Escrito por Luis Roca Jusmet
Primer idea. Avanzar hacia una enseñanza pública gratuita y de calidad
Una concepción de la enseñanza pública que debe basarse básicamente en los centros públicos y solo de manera subsidiaria en los privados concertados. Esto es lo primero que habría que replantearse, de una manera progresiva . Hay que ir suprimiendo conciertos que no estén justificados ( empezando por los que dividen por sexo ) y el resto mantenerlos como tales o integrándolos en la red pública. Ir, en este sentido, hacia un modelo educativo similar al de los países nórdicos, en los que la enseñanza pública tiene un inmenso prestigio y el un elemento interclasisita de cohesión social. Esto implica que la Generalitat debe aumentar la inversión en educación y el dinero público debería ir hacia los centros públicos. Debería plantearse además la gratuidad del material escolar, como mínimo como objetivo. Es este proceso debería ir consiguiéndose, como mínimo, que las familias sin recursos pudieran acceder a él sin problemas.
Segunda idea : Impartir una educación cívica no doctrinaria
Debe potenciarse la idea de una ciudadana basada en los principios de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Los jóvenes deben adquirir lo que se ha llamado un patriotismo constitucional. Es decir que deben ir interiorizando la idea de la dignidad de todo ser humano y los derechos que se desprende de ella. Conocer la Declaración Universal de los Derechos Humanos, trabajarla en el aula. Entender que esto se concreta en un Estado de derecho y en sus Constitución. Explicar lo que es una democracia liberal como la que que vivimos. Transmitir el respeto a las instituciones y a las leyes.Debería eliminarse totalmente esta voluntad de crear un sentimiento nacionalista. No se trata de crear un sentimiento nacionalista español, Considerarnos parte de España y un proyecto europeista que debe tener una perspectiva cosmopolita. La idea federalista y cosmopolita de que hemos de cooperar y no separar. La historia debe explicarse con la máxima imparcialidad sin buscar la interiorización de un relato con fines políticos de adoctrinamiento.
La religión debe estudiarse en los centros educativos desde el punto de vista histórico y cultural, nunca de manera confesional. No pueden ser profesores contratados por la Iglesia sino profesores de ciencias sociales que impartan la materia de una manera manera objetiva y dentro del currículum habitual.
Respecto a la cuestión de la lengua hay que valorar la importancia de vivir en una sociedad bilingüe. Hay que conseguir que en la educación secundaria los alumnos acaben dominando el catalán y el castellano, y por supuesto tener una buena base de inglés. El equilibrio entre catalán y castellano debe plantearse de una manera flexible pero siempre respetando que un 25 % de las clases han de ser en castellano y sin necesidad de que lo pida ninguna familia. Estamos hablando de que aparte de la materia de castellano otra asignatura troncal se de en esta lengua. Dicho de otra manera, el bilingüismo como algo que hay que mantener y no como algo que hay que eliminar.
Tercera idea : La educación debe posibilitar el acceso de los jóvenes al acceso a una cultura básica. Para ello hay que entenderlo como transmisor de una herencia cultural. La educación no ha de ser simplemente un aprendizaje de procedimientos para movernos en un mercado de trabajo flexible y cambiante. La educación debe servir para aprender conocimientos y saberes que vienen de una larga tradición cultural que es la europea. No para desarrollar una conciencia eurocéntrica sino para valorar nuestra propia filiación simbólica en el sentido amplio. En este sentido es importante volver a dar un papel importante a las humanidades frente a lo científico-tecnológico. La educación ha de servir para aprender a escuchar, a leer, a hablar y a escribir. No será el aprendizaje de las nuevas tecnologías ( TIC). No se trata de despreciar la importancia de estas últimas, sino de darle el papel que le corresponde. Es importante mantener el libro como un instrumento educarivo y hacer que los estudiantes escriban. Que aprendan a explicarse sin hacer un power point que van leyendo. No hay ninguna fórmula mágica en la educación, como parecen pensar las autoridades educativas catalanas cuando se apuntan a las últimas teorías pedagógicos. Trabajar por proyectos puede ser útil en alguna etapa y en algunas materias pero también son importantes las clases magistrales bien dadas. Recuperar la autoridad simbólica del profesor como de alguien que sabe algo que debe transmitir. Para ello es importante formar profesores que no solo sepan la materia sino que quieran enseñarla y sepan hacerlo. Es importante aquí entender que esta formación no vendrá por psicopedagogos sino por profesores experimentados. Hay que buscar aquí más formas de flexibles de jubilación para que los profesores con reconocida valía puedan orientar las prácticas, que tampoco están bien planteadas, de las nuevas incorporaciones.
Cuarta idea : Un centro educativo público no es una empresa
Otra idea importante a desarrollar es que un centro público de enseñanza no es una empresa. Considerar que es una empresa tiene varias implicaciones. La primera es que los usuarios son clientes y los centros deben adaptarse a sus demandas. La segunda es que debe gestionarse según un modelo empresarial. La tercera es que debe haber una evaluación externa en función de resultados que sean cuantificables.
Frente a este planteamiento hay otro que me parece el más adecuado. Para empezar la enseñanza pública debe considerarse como un derecho frente al cual el Estado debe garantizar los medios para hacerlo. Las familias y los jóvenes acceden por tanto a un derecho y todos los centros deben tener las garantías de calidad. En este sentido no hay adecuación a una demanda sino a un derecho, que no es lo mismo. Los estudiantes y sus familias no son clientes sino usuarios de un servicio público. El segundo punto es que aunque el director ha de tener una autoridad real hay que potenciar un funcionmaiento participativo y no jerárquico en los centros educactivos públicos. La tercera es que han de ser los inspectores educativos los que han de ir evaluando el funcionamiento del centro y no agencias externas. Y que los resultados son cualitativos y no cuantitivos. Ni la cohesión social puede cuantifiacrse en términos de cantidad de expedientes, de faltas, de faltas de aistencia. Ni los resultados educactivos en pruebas externas que son muy limitadas para captar los que los estudiantes han conseguido a nivel de hábitos de leer, de hablar, de escribir y de pensar. Las pruebas no pueden transformarse en el objetivo.
La escuela no debe estar ni al servicio del capitalismo ni del nacionalismo. La escuela debe ser la grantía de un derecho para todos que pueda permitirnos avanzar hacia una sociedad más libre, más justa y más abierta. Este sería el sueño de lo que debería ser la educación en una Cataluña postnacionalista. No una escuela que cultivara el sentimiento identitario sino que avanzará hacia lo universal a partir del respeto a lo singular, lo propio de cada cual.
Quinta idea : Los centros públicos deben de estar bien gestionados. Debe haber un equipo directivo que asuma sus responsabilidades. Pero debe evitarse el funcionamiento jerárquico y el clientelismo. Los centros denem tener autonomía real, pero dando al consejo escolar y al claustro poder real en los ámbitos que le corresponden.
Quinta idea : Los centros públicos deben de estar bien gestionados. Debe haber un equipo directivo que asuma sus responsabilidades. Pero debe evitarse el funcionamiento jerárquico y el clientelismo. Los centros denem tener autonomía real, pero dando al consejo escolar y al claustro poder real en los ámbitos que le corresponden.
No sé porqué tu sensato proyecto debiera limitarse
ResponderEliminara Cataluña, quitando el asunto bilingüismo es extensible
al resto de España, perdón, perdón...sigue siendo España
Sería también interesante explicar que el hecho de que haya
dos lenguas oficiales no significa superioridad
sobre los lugares donde sólo se habla una.
Y de paso explicar que la riqueza de Cataluña no hubiera sido posible
sin los inmigrantes de regiones pobres, y que hoy todo eso está
mezclado y que seguir con las distinciones arbitrarias y levantando barreras
se acerca peligrosamente al racismo.
Y no es por nada, pero debido a las rupturas familiares sigue
habiendo abundantes trasvases de alumnos viajando entre Cataluña
y Andalucía, y todo ese tema de la imposición de una sola lengua no ayuda
en esta realidad.
Tienes razón, Ana. Es que el artículo lo hice inicialmente para un informe sobre Cataluña. Publicado aquí sigo tu recomendación y amplio el título.
ResponderEliminarOtra mejora para la enseñanza en nuestro país
ResponderEliminarnorte sur, este oeste e islas en este post a propósito
de la clase de religión. Has de bajar para llegar a los audios
y debates que tuvieron lugar en el último congreso de la Asociación
andaluza de filosofía en septiembre de 2016 y que me parecieron memorables
sobre el controvertido asunto del que nadie habla, pero que ahí
está, estorbando, en particular al profesorado de filosofía
que nos hemos convertido en los "alternativos" de una hora semanal a la religión. Pero no es
posible, que nos echen ya del todo es lo siguiente
http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2016/09/escuela-y-religion-en-espana.html