Escrito por Tomás Rodriguez VIlasante
Al
final de este texto hare algunas consideraciones epistemológicas que creo que
vienen a cuento sobre los comentarios de L.Roca sobre el libro "Redes de
vida desbordantes" que ha publicado La Catarata este año. Pero para
empezar me quiero concentrar en las consideraciones sobre lo que yo creo que
supone el "patriarcado" en estos momentos en el mundo, y como nos
sigue afectando, y tal como lo argumento en dicho libro.
Lo
primero es recordar que por "redes de vida" recojo conceptos sin los
cuales no se puede entender lo que sigue. Se pueden poner "entramados de fondo",
"transfondos emocionales", "fondos ecosociales", que son
algunos conceptos que puedo compartir con Maturana, Pichon-Rivière (ECRO), o
Tapia. Son redes previas a los proto-movimientos pre-políticos, análisis de las
redes no tan visibles, que se mueven "por debajo" de los movimientos
sociales. Tema que había estudiado y practicado hace años, y que tan solo ahora
estoy formulando con un poco de mayor profundidad.
Lo que si habíamos trabajado en la red
CIMAS son metodologías para detectar los "conjuntos de acción" con
"mapeos de actores". De esto ya tenemos más de 20 años de
experiencia, sobre las relaciones de cuatro variables de poder (clase en sí,
clase para sí, poder simbólico, y vínculos emocionales cotidianos). Hemos hecho
muchos cientos de "radiografías" en numerosos barrios, ciudades,
comarcas, regiones, sectores temáticos, etc. y las hemos hecho con la propia
población, y para construir sus propias estrategias transformadoras.
Lo que me parece nuevo como formulación
es relacionar estos mapeos de actores con sus "transfondos eco-sociales",
con sus "redes de vida", y que esto se pueda razonar no solo desde
las clases sociales o los poderes simbólicos, sino desde la "formación patriarcal",
que me parece que tiene una influencia decisiva en su constitución y dinámicas.
Entendiendo por tal las constelaciones profundas de poderes (familiares,
escuelas,...), "construcciones bio-emocionales" que trasmitimos en la
vida cotidiana, "constelaciones complejas de estructuras de los poderes
cotidianos", tal como planteo en el libro.
En paralelo a las técnicas aplicadas de
"mapeos de actores", he seguido a los autores que me iban abriendo
ideas: Reich, Marcuse, S. de Beauvoir en los 60, distintos feminismos (como D.
Haraway) en los 70, las polémicas de Foucault, Lacan, Bourdieu o Loureau en
Francia, más interesado en las aportaciones de Maturana, Guattari o J. Ibañez
desde los 80, y con Pichon-Rivière, Vandana Shiva o Rosi Braidotti en el cambio
de siglo. La pregunta seguía siendo ¿el fracaso de muchos movimientos debido a
la intervención sectaria/personalista de muchos dirigentes tiene explicación y
corrección?
De acuerdo en la explicación del Otro/Amo
de J.Lacan, pero no para dar una explicación y ya está, pues eso nos condena a
la inacción. El capitalismo parece que es "edípico" pues "folla
a la naturaleza y mata al dios-padre", pero por lo mismo no
"liquida" el asunto que tiene bases bio-sociales. Parece que lo hace
"liquido", "vacio", pero solo es un "síntoma". Lo
que parece que está matando es una estafa, pues no deja ver los
"equivalentes generales de valor". Movernos a tanta velocidad no nos
permite ver lo que hay detrás. El miedo al vértigo de los movimientos líquidos
parece precisar de la necesidad de un Amo-Padre.
Como digo en el libro "no solo es que
el padre imponga su ley, es que la ley (que reproducen todos los miembros de la
familia) no está en cuestión". Pues aunque el padre no imponga
directamente su poder, lo hace la "ley patriarcal" que todas las
partes de la familia siguen practicando: chantajes emocionales, violencias
simbólicas y de las otras, celos y rivalidades, etc. Es decir ¿dónde se pueden
aprender vínculos auto-organizados (ECRO o ROCE)? ¿O hay que tirar la toalla y
desistir, porque así es la condición humana?
Los padres-Amos, o Equivalentes generales
de valor (capital-dinero, tiempo-tecnología, poder-estado, cultura-TV) no se
reducen al patriarcado clásico, pero son deseados ante los flujos líquidos.
Esto es así porque en la familia de origen hemos aprendido a necesitarlos, en
la estructura relacional de la primera infancia hemos aprendido a necesitar una
"ley patriarcal" por encima, que nos dan ciertas seguridades aunque
no nos gusten, y que no se cuestionan.
De lo que se trata es de saber dónde se
pueden cuestionar. ¿Qué otro tipo de "familia" o de
"adolescencia" nos permitiría "construir colectivamente" o
bien "desbordar creativamente" (mi libro de 2006 se llamaba así). Una
pedagogía anti-patriarcal, anti sectaria, anti-autoritaria, deberíamos
propiciar desde la infancia y la adolescencia. "Ritos de paso"
alternativos que los movimientos de tipo transformador apenas se preocupan en
construir, pues ya ¿las "condiciones objetivas" dan de sí conciencia?...
¿a la desesperación o las rivalidades tal vez?
En mis estudios de la formación de
"liderazgos" y de "grupos motores" (2006) ya se veían que en algunas familias amplias
había figuras referentes que no eran patriarcales, o que determinados viajes
permitían experiencias de creación más colectiva, etc. Es decir, avances en
otras familias no tan patriarcales, o en otras masculinidades, o en
adolescencias grupales "eco-decididas", convivencias creativas, etc.
parecen ser básicas emocionalmente para la construcción de unas bases críticas
que permitan desentrañar sin miedo los "equivalentes generales de
valor" y poder pensar-hacer construcciones alternativas.
No solo en la familia de origen, sino
también en su separación critica con ella. Experimentar vínculos que no sean el
cura, el maestro, el partido,... si no más bien la pandilla democrática,
superar el infantilismo irresponsable, la vida en común en algún tipo de piso,
okupa, etc. son ritos de liberación que no se tienen demasiado en cuenta. Los
"hackers" por ejemplo son una crítica directa a la TV y los usos 2.0
de internet; las plazas y las comisiones de las "mareas" anti-élites
son construcciones pacificas anti-violencias; algunas comunidades originarias y
los ecologistas voluntarios son anti-consumismos despilfarradores; etc.
Dicho de otro modo, cambiar o derrotar al
capital, por el estado o por alguna autogestión, no soluciona el problema de
los elitismos, sectarismos, miedos a atreverse a ser creativos, a desnudar a
los poderes ocultos. Y demasiadas veces hemos perdido luchas transformadoras
precisamente por estos factores que se dicen de tipo personal. Las feministas
levantaron la voz con toda razón sobre lo personal, pero no basta que ellas
hagan su camino alternativo. Es necesario que toda la familia y la ley
patriarcal sea puesta en cuestión, no solo con cambios de aspecto, sino en su
crítica profunda. Y con formas prácticas de hacerlo.
(Hay otros aspectos de "Redes de vida
desbordantes" que brevemente señalo y que merecen una explicación sobre tu
critica:
- Hay neologismos en el libro, que no lo son
tanto porque los he tomado de otros autores de diversos enfoques casi todos. En
todo caso estamos obligados a marcar diferencias con los conceptos más manidos
y podridos... por lo menos hasta que coopten también estos conceptos y los
vuelvan a pervertir.
- Hay muchas citas de autores, demasiado
académico, pero la mayoría son amigos con los que discuto o matizo, y no quiero
interpretarlos mal. Prefiero poner sus palabras, tanto para reforzar como para
disentir. Aun así no es fácil ser fiel en los debates y aportaciones.
-
Cuando uso el "sí pero no, o el no pero si"… se pretende no ser
ambiguo, sino pasar a otro plano del debate o el análisis, en la
"dialógica oriental", en J. Ibáñez, en J. Galtung, etc. Es decir,
epistemología de los sistemas emergentes, la unidad de los contrarios en otro
plano, ... y por eso tantos esquemas de "pentalemas".
-
Me interesan más las "comunidades originarias" y los "sumak
kawsay" que lo que nos cuentan de los "griegos", porque son más
vivas y provocan epistemes más interesantes. Igual me pasa con las
"revoluciones de-coloniales" o con las "feministas" que me
parecen más interesante que la "francesa" por ejemplo.)
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