Escrito por Luis Roca Jusmet
Este libro es quizás el que me parece más interesante de la obra de Nietzsche. Es una obra de madurez en que combina los aforismos cortos y los tratados estructurados por escritos disocntinuos. Como decía Jünger, donde se manifiesta a Nietzsche como pólvora. Donde se resume lo mejor y lo peor de Nietzsche, pero aquí sobre todo lo mejor.
La primera parte, "Sentencias y flechas" es una colección de pequeños aforismos realmente valiosa por la capacidad de condensar en tan pocas líneas pensamientos tan lúcidos. Un estilo claro y contundente que muestra toda la fuerza expresiva del aforismo.
Pasamos luego a "El problema de Sócrates". Como sabemos, la posición de Nietzsche con respecto a Sócrates es, en el fondo ambigua y ambivalente. Pero aquí tenemos el Sócrates que elegirá como blanco de lo que quiere atacar : los que defiende que la vida no tiene valor. Sócartes como síntoma y al mismo tiempo como instrumento de la decadencia griega. Aquí se manifiesta el aristocratismo nietzscheano : Sócrates como plebe, la racionalidad, la democracia , la necesidad de argumentar como propio del que no se se fia de lo instintivo. En este capítulo se manifiesta, a mi modo de ver, lo peor de Sócrates. Con una retórica fascinante nos envia un mensaje irracionalista y antigualitario.
Entramos luego en el capítulo llamado "La razón" en la filosofía. Nietzsche critica que los filósofos utilizan "momias conceptuales". Conceptos estáticos que van, dice, contra el devenir de la vida, que parten de que lo más abstracto es más preciso que lo más concreto. Por otra parte la idea de la voluntad como una facultad. Finalmente la idea de "una realidad superior". Nietzsche despliega aquí toda su retórica, pero no dice nada nuevo : lo dijeron Hume, por un lado, y Spinoza, por otro.
El capítulo siguiente se llama Como el "mundo verdadero" acabó convirtiéndose en una fábula. este capítulo, de dos páginas, es una de las genialidades de Nietzsche. Es capaz de sintetizar de una manera toda su visión del imaginario europeo, de como la Muerte de Dios acaba desencadenando el nihilismo. Imprescindible.
El siguiente se llama "La moral como contranaturaleza". La moral es, para Nietzsche, una lucha contra las pasiones. Y las pasiones son la vida. Esta es la moral contranatural, la que se ha defendido en Occidente. Porque una moral sana debe basarse en las pulsiones vitales. Porque hemos de partir del valor de la vida, en la medida en que solo la vida puede ser la referencia de todos los valores. El capítulo es muy panfletario, pero es clave para entender el vitalismo nietzscheano.
Pasamos ahora a "Los cuatro errores" de la filosofía. El primero es confundir la causa con la consecuencia. La virtud no es la causa de una buena vida, es la consecuencia. la buena vida es la que sigue el instinto vital. Lo bueno es entonces fácil, libre. El segundo es el de las falsas causalidades : la voluntad, el yo y el espíritu. Son ficciones que consideramos causas de nuestras acciones. También aquí me parece que Hume ( respecto al yo y el espíritu) y Spinoza ( respecto a la voluntad ) ya lo habían planteado. El tercero es el de las causas imaginarias, que atribuye motivos racionales internos a las acciones humanas, cuando lo racional es lo más superficial y esto nos evita entrar en las motivaciones profundas, que nunca son racionales. Lo cual nos lleva al cuarto error, el de la voluntad libre, ficción cristiana para justificar la culpa y el castigo. Este capítulo me parece muy interesante.
Seguimos después con un capítulo que me parece de la parte más impresentable de Nietzsche, que los nazis debían leer con mucha satisfacción. Se llama Los "mejoradores de la humanidad". En e´l se plantea que el juiio moral e sun síntoma del valor de cada cultura. Contrapone la moral de cría de los señores, en la que se practica una selección de lo mejor de la raza, como hace la cultura aria, a la moral de la doma, debilitante y propio de la cultura judeo-cristiana.
El que viene después, "lo que los alemanes están perdiendo" es, en cambio, muy sugerente. Sobre todo la parte final, donde nos explica lo que una buena educación debe hacer : enseñar a ver, a pensar y a hablar/escribir.
Continuamos con una parte que no tiene desperdicio, aunque en bastantes cuestiones piense lo contrario de lo que dice: "Incursiones de un intempestivo". Una crítica a lo moderno como decadente como igualitarismo, síntoma de la nivelación por lo bajo. Pero también consideraciones y sobre todo éticas interesantes. Dentro de sus críticas implacables a diversos personajes pasados y presentes destaca su crítica radical al nihilista Schopenhauer y su elogio del vitalista Goethe.
Acaba el libro hablando de lo que debe a los antiguos. Critica radical al griego Platón y defensa del romano Tucídides, al que elogia al lado de Maquiavelo por su realismo. En la misma línea defiende a los sofistas y al espíritu trágico y dionisíaco de los griegos.
Como punto final elogiar a Andrés Sánchez Pascual por su introducción, traducción y notas.
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