José Antonio Cerrillo
Luis Roca Jusmet
Este artículo lo escribimos hace ya un tiempo. Nuestro amigo Pepe Moreno nos ha sugerido que es interesante y actual, por lo que volvemos a ponerlo en circulación.. En el momento de escribirlo eramos un sociólogo y un profesor de secundaria, no pertenecientes a la misma generación ni con la misma formación, en Universidades diferentes. Pero aún llegamos a unas conclusiones comunes, que hemos contrastado con Jordi Roca Jusmet, que sí es profesor universitario y a quién le agradecemos su interesante aportación crítica. Desde el momento en que lo escribimos sí hemos tenido los dos contacto con la Universidad como profesores asociados.
Pensamos, de entrada, que la funcionalidad no es una noción que debamos dejar al capitalismo. La diferencia entre razón instrumental y razón crítica es acertada según el contenido que demos a los términos. Pero la razón crítica cuestiona a partir de un criterio y si hablamos de bienes o servicios sociales está bien preguntarse por la función que cumplen en la sociedad, ya que lo que nosotros defendemos no es una Universidad sin función sino que ésta sea pública y no esté al servicio de intereses privados.
A partir del Plan de Bolonia se ha iniciado por parte del movimiento estudiantil contestatario un debate interesante. Debate que nuestras autoridades, que prefieren súbditos sumisos a ciudadanos críticos, no han planteado en ningún momento. La diversidad de opiniones nos ha llevado, como siempre, a las preguntas más simples porque son las más radicales.
Desde la izquierda criticamos que la Universidad se someta a la lógica del mercado capitalista. Esto nos lleva a otra pregunta : ¿A qué se tiene que someter la política universitaria?.¿Cuál es la función que le asignamos desde la izquierda a la Universidad? Realmente no tenemos una respuesta a esta pregunta pero sí nos gustaría compartir una serie de reflexiones, ya que es uno de los tantos temas que hemos de pensar en lugar de recurrir a los tópicos que a veces tan bien nos van.
Desde nuestro punto de vista la Universidad no tiene como función formar ciudadanos críticos aunque debe dar una formación crítica. Esto quiere decir que ni es el objetivo de la Universidad formar ciudadanos críticos ni hay que pretender que para ser un ciudadano crítico hay que pasar por la Universidad.
La razón es doble. La primera es que no todo el mundo quiere ir a la Universidad porque no toda la gente tiene inquietudes teóricas. La Universidad, y ésta es su función, debe formar científicos y técnicos de alta cualificación. Debe hacerlo con un nivel de exigencia y con sistemas de evaluación selectivos porque la titulación ha de tener un valor que permita a la persona desarrollar el trabajo que la anterior le posibilite. Es decir, que hay que tener plenas garantías que un médico, un sociólogo, un maestro, un arquitecto o un biólogo tenga la suficiente preparación para ejercer la práctica social que su titulación le permite. Respecto a las llamadas Humanidades lo mismo, porque también la titulación posibilita determinados ejercicios, sean la docencia, la investigación o otra opción posible.
La segunda razón es que la ESO, como educación obligatoria, es la que debe garantizar las competencias básicas para ser un ciudadano crítico sin pasar por el Bachillerato ni por la Universidad. Porque tampoco, y por la misma razón anterior, todo el mundo debe hacer Bachillerato ya que no todo el mundo quiere hacerlo. No sobrevaloremos ni el Bachillerato ni la Universidad, por favor, porque no es en las instituciones académicas donde debe desarrollarse de manera exclusiva la formación crítica y cultural de la persona. Hay que potenciar redes culturales no académicas donde informarse y formarse políticamente. A través de centros culturales de barrio, de bibliotecas públicas, de redes informáticas y por supuesto de una televisión que debería ser digna en este sentido e intentar formar y no degradar culturalmente a los espectadores. Y está la vida, claro. ¿ O es que los intelectuales universitarios de izquierdas nos creemos más críticos y más cultos porque hemos estudiado ? Los ciudadanos de izquierdas podemos ser profesores y debemos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, colaborando en una formación crítica, pero nunca podemos defender un elitismo académico. Sabemos que el racismo no es hoy biológico sino cultural y ésta puede ser una de sus formas.
Los árboles no deben impedirnos ver el bosque. La justa crítica al llamado Proceso de Bolonia no puede distraer nuestra atención sobre la necesidad de la reforma en la Universidad. Leyendo algunos de los comentarios más críticos con Bolonia se intuye que, tras su aplicación, la Universidad perdería su actual nivel de “excelencia”. Suponemos que más de un titulado universitario habrá esbozado una sonrisa al leer esto. Porque soslaya que a pesar de que muchos profesores cumplen magníficamente con sus obligaciones docentes e investigadoras ( no siempre fáciles de compaginar), también son frecuentes otras realidades: la de los departamentos con permanentes con conflictos internos, la de algunos profesores sin interés por la enseñanza, la cantidad de horas de tutoría que no se cumplen, las clases descargadas en los becarios; el elitismo y la altanería de muchos profesores y el carácter casi feudal que adquieren a veces las relaciones en la Universidad. Insistimos, la metodología docente y la organización de la Universidad, así como los fundamentos pedagógicos que están en su base, deben cambiar. Muchos de los criterios educativos impulsados por Bolonia tienen su origen en formulaciones de pedagogos críticos y de izquierdas. Cosa bien diferente es que estas ideas se deformen y desfiguren para ser puestas al servicio de la mercantilización y la competitividad, aunque también sea cierto que hay mucha retórica vacía en los métodos pedagógicos que se exigen desde Bolonia a los profesores y de los que éstos están bastante hartos. Ahí es donde debe entrar la crítica : reclamando su sentido original, democrático y participativo. En cualquier caso no creemos que a estas alturas la política educativa que deba defender la izquierda haya de basarse exclusivamente en el modelo tradicional de la “lección magistral” de un profesor omnipotente y sabio a los alumnos que escuchan pasivamente. La buena clase magistral es necesaria pero debe complementarse con un trabajo posterior del alumno, no reducir a éste a un papel puramente pasivo. Cabe preguntarse ¿ No estará el movimiento de Bolonia adquiriendo un carácter defensivo y dejando de lado a muchas personas que creen firmemente en la necesidad de cambiar la Universidad española ?
Por otro lado hay que recordar que la Universidad debe plantear su oferta procurando atender tanto a las demandas de los estudiantes como a las de la sociedad. Los poderes públicos son los que conocen esta doble demanda y han de tenerlas en cuenta de una manera equilibrada. Pero lo que exige la sociedad no es lo que exige el mercado. Unos poderes públicos de izquierdas no deben someterse a la lógica del capitalismo, que es la del mercado, pero sí hacia lo que exige la sociedad, teniendo en cuenta las necesidades laborales tanto privadas como sobre todo públicas. Si hacen falta médicos, profesores, informáticos hay que aumentar las plazas. No queremos decir que haya que formar líderes porque las multinacionales necesiten puestos directivos e intermedios para sus empresas. Son las empresas las que deben subordinarse a las necesidades sociales y no al revés.
Tampoco sobran universitarios, como a veces se dice. Un número elevado de universitarios supone una enorme riqueza ( económica, cultural, política), un recurso tremendo para la sociedad. Lo que hace falta es un tejido productivo fuerte que les dé trabajo, estabilidad y posibilidades para explotar al máximo su potencial. Por el contrario, actualmente en España nos encontramos con un porcentaje elevadísimo de universitarios que languidecen en trabajos poco o nada relacionados con su formación, mientras otros que sí trabajan de lo que han estudiado lo hacen en condiciones de precariedad laboral y bajos salarios, no en pocas ocasiones en la propia Universidad, por cierto. En resumidas cuentas, el debate sobre la reforma de la Universidad no es ajeno a la reforma de la propia sociedad, a qué queremos. No obstante, el mundo académico tiende a cerrarse y a dar la espalda a esta realidad mucho más de lo que sería deseable.
Por otro lado no es sostenible socialmente mantener facultades con muy pocos alumnos pequeñas para cubrir una exigencia de proximidad o facultades con pocos alumnos, lo que dispara los costes públicos de dichas titulaciones. Estas demandas se deben tener en cuenta buscando una salida racional que no necesariamente ha de pasar por construir más facultades y universidades, hasta una por provincia en España. Puede fomentarse, por ejemplo, la concentración en unas pocas facultades de alto nivel, ayudando al desplazamiento de los alumnos que vivan lejos de las mismas con becas, subvenciones a la vivienda y al transporte. Saldría mucho más barato y probablemente daría mejores resultados que el actual modelo, Además, el intercambio y la diversidad que producirían estas medidas ensancharía la perspectiva de alumnos y profesores, y enriquecería la vida cultural de las ciudades universitarias ( como ya se observa, por ejemplo, en Salamanca y Granada).
Una última cuestión. La Universidad pública ha de ser de calidad, exigente tanto con los profesores como con los estudiantes. En la Universidad deben caber todos aquellos que tengan el deseo de formarse en una línea específica para después revertir en la sociedad lo que ha aprendido. En ningún caso la selección debe ser económica. Esto quiere decir que cualquier estudiante aceptable ( no excepcional) que no tenga recursos para costearse los estudios ( que por otra parte no pueden ser demasiados caros) debe disponer de una beca. Aunque en una sociedad clasista no haya igualdad de oportunidades la Universidad debe poner todos los medios por conseguirla en la medida que sea posible.
Ahora que ya se ha construido una universidad por provincia, y hasta en ciudades que no son capital de provincia hay facultades ¿qué se propone? ¿cerrarlas? Por si no hubiera suficiente oferta universitaria siguen creándose universidades privadas. Es como si no se supiera crear otro tipo de institución que dé trabajo a la gente que universidades. ¿A qué se debe esta inflación universitaria en nuestro país?
ResponderEliminarDesde luego ningún equipo político ni central ni autonómico se ha planteado si era factible y sostenible crear tantas universidades en lugares bien improbables, si eso tenía futuro de una calidad aceptable.
A toro pasado decir que hay demasiadas universidades me resulta como decir que esta primavera llueve sin control.¿Tiene algún remedio? ¿Por qué no se pensó en su momento que no era rentable ni positivo?
Por lo de Granada y Salamanca totalmente de acuerdo, en ambas ciudades de tamaño mediano la universidad tiene un peso específico esencial, se nota. Son ciudades universitarias. No se puede decir lo mismo de la ciudad en la que vivo ni en la que viví, aunque en aquella había no una sino 2 universidades.
En cuanto al feudalismo y el caciquismo de la universidad, es como si nuestra manera de relacionarnos dentro de los trabajos en cualquier nivel social al que nos refiramos, adoleciera siempre de lo mismo. ¿No se dice parecido de los partidos políticos españoles? ¿de los institutos? ¿de los gobiernos autonómicos?
Hola Luis.A la UBA puede entrar gratuitamente cualquier estudiante que pase satisfactoriamente el examen de admisión después de un preparatorio de algunos meses..Nada excepcional, pero a los adolescentes todo les parece esforzado....Hay aproximadamente 50 Universidades en el pais..Los profesores se desgastan con la ley del menor esfuerzo pretendida por esta población...En una oportunidad la Facultad de Psicología solicitó una contribución anual de menos de un dólar para la Cooperadora y se lanzaron las huestes populares para manifestar su indignación...
ResponderEliminarLos enviaría a la calera sin más trámite...
ResponderEliminarHay unas cuantas Universidades privadas y me parece bien...Algunas de un alto nivel y para un alto nivel...Se puede optar sin embargo por las mediocres.Las a otorgan becas a la "capacidad" porque de eso se trata ...de capacidad...y no de otra cosa, de trabajo duro y no de otra cosa...El populismo solo quiere ocupar bancos y protestar en calidad de "víctimas del sistema" ...
ResponderEliminarCiertamente los enviaría la calera...
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que dices. No conozco la Universidad más allá de haber sido padre de alumno. Pienso que no tiene que haber ninguna barrera económica y que, cualquier persona que quiera, ha de poder estudiar a ese nivel. Ahora bien, tiene que haber una autentica selección únicamente en función del esfuerzo y del merito en un plazo de tiempo marcado. Nunca termine de entender ese sistema de créditos y convocatorias que puede hacer que un alumno (mi hijo, por ejemplo) se pueda tirar un montón de años hasta acabar la carrera o dejarla. Que, dedicándose solo a estudiar, llegue a cuarto arrastrando materias de primero, segundo y tercero, pudiendo eternizar su estancia en la Universidad. Solo admitiría un tratamiento flexible para gente que justifique que trabaja a la vez que estudia.
ResponderEliminarOtro aspecto es el del aprendizaje, supongo que casi totalmente teórico, sin combinarlo desde el principio con practicas en empresas e instituciones reales. No conozco el funcionamiento de la Universidad (privada) de las cooperativas de Mondragón, pero seguro que esto lo tienen mejor atado.
No entro en más detalles, porque desconozco el terreno. Eso si, efectivamente, dime en que tipo de sociedad vivimos y te diré, más o menos, que modelo de Universidad(es) tenemos.
Gracias a todos por los comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo
Luis, estaba mirando y escuchando un clase de Deleuze en la universidad de Vincennes.
ResponderEliminar¡Amo a Deleuze!
Completamente de acuerdo con Agustin en aquello de eternizar la estancia en la Universidad Si trabajaran no podrían eternizar su estancia en sus puestos sin hacer las cosas en el tiempo previsto.
ResponderEliminarEn Cuba en un principio sehacía seguimiento de los alumnos desde el ingreso en la escolaridad hasta el devenir en la Universidad.Y si no rendían, pues a trabajar y no ocupar bancos que otros merecerían ...
Es decir, que hay que tener plenas garantías que un médico, un sociólogo, un maestro, un arquitecto o un biólogo tenga la suficiente preparación para ejercer la práctica social que su titulación le permite.
ResponderEliminarEsto es totalmente confuso. Porque en lo de "la prácitca social" está el Dinero. La palabra Sociedad, social, es una trampa. ¿No son los titulados los que hacen edificios que son celdas, autopistas que no las necesita más que el Dinero, o los que les ponen a los niños hierros en los dientes para que los tengan a plomo, como soldaditos en desfile?
Aquí se intenta ir atacando algo al Dinero: http://hablarycallar.blogspot.com.es/2013/02/n-iv.html En este diálogo, en particular, se habla de la Ciencia. Por si es útil.
Salud!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarClaro que hay trampa, pero yo soy posibilista. Contra la lógica del sistema no hay que plantear un espacio utópico sino transformaciones posibles. Es discutible lo que es posible o no pero la diferencia existe y hay que ensenachar el espacio de lo posible. Todos ( tú y yo) queremos que las cosas funcionen, aunque sea de otra manera. Lo que hay discutir es la práctica social que queremos, desde luego. Pero esdta práctica debe ser eficaz
ResponderEliminarUn abrazo
No sé lo que es ser posibilista: se trataría de ser las menos cosas posibles para poder hablar. Pero, sí, tus deseos personales ,pues lo que dices, es también lo que quieren los alcaldes, los gerentes, los padres, y todo eso: que las cosas funcionen. Así dicho, es lo mismo que decir que el Dinero no pare. Pero eso no es todo ni todos; o sea que no. Se puede (o se intenta) hablar contra las mentiras que ahora rigen (no sé qué es tampoco lo de espacio utópico: las palabras cultas hay que abandonarlas, porque embrollan). En cuanto digas cosas como "discutir la práctica social que queremos", pues metes de matute: "el mundo", "el Hombre", "la Historia", "el Dinero". Y, siento decírtelo, pero no se saben las cosas, y por tanto querer que funcionen supone 1) decir que se saben 2) Imponerlo para hacer como que sí.
EliminarEn los dialoguitos que os he puesto se atacan bastante claramente estas cosas. Salud.
he leído los dialoguitos pero estos si que no los entiendo, como lo que dices. Todos queremos que las cosas funcionen, esto lo entiende cualquiera. Me parece que te pierdes en la retórica. Esto es peor que las palabras cultas ( que, como utopía ya no lo son tanto). para hablar contra las mehtiras hay que decir medias verdades ( nunca la tenemos del todo). pero me temo, amigo, y te lo digo con respeto, que no dices ni verdades ni metiras solo afirmaciones más o menos ingeniosas.
EliminarSalud
Al hablar en general de los diálogos -y no sobre esto o aquello- no hay nada que responder (sobre que no los entiendes y que hay retórica). Sí puedo intentar responderte a las otras cosas:
Eliminar- No hay todos, ni todo. Y las manzanas no tienen que funcionar, ni los niños, ni los besos, ni las canciones. Que las cosas tienen que funcionar y que todos lo queremos, pues son cosas que se dicen; si quieres incluso que se entienden; pero, vamos, que es mentira (y ahí es siempre donde está el ataque). Si tratamos de planear cómo hacemos para que funcionen las cosas, así, sin más, estamos suponiendo que sabemos lo que son esas cosas. La Realidad. O sea, damos por supuesto el Dinero. En el dialoguillo V justamente se habla de esa trampa (con palabras como 'Modelo' o 'Sistema')
- Para ir contra las mentiras sólo hay una forma: desmentirlas diciendo "no". Primero, claro, sacarlas a la luz, porque la mentira no viene de cara anunciándose. Y después negarlas. Y el "no" no tiene nada de positivo, ni es medio de esto o de lo otro, porque es pura acción que hace lo que hace: negar, sin añadir nada. No tiene ningún futuro, ni propone nada. Lo otro, pues son los enjuagues habituales del Poder, que va cambiando forzosamente para mantenerse. Una Fe, por otra Fe. En definitiva, para lo que importa, es siempre la misma. Es siempre no hablar porque ya lo sabemos; porque nos lo creemos.
(- Y aunque no importe mucho: la palabra 'utopía' es una palabrota culta, por supuesto.)
Salud!
Ya se que eres anónimo porque no crees en el Nombre Popio, aunque tu Maestro, Agustín García Calvo, que lo tienes aunque lo niegues, sí ponía su nombre y también su Fe : en El Pueblo, en la Verdad.... Si al final querrás que funcionen las cosas, porque no me creo que no, ¿ de que sirve lo que dices ? Si al final pagarás con tu dinero tus libros, tus viajes, tus médicos ¿ de qué sirve cuestionar el Dinero ? Si al final repites lo que dice Otro ( Agustín García Calcvo : son sus palabras) de que sirve criticar el Poder cuando no hay Poder más fuerte que el del Maestro ? ¿ Porqué hablas de mentiras con tanta seguridad? Porque te crees que sabes, amigo, mucho más que yo.
EliminarDe todas formas un placer conversar contigo
Un abrazo
"Es decir, que hay que tener plenas garantías que un médico, un sociólogo, un maestro, un arquitecto o un biólogo tenga la suficiente preparación para ejercer la práctica social que su titulación le permite.
ResponderEliminarEsto es totalmente confuso. "Porque en lo de "la práitica social" está el Dinero
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Entonces busque a un gasista que haga una instalación en su casa pero que no esté matriculado y que no le cobre, claro...
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Los titulados profesionales salvan vidas, resuelven litigios, limpian la chimenea mental de los neuróticos, construyen, casas tienden puentes...
ResponderEliminar¿De qué estamos hablando señores'?¿La izquierda quiere que trabajen por amor al arte?
¿La izquierda rechaza a los Universitarios?.No,los rechazan quienes no son universitarios,
¡Hablar claro se impone!
¿les ponen a los niños hierros en los dientes para que los tengan a plomo, como soldaditos en desfile?
ResponderEliminarNo, se los ponen para que no sean "dientudos"
Y a petición de sus padres que tienen valoración estética...Los odontólogos no persiguen a los niños para estigmatizarlos...
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