Escrito por Luis Roca Jusmet
Entre 1977, que es cuando acabo el post anterior, y 1987 pasan diez años, en el que no tengo ningún tipo de implicación política. El efecto CNT se crispó a partir del atentado de la Scala y las peleas internas. Son los años de la Transición, desde las elecciones en las que ganó Adolfo Suárez hasta el final del primer gobierno socialista de Felipe González. Poca motivación política, aunque vivo acontecimientos políticos importantes.Cataluña recupera la autonomía y se implanta la hegemonía del pujolismo. Se normaliza el catalán yo mismo me implico en el proceso: me parece razonable hacer de Cataluña una sociedad bilingüe y que desde las instituciones se haga un esfuerzo por normalizar el catalán.
Desde 1987 hasta 2013 pasan veintiséis años : de los treinta y tres a los cincuenta y nueve años. Mucho tiempo en el que me pasan muchas cosas, ciertamente. Vuelvo a interesarme por la política, aunque de manera primero puntual y después indirecta. Puntualmente participo de manera activa en la dura y prolongada huelga de la enseñanza no universitaria del curso 1987-87 contra el ministro Maravall del segundo gobierno de Felipe González. Me afilio a CCOO, que es la organización que claramente lidera la huelga y su victoria. Posteriormente me desafilio de comisiones obreras: decepción de sus líderes y de sus reuniones. Sigo la política con interés, pero como espectador: soy votante y simpatizante de ICV. Lo único que no me convence es que los veo demasiado cаtalanista.
Paso más directamente a implicarme cuando gana las elecciones en Cataluña, en diciembre del 2003, el PSC, y se formó el Tripartito. Coincidió con el año en que fuí nombrado director del instituto de Sabadell donde trabajaba. Decidi afiliarme a ICV. Después de ver la dinámica del Tripartit, que en lugar de plantear una alternativa clara al nacionalismo parecía adoptar su discurso, y asistir a una asamblea de enseñantes de ICV, decido darme de baja del partido. Pero continuo como votante.
Entre el año 2004 y el 2013 me dedicó al análisis y a la teoría política. Lo hago desde las páginas de la revista El Viejo Topo y de la página web Rebelión. El Viejo Topo era para la gente de izquierdas de mi generación toda una referencia. Había pasado por diversas etapas y ahora estaba editada y dirigida por Miguel Riera. Escribí artículos y múltiples reseñas. Mi primer artículo trató de Slavoj Zizek, que era un filósofo esloveno muy original, que trabajaba desde la influencia de Jacques Lacan pero que formulaba una perspectiva de izquierdas muy radical.El segundo sobre la aparición de Ciudadanos. Empezaba a ver el auténtico proyecto nacionalista en Cataluña y la manera como los partidos de izquierda lo habían interiorizado. Ciudadanos parecía una esperanza, aunque era evidente su carácter transversal en el eje izquierda/derecha. Pero enseguida ví que la hegemonía la tenían los liberales. Y en aquellos momentos me orientaba por las lecturas de la democracia radical antiliberal de Jacques Rancière y Cornelius Castoriadis. Incluso dí un curso para formación de profesores sobre estos dos filósofos. Mе estaba orientando hacia un cierto esteticismo político, hacia la posición del alma bella que contempla la política desde una perspectiva purista, sin implicarse en la acción. Y desde mis artículos y las redes estaba adquiriendo un cierto prestigio en este registro.Pero al igual que en mi etapa troskista no acaba de creermelo. Era un "como si.." me lo creyera, pero sin creérmelo del todo. Algo había de impostura, en definitiva.
Paso más directamente a implicarme cuando gana las elecciones en Cataluña, en diciembre del 2003, el PSC, y se formó el Tripartito. Coincidió con el año en que fuí nombrado director del instituto de Sabadell donde trabajaba. Decidi afiliarme a ICV. Después de ver la dinámica del Tripartit, que en lugar de plantear una alternativa clara al nacionalismo parecía adoptar su discurso, y asistir a una asamblea de enseñantes de ICV, decido darme de baja del partido. Pero continuo como votante.
Entre el año 2004 y el 2013 me dedicó al análisis y a la teoría política. Lo hago desde las páginas de la revista El Viejo Topo y de la página web Rebelión. El Viejo Topo era para la gente de izquierdas de mi generación toda una referencia. Había pasado por diversas etapas y ahora estaba editada y dirigida por Miguel Riera. Escribí artículos y múltiples reseñas. Mi primer artículo trató de Slavoj Zizek, que era un filósofo esloveno muy original, que trabajaba desde la influencia de Jacques Lacan pero que formulaba una perspectiva de izquierdas muy radical.El segundo sobre la aparición de Ciudadanos. Empezaba a ver el auténtico proyecto nacionalista en Cataluña y la manera como los partidos de izquierda lo habían interiorizado. Ciudadanos parecía una esperanza, aunque era evidente su carácter transversal en el eje izquierda/derecha. Pero enseguida ví que la hegemonía la tenían los liberales. Y en aquellos momentos me orientaba por las lecturas de la democracia radical antiliberal de Jacques Rancière y Cornelius Castoriadis. Incluso dí un curso para formación de profesores sobre estos dos filósofos. Mе estaba orientando hacia un cierto esteticismo político, hacia la posición del alma bella que contempla la política desde una perspectiva purista, sin implicarse en la acción. Y desde mis artículos y las redes estaba adquiriendo un cierto prestigio en este registro.Pero al igual que en mi etapa troskista no acaba de creermelo. Era un "como si.." me lo creyera, pero sin creérmelo del todo. Algo había de impostura, en definitiva.
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