Escrito por Luis Roca Jusmet
El
mito freudiano de la rebelión de los hijos contra el padre en la
horda prehistórico primigenia no es una explicación histórica de
orígenes sino un arquitetipo suprahistórico,
eternamente
recurrente : es un mito, una historia muy, muy vieja.
Norman
O. Brown
1. Introducción : ¿ Qué es un Padre ?
La pregunta por el padre, enmarcada en el Edipo, es específicamente psicoanalítica. Las ciencias sociales pueden preguntarse por las características culturales que implica la paternidad en cada contexto, pero solo el psicoanálisis ha interpelado con esta pregunta, tan simple como radical.. Precisando más, ha sido el psicoanálisis lacaniano el que lo ha hecho de manera más clara y precisa. Lacan ha elaborado toda una serie de conceptualizaciones extremadamente valiosas sobre el tema. La primera teorización viene a partir de la diferencia entre el padre simbólico, el imaginario y el real1.
La pregunta por el padre, enmarcada en el Edipo, es específicamente psicoanalítica. Las ciencias sociales pueden preguntarse por las características culturales que implica la paternidad en cada contexto, pero solo el psicoanálisis ha interpelado con esta pregunta, tan simple como radical.. Precisando más, ha sido el psicoanálisis lacaniano el que lo ha hecho de manera más clara y precisa. Lacan ha elaborado toda una serie de conceptualizaciones extremadamente valiosas sobre el tema. La primera teorización viene a partir de la diferencia entre el padre simbólico, el imaginario y el real1.
El
padre simbólico es un operador que tiene una función metafórica,
que es la de establecer la represión primordial y dar una
identificación personal . Reprime el significante del deseo de la
madre para colocar en su lugar un significante que constituye el
Ideal con el que el hijo se identifica interiorizándolo. Por la
tanto, por un lado reprime y por otro da. A este significante lo
llama El Nombre del Padre. Esta es la resolución del Edipo, lo que
Lacan llama la castración simbólica, cuyo resultado es una
estructura subjetiva neurótica, Cuando el hijo niega la castración
y se instala en el desafío y en la transgresión, entonces tenemos a
un perverso. Si no hay metáfora parte, si no se interioriza el
Nombre-del-Padre para aceptarlo ( estructura neurótica ) o negarlo (
estructura perversa) entonces entramos en una estructura psicótica.
Queda entonces el padre real y el padre imaginario. Lo de que quiere
decir para Lacan el padre real es algo complejo, porque entramos en
la ambigüedad entre la realidad y lo real. Si el padre real lo
referimos a la realidad, entonces estamos hablando del padre de carne
y hueso que tiene cada cual. Si queremos entender el padre real desde
lo real entonces nos perdemos en algo demasiado complejo para
tratarlo aquí. Nos quedamos así con el primer planteamiento. El
padre imaginario es la imagen, idealizada o no, que tiene el sujeto
de su padre. Luego hay toda una reflexión posterior . Elaborada en
los últimos seminarios de Lacan, en el que el Nombre del Padre se
presenta de una manera mucho más plural y no referida únicamente al
padre, Esto abrirá nuevos horizontes en el abordaje el tema del
padre y de las estructuras subjetivas y clínicas que se dan en la
sociedad contemporánea.2.
Quiero
complementar lo dicho con la aportación del psicoanalista italiano
Massimo
Recalcati cuando trata del fenómeno actual, que ya apuntaba Lacan,
del
declive del Padre. Acontecimiento social que se da en el marco del
tardocapitalismo y que coincide con el dominio del consumo de
mercancías, químicas y tecnológicas, que se convierten en los
objetos inmediatos de goce. Esta reflexión le conduce a Recalcati a
un análisis sobre la crisis de la figura paterna en la sociedad en
que la vive (que es la italiana, pero que tiene claros elementos
comunes con la nuestra y con toda la sociedad occidental). Recalcati
mantiene la necesidad de la aceptación simbólica de la castración
como la apertura a la experiencia del amor y el mantenimiento de la
alianza entre la ley y el deseo, que garantiza la función simbólica
de la paternidad. Si no hay límites, no hay identificación
simbólica con el Ideal. Pero no se trata de volver al patriarcado ni
de celebrar el reinado de la pulsión vía Anti-Edipo. Se trata
entonces, nos propone Recalcati, de abrir una tercera vía, que es la
de la trasmisión del deseo a partir de la referencia ética del
adulto, que solamente puede darse a través de la figura del padre,
un padre vivo, que sea la encarnación singular de un deseo
humanizado, ligado a la ley. Pero el padre hay que entenderlo en
términos simbólicos, como una función, que no asume necesariamente
un hombre y que evidentemente se vuelve más complejo y ambiguo en
los nuevos modelos familiares. Es la única manera de establecer los
lazos sociales a partir de las profundas transformaciones familiares
y sociales. Los conflictos entre generaciones son necesarios, hay que
mantener y no diluir la separación entre una generación y la
anterior. Esta experiencia constituye una diferencia simbólica que
no puede resolverse con la violencia, por supuesto, pero tampoco con
la indiferencia. Hay que aceptar que la relación padres-hijos es una
relación conflictiva entre no-iguales. Hay una herencia de
significantes que debe mantenerse, porque es en esta transmisión
donde se reconoce simbólicamente al Otro y la deuda simbólica que
tenemos con él. La sociedad no puede ser totalmente permisiva, hay
que interiorizar la ley que pone límites a nuestras pulsiones3.
2. Del
Padre por defecto al Padre por exceso
Simplificando el
punto de vista del psicoanálisis lacaniano podríamos afirmar que un
padre por defecto crea un neurótico y una padre por exceso un
psicótico. Vamos a ver dos ejemplos fílmicos de un padre fallido,
un padre con defecto, que es el que da lugar a una castración
simbólica y a una estructura neurótica.Mostraré dos ejemplos
fílmicos en los que este padre fallido, que parece no cumplir las
exigencias del Ideal da lugar a dos casos de histeria, Se trata de En
el nombre del padre (
In
the Name of the Father, Jim
Sheridan,1993)
y Una
historia del Bronx
(
A Bronx Tale,
Robert de Niro, 1993).·En
el Nombre del Padre
es una película cuyo título es enigmátio, ya que el tema central
es una trama política relacionada con el IRA y los abusos del estado
de excepción del gobierno del Reino Unido para buscar un chivo
expiatorio tras un terrible atentado. Es cierto que hay una
problemática, que es la que aquí nos interesa, relacionado con el
Nombre-del-padre, asociado al imaginario católico de los irlandeses.
Guisseppe, el padre de Gerry , es un padre fallido, un padre por
defecto. No está a la altura de un Ideal. Pero para Lacan el padre
por defecto es el mejor padre, ya que el padre por exceso o la
ausencia simbólica de padre conduce a la psicosis. Este padre es un
pobre hombre, cierto, pero con unos principios, que lucha por
mantener su dignidad. Aunque Gerry es un pequeño delincuente no es
un perverso, no está instalado en la transgresión, en el desafío
con el padre: es más bien un histérico que tiene que dar la nota,
exhibirse en sus fantochadas. Pero en la confrontación obligada con
el padre, cuando tienen que compartir celda en la prisión, es cuando
Gerry es capaz de identificarse con este Ideal que le ofrece. Y lo
hace después de identificarse con una imagen idealizada del
dirigente del IRA. Es una ilusión que caerá y en el momento que
cae, es este padre fallido el que ocupará definitivamente el lugar
del Ideal. Porque es capaz de ver de detrás de este hombre
aparentemente fracasado hay una ética. En
Una historia del Bronx vemos
como Calogero va creciendo en el Bronx con su familia pero fascinado
por la imagen de un jefe mafioso. Su padre, Lorenzo, es un conductor
de autobuses. A diferencia de Gerry con respecto a Guiseppe, Calogero
se identifica con su padre, aunque su Ideal va decayendo frente a la
identificación imaginaria con Sonny, que aparece como el Ideal
ilusorio de la omnipotencia, de la no castración. Su padre tiene
límites, está castrado simbólicamente. Hasta que, finalmente, la
ilusión desaparece y la prepotencia de Sonny se manifiesta como lo
que es, una mascarada que oculta su imposibilidad. Calogero aprende
que el único Ideal posible es el que le transmitía su padre. Como
en el caso de Guiseppe no es la autoridad sino el ejemplo, la ética
de la responsabilidad y los principios del adulto que es su padre el
que le enseña el camino. El padre real es así siempre un padre
fallido, porque es un hombre con debilidades que debe transmitir un
ideal. Pero es este padre fallido el que no fracasa.
El
padre por exceso es el que es auténticamente peligroso. No el padre
que, finalmente presenta su debilidad, sino el que quiere ser la Ley
y aplasta a su hijo. Una película extraordinaria, en este sentido es
Aflicción
( Aflicttion,
Paul Schrader, 1997), que nos traslada a un microcosmos de la América
profunda y a una historia inquietante de violencia y devastación. El
protagonista, el sheriff Wade Whitehouse, desarrolla en toda la
narración fílmica una deriva personal que nos llega a interrogarnos
sobre la locura. ¿ Se vuelve loco el protagonista, por plantearlo en
términos convencionales ? ¿ o es simplemente un hombre
emocionalmente herido que se refugia en un delirio ? ¿ O es esto la
locura ? ¿ Cual es el papel de la violencia paterna en su historia ?
¿ Es determinante o simplemente un condicionante más ? ¿Estaba
condenado al fracaso como hombre y como padre ? El padre de Wade es
la imagen del padre terrible que encarna la ley arbitraria. Esto es,
para Lacan, la base para la psicosis : un padre que no es el portador
de la ley, de una ley de la que está distanciado, pero a la que se
somete, sino la propia representación de la ley. Es un hombre
violento que maltrata a su mujer y a sus hijos. pero su violencia es
expresión de su prepotencia. Pre-potencia no es potencia, no es
poder : este padre alcohólico necesita la bebida para sostener
su posición, ya que está atrapado por una imagen idealizada de su
padre, un Hombre "que sabe colocar a la mujer en su sitio".
Pero es la ley, sin reservas, sin límites. Wade es el hermano mayor
y el que recibía la violencia directa. Es un hombre perturbado,
desequilibrado. Su hermano pequeño es un solitario profesor de
universidad que vive en el mundo "como un observador",
según sus palabras. El recuerdo de las escenas de violencia del
padre circulan por la memoria pero también en las habladurías de la
gente del padre. El hermano pequeño le dice a Wade que fue él (
Wade) el que está padeciendo los efectos de esta violencia. Wade se
ríe : ¿ la anestesia emocional de su hermano no es otro efecto de
la violencia ? Wade
acaba haciendo lo que le resultaba insoportable, que es repetir los
rasgos de su padre. Es casi alcohólico como su padre, no es un padre
violento pero reacciona con violencia. La violenta prepotente del
padre pasa a ser la violencia impotente del hijo. La impotencia de
Wade se va volviendo insoportable para él. El dolor de muelas que no
soporta es una metáfora de lo insoportable de su situación:
personal, familiar y profesional. Algunos psicoanalistas
consideran que el delirio es una defensa frente a la devastación
psíquica. Wade está al borde de esta devastación y lo único que
encuentra para reconstruir su mundo es aferrarse a un delirio que le
permitirá salir del pozo como un héroe. El delirio, decía Freud,
tiene siempre algo de verdad. ¿ La hipótesis de Wade sobre la
muerte del sindicalista era delirante ? Si lo era porque el delirio
se elabora desde una certeza basada en especulaciones. Podía haber
sido y su hermano se lo sugiere. Pero cuando este "podía haber
sido..." se transforma en esta certeza es cuando podemos hablar
de un delirio paranoico. Tendríamos
con esta película un ejemplo de la incapacidad de un padre de
transmitir este Ideal, este rasgo uranio, que diría Lacan, a su
hijo. De esta manera Wade no puede incorporar este significante que
le permite una identidad personal consistente. No deja de ser una
bala perdida, sin brújula, que acaba en el abismo. Un psicótico más
o menos estabilizado pero que cuando entra en crisis no puede
sostener su mundo y necesita un delirio que lo llevará al desastre.
3. De la desaparición del Padre
real a la redención del Padre simbólico.
El concepto
lacaniano de padre real es complejo, como planteaba en la
introducción, porque puede ser el padre real en el sentido físico
del término y el padre real en el otro sentido que le da Lacan, de
lo que se escapa a nuestras coordenadas de simbolización y de
representación. Pero ahora me referiré exclusivamente al primer
sentido, lo cual me lleva a otra necesaria precisión. El padre real
podría ser el padre biológico, es decir el que ha colocado los
espermatozoides que fecundan el óvulo de la madre. Pero también
puede ser este padre que existe como tal, cumpla o no con su función
simbólica. Voy a referirme a tres casos en los cuales este padre
simbólico aparece para adoptar a alguien que ha perdido a su padre
real. Aunque ya veremos que lo de perdido no siempre es en el mismo
sentido, aunque los efectos sean similares par lo que nos ocupa. Pero
lo que hay de peculiar es que Lacan plantea, en sus últimos
seminarios, que la función paterna la puede ocupar cualquiera, no
necesariamente el padre de carne y hueso. Evidentemente no será lo
mismo el hecho de quién cumple la función y de qué manera lo hace.
Hay un tema interesante, que aparece de manera bastante habitual en
el cine, que es la del hombre que se redime a alguna culpa asumiendo
el papel de padre simbólico de alguien que no es su hijo. Podemos
ver diferentes versiones de este caso, una de las cuales la plantea
Massimo Recalcati4
a través de dos películas de Clint Eatswood. Se trata de Million
Dollar Baby (
Million
Dolar Baby,
Clint Eastwood,2004) y Gran
Torino
( Gran
Torino,
Clint Eastwood, 2005). Para Recalcati es importante lo que
representan los dos personajes, interpretados por el actor y
director, Frankie y Walt respectivamente. La cuestión de la
paternidad está relacionada, dice Recalcati, no con la transmisión
de los bienes sino con la transmisión del deseo. ¿ Qué quiere
decir con esto el psicoanalista italiano ? Quiere decir que el
declive del patriarcado elimina la transmisión del Ideal, este Ideal
que permite la filiación simbólica, ya que heredarse el Ideal se
hereda el Deseo del Otro y este esta es la base para una identidad
personal, simbólica, que ponga un dique, que regule la pulsión.
Frankie y Walt son dos padres fracasados, ya que tienen una hija y un
hijo respectivamente a los que no han sabido transmitirles un Ideal
y, por tanto, un deseo. En el primer caso ni se hablan, en el segundo
se hablan pero no se entienden, en las dos situaciones us hijos les
don totalmente extraños. Ellos se convierten entonces en los padres
simbólicos de una joven, Maggie, y de un joven, Tao. Maggie quería
a su padre, ya muerto, y algo le transmite, muy débilmente, de este
Ideal en el deseo de ser boxeadora, que Frankie recogerá y le dará
forma. Para Recalcati es el ejemplo de un testimonio, en el que un
adulto transmite un deseo, un ejemplo ético. Frankie no es un
modelo, pero esto no importa porque tiene una ética, una experiencia
que transmitir. Todo esto tiene relación con lo que ponía de
manifiesto Giorgio Aganbem sobre la desaparición de la experiencia5.
Porque quizás lo que plantea Recalcati es el ejemplo de un adulto
que cumpla la función simbólica atribuida al padre, ya que como
recordaba Lacan refiriéndose a la frase de André Malraux, "ya
no quedan personas mayores"·. Frankie y Walt son esto, personas
mayores, adultos y éste es su ejemplo ético. Es la autoridad, como
decía Hanna Arendt, que viene de la experiencia.
Quiero
complementar el análisis que hace Recalacati a partir de dos
películas que presentan dos variantes del tema. Una es
Sidney (
Sidney,
Paul Thomas Anderson,1996) y la otra Animal
factory
( Animal
factory,
Steve Buscemi, 2000). Son dos ejemplos en los que también aparece
este padre simbólico, esta persona mayor, que transmite un Ideal, y
a través de él un deseo por el ejemplo. Hay un personaje
enigmático, al margen de las normas sociales, en el primer caso, y
un delincuente preso, en el segundo. Curiosamente hay en las cuatro
películas una historia de redención. En estos dos casos no como
padres fracasados, pero también hay en ellos una redención en el
papel que asumen. Porque Sidney quiere compensar el daño causado al
joven por haber matado a su padre. No se trata de que se sienta
culpable por el crimen, que como pone de manifiesto le resulta justo,
sino por haber privado a John de la función paterna para dar una
orientación a su vida, ya que es una auténtica bala perdida. En el
caso de Earl, en Animal
factory, lo
que hay, a través del papel que asume con respecto a Ron es una
especie de redención de su vida. Es como si tuviera la necesidad de
hacer algo que diera valor a una vida,la a suya, que no es otra cosa
que la pura supervivencia en la cárcel, donde ha vivido y continuará
viviendo toda su vida.
- Hablemos de Kevin
Quisiera acabar
este trabajo con el análisis de una película tan inquietante como
Tenemos
que hablar de Kevin
( We
need to talk about Kevin,
Lynne Ramsay, 2011).El filme se basa en una novela ficticia que
presenta un caso tan fuerte como posible. Aunque son la madre y el
hijo y su relación dual el eje central el papel del padre es
determinante en la tragedia. La película se inspìra en una novela,
aunque con esta mantiene algunos matices diferentes, ya que en la
primera Eva no quiere tener un hijo, aunque acaba cediendo a la
demanda de su marido. En el filme esta falta de deseo se formula de
manera más ambivalente. Ella dice que quiere tenerlo pero está
claro que detrás de esta decisión no hay un deseo, ya que aunque
el padre no formula la demanda si parece haber también un deseo de
paternidad. Una historia que dura dieciocho años y nueve meses,
desde la concepción de Kevin hasta su mayoría de edad. En realidad
empieza antes, porque como sabemos hay toda una carga simbólica e
imaginaria anterior que tiene mucho peso, que es lo que representa
este hijo para el padre y para la madre, el lugar que ambos le
asignan. En estos años, desde el principio hasta el momento de la
tragedia, el padre, Franklin, trata a su hijo como un colega y es
totalmente permisivo con él. Volvemos al planteamiento de Massimo
Recalcati cuando señala como problemática la confusión de
generaciones, en la que el padre y el hijo, una vez adolescente, se
tratan como iguales. Kevin es lo que llama el hijo-Narciso, el que se
ha sometido toda la vida familiar a sus exigencias narcisistas, que
establece una lucha a muerte con su madre. Es como si para vivir
necesitara matar a la madre . Lo cierto es que el rechazo inicial de
la madre hacia el hijo es realmente radical, por lo menos a nivel
inconsciente, Es un desafío y una transgresión permanente, pero no
con respecto al padre sino a la madre, ya que padre no es portador de
la Ley, es una familia sin ley, es como si no se hubiera pasado del
registro imaginario al simbólico. Kevin vive encerrado en un
universo especular y en este mundo está solo él enfrentado a su
madre. No puede resultar más evidente que en esta historia el
carácter autodestructivo del narcisismo. Volvemos aquí a un mundo
donde los adultos se han evaporado. No se trata de que el padre de
Kevin sea autoritario, de que le castigue, aunque ciertamente que no
le pone límites, pero es que además no se comporta como un adulto,
como una referencia ética para Kevin, no puede transmitirle un
deseo, un Ideal. Kevin está aprisionado en el goce mortífero y él
mismo exige límites. Únicamente cuando su madre le tira al suelo y
le lesiona el brazo la ve como portadora de una Ley. Es lo único que
Kevin le reconoce, el acto sincero en que le pone límites. Aunque
sea de manera brutal. En realidad no hay padre simbólico, hay
únicamente un padre real, que existe, y un padre imaginario que es
una sombra. Igual que su hermana, igual que los compañeros del
instituto. El acto de Kevin va dirigido a la madre, los otros son
meros instrumentos para su goce. ¿ Y que tipo de goce le puede
producir a Kevin su acto ? Es el goce sádico con respecto a su
madre. Kevin no mata a la madre ni se mata a él, quiere mantener
indefinidamente el goce de ver a su madre destruida por su acto. ¿
Es un perverso, un psicótico, un psicópata ? De entrada recordemos
que el psicópata no existe en las categorías clínicas lacanianas.
¿ Dónde situamos entonces al psicópata ? Podríamos situarlo en la
perversión. En realidad el sujeto perverso no experimenta culpa ni
angustia, manipula siempre al otro para obtener un goce. El mecanismo
básico del perverso es la negación de la castración.6
Kevinj niega la castración de la madre y la suya propia porque el
padre simbólico no existe. El perverso crea una identidad a partir
del desafío y la transgresión, en el contexto de una complicidad
libidinal de la madre y una complicidad silenciosa del padre. La
única complicidad libidinal de Kevin con Eva es cuando comparten el
secreto del acto violento de la madre y cuando Eva le explica el
cuento de Guillermo Tell. Es como si la flecha se convertirá en el
fetiche. Podríamos decir que la relación libidinosa sádica es una
relación sádica con la madre, en la que goza haciéndole daño.
Kevin no es un psicótico : tiene plena conciencia de su acto
criminal y de sus consecuencias. Cuando la madre le pregunta a Kevin
el porqué de su acto, éste le contesta que pensaba que lo sabía
pero ya no lo sabe. Lo que hace Kevin no es un pasaje al acto porque
Kevin planifica y da un sentido a lo que hace, aunque al final
aparece la duda y con ella la escisión. En todo caso no hay una
padre que limite, que medie, solo hay una sombra que es un
instrumento más para cumplir su goce mortífero.
1DOR,
Joël El padre y su función en psicoanálisis Buenos Aires
: Nueva Visión, 1998
2R.MARZUCA
F.SCHEJTMAN y , M.ZLOTNIK, M. Las dosc clínicas de Lacan.
Introducción a la clínica de los nudos Buenos Aires : Tres
Haches, 2000.
3RECALCATI,
Massimo El complejo de Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso
del progenitor Barcelona,: Anagrama, 2014.
4RECALCATI,
Massimo ¿ Qué queda del padre? La paternidad en la época
hipermoderna Barcelona : Xoroi ediciones, 2015
5AGANBEM,
Giorgio Infancia e historia Córdoba : Adriana hidalgo
editora, 2010
6DOR,
Joël Estructura y perversiones Barcelona : gedisa, 1995
No hay comentarios:
Publicar un comentario