, como filósofo, no puede identificarse con una tendencia política específica porque es necesariamente, sea la que sea, totalizadora por parcial. Otra cosa es que el filósofo deba comprometerse políticamente, pero más desde su ética personal que desde una ideología política. Foucualt cita el caso de Cavaillés, filósofo de la ciencia que se implicó y se arriesgó más en la resistencia antinazi que los filósofos del compromiso ( Sartre, Simone de Beauvoir, Merlau Ponty)
En tercer lugar Foucault mantiene una posición equilibrada, matizada, respecto al consenso. Considera que veces es necesaria y a veces no. Contra los principismos de Habermas ( política es consenso) o de Rancière ( política es anticonsenso).
Finalmente Foucault aclara su posición definitiva respecto al poder. El poder no siempre es dominio. Hay relaciones de poder que pueden ser necesarias. Ejemplo : relación maestro-alumno, en el que el primero transmite un saber al segundo, que le reconoce. De aquí podríamos deducir una crítica a la teoría pedagógica de Rancière, que plantea que no es una relación de poder.
Lo de Nietzsche precursor del nazismo me parecía que estaba superado, que fue una manipulación de su hermana, que tras la muerte de Friedrich se quedó con la obra y como representante "oficial", lo tengo un poco lejano esto, pero Onfray habla de ello seguramente en su contrahistoria de la filosofía.
ResponderEliminarEl de Heidegger, está bien eso de "etapa oscura de su vida personal". Lástima que nunca reconociera públicamente su error.
Y los Sartre y Simone, otra vez Onfray asegura que de compromiso en la resistencia bastante poco, más bien confraternizaron con Vichy discretamente, viajando gratis a la Italia fascista como consecuencia de las relacione diplomáticas y su posición de intelectuales oficiales.
No han tenido mucho ojo estos grandes filósofos del siglo XX desde el punto de vista político.
Es el contrate con gente más humilde como Camus que no se equivocó de bando en ningún momento de su vida, y vivió momentos bien delicados.
Sí Ana, però Nicolás Gonzalez Valera ha publicado "Nietzsche y la democracia" y ha creado todo un movimiento que considera a N. un reaccionario pre-fascista.
ResponderEliminarEstoy acabando la biografía de Heidegger de Safranski, ya escribiré una avaloración.
Lo que dices al final confirma lo que yo apunto.
Un abrazo
Nietzche reaccionario y prefascista. jajajajajajaja. Alguien les ha explicado a Nicolás Gonzales el concepto de movimiento retrogrado de la verdad de Bergson. Entonces por esta regla de tres Hegel es un precursor del nacional socialismo también no, recordemos que el NSDAP funda su ideología en la derecha hegeliana
EliminarDe acuerdo Noisy, una ironía my acetada.
EliminarSalud
Para la lectura de un análisis político de Hegel y de su recepción (incluyendo en ésta su tergiversación, incomprensión u omisión) desde su muerte hasta el Tercer Reich: 'Razón y Revolución' de Herbert Marcuse.
EliminarNo se tiene por qué comulgar con su balance, pero hay ahí mucha información y aseveraciones a reflexionar.
Gracias, lo leí en su momento pero quizas valga la pena volver a releerlo.
EliminarUn abrazo
Sartre no era un filósofo que necesitara "viajar gratis" ni a Italia que en "ese" momento histórico era fascista ni a ningún otro lado.
ResponderEliminarSe impone leerlo en lugar de ver videos de Michael Onfray que ama a Camus y desprecia a Sartre haciendo apología de la "humildad" desde su Universidad del pueblo y defenestrando a Freud del que sabe muy poco.
Y no son" los Sartres ni los Beauvoirs".
ResponderEliminarSe trata del singular filósofo Jean Paul Sartre , brillante además como dramaturgo y novelista y de la singular filósofa y novelista Simone de Beauvoir.
El humilde Camus (a quien admiro) aceptó el Premio Nobel y el "soberbio" Sartre (genial) lo rechazó.
ResponderEliminarDe todas maneras, Inés , tengo reservas respecto a Sartre. Lo mitifiqué de joven. Luego no he podido con "El ser y la nada" aunque hay cuestiones interesantes que apunta, como "el infierno son los otros" y todo el tema de la mirada. Cuando se pasó al marxismo en "La crítica de la razón dialéctica" me parece que perdió interés. Sus posiciones políticas fueron discutibles pero fue un luchador. Respecto a lo que hicieron durante la resistencia habría que tener más datos, efectivamente. Es verdad que no podemos ventilar la cuestión superficialmente...
ResponderEliminarNo, no se puede ser tan superficial ni tan rápido en defenestrar pensadores.
ResponderEliminarTodos mandados a hacer en esa faena.Derribar reputaciones parece ser la tarea del dia.
Nadie lee a Sartre, no conocen sus obras de teatro, sus novelas.Carecen de cultura literaria y se permiten usar el hacha.Y no lo mistifico, respeto mucho su inteligencia
A Cuba también viajaron "gratis" invitados por Castro el Sr Sartre y la Sra Beauvoir
Largas conversaciones tuvo Sartre con el Dr Fidel Castro y el Dr.Ernesto Guevara Lynch...
Por otra parte tener como Camus una madre que trabajaba de asistente y haber tenido una infancia pobre y ser humilde no constituye ningún mérito
Camus con su novela El extranjero (muy buena) es un copista de Dostoyevski y nadie dice nada
Seria mejor cuestionar ideas de Sartre , presentar argumentos y demostrar fehacientemente los hechos que se le imputan de su vida pública con Documentación autenticada, prueba de testigos etc.
Incuestionable lo que dices, Inés.
ResponderEliminarUn abrazo