Escrito por Luis Roca Jusmet
Voy a intentar profundizar en el sentido de la expresión de la que, de alguna forma, me considero creador : "Ejercicios espirituales para materialistas." Aunque, como sabemos, la "creación" casi siempre es la metáfora de la "transformación". En este caso es evidente y no me las quiero dar de original. Simplemente he unido dos expresiones cuyo resultado es paradójico y hasta algo provocativo. Vamos analizarlo con detalle y empezaremos por el término "Ejercicio espiritual".
Como sabemos, la noción es conocida por su uso mayoritario, que es el que le dio Ignacio de Loyola. El fundador de la orden de los jesuitas propuso una serie de ejercicios vinculados a los preceptos católicos : entenderlos y aplicarlos a la vida cotidiana. Todo bajo la dirección de un director espiritual, es decir, un sacerdote.
En su libro "La filosofía perenne", publicado en 1945, Aldous Huxley dedica un capítulo a los "Ejercicios espirituales". En él consideraba que frente al culto público ( ritos, sacramentos, ceremonias ) los ejercicios espirituales se referían a la devoción particular. Huxley define los ejercicios espirituales como unas prácticas ascéticas ligadas a la oración y a la Realidad Divina. Tenemos entonces una idea religiosa de los ejercicios espirituales, aunque no vinculado exclusivamente a la tradición católica, como el hinduismo, el budismo o el islamismo.
Pero es el filósofo francés Pierre Hadot el que le dará un giro al término al definir la filosofía antigua ( y la moderna en la medida en que ha seguido el espíritu original) como un ejercicio espiritual, es decir como una práctica transformadora del sujeto. El año 2003 publicará "Ejercicios espirituales y Filosofía antigua". En esta línea Michel Foucault, en su curso de 1982 "Hermenéutica del sujeto" recogerá la idea y el término de Hadot. Finalmente, un filósofo francés seguidor de Hadot, Xavier Pavie publicará el año 2012 el libro "Exercicis Spirituels. Lecçons de la philosophie antique."
En otra línea, también inspirada por Hadot, Jean Allouch escribe el año 2007 "¿ Es el psicoanálisis un ejercicio espiritual ?".
¿ A qué me refiero cuando utilizo la palabra "materialista" ?
Evidentemente descarto de entrada la noción común que entiende por "materialista" aquel que solo se preocupa y ocupa de los bienes materiales. me refiero a la concepción filosófica. Voy a tomar como referencia el diccionario de Filosofía de Nicolás Abbagnano, publicado en 1961 ( la traducción española en 1963,FCE).
El primer sentido que apunta, y que es la base de mi formulación, es el cosmológico: el carácter originario e inderivable de la materia, que precede a todo otro ser y es su causa. Esta concepción tiene precisamente en la antigüedad como representante a Epicuro.
En esta línea quiero recordar la cita de un filósofo contemporáneo que abre el epilogo de mi libro : "El materialismo no es el que niega el espíritu , sino el que plantea que el espíritu, que no se reduce a la materia, está condicionado por esta."
¿ Qué quiere decir esta afirmación ? . En primer lugar que se niega cualquier Trascendencia a lo natural. Todo es inmanente, nada esta fuera del mundo físico. Negamos así las religiones que hablan de un Dios creador. En segundo lugar niega también las teorías espiritualistas que plantean que la materia es una expresión del espíritu o la conciencia. En tercer lugar niega también las teorías solipsistas, para las cuales la única realidad que conocemos es la mental.
Pero hay que entender que también niega los reduccionismos fisicalistas para los que lo espiritual es un falso nombre que en realidad habla de procesos materiales o físicos, como la connexión neural o determinados procesos neuroquímicos.
"Materialismo" es, por tanto, una palabra que afirma que estamos en un mundo físico y somo una realidad física, el cuerpo, que forma parte de él. Pero que los humanos somos capaces de producir unas realidades que no se reducen a lo material.
Ser materialista quiere decir que la única realidad es inmanente pero que la materia puede producir algo que llamamos "espiritual". Ejercicio espiritual es una práctica que puede por tanto crear algo "espiritual" en la materia.
Vamos a precisar más. Entiendo por "espiritual" todo lo que tiene que ver con valores éticos, morales y estéticos. Entiendo por "valores éticos" lo que permite proyectar la vida humana más allá del campo material de la necesidad y la satisfacción de la necesidad. Entiendo por "valores morales" lo que nos permite ir más allá de nuestra satisfacción y hacer lo que consideramos que es nuestro deber. Entiendo por "valores estéticos" lo que nos produce una satisfacción más allá del placer físico.
Justamente estos "ejercicios espirituales" son los que nos permiten transformarnos en sujetos éticos, morales y estéticos. Construirnos como tales. Esta es la óptica de Foucault. La de Hadot es la de transcender nuestro ego para abrirnos a lo universal ( la Humanidad, el Cosmos). la de hacernos más sabios, mejores y más justos. No necesariamente hemos de considerar estos dos planteamientos como contradictorios. Ambos se refiere a lo que he llamado transformación y espiritualidad. Ninguno hace referencia a una Trascendencia o Espiritualidad.
¿ Qué es lo que se transforma ? Se transforma la mente, pero la mente no es otra cosa, y aquí cito a Spinoza, que la idea del cuerpo. Los ejercicios son ejercicios de la mente. Pero deberían complementarse con ejercicios del cuerpo, como bien señala Foucault y parece olvidar Hadot.
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