Luis Roca Jusmet
Michel
Foucault desarrolla, en el Collège de France, un curso a finales de 1978 y principios de 1979 que titula "El
nacimiento de la biopolítica". Foucault hace el resumen
prescriptivo del curso, pero no se conoce su desarrollo completo hasta que la
editorial francesa Seuil/Gallimard no publica la transcripción de la
grabación del curso el año 2004, editada por Michel Serrellart y
dirigida por François Ewald y Alessandro Fontana. La traducción
española, muy correcta, es de Horacio Pons y la publica la editorial
Akal el año 2009.
Este curso viene a ser la
continuación del anterior, que llamó "Seguridad, territorio,
población". Como el mismo Foucault reconoce, en el curso sobre biopolítica casi solamente trata el neoliberalismo, tema que inicialmente había pensado como una introducción. Pero Foucault tiene una idea inicial y su propio proceso de investigación determina el resultado final de cada curso. La idea final es la de entrar a fondo en la biopolítica en curso siguiente, que llamó
"El gobierno de los vivos". Pero tampoco será así ya que empieza a interesarse por el cristianismo antiguo y las filosofías helenístico-romanas que le llevarán a la problemática de la transformaci´pon del sujeto por la verdad.
El "Nacimiento de la biopolítica" presenta, de todas formas, problemáticas políticas muy interesantes. Hay, de entrada, una definición de la biopolítica , entendida como la administración
de la vida de una determinada población. Implica una racionalización de
la práctica gubernamental con la finalidad del control de la vida de la población
: salud, higiene, nacimiento, muerte, longevidad... El liberalismo es
una gubernabilidad basada en la exigencia de la mínima actuación del poder
del Estado a partir de la simplificación y del refinamiento de sus
procedimientos. El mejor Estado será el que interviene menos para conseguir sus objetivos. El liberalismo sustituye la verdad por la racionalidad como criterio de
gubernabilidad.
A partir del empirismo inglés ( Locke, Hume) aparecerá un sujeto nuevo, que es el sujeto de interés.). SUjeto directamente ligado, por supuesto, a la generalización de la economía de mercado. No hay soberano en la economía, esta es una cuestión importante. Y la base de la sociedad para el liberalismo es el Mercado. Hay un sujeto del interés ( que rige el mercado y que nunca renuncia a su interés personal ) y un sujeto del derecho ( que es la base del contrato social), que implica una renuncia al interés personal por el común. Hay una tensión entre estos dos sujetos que se resuelve planteando que tanto uno como otro acaban beneficiando al sujeto. Por una parte hay que defender en el mundo económico los propios intereses y por otra, en el mundo político, renunciar al interés propio en nombre de la soberanía de todos, que nos acaba beneficiando.
El liberalismo parte, por tanto, del axioma de que a nivel económico hay que buscar el propio interés porque esto beneficia al conjunto.Y que a nivel político hay que buscar el interés común porque esto beneficia el propio interés. Políticamente hay que ceder parte a la propia libertad para gobernar según el contrato social. Entonces se delega la soberanía en el Estado. El único Estado moderno es propiamente el Estado liberal.
A partir del empirismo inglés ( Locke, Hume) aparecerá un sujeto nuevo, que es el sujeto de interés.). SUjeto directamente ligado, por supuesto, a la generalización de la economía de mercado. No hay soberano en la economía, esta es una cuestión importante. Y la base de la sociedad para el liberalismo es el Mercado. Hay un sujeto del interés ( que rige el mercado y que nunca renuncia a su interés personal ) y un sujeto del derecho ( que es la base del contrato social), que implica una renuncia al interés personal por el común. Hay una tensión entre estos dos sujetos que se resuelve planteando que tanto uno como otro acaban beneficiando al sujeto. Por una parte hay que defender en el mundo económico los propios intereses y por otra, en el mundo político, renunciar al interés propio en nombre de la soberanía de todos, que nos acaba beneficiando.
El liberalismo parte, por tanto, del axioma de que a nivel económico hay que buscar el propio interés porque esto beneficia al conjunto.Y que a nivel político hay que buscar el interés común porque esto beneficia el propio interés. Políticamente hay que ceder parte a la propia libertad para gobernar según el contrato social. Entonces se delega la soberanía en el Estado. El único Estado moderno es propiamente el Estado liberal.
El fascismo y el estalinismo no son una
amplificación del Estado sino un síntoma de su declive. El Estado
es una estructura administrativa de tipo jerárquico. En el fascismo
y el estalinismo hay una relación directa entre el Líder y las
masas y el partido sustituye la estructura burocrática del Estado.
Hay un estudio del
neoliberalismo a través del modelo alemán, que se desarrolla en la
postguerra, y el neoliberalismo norteamericano que se empieza a
elaborar en los años sesenta. El liberalismo consideraba que el
Estado debía evitar intervenir en la base de la sociedad, que es el mercado, regido por su mano invisible. El neoliberalismo, por el
contrario, defiende la intervención del Estado. Y cada una de estos
dos modelos de neoliberalismo ( el teorizado en la alemania d ela postguerra y el que parecerá en EEUU) lo hace en un sentido
diferente. La intervención neoliberal según el modelo alemán debe
garantizar el funcionamiento del Mercado, pero al mismo tiempo evitar
la pobreza absoluta. Esto hace que defienda un impuesto negativo (
que es un antecedente de lo que defienden hoy los partidarios de la
renta básica). También una educación y una sanidad pública
entendida de manera asistencial, como garantía de evitar esta pobreza absoluta. Pero nunca
entendida en términos de redistribución o de nacionalización, porque entonces
serían formas de distorsionar el Mercado.
El neoliberalismo norteamericano defiende, por el contrario, el modelo de empresa por encima del modelo de mercado. La empresa entendida como modelo óptimo de racionalidad, que debe extenderse a todos los ámbitos. No sólo a la sanidad, a la educación y a cualquier servicio público. También a las asociaciones, los partidos e incluso la familia. En último término será el propio individuo el que debe funcionar como una empresa y pensarse en término de capital y de inversiones, de recursos, de beneficios y de pérdidas.
Horizonte muy interesante que nos abre Foucault, treinta y pico de años después del curso y de la extensión del neoliberalismo a nivel cada vez más globalizado. Lo importante es que este neoliberalismo es el que ha dominado a partir de la conversión de la derecha ( Tatcher, Reagan) y de la izquierda ( Blair, Clinton) institucionales. Es importante entender así el neoliberalismo como un estilo de razonar que se ha ido imponiendo y que hay que analizar a fondo. Si lo reducimos a su peor expresión, que es la desrregularización de los mercados financieros y del mercado, no podemos entender de donde viene su fuerza.
El propio Foucault, cada vez más atraido por la tendencia de Michel Rocard en el Partido Socialista Francés, parece de alguna fascinado por este neoliberalismo, aunque no dejará nunca de mantener una posición crítica con respecto a él.
En todo caso, Michel Foucault nos da nuevamente un buena caja de herramientas para pensar en el presente.
El neoliberalismo norteamericano defiende, por el contrario, el modelo de empresa por encima del modelo de mercado. La empresa entendida como modelo óptimo de racionalidad, que debe extenderse a todos los ámbitos. No sólo a la sanidad, a la educación y a cualquier servicio público. También a las asociaciones, los partidos e incluso la familia. En último término será el propio individuo el que debe funcionar como una empresa y pensarse en término de capital y de inversiones, de recursos, de beneficios y de pérdidas.
Horizonte muy interesante que nos abre Foucault, treinta y pico de años después del curso y de la extensión del neoliberalismo a nivel cada vez más globalizado. Lo importante es que este neoliberalismo es el que ha dominado a partir de la conversión de la derecha ( Tatcher, Reagan) y de la izquierda ( Blair, Clinton) institucionales. Es importante entender así el neoliberalismo como un estilo de razonar que se ha ido imponiendo y que hay que analizar a fondo. Si lo reducimos a su peor expresión, que es la desrregularización de los mercados financieros y del mercado, no podemos entender de donde viene su fuerza.
El propio Foucault, cada vez más atraido por la tendencia de Michel Rocard en el Partido Socialista Francés, parece de alguna fascinado por este neoliberalismo, aunque no dejará nunca de mantener una posición crítica con respecto a él.
En todo caso, Michel Foucault nos da nuevamente un buena caja de herramientas para pensar en el presente.
este artículo del blog de podemos "Esto es una plaza y es inteligente" me ha parecido impresionante. Cómo hacer para no pderder en lo irrelevante, que salgan adelante las propuestas que interesan, que se queden atrás los trolls, cómo se combina la opinión ciudadana con la experta...
ResponderEliminarhttp://podemos.info/demoblog/esto-es-una-plaza-y-es-inteligente/
Los procesos de democracia participativa llevados a cabo en red le han dado un giro a la casposa política española, los expertos en internet y redes sociales de Podemos cuentan lo que han aprendido sobre cómo moderar y llevar los debates, y como nuevas aplicaciones ayudan a una nueva forma de hacer política. Se reconcilia una con su propio país, por una vez en serio y sin que sirva de precedente, smos primeros en algo que no es fútbol
http://blogs.publico.es/el-cuarto-poder-en-red/2014/09/22/podemos-llevar-a-cabo-procesos-de-democracia-y-participacion-masivos-y-efectivos-habla-el-equipo-de-participacion-de-podemos/
http://propolis-colmena.blogspot.com.es/2014/09/la-burbuja-digital-de-podemos.html
Macri no leyo Foucault nunca.
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