Miguel Morey, me inició en la filosofía de Michel Foucault y
Gilles Deleuze. A Foucault lo trabajé en dos etapas diferentes de mi
vida y creó que he aprendido mucho con sus lecturas. El año pasado publiqué un libro que, en gran medida, trataba de su pensamiento. Aprender de
alguien es, siguiendo a Jacques Rancière, ser capaz de integrar
sus conceptos, sus enunciados, en el discurso de la propia
experiencia. Si no. lo único que hacemos es repetir al otro, que
filosóficamente es inaceptable.
Deleuze, igual que Lacan, eran dos temas pendientes. Polémicos y
difíciles necesitaban una inmersión de tiempo y trabajo. Hace años
lo hice con Lacan. Deleuze sigue estando pendiente. He leído textos suyos referidos a Hume, a Spinoza y a
Nietzsche y me han parecido muy estimulantes.
He leído también un libro que se llama Conversaciones ,reeditado por
Pretextos el año 2006 y muy bien traducido por José Luis Pardo. En
él hay diecisiete entrevistas,agrupados en cinco temas y realizadas a lo
largo de 20 años. Voy a escribir, estructuradas por temas, las
impresiones que me ha producido el libro.
La primera parte la títula " De El Anti-Edipo a Mil mesetas". Reconozco que con el El Anti-Edipo no pude : es un libro que varias veces he ojeado pero que
nunca he leído. Quizás porque después de mi inmersión en Lacan he tenido un poderoso
prejuicio en contra del libro ( aunque el psiconalista francés lo valoraba ). La entrevista con Deleuze, en parte,
confirma mis sospechas. El término "esquizonálisis" me parece muy
desafortunado en la teoría y muy peligroso en la práctica. No
podemos hacer una apología de la esquizofrenia en contra de la
neurosis. Cualquiera que conozca un caso de esquizofrenia sabe que
sus delirios le conducen al abismo. Aunque dice algo que posiblemente
sea cierto que es que el delirio del esquizofrénico no trata nunca
de su entramado familiar, como parecen sugerir los psicoanalistas,
sino con cuestiones cósmicas o apocalípticas. Dice Deleuze en un
video que él quería enfrentarse básicamente al encierro
psiquiátrico de los considerados locos. Es posible que esta fuera
una batalla pero no en los términos que plantea Deleuze. Y Guatari,
cuya unión para Žižek representa lo peor de la producción de
Deleuze. En todo caso me sorprende que un psiquiatra y psicoanalista
como Guatari, por muy crítico que sea, pueda entrar en este tipo de
discursos. Hay apreciaciones interesantes, como el cuestionamiento de
la teoría y de la práctica psicoanalitica y el cuestionamiento de
la familia y sus oscuros secretos ( el Edipo) como centro de la
subjetividad humana en todos sus aspectos. En todo caso esto si son
temas a discutir. Respecto a la segunda entrevista, que trata del
libro Mil mesetas (
que una inteligente amiga me ha recomendado con fuerza) la verdad es
que no entiendo demasiado lo que plantea en la entrevista.. Leeré el
libro y veremos.
La segunda parte tiene que ver con el cine. Los libros de Deleuze sobre
cine ( que trata básicamente. por lo que dice en la entrevista ,de la imagen-movimiento y la imagen-tiempo) son sin
duda un referente para cualquier interesado en el cruce entre la
filosofía y el cine : esto es incuestionable.
Otra cosa es tomarse la molestia de leerlo, cosa que yo mismo no he
hecho pero que lo haré en cuanto pueda. No hay que olvidar que dos
de los grandes filósofos vivos que son Slavo Žižek y Jacques
Rancière, que han escrito textos muy interesados sobre cine, han
estado directa o indirectamente por Deleuze. Resulta interesante la
reivindicación de un filósofo algo olvidado que es Henri Bergson en
este tema. Es interesante la reflexión sobre la noción de
imaginario, cuya fecundidad Deleuze. Se merece toda una larga
reflexión.
El
tercer tema es Michel Foucault. Aquí sí me ha enganchado. Resulta impresionante la pasión, la
inteligencia y el respeto con que Gilles Deleuze habla de Foucault.
Es quizás la mejor iniciación a Foucault que he leído nunca. Para
mí es un estímulo para leerme otro de los libros que tengo de
Deleuze y que nunca he empezado, que es precisamente el que se titula
Foucault. Es además
un libro alegre, en el mejor sentido de la palabra. En el sentido de
la gaya ciencia de
Nietzsche o en de la crítica a las pasiones tristes de Spinoza.
Lástima que Foucault no pudiera levantarse de la tumba para abrazar
y reír con su amigo Deleuze una vez escrito este libro. Totalmente
recomendable para aquellos que duden de la coherencia de Foucault a
lo largo de su trayectoria. Entender quehay desplazamientos y tensiones, pero tambien un hilo conductor claro. Foucault siempre fue fiel a sí mismo, como
Deleuze. Les iguala esta libertad de espíritu, este criterio propio
delante de lo que ocurre a su alrededor. Con contradicciones pero sin
imposturas.
El
cuarto tema es la filosofía. Hay aquí una concepción muy radical y
muy clara de la filosofía. La filosofía es creadora de conceptos,
igual que la ciencia lo es de funciones ( o quizás mejor podríamos
decir de modelos) y el arte de perceptos. Los perceptos son nuevas
configuraciones visuales o auditivas. Nuevas maneras de ver y de oír
las cosas. Pero es filósofo crea conceptos.
Si siempre habíamos entendido el concepto como lo universal Deleuze
cuestiona este significado para darle otro mucho más complejo. Los
conceptos necesitan moverse, no pueden ser estáticos. Siempre son
paradójicos, siempre son revolucionarios porque plantean nuevas
maneras de pensar lo real. La
filosofía no es metadiscursiva, ningún discurso necesita que otro, cada discurso es capaz de esta función
reflexiva : la ciencia, el arte. La filosofía no es comunicación. Es interesante la manera como plantea las relaciones entre la filosofía, la
ciencia y el arte. Es curioso porque veo aquí formulado lo que más
tarde afirmará Rancière sin citarle : la filosofía es un discurso
entre otros discursos, no sobre otros discursos. Son relaciones de intercambio, de mutua
resonancia. La comunicación busca el acuerdo de opiniones para
llegar al consenso. La filosofía no se basa en las discusiones, solo
puede compartirse como un laboratorio de ideas. Deleuze piensa que
hablamos demasiado. Es antiplatónico por naturaleza : prefiere lo
escrito a lo hablado. Hay finalmente una referencia a uno de los
últimos libros de Deleuze, en el que trata uno de sus conceptos
creados, el de pliegue, construido en el barroco, sobre todo por Leibnitz. Es sugerente su reivindicación paradójica del tándem Spinoza-
Leibnitz,
Queda
la última temática, que es la política. Deleuze siempre mantuvo
una cierta ambigüedad respecto a la política. Un concepto clave es
el de línea de fuga. Deleuze
la considera una de las diferencias con Foucault, que se centra en el de estrategia. La noción es sugerente pero se me escapa, no sé
exactamente de lo que habla y como puede concretarse. Me ocuparé de
ello cuando tenga tranquilidad para hacerlo. Otro concepto original
suyo con el que también me pierdo es el de máquinas de
guerra. En absoluto veo claro su
discurso de reivindicación de las minorías frente a las mayorías.
Hay finalmente todo un breve pero denso análisis de las sociedades
de control. En este aspecto sí que hay que seguir el camino abierto
por Foucault y por Deleuze: de las sociedades autoritarias pasamos a
las disciplinarias del encierro y ahora pasamos a otra que son las
sociedades de control. Quizás algunos análisis de la llamada
biopolítica puedan darnos instrumentos
para seguir con sus análisis.
Queda
claro que no he pretendido hacer un análisis de la filosofía de
Deleuze. Sería poco honesto por mi parte, no lo conozco lo
suficiente. Pero en todo caso estas impresiones me han servido a mí
para clarificar lo que he leído en estas conversaciones.
Nuestros autores Luis, no encaran el esquizoanálisis para tratar la enfermedad específica. Lo plantean como un análisis institucional, dirigido específicamente a grupos, en particular a grupos militantes revolucionarios para que sean capaces de comprender en qué medida llevan a cuestas inconscientemente el sistema que pretenden combatir, para que desestructurándose , para que destruyendo el "organismo"sean capaces de acceder al cuerpo sin órganos , ese cuerpo que todavía no pasó por el juicio de dios.
ResponderEliminarEn definitiva se trata de que los revolucionarios desarticulen la codificación que les fue impuesta para convertirse en originarios creadores...
Zizek es lacaniano, parte de Lacan y lo completa o lo recrea... Mal podría aceptar el esquizoanálisis...
Hay que ir y volver con Deleuze...De lineal no tiene nada y a medida que avanzas vas descubriendo el paisaje.Cierra un texto que después completa en otro o en un tercero...juega a las escondidas Deleuze, amigo.
un abrazo.
Un placer Inés, tenerte aquí. Tomo noto de lo que dices del esquizoanálisis. Cogeré el Anti-Edipo y volveremos sobre ello. Los de cuerpo sin órganos que también trabajaré. Sería interesante contrastarla con los órganos sin cuerpo de Ziziek. Zizek es un lacaniano dogmático, él lo reconoce un poco en tono provocativo. por supuesto es incompatible con el Antiedipo. Hay otros textos de Ziziek comentando otros aspectos de Deleuze sobre los que volveré.
ResponderEliminarLo de ir y volver es una buena surgerencia, está claro que Deleuze, como Nietzsche, no quiere discípulos. No quieren jugar el papel de Padre. Curiosamente Lacan juega con la ambivalencia. No quiere discípulos pero los tiene. Eso hizo que valorará mejor a Foucault o al mismo Deleuze que a cualquiera de sus discípulos.
Si te parece podemo seguir el mismo esquema que propone Deleuze en sus conversaciones. Empecemos entonces por el psicoanálisis. Puntos posibles:
¿ Que es el inconsciente ?
¿ Que es el deseo ?
¿ que función práctica tiene el pscioanálisis ?
Inconsciente : lo plantea como una máquina productiva en lugar de como un teatro. vayamos por partes:
Para Freud el inconsciente es un espacio psíquico en el que se encuentra lo reprimido. Reprimimos representaciones que están ligados a un afecto. Lo que reprimimos finalmente es el deseo. Por lo tanto reprimimos un deseo del que nunca hemos sido conscientes, ni al que nunca accederemos porque entra en contradicción con el superyo ( normas interiorizadas). Lacan traduce las representaciones por significantes. Considera que el inconsciente está estructurado como un lenguaje y funciona siguiendo los mecanismos de la meáfora y la metonimia. Esto sería el teatro del que habla Deleuze. los actores : El ello, el yo y el superyo. Lacan se inventa una noción nueva, la del objeto a, que sería la causa del deseo.El deseo se convierte todavía en más innaccesible.
¿ Que sería realmente el inconsciente para Deleuze ? ¿ sería un aspecto primario anterior a la represión ?
Bueno, para empezar no estaá mal, Inés. Continuaremos.
Antes de comenzar feliz mar para ti Luis...
ResponderEliminarTe deseo mucho sol y mucho azul...
Seguimos con los amigos:
La Maquina Deseante produce deseos. El deseo es agresivo, creador, festeja la vida…
La producción de deseos es inconsciente; el Inconsciente es Naturaleza. Vimos que aquí, Freud instaló la representación de la dramática familiar. La familia es una célula con estructura autoritaria y esa autoridad se extiende a todos los recovecos del cuerpo social.
Freud solo contempló la represión familiar e ignoró aquella que produce la máquina social.
Máquina social, el sistema político económico.
El área social recibe una catexis represiva o una catexis revolucionaria.
Deseo revolucionario; lo produce el esquizo., en oposición al sujeto de Freud, desestima el Yo.
Es quien genera las “líneas de fuga”, resistencias y afirmaciones y más resistencias desde el arte desde la ciencia…Resiste al territorio codificado. Huye de la molarización del deseo codificado. Desterritorializa, quiebra los controles , voluntad de construir los propios conceptos…
Porque el esquizo no reconoce padre, ni padre del padre ni el gran padre, dios en oposición al paranoico edipizado, sujeto a la ley del sistema, el reaccionario.
Nuevamente, los mejores días Luis...
Un abrazo...
El inconsciente es todo aquello que aun no fue codificado, el origen, la fuerza vital, la voluntad de poder, la energía la Naturaleza...sin representación ninguna, tal vez aquello que conviene al cuerpo sin órgano antes que el juicio de dios lo convierta en organismo...El océano, el temporal, el rugido de la tierra antes que el hombre pretenda intervenir...la Naturaleza produce...No a cualquiera se puede sugerir esa regresión...A los artistas tal vez...No confio en el hombre.Creo en las fieras.
ResponderEliminarMe autopractiqué un esquizoanalis , verás amigo, reafirmé mi horror a la democracia en el caso que ésta fuera posible.
ResponderEliminarQue sigan codificados...que sigan bajo la impronta del Edipo...No están capacitados para ser libres.
Mil veces los prefiero a ellos.Son lo que son y no los dejan estar cerca del cielo y en la tierra que es su lugar....
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=d_YoR3H1Hq0&feature=player_embedded
Hola Inés. Muy bien con el cielo azul, el sol, el mar.
ResponderEliminarSigamos con los amigos. Algunas anotacuiones:
Yo a esta fuetza, energía primaria de la que hablas la llamo pulsión. Es anterior a cualquiera codificación. ¿ es inconsciente ? Depende de como lo entendamos. En todo caso es anterior a cualquier represión. Para mí el deseo es posteior, está mediatizado por el lenguaje, por la imagen.¿ La cuestión es que sea nuestra manera de codificarlo y no la suya ?
Los artistas subliman esta fuerza y quizás el arte d ela vida estaría en hacerlo con la propia vida. Siempre se canaliza.
ja,ja. No podemos ser fieras ni que queramos, Inés, ya lo sabes.
En el tema de la democracia no nos ponemos de acuerdo.
Practicar el esquizoanálisis ... curioso Inés.
Un abrazo, querida.