Escrito por Luis Roca Jusmet
En el Collège de France Michel Foucault imparte un curso titulado "El gobierno de sí y de los otros". En la clase del 5 de enero Foucault había definido su proyecto de una historia del pensamiento como algo diferente de la historia de las mentalidades y de las representaciones. Había dicho entonces que era una historia de los "focos de experiencia". La historia del pensamiento es también diferente de la historia de los conocimientos ( criterio de verdad) o la de las ideologías ( criterio de realidad ). Lo relaciona con un principio de libertad, con una capacidad de hacer.
En la clase del 2 de marzo de 1983 de su curso Michel Foucault plantea un análisis muy sugerente sobre la ontología de los discursos verdaderos.
Foucault ya había trabajado anteriormente el tema del discurso, sobre todo en dos momentos clave : por una parte, en el año 1963, en su libro "La arqueología del saber" y, por otra, en su conferencia inaugural en el Collège de France, en 1970, al tomar posesión de su cátedra de Historia del pensamiento. Su planteamiento era que el discurso está formado por modalidades enunciativas, que circulan en ámbitos institucionales concretos y que son formulados por sujetos que adoptan una determinada posición.
Lo que plantea Michel Foucault en esta clase parte de esta superación de la formulación convencional de que la verdad de un discurso se deriva de su adecuación o inadecuación a los hechos que enuncia. La superación pasa por una historia de la veridicción, que sería la de la ontología de los discursos verdaderos. Lo cual debe plantearse en base a tres cuestiones que señalan la articulación entre el saber, el poder y la subjetivación.
Primera : ¿ Cuál es el modo de ser de este discurso verdadero entre todos los demás, una vez que se introduce en lo real un juego de la verdad ? ( saber )
Segundo: ¿Cuál es el modo de ser que este discurso de veridicción confiere a lo real del que habla, cuál es el juego de poder que practica ?
( poder ).
Tercero : ¿ Cuál es el modo de ser que este discurso de veridicción impone al sujeto que lo pronuncia ? ( subjetivización ).
Todo discurso es una práctica. Un discurso de verdad impone una norma de veridicción y solo puede entenderse en función de esta. Hay un planteamiento del discurso ontológico como una ficción. Pero también de la verdad de un discurso en términos éticos. Es decir, la existencia de una verdad ética. Esto tiene que ver con la parrhesia, que el término fundamental que articula el curso. La parrhesia es justamente la práctica ( el "ejercicio espiritual") que vincula la ética con la política. Porque es lo que nos hace arriesgar y jugarnos incluso la vida por el coraje de decir la verdad. Pero ¿ de qué verdad hablamos ? . Es la verdad del hombre libre, la verdad ética dirigida al que ejerce el poder como dominación. Verdad ética que es, por tanto, una verdad política. Es un discurso de veridicción en el que el sujeto que lo practica se sitúa en una posición éticopolítica crítica. De denuncia de lo intolerable, como ha planteado Foucault en otras ocasiones.
En todo caso la influencia nietzscheana se mantiene muy clara en este planteamiento. En el doble sentido : el que señala el elemento ficticio del discurso y el que señala la posición ética que hay en cualquier discurso.
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