Escrito por Luis Roca Jusmet
Carlo Rovelli ( Verona,1956) es un físico teórico de gran envergadura, que combina además esta formación con otro de tipo filosófico. Esto le permite caminar con rigor conceptual ( tanto desde el punto de vista científico como filosófico) por este camino fronterizo entre la física y la metafísica. Lo hace desde un tema nuclear y desde una pregunta que pocos físicos se atreven a abordar por la complejidad y el riesgo que supone : El tiempo. Ha publicado un libro ( el orden del tiempo ) que nos permite a los interesados en el tema que no disponemos del un aparato conceptual y matemático de la física, adentrarnos en el tema. El libro está dividido en tres partes. Voy a intentar sintetizar lo que plantea en cada una de ellas.
La primera parte se titula "La disgregación del tiempo". La hipótesis es doble. La primera es que el tiempo no es único ( depende de la trayectoria, el lugar y la velocidad ). La segunda que el tiempo no tiene orientación absoluta y que el pasado, presente y futuro son relativos. No hay un presente en el Universo. La temporalidad depende de las interacciones. Aristóteles y Newton se equivocaron en parte, pero Rovelli quiere reconocerles sus aportaciones. Aristóteles tenía razón cuando decía que el espacio consistía en localizar el lugar y el tiempo el momento. Newton tenía razón cuando decía que el espacio y el tiempo existían pero se equivocó cuando digo que eran absolutos. La solución viene de un tercer genio, que es Einstein. El tiempo y el espacio forman parte de un campo gravitatorio, no son entidades independientes. No son los escenarios donde ocurren las cosas, son la estructura de la realidad y el tiempo es su componente dinámico. Entramos en la mecánica cuántica, que nos ha conducido a tres grandes descubrimientos. El primero es la granularidad. Es la discontinuidad de lo real. La continuidad es una técnica matemática para aproximar una realidad granular que da saltos desde la unidad mínima de espacio y de tiempo. Son lo que llama lazos para marcar este entrelazado que hay detrás de la aparente continuidad. El segundo es la indeterminación. Las partículas subatómicas no tienen una ubicación precisa, es como si fluctuasen en un mundo de probabilidades. El tercer punto es la interacción de las variables físicas. La fluctuación se determina cuando una cantidad interactúa sobre un objeto físico. Pero esta concreción solo existe en relación a un sistema físico. Todo es relacional.
La segunda parte se llama " Un mundo sin tiempo". Pero lo que quiere decir no es que no existan cambios, lo que nos llevaría a una determinada lectura de Einstein que el autor no comparte : un mundo eterno fuera del tiempo. Lo que sostiene Carlo Rovelli es lo contrario, que todo es cambio .Heráclito gana a Parménides. El mundo no está hecho de cosas sino de acontecimientos. El mundo es lo que pasa y las relaciones entre factores que varían. Ninguno es el factor tiempo. No se trata de saber como cambian en el tiempo sino como cambian unas respecto a las otras. Según la teoría de los lazos que Rovelli defiende el espacio y el tiempo no son recipientes o formas generales del mundo : son acontecimientos y relaciones.
La tercera parte habla de las fuentes del tiempo. ¿ Cuál es el origen del tiempo en un mundo sin tiempo ? Esta es la parte más especulativa, más metafísica, del libro. El tiempo es algo que emerge de la experiencia humana y quizás, plantea el autor, hemos de entenderlo más desde el enigma del hombre que desde el enigma del Cosmos. Rovelli dirá algo sorprendente : el tiempo es, en cierta forma, producto de nuestra ignorancia, de un doble desenfoque. Por una parte de un estado macroscópico en el que no podemos captar los millones y remillones de moléculas. Por otra de la indeterminación cuántica. Este doble desenfoque determina el tiempo térmico, el paso irreversible del calor al frío ( segundo principio de la termodinámica) . Pero falta saber cual es el origen de la diferencia entre pasado-presente-futuro. Podemos afirmar que el pasado es la entropía baja. Lo que mueve el mundo no es la energía, es la entropía. Sin entropía todo sería uniforme, no existiría por tanto la distinción entre pasado-presente-futuro. El devenir cósmico es un proceso hacia el desorden. Todo ello nos lleva al tiempo como experiencia subjetiva. El tiempo perdido a nivel cósmico lo recuperamos así en el registro humano, el tiempo del que hablaron de Agustín de Hipona a Martin Heidegger.
¿ Cual es por tanto la respuesta que nos da el autor del libro ? Objetivamente, el tiempo es una medida relativa del cambio. Subjetivamente es la dimensión básica de nuestra experiencia.
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