Escrito por Luis Roca Jusmet
Hanna Arendt tiene un
interesante artículo sobre la crisis de la educación. Lo escribe en 1958, pero
me parece que tiene una gran actualidad. Actualidad quiere decir que nos
permite pensar el presente. No quiero recetas, quiero material para pensar lo
actual. Este breve pero condensado texto de Hanna Arendt nos lo facilita.
Para la filósofa alemana hay tres causas que explican la crisis del sistema educativo (ella se refiere al de USA, que como sabemos se ha globalizado).
La primera es consecuencia de lo que ella califica como la desaparición de la autoridad en el mundo moderno. El mundo moderno no es lo mismo que la época moderna. El mundo moderno aparece, para hanna Arendt, desde la explosión de la bomba atómica. Autoridad quiere decir reconocimiento. Los niños y los adolescentes no reconocen a los adultos como una autoridad, como alguien que está por encima de ellos porque está formado y ellos no. Como no reconocen la autoridad se constituyen en un grupo con su propia dinámica y sus propios líderes y opiniones. Esto lleva, dice, a la tiranía de la mayoría. No hay criterio, solo hay fuerza. Y tiene más fuerza el que tiene la mayoría, aunque no tenga razones. Es lo que Aristóteles llamaba la demagogia. Aquí hay que constatar, dice Hanna Arendt, como la emancipación de los niños y de los adolescentes la tercera gran emancipación de los últimos tiempos, pero que se ha de valorar de manera contraria que los anteriores. la emancipación de los trabajadores y de la mujer tienen un sentido positivo, liberador. Son emancipaciones reales en el sentido que se rompen unas cadenas. Pero la emancipación de los niños puede ser también mortífera: para ellos mismos y para el mundo. Se pierde la tradición, pero no entendida de manera inmovilista, sino como como continuidad abierta a la transformación. La cultura es una herencia y sin la autoridad del pasado no hay cultura posible. Quizás este sea el efecto negativo de un movimiento juvenil tan ambiguo y ambivalente como el que tuvo como síntoma más claro el Mayo del 68.
La segunda es el dominio de la pedagogía, entendida como ciencia de la educación. la pedagogía como un supuesto saber de los que saben cómo enseñar cualquier cosa. Enseñar es un procedimiento que apodemos aplicar a cualquier contenido. Quizás la versión más radical de este planteamiento sea el Maestro ignorante defendido por Jacques Rancière. El maestro es el que domina la voluntad, no la inteligencia, el que es capaz de motivar, no de enseñar. Hoy se habla de enseñar competencias ( antes se ddecía procedimientos). Para Hanna Arend, en cambio, el maestro es aquel que ama lo que sabe y que desea transmitirlo. El maestro es conservador porque es el portador de la cultura, que debe ser ser primero asimilada y luego transformada.
No se trata de enseñar a ser crítico y creativo. Por lo menos habría que matizar mucho estas afirmaciones. Se trata de enseñar a formarse un criterio y solo después se puede y debe ser crítico. Se trata de recibir y una vez asimilado lo que nos enseñan se puede ser capaz de aportar algo nuevo. Pero el sentido crítico y la creatividad exigen un largo esfuerzo de asimilación.
Para la filósofa alemana hay tres causas que explican la crisis del sistema educativo (ella se refiere al de USA, que como sabemos se ha globalizado).
La primera es consecuencia de lo que ella califica como la desaparición de la autoridad en el mundo moderno. El mundo moderno no es lo mismo que la época moderna. El mundo moderno aparece, para hanna Arendt, desde la explosión de la bomba atómica. Autoridad quiere decir reconocimiento. Los niños y los adolescentes no reconocen a los adultos como una autoridad, como alguien que está por encima de ellos porque está formado y ellos no. Como no reconocen la autoridad se constituyen en un grupo con su propia dinámica y sus propios líderes y opiniones. Esto lleva, dice, a la tiranía de la mayoría. No hay criterio, solo hay fuerza. Y tiene más fuerza el que tiene la mayoría, aunque no tenga razones. Es lo que Aristóteles llamaba la demagogia. Aquí hay que constatar, dice Hanna Arendt, como la emancipación de los niños y de los adolescentes la tercera gran emancipación de los últimos tiempos, pero que se ha de valorar de manera contraria que los anteriores. la emancipación de los trabajadores y de la mujer tienen un sentido positivo, liberador. Son emancipaciones reales en el sentido que se rompen unas cadenas. Pero la emancipación de los niños puede ser también mortífera: para ellos mismos y para el mundo. Se pierde la tradición, pero no entendida de manera inmovilista, sino como como continuidad abierta a la transformación. La cultura es una herencia y sin la autoridad del pasado no hay cultura posible. Quizás este sea el efecto negativo de un movimiento juvenil tan ambiguo y ambivalente como el que tuvo como síntoma más claro el Mayo del 68.
La segunda es el dominio de la pedagogía, entendida como ciencia de la educación. la pedagogía como un supuesto saber de los que saben cómo enseñar cualquier cosa. Enseñar es un procedimiento que apodemos aplicar a cualquier contenido. Quizás la versión más radical de este planteamiento sea el Maestro ignorante defendido por Jacques Rancière. El maestro es el que domina la voluntad, no la inteligencia, el que es capaz de motivar, no de enseñar. Hoy se habla de enseñar competencias ( antes se ddecía procedimientos). Para Hanna Arend, en cambio, el maestro es aquel que ama lo que sabe y que desea transmitirlo. El maestro es conservador porque es el portador de la cultura, que debe ser ser primero asimilada y luego transformada.
No se trata de enseñar a ser crítico y creativo. Por lo menos habría que matizar mucho estas afirmaciones. Se trata de enseñar a formarse un criterio y solo después se puede y debe ser crítico. Se trata de recibir y una vez asimilado lo que nos enseñan se puede ser capaz de aportar algo nuevo. Pero el sentido crítico y la creatividad exigen un largo esfuerzo de asimilación.
La tercera es lo que hoy llamamos el constructivismo (
y que Hanna Arendt llamaba pragmatismo). Es la consideración de que
solo se aprende a través de la experiencia y el juego. Que no se aprenden
conocimientos sino habilidades. Primer dogma: el niño debe ir aprendiendo a
partir de su experiencia ( vivencias, preconceptos). No se le puede enseñar
porque no puede entender algo que no conoce. ¿porqué no? ¿ porqué no podemos
considerar el aprendizaje como un salto en el vacío ? El segundo dogma es que
aprender debe ser un placer. Esto implica confundir el placer con el deseo. El
deseo viene de la falta. Los humanos tenemos una falta estructural que puede
orientarse hacia la búsqueda del saber. Esta debería ser la base de la
educación. No un placer lúdico sino la inquietud que surge cuando falta algo,
falta que no taponamos cuando aparece. El tercer dogma es que las habilidades son
algo formal que se puede aprender sin contenidos.
Para Hanna Arendt la crisis de la educación viene de la crisis de la política. Porque es la crisis de la política la que genera el cuestionamiento de la autoridad y de la tradición (como vinculación a los orígenes). Me parece que es más dialéctico, hay una interacción. Y que además ambas tienen que ver con la consolidación del capitalismo y del neoliberalismo. En un sentido amplio, no solo económico. Tienen que ver con la cultura de masas y la sociedad de consumo (de la que sí habla la filósofa). Tiene que ver con la mercantilización global.
Para Hanna Arendt la crisis de la educación viene de la crisis de la política. Porque es la crisis de la política la que genera el cuestionamiento de la autoridad y de la tradición (como vinculación a los orígenes). Me parece que es más dialéctico, hay una interacción. Y que además ambas tienen que ver con la consolidación del capitalismo y del neoliberalismo. En un sentido amplio, no solo económico. Tienen que ver con la cultura de masas y la sociedad de consumo (de la que sí habla la filósofa). Tiene que ver con la mercantilización global.
El psiconanálisis lacaniano ha pensado bien el tema, a partir de estos comentarios de Hanna Arendt. Es lo que llaman el declive del Nombre del Padre, del Otro simbólico, de los ideales. la ruptura de las mediaciones simbólicas en el goce y la irrupción de un goce directo a partir de los objetos. La falta de Ideales reguladores. la confusión del deseo con la demanda. el niño, el adolescente pide y sus demandas se convierten en absolutas. El amor de los padres es incondicional y no hay que pagar nada por obtener el goce. La frustración se vuelve intolerable. Aparecen así los trastornos de la época: hiperactividad, trastorno bipolar ( afecciones maníacas). El goce es autista: el partenaire es el objeto ( la droga, el objeto ). Y el rechazo inconsciente al consumo produce la anorexia.
Mientras tanto, en la escuela hay la segregación interna del que está aislado en el aula. Se impone un modelo que, bajo la apariencia de diversidad, es totalmente homogeneizador. Se impone a la fuerza un modelo de educación a quien no quiere aprender lo que le enseñan. Se piensa que la falta de autoridad, la caída de la ley y del ideal se puede sustituir por la reglamentación. Que la falta de motivación de unos profesores que no pueden transmitir nada si no se les reconoce su saber ni hay deseo de aprender, puede ser sustituida por evaluaciones externas.
El neoliberalismo ya está desarrollando su estrategia. frente a él reacciones impotentes de tipo nostálgico. Frente a la caída de la autoridad, o máxima reglamentación o autoritarismo. Pero lo que se necesita es una autoridad sin autoritarismo, basada en el reconocimiento, en la autorización. El que tiene autoridad no necesita ni la persuasión ni la fuerza, planteaba Hanna Arendt. Este es el difícil reto.
No se trata de enseñarles a ser competentes. ¿Qué quiere decir competencia social o competencia lingüística, o competencia emocional? Se trataría, más bien, de enseñarles el mundo de la cultura que vale la pena conservar: el conglomerado heredado que hay que actualizar. También a formar el carácter, como decían los antiguos. Pero no pretender enseñarles a vivir, porque la vida se aprende viviendo. Hay que orientarles, no hacerlos competentes. Ellos madurarán y aprenderán si les facilitamos el camino, no si les enseñamos "como vivir" ¿es que alguién puede hacerlo si no es desde el poder pastoral del sacerdote o sus seguidores laicos ? Y menos que nadie los adultos infantilizados en que nos ha convertido la emancipación de los niños. En el fondo, adultos prematuros condenados a la adolescencia eterna.
Excepto en lo de la anorexia;) de acuerdo en todo. Excelente Luis
ResponderEliminarUna sorpresa,Pepe. bueno, no tanto, Cuando ví que enviabas un artículo más sobre el sorteo ya pensé que no estabas tomando el sol en la playa,ja,ja. Bueno, aquí he planteado una de las explicaciones que dan los lacanianos sobre la anorexia. ¿ Como lo plantearias en pocas palabras emn el contexto del artículo ?
ResponderEliminarUn abrazo
Pero esta manifestación de anorexia existe, Pepe, el la anorexia ascética. Está claro que hay otra anorexia que tiene relación con la imagen idealizada ¿ Como lo situarias ? ¿ como un narcicismo autista o como una forma de demanada del otro, de búsqueda de reconocimiento ? En este caso sería una manifestación actual de la histeria de tiempos freudianos ? Personalmente pienso que se dan todos los casos. La anorexia es una moda, en el sentido de "modo social" y detrás del hecho social hay tendencias patológicas diversas.
ResponderEliminarSi Hannah Arendt hubiera conocido el caso español a fondo todavía habría visto más ejemplificado ese lazo nefasto política-educación. La política desastrosa, sólo como transacción y reparto de poder entre "los de siempre". Y luego el espectáculo de ese partido en el poder, pringado hasta las cejas en la corrupción que nos quiere colocar una ley de educación. Señores ¿qué educación con el ejemplo de inmoralidad, mentira y trapisonda que estáis dando? penoso país desde el punto de vista "ëtica pública". Educar se educa desde la autoridad reconocida, primer punto. Pero la autoridad no consiste en lo que la derecha pretende con sus reformas a lo Esperanza Aguirre para "dotar de mayor autoridad al profesor". No va por ahí la cosa. Va por el asunto moral de la cuestión.
ResponderEliminarEn lo que me concierne y para no irme por las ramas, he vivido casos en que son en las relaciones de poder que se establecen dentro del propio centro educativo donde está la "inmoralidad" que insmiscuye la mala política, el "poder", por delante de esa autoridad que se debe reconocer al profesor en su aula y en su asignatura. Pero estas relaciones de poder viciadas que se puede encontrar cualquiera en un centro educativo español, no son más que un reflejo de cómo se vive la política y lo político en general en este país. Y los de fuera, léase inspección, apoyan por definición al poder, sea como sea ese poder. Porque en el fondo, y eso año tras año lo he ido comprobando en mis propias carnes y ajenas, no importa averiguar cuál es la raíz de la cuestión y solucionarla, no importa el asunto que nos ha convocado en el centro educativo, la educación de los chavales. La política, la mala política, manda en todo. Nadie pone las cartas boca arriba y todos quieren salvar su pellejo, léase su cara, su sueldo, su puesto, su sonrisa profidén en los claustros.
Mucho hablar de educación, pero el señor Wert que hoy defiende su ley en el congreso, jamás en su vida ha pisado un centro educativo y no tiene ni idea de qué habla. Sabrá de los intereses de los grupos que apoyan este gobierno. Eso sí, todos sabemos de que gobierno forma parte y nos tragaremos su ley por narices. No sé en qué tómbola le tocó ese ministerio.
La Arendt tendría para darnos un buen repaso.
Hola Ana. Tienes razón en todo lo que dices. Totalmente de acuerdo. Pero la problemática e stodavía más profunda. Es la propia sociedad, más allá de la educación y de la política, la que está en crisis.
EliminarUn abrazo
Los trastornos de la época :
ResponderEliminarHiperactividad, es una creación de la industria farmacéutica para comercial particularmente el Ritalin y el trastorno bipolar esa macrociclotimia pautada ha existido siempre, solo que no es correctamente diagnosticada.
En la anorexia lo pueda satisfacer . Es decir come , comportamiento asintótico “se acerca continuamente a la recta” pero “sabe” que no la encontrará jamás y entonces “devuelve” la comida “ por cuanto frustrado.Hasta que deja de intentar.Muy lúcido.
No son los niños sino los padres , el Otro quien han dejado vacio un Lugar.
Autoridad que no es obedecida (cualquiera sea la forma en que se exprese) no es autoridad.
¿Sabes que Hanna Arendt dijo que una mujer que dá órdenes no es femenina, que no identifica a la mujer en esa función?
Cariños Luis
Hola Inés.
ResponderEliminarLo que dices es cierto. La industria farmacéutica cierra el cícrculo. Invención de enfermedades, malos diagnósticos. Pero destrás este malestar subjetivo : nerviosismo, desorientación, impulsividad, falta de tolerancia a la frustración de niños y adolescentes.
Buena puntuación sobre la anorexia.
Lo de las funciones del hombre y la mujer, del padre y la madre...muy complejo. No voy a reivindicar el patriarcado, aunque para algunos es la causa d ela pérdida de la autoridad. Como también dijo Hanna Arebdt la emancipación de la mujer sí es un lugro.
¿ Como reordenar la diferencia de sexos, la diferencia de funciones ? ¿ como levantar una nueva autoridad ?
Esta es la cuestión
Abrazos Inés
Si, Luis; Hanna Arendt afirma que la emancipación de la mujer es un logro pero sigue siendo una mujer machista.
ResponderEliminarEl machismo sigue prosperando porque gran parte de las mujeres lo sostienen (por comodidad).Lamentan las desventajas “formalmente” pero se valen de todas las ventajas.
La diferencia de sexos solo es biológica, en razón de la función reproductiva.
El Edipo de Freud solo es válido en el patriarcado.
Otro personaje mítico, distinto de Edipo, dará cuenta en el futuro de la configuración psíquica.
Será la madre quien escinda la diada sin que intervenga la “función paterna” a estos efectos y dará lugar al Nombre del Padre y ambos ingresarán al sujeto en la Ley.
La autoridad debe ser compartida.
Estamos en una época de transición.
Cariños, Luis.
Perfecto, Inés. No se podía decir mejor. Eres genial, de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Luis
ResponderEliminarPersonalmente, no creo que la oposición ascetismo/mercado sea relevante. Toda ascesis se produce para una norma de buena vida; toda norma de buena vida configura un mercado. La literatura psicoanalítica y de ciencias sociales se queda con el momento espiritual porque 1) ayuda a distinguir el ascetismo de los mercados corporales de clase alta e ilustrada de los supuestamente banales de las chicas vulgares 2) Lo que se hace porque ayuda, en muchas ocasiones, a justificar como excelso el propio ascetismo.
Quien come para no defraudar a su madre es tan ascético como quien desea probar su autocontrol de acuerdo con una norma intelectual-y de un mercado donde esa norma se encarna. Quien quiere satisfacer a su familia en la hora de la comida se debe tanto a un mercado como quien va a la disco o a una reunión de fans de poetas de vanguardia.
Un abrazo
Hola Pepe,
ResponderEliminarGracias por la precisión, sobre la que merece la pena pensar. Me parece muy clarificadora.
Un abrazo