Escrito por Luis Roca
Jusmet
El tema de la
gubernamentalidad ocupa el curso que dio Michel Foucualt en 1977-8. Podría incluirse
dentro de la problemática de la genealogía del poder, pero con reservas. En el curso
1975-6 Foucault analiza el macropoder frente a los análisis
anteriores del micropoder. Lo hace con el curso En defensa de
la sociedad. Este curso
es el inicio de un desplazamiento en su concepción del poder que se centrará en el biopoder o biopolítica y en la gubernamentalidad. Lo desarrollará, después de un año sabático, en los dos cursos posteriores ( Seguridad,
población y territorio, 1977-8) y El nacimiento de la biopolítica, 1978-9) y en el inicio del tercero ( El gobierno de los vivos , 1979-80).
La
gubernamentalidad es un problema que aparece en las discusiones
políticas que se dan entre mediados del siglo XVI y finales del
XVIII. Se presenta en cuatro frentes : el gobierno de uno mismo; el
gobierno de las almas y las conductas; el gobierno de los niños y el
gobierno del Estado.
El
gobierno del Estado se entiende como administración económica, como
administración de bienes, siguiendo el modelo familiar. Se trata de
gestionar las poblaciones, mientras que el poder disciplinario que había trabajado entre 1970 y 1975 se centraba en la disciplina de los cuerpos.
La
gubernamentalidad es, entonces, un conjunto de instituciones,
procedimientos y tácticas ( análisis, cálculos, estadísticas) cuya finalidad es
gestionar de manera adecuada la población como conjunto, como especie.
El
Estado Moderno se constituye, por otra parte, a partir de tres ejes. Por una parte,
desde una base jurídica a partir de la sociedad feudal. Por otra,
administrativa, como un sistema de reglamentos y disciplinas que
abarcan unas fronteras. El tercero sería justamente el que hemos
nombrado, el gobierno de la población. Este gobierno tiene como base
el poder pastoral cristiano, el poder diplomático-militar y la
policía.
Foucault define la biopolítica como la "forma en
que, a partir del siglo XVIII, se han intentado racionalizar los
problemas que plantea el gobierno de las poblaciones." Lo hace a
través de la salud, la higiene, la longevidad la natalidad, el tema
racial."
Hay
una vinculación de la biopolítica con el liberalismo, con la
racionalidad política del liberalismo. Es una práctica sistemática
de racionalización política. Se trata de maximizar los objetivos
optimizando los recursos, disminuyendo los costes. Pero esta idea es
paralela a la del gobierno mínimo. Hay que minimizar la acción del
gobierno para conducir las conductas. Esto implica una reflexión
crítica sobre la práctica gubernamental. El liberalismo es una
especie de instrumento crítico de sí mismo como gobierno. Hay que
replantearse constantemente como se gobierna. Es una función
ambivalente y, de hecho, contradictoria, porque es a la vez
legitimadora y crítica, como se ve claramente en el liberalismo del
S.XVII-XIX, por ejemplo con Bentham.El curso sobre el nacimiento de la biopolítica acabará siendo un análisis del neoliberalismo pendiente su desarrollo por
Podemos relacionar estos cursos con un artículo, que es la
transcripción de una conferencia que dio en Tokio en 1978 con el
título de "La filosofía analítica de la política". Hay
aquí varias reflexiones interesantes. La primera es la relación que
establece Foucault entre la filosofía y la política. Presenta la filosofía,
en sus inicios, como un movimiento antidespótico. Habla de Solón,
de Platón o de los cínicos como de las tres formas en que se
manifiesta este antidespotismo. Como ciudadanía en el primer caso, como asesoramiento
del príncipe en el segundo y como distancia crítica en el tercero.
El filósofo no debe ser, considera el filósofo francés, el legitimador del Estado, como Confucio en China, el que describe y prescribe el orden político y social como institución total. En este caso el filósofo adquiere un papel profético, se confunde con un determinado poder. La filosofía roussoniana legitima la República, la de Hegel el Estado prusiano y la de Marx el Estado socialista.Afirma incluso que Wagner y Nietzsche legitiman el Estado hitleriano.
El filósofo no debe ser, considera el filósofo francés, el legitimador del Estado, como Confucio en China, el que describe y prescribe el orden político y social como institución total. En este caso el filósofo adquiere un papel profético, se confunde con un determinado poder. La filosofía roussoniana legitima la República, la de Hegel el Estado prusiano y la de Marx el Estado socialista.Afirma incluso que Wagner y Nietzsche legitiman el Estado hitleriano.
La
filosofía debe recuperar su función crítica, plantea Foucault, ser
un contrapoder. Pero su función crítica no es la de la sospecha ni
la denuncia de la ideología. No se trata de hacer ver lo que está
oculto. Esta es la función de la ciencia, la de hacer visible lo
invisible. La filosofía, en cambio, hace visible lo visible, nos hacer ver
lo que está delante nuestro, no lo que está escondido. Lo familiar
debe hacerse evidente. De esta manera desestabiliza las estructura de
poder porque las muestra, las hace explícitas.
Si la filosofía analítica anglosajona analiza lo que decimos, él nos propone una filosofía analítica que analiza lo que hacemos, Y lo que hacemos se inscribe siempre en unas relaciones, en unos juegos de poder. De esta manera las luchas de la época son luchas dispersas, inmediatas de resistencia al poder pastoral, a la voluntad de conducir las conductas bajo normas. De esta manera entiende Foucault las luchas de los locos, los enfermos, las mujeres, los homosexuales... todos los que se resisten a este poder pastoral. Poder pastoral basado en la dirección de conciencias y en el cuidado y la cura del alma. Se manifiesta sobre todo en el siglo XVI y XVII, tanto en la reforma como en la contrareforma. Se trata de la salvación de todos y de cada uno.
Si la filosofía analítica anglosajona analiza lo que decimos, él nos propone una filosofía analítica que analiza lo que hacemos, Y lo que hacemos se inscribe siempre en unas relaciones, en unos juegos de poder. De esta manera las luchas de la época son luchas dispersas, inmediatas de resistencia al poder pastoral, a la voluntad de conducir las conductas bajo normas. De esta manera entiende Foucault las luchas de los locos, los enfermos, las mujeres, los homosexuales... todos los que se resisten a este poder pastoral. Poder pastoral basado en la dirección de conciencias y en el cuidado y la cura del alma. Se manifiesta sobre todo en el siglo XVI y XVII, tanto en la reforma como en la contrareforma. Se trata de la salvación de todos y de cada uno.
¿ Es el poder pastoral lo mismo que el confuciano ?
Básicamente hay dos diferencias. La primera es que la salvación de la que habla el
primero es en Otro mundo y de la que habla el segundo en este mundo.
En segundo lugar que el primero se dirige al individuo y el segundo a
la comunidad.
Se
trata, en todo caso, de unas anotaciones informales que pueden servir
para dar algunas pistas sobre los planteamientos políticos, siempre
complejos, del último Foucault.
En español, ¿no es gobernabilidad con "o"?
ResponderEliminarTienes razón, Ana. Un error orográfico, los bilinGúes catalán-castellano a veces nois liiamos.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Luis
Es mejor traducirlo por "gubernamentalidad", para evitar que se confunda con el significado común de "gobernabildad", que no tiene nada que ver con el que le da Foucault al concepto. Un abrazo. Paco Vázquez
ResponderEliminarGracias Paco, al final resulta que la intuición me funcionaba. Un abrazo
ResponderEliminarHola Luis. Gracias por tu aporte. Por una parte, sí es correcto gubernamentalidad. Me gustaría que compartieras un vínculo a la transcripción de la conferencia. Saludos.
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