Escrito por Luis Roca Jusmet
Me he
leído un texto de Gilles Deleuze sobre Spinoza. Es una vieja
traducción ( Francisco Monge, 1974) de la Editorial Labor titulada
Spinoza, Kant, Nietzsche . El original se llamaba Spinoza.
La Philosophie critique de Kant y Nietzsche. Recoge
escritos diversos : Spìnoza
(1970), La Philosophie critique de Kant
( 1963) y Nietzsche (
1965). Deleuze es un filósofo y lo es no solamente por su trabajo
teórico ( que él define como el de creador de conceptos) sino por
la manera como está ligado a la tradición a través de algunos de
sus representantes. Los textos no son exactamente juveniles, ya que
Deleuze los escribió entre los cuarenta y cincuenta años. A ellos
podríamos añadirles otro anterior sobre Hume. Posteriormente lo
hará sobre Bergson y Leibnitz. Los autores seleccionados por Deleuze
nos muestran un itinerario personal que nada tiene que ver con las
clasificaciones de manual. Su lectura tampoco es la de un filólogo o
un academia : son materiales para este trabajo conceptual creativo y
recreativo que se propone Deleuze.
Personalmente he de reconocer que no he tenido la paciencia ni de
leerme las obras completas de Spinoza ni las de Deleuze. Pero algo he
leído y algo importante he aprendido de estas lecturas. Ambos me
resultan profundamente estimulantes. Quería escribir algunos de
estos puntos sugerentes que he encontrado en el texto de Deleuze
sobre Spinoza. Aunque entro aquí en algún momento en si la lectura
que Deleuze hace de Spinoza es fiel, no es esta la cuestión que me
interesa. Ni tan siquiera si lo es mi lectura de lo que Deleuze dice
sobre Spinoza. Lo que importa es el trabajo conceptual y lo voy a
hacer señalando puntos de ruptura entre Spinoza y Nietzsche, puntos
que precisamente Deleuze no contempla. La línea materialista que
defiende Deleuze es Epicuro-Spinoza-Nietzsche. Pero utilizaré aquí
mi lectura de Nietzsche y no la de Deleuze,
La filosofía de Spinoza, dice Deleuze, es una filosofía
materialista radical porque es una filosofía sobre el cuerpo. El
pensamiento es un atributo que se corresponde con el cuerpo: es la
idea de cuerpo. Pero el pensamiento y sus ideas son básicamente
inconscientes. La conciencia es el elemento más superficial y el
lugar de la ilusión. La conciencia produce ideas inadecuadas (
tercer grado, el inferior, de conocimiento). Son confusas y parciales
porque ignoran las causas o, lo que es peor, toman los efectos por
causas. De esta forma creemos que ilusiones de la conciencia como las
causas finales o el libre albedrío son las causas de las acciones
humanas. Actuamos por las afecciones que nos causan los objetos. Las
afecciones son los modos como somos afectados por los atributos de la
sustancia.: son los estados del cuerpo y de la mente. Un afecto es un
cambio de estado.
Otra ilusión de la conciencia es la del Bien y el Mal, que
sencillamente no existen. Es lo bueno y lo malo para alguien. Bueno
es lo que aumenta la acción, la potencia, lo fuerte, lo libre, lo
razonable. Malo es lo que disminuye la potencia, lo que hace esclavo,
lo débil, lo irracional. Son dos modos de existencia. Podemos ver
aquí una lectura con la que Deleuze puede vincular a Spinoza con el
otro filósofo que más influencia ha tenido sobre él. La filosofía
centrada en el cuerpo, la negación de los hechos morales, los dos
modos de existencia, la denuncia de la conciencia y sus ilusiones son
también temas nietzscheanos. Ahora bien, hay un punto claramente no
coincidente que es el de la razón. Para Nietzsche la razón nunca
está del lado de lo fuerte, de lo libre, de la potencia.
Spinoza nos propone una ética
contra la moral. Deleuze defiende el deseo spinoziano como idea del
conatus, de la potencia. Este conatus, hasta cierto punto, podría
parecerse a la voluntad de poder nietzscheana pero le falta el
elemento destructivo de éste. Hay que abstenerse del deber, de la
obediencia. Aquí hay un punto interesante, que es esta
contraposición entre la ética y la moral. La ética es el camino
del deseo y la libertad, mientras que la moral es el de la ley. Nos
recuerda las transformaciones de Zaratustra. Nietzsche dice que hay
que ser un león ( afirmación del deseo y la libertad) y renunciar a
ser un dragón ( negación de la ley). Pero en el caso de Spinoza
defiende en su Tratado político la
obediencia a la ley. Esta es una segunda diferencia.
El
mal es producto de la impotencia, de la ignorancia, de la propia
esclavitud. Hay una triple denuncia : 1) El Hombre de las pasiones
tristes ( el esclavo); 2) El Hombre que sustenta su poder en estas
pasiones ( el tirano); 3) El Hombre que se entristece de la tristeza
humana ( el sacerdote). El primero es figura elaborada desde
diferentes figuras : de la servidumbre voluntaria ( Le Botié), el
esclavo de Hegel. Es, por supuesto, el impotente y el resentido de
Nietzsche. Nietzsche fusiona el segundo y el tercero en una sola
figura, la del sacerdote. Hay acciones y pasiones y las primeras son
superiores. Aquí coincide con Nietzsche cuando dice que los hombres
libres actúan y los esclavos reaccionan. Pero dentro de las pasiones
hay que diferenciar alas pasiones alegres de las pasiones tristes.
Las cuatro pasiones básicas son la alegría y la tristeza por un
lado y el amor y el odio por otro. Amamos lo que nos produce alegría
y odiamos lo que nos produce tristeza. Las pasiones tristes y su
dinámica. El origen de todos los males es la tristeza. Produce
resentimiento, odio, miedo, desesperación, envidia, la culpa, la
venganza, la crueldad. Estas pasiones alimentan al tirano y al
esclavo, que se complementan: uno quiere dominar y el otro quiere ser
dominado. Nietzsche no entiende la tiranía de la misma manera. Aquí
tenemos la tercera y fundamental diferencia. Para Nietzsche la
voluntad de poder conduce a relaciones de dominio, mientras que para
Spinoza la potencia puede unirse a la de los otros y conducir a una
potencia mayor. Por esto Nietzsche desprecia la democracia y Spinoza
la defiende. Por esto Spinoza elogia el amor y Nietzsche lo
desprecia. La esperanza y la seguridad, para Spinoza, son también
pasiones tristes. Cuarta diferencia con Nietzsche, uno de cuyos
elementos centrales es la esperanza del Super-hombre, el porvenir que
nos llevará a la transmutación de todos los valores.
Deleuze desarrolla también una diferencia bastante peculiar entre
el segundo y el tercer grado de conocimiento. El segundo serían las
nociones comunes, que sería como relaciones que establecemos entre
el poder de diferentes cuerpos. El tercer grado sería un signo,
dice, que relacionamos con imágenes y que son ficciones, productos
de la imaginación. La conciencia es idea de la idea mientras que la
idea lo es de un objeto. La conciencia es idea reflexiva, derivada,
dependiente de la idea primaria. Sabemos, pero no necesitamos saber
que sabemos. Leo lo que dice Deleuze ( a partir supuestamente de
Spinoza) y aquí me pierdo. El conocimiento no es una relación
entre un sujeto y un objeto sino una idea que se afirma. Idea de un
objeto que es diferente del objeto y de la conciencia ( que sería
una idea de la idea). Hay en este saber del que no sabemos algo que
resuena al psicoanálisis lacaniano. No acabo de entender esta idea
adecuada, que para Spinoza es producto de la razón, con lo que dice
Deleuze del inconsciente. Pero en todo caso la concepción es
diferente de Nietzsche, para quien cualquier concepto es una ficción
que nos aparta de la experiencia. El concepto es fundamental en
Spinoza.
Otro tema interesante es el del tiempo. Deleuze reivindica el
concepto de duración en Spinoza ( que posteriormente elaborará a
partir de Bergson). La duración como despliegue de lo existente. La
identidad entre lo real, lo necesario y lo posible. Solo pasa lo que
puede pasar y de la manera que pasa. El resto es imaginario. Este
planteamiento está presente en Schopenhauer ( aunque a veces no será
consecuente con él) y quizás implícitamente en Nietzsche. Tampoco
veo como relacionarlo con el terno retorno, aunque en alguna ocasión
lo he intentado. La eternidad, dice, es la existencia envuelta por la
esencia. No llego a entenderlo, la verdad.
Llegamos ahora a una definición de
individuo que Deleuze formula a través de Spinoza que me parece
genial. El individuo es una organización compleja que se compone de
infinidad de partes extensivas pero que pertenece a una esencia
singular de un modo. Esta esencia singular
me interesa mucho porque rompe la dicotomía entre lo singular y la
esencia, que siempre aparece como lo universal. Llega a ser el que
eres, como recordaba Nietzsche. La libertad no es lo contrario de la
determinación, la libertad es vivir según lo que nos determina esta
esencia singular. Es la capacidad, la potencia de actuar a partir de
uno mismo, de lo más genuino. La mente tiene una idea adecuada del
cuerpo cuando conoce esta esencia singular y actúa en función de
ella.
Todo está bien. Pero ¿ donde cabe Dios en este planteamiento
materialista ? Esta es la pregunta. No acabo de ver en la filosofía
de Spinoza que podamos prescindir de Dios : es una noción que se me
escapa, como la del primer grado de conocimiento. Es el gran enigma
que para mí representa Spinoza. No me parece claro sustituirlo por
la Naturaleza. Acabo pues con esta pregunta ¿ Qué es Dios para
Spinoza ?
Buenas noches amigo, interesantes paralelismos y coincidencias.
ResponderEliminarDifiero en dos cuestiones que tal vez puedas aclararme:
Dices Luis:”Ahora bien, hay un punto claramente no coincidente que es el de la razón. Para Nietzsche la razón nunca está del lado de lo fuerte, de lo libre, de la potencia.”
Pero para Spinoza, una pasión triste es “irracional”.
“La creencia del ser humano no es la razón, sino el deseo (conatus) o principio de conservación del individuo)
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"Deleuze defiende el deseo spinoziano como idea del conatus, de la potencia. Este conatus, hasta cierto punto, podría parecerse a la voluntad de poder nietzscheana pero le falta el elemento destructivo de éste."
La voluntad de poder nietzscheana no es destructiva,
El superhombre no destruirá valores tristes, decadentes, erigirá valores vitales.
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No comprendí tus cuestionamientos acerca de la versión deleuziana del conocimiento de Spinoza
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Con respecto a tu pregunta responderé, momentáneamente sin justificaciones argumentadas.
¿ Qué es Dios para Spinoza ?
No hay Dios para Spinoza.
Aunque dice que es la Naturaleza pero la mayoría de la comunidad filosófica coincide en que se trata de una concesión para autoprotegerse--
Me agrada mucho los temas que abordas...
Mil aves sobrevolando las mil mesetas para ti.
Encantado de tu visita, Inés, tú misma eres un estímulo para escribir.
ResponderEliminarPrimer punto: Spinoza habla del conatus y del deseo. El conatos es el impulso y el deseo es el conatos cuando se expresa de manera consciente. La razón nos hace ver lo que queremos. Yo creo que esto es lo que dice Spinoza: la razón como instrumento. para Nietzsche la razón nunca es un instrumento de la voluntad de poder, excepto para los impotentes.
Lo de destructivo no es un término adecuado, estoy de acuerdo. Pero hay algo más de goce que d eplacer en Nietzsche, por decirlo en términos lacanianos. Spinoza parece más cerca del placer.
Podemos leer la teroía se Spinoza en términos racionalistas, incluso platónicos: ideeas confusas de los sentidos, ideas claras de la razón y la intuición final de Dios. Deleuze quiere hacer una lectura más interesante pero que no cabo de entender. dice que las ideas confusas son las abstractas y las las claras y adecuadas son las nociones comunes. No acabo ver del todo la diferencia. El tercer grado es el conocimiento de Dios ¿ Cómo lo interpretamos ? Volviendo al tema de Dios me parece que este acuerdo entre los spinozistas materialistas de que Dios es la Naturaleza que no puede decir me parece una salida fácil. El mismo Deleuze es ambiguo cuando habla de Dios o la Causa de Sí.
Mil mesetas para los dos, Inés. Además ya no tengo excusa: este libro me espera.
"Pero hay algo más de goce que de placer en Nietzsche, por decirlo en términos lacanianos. Spinoza parece más cerca del placer."
ResponderEliminarSonrío, es que mi ídolo es heroico Luis.
"..dice (Deleuze)que las ideas confusas son las abstractas y las ideas claras y adecuadas son las nociones comunes"
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Deleuze ataca el esencialimo.
No existe la Causa,el Bien, la Justicia..
Cariños amigo, estaré siguiéndote
"Además ya no tengo excusa: este libro me espera".
ResponderEliminarEl siglo será deleuziano decía Foucault...y Luis también, porque ines, insiste, insiste y resiste.
Y quedé pensando el tema de lo abstracto oscuro...
ResponderEliminary busqué un apunte, sabía que en algún lugar...
Veamos si sirve Luis, Deleuze dice que el filósofo crea conceptos en función de un problema (real) y aquel que proceda sin considerar problemas, será abstracto...
Abstracto..Ignoró el problema.
De acuerdo Inés, está bien lo que dices. Deleruze utiliza abstracción como ficción, forzando algo a Spinoza. Esntonces las nociones comunes serían como nombres que agrupan elementos semejantes, lo cual sería una curiosa interpretación nominalista que también es interesante. Quizás el primer grado es captar la esencia singular de cada cosa, utilizando esta expresión que me gusta de Deleueze.
ResponderEliminarcariños mil y seguimos ...
Luis: Hallazgo-
ResponderEliminarEn la entrada "Tulipanes rojos, la realidad divina"de mi blog, practiqué el Esquizoanálisis sin saberlo.
Mira , me sucede algo muy particular los autores "me llaman" para decirme aquello que necesito escuchar.
ResponderEliminarPasó con Nietzsche, con Sartre que han sido mis referentes de vida desde los catorce o quince años cuando yo balbuceaba lo que ellos me revelaron como un mundo.Recientemente apareció Deleuze...y lo mismo...
Volviendo a lo abstracto...No es exactamente como lo presentas...Lo diré de otra manera...
ResponderEliminarNo existe el mal...Malo es aquello que reduce mi potencia y lo descubro desde la experiencia.
No busco al Mal en el techo ni colgando del cielo, porque no existe.
Te regalo la Primavera.
ResponderEliminarHola Inés. Volviendo del mar, seguimos la converscaión, que es también un placer para mí.
ResponderEliminarConsulto tu blog, a ver si me entero que es el esquizoanálisis. Bueno, a mí me pasa algo parecido con estos autores que me llaman, y ya sabes ahora me llama también Deleuze...
De acuerdo Inés , decimos lo mismo: la idea abstracta es una ficción porque lo son el mal y el bien, son ficciones que no existen. La noción común sería lo bueno y lo malo para nosotros, que como dices aumenta la potencia o alegría, que es lo mismo.
Bueno Inés, el último mensaje es ambiguo peor me gusta. Llegó el otoño, otro otoño singular. la primavera pasó, la primavera singular de mis 58 años. pero cada vez pienso más en el tiempo como despliegue. la primavera pasada es tan real como este otoño y tan real como el invierno que vendrá. El tiempo es la dimensión subjetiva de la duración pero todo está ya escrito.
un abrazo, yo te regalo el otoño por
venir.
Más sencillo Luis, aquí comenzó la Primavera y ha sido recibida con mucha alegría después del invierno tan duro que tuvimos...
ResponderEliminarBien inés, ya sabes que a veces son demasiado complicado. Aquí acab el verano y había leído primavera como verano. Un abrazo y feliz primavera.
ResponderEliminarBien Inés. ya sabes que a veces son muy complicado. Feliz primavera y un grab abrazo
ResponderEliminarEl Esquizoanalis propuesto por Deleuze exige prudencia, él mismo lo advirtió...
ResponderEliminarSin embargo no encuentro originalidad en la propuesta, ya había sido practicado (nefastamente) por la Antipsiquiatría.
Cariños Luis.