Escrito por Luis Roca Jusmet
"Tópico" viene de "topos", que en griego quiere decir "lugar común". El término ha ido adquiriendo un registro negativo. Negativo porque ha ido significando una expresión de algo que se dice y repite pero que ha ido perdiendo su sentido auténtico. Todo el mundo lo dice por mimetismo y ya no significa nada. Me gustaría recuperar el sentido actual del poema de Antonio Machado :
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.
Antonio Machado reivindica con este poema dos posiciones éticas : una es que el camino de vida de cada cual es un camino singular. Otra, que este camino lo vamos trazando nosotros con nuestras decisiones. No hay guia que nos oriente.
Antonio Machado no rechaza la figura del maestro, que es aquel que nos orienta en una primer momento, que nos da herramientas para seguimos nuestro propio camino. No hay un aire autosuficiente en la propuesta de machado. Si hay un rechazo de lo que un filósofo posterior, Michel Foucault, llamaba "el poder pastoral", que es esta figura del Pastor que conduce el rebaño, ocupándose de todos y de cada uno para su salvación. Antes era la salvación del alma y hoy es la salvación de la mente. Consejeros espirituales, gurús de la autoayuda... De la dirección de las conciencias al gobierno de las conductas. Las decisiones son nuestras, no hay un plano a seguir. Sin garantías..
La senda que no hay que volver a pisar.. Lo caminado es irreversible, hay que asumirlo. No podemos volver sobre nuestros pasos. Hay que tener el valor de asumir lo caminado.
Pero Machado no era tampoco un individualista. En esta ética singular es necesaria un universalismo moral. Es el respeto al otro, que quiere decir el respeto al camino del otro.
Hoy nos acechan otras formas de "poder pastoral", que son los fundamentalismos. Los caminos cerrados, las identidades únicas, en las que no hay ni ética singular ni universalismo moral. Nosotros y ellos, nosotros contra ellos. Renuncia a lo que eres y renuncia a tu humanidad. la nación, la religión, la ideología. Caminos trillados y dirigidos, con la obediencia como valor fundamental.
Que invitación tan extraordinaria nos hace Machado, cuánto sabiduría y actualidad hay en este tópico pleno de intensidad, sobre el que hemos de volver cada día.
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