Escrito por Luis Roca Jusmet
Se ha idealizado mucho al PSUC de la lucha antifranquista. Es cierto que fue el partido hegemónico en la lucha obrera, estudiantil y profesional y también el mejor organizado. Cierto también que tuvo la capacidad de integrar a la clase obrera procedente de otros lugares de España en la reivindicación de la lengua y las instituciones catalanas. Pero también lo es que fue un partido que quería manipular todos estos sectores y que muchas luchas se hicieron al margen y contra esta dirección. Dentro de la izquierda apareció el FOC, que tuvo un papel muy importante y del que surgieron muchos grupos marxistas más radicalizados que el PSUC pero también núcleos a partir de los cuales se fundaría Convergència Socialista de Cataluña. Existían al mismo tiempo grupos socialistas catalanistas como el PSC ( Reagrupament) o el Movimient Socialista de Catalunya, así como una pequeña representación del PSOE. Al mismo tiempo el PSC recogió en su fundación a lo que quedaba del POUM. Algunos compañeros troskistas de la Liga Comunista también se integraron al PSC, que acabó siendo el PSC-PSOE. Igualmente muchos cuadros y dirigentes del PSUC, de los cuales el más importante fue Jordi Solé-Tura, se acabaron implicando en el proyecto. Esto quiere decir que no solamente el PSUC sino tambien el Partit del Socialistes de Catalunya representa a la lucha antifranquista de la gente de izquierdas en Catalu;a.
Han pasado ya muchas décadas y del PSUC no queda nada. lo9 digo asi de claro. porque no creo que ni ICV ni el PCC tengan nada que ver con lo que representaba el PSUC. En todo caso queda un resto, el PSUC/viu cuya presencia es puramente testimonial. Del PSC si queda, aunque el balance no me parece muy bueno. Se creó en el PSC, como tiende a ocurrir en los grandes partidos, una oligarquía interna. Esta oligarquía combinaba sectores procedentes de la inmigración española, que se llamaron "del aparato", con otros procedentes del FOC, MSC y PSC(R) procedentes de la burguesía o la pequeña burguesía liberal e ilustrada catalanista. Aunque gobernó durante muchos CiU, el PSC conquistó estructuras de poder muy importantes en diputaciones y ayuntamientos. Se tejieron muchas redes clientelares, entraron muchos oportunistas y arribistas. Junto a ellos, evidentemente dirigentes y cuadros honestos y coherentes.
Cuando se constituyó el Tripartit, Pasqual Maragall pactó con ERC y acabó interiorizando la lógica nacionalista de los gobiernos anteriores. Aunque en realidad Pasqual Maragall y su equipo ( o parte de él ) no tuvieron problemas en hacerlo porque ya llevaban una vena nacionalista. El aparato acabó cediendo porque como tal lo que quería era poder. Maragall cometió además el error de plantear un nuevo Estatut con un planteameinto soberanista. El Tripartit hizo cosas buenas pero falló olímpicamente al no haber sido capaz de cumplir las expectativas de una alternativa de izquierda no nacionalista frente a la derecha nacionalista. Muchas cuestiones habría que señalar y matizar pero no es el momento de hacerlo.
El PSC tuvo que pasar por dos crisis. una primera de militantes y cuadros no nacionalistas que se fueron a Ciutadans y una segunda de dirigentes y cuadros que acabaron formando parte del movimiento soberanista-independentista de Junts pel sí. Al mismo tiempo se destaparon casos de corrupción que inhabilitó a sectores del aparato poco recomendables.
Como sabemos toda crisis es una oportunidad. En el PSC quedan sectores del aparato con intereses burocráticos
( mantenerse en las redes de poder) y al mismo tiempo queda por resolver la cuestión nacional. Miguel Iceta es un político hábil e inteligente, sin duda de lo mejor del aparato, que ha sabido rodearse de dirigentes honestos y de izquierdas como Eva Granados y Ferran Pedret.
Pero hay que acabar de aclarar el carácter no nacionalista del PSC. Lo cual quiere decir que no hay que ser ni catalanista ni españolista. Se trata de defender un Estado de derecho que es España haciendo que Cataluña encaje en el conjunto de la mejor manera posible. hay que hablar de federalismo pero no de catalanismo, porque el catalanismo tenía sentido cuando Cataluña no tenía reconocimiento
lingüístico e institucional. hay que hablar de competencias en la gestión de recursos, hay que hablar de financiación equitativa. Hay que combatir con resolución la deriva independentista del Parlament y la Generalitat. Hay que olvidarse de referéndums en Cataluña que solamente sirven para polarizar y para dividir. Hay que defender valores como la igualdad y la justicia social, no potenciar la identificación nacionalista.
Podemos discutir si Cataluña es o no es una nación, pero hay dos cosas que deben quedar claras.
La primera es que el PSC defiende el Estado de derecho federal y discutamos el modelo federal que defendemos.Pero el Estado de derecho es España y son los ciudadanos que forman parte de este territorio los que tienen la soberanía para decidir el tipo de país que quieren. Cataluña no tiene soberanía nacional porque forma parte de esta comunidad política que es España.Por lo tanto ninguna aceptación de un supuesto derecho a decidir que es el derecho a la secesión puro y simple.
La segunda es que el PSC defiende el bilinguismo en cataluna. Lo defiende en primer lugar porque es el derecho de la mitad de los catalanes, que tienen el castellano como primera lengua. En segundo lugar porque es una riqueza y permite que este Estado de derecho que es España tenga una lengua común. Hay que dejar de considerar la inmersión lingüística, de la manera como se está haciendo, como un tabú. Hay que hacer un balance y plantear cambios y eliminar la consideración del catalán como lengua propia y vehicular de los catalanes.
Me parece importante que el Congreso de noviembre del PSC sea un congreso de renovación de personas, para evitar la consolidaci{on de oligarqu{ias internas, de un aparato del partido y que se defina claramente de que es un partido de la izquierda federal no nacionalista.
Yo opino que ha de haber un 40 % de derecha liberal, 40 % de izquierda socialdemócrata, 15 % de izquierda radical y un 4 % de derecha fascista, el 1 % restante lo dejo a otras alternativas también necesarias.
ResponderEliminarLa derecha liberal ha de crear riqueza, a pesar de que en la Nueva Era será sustituida por una derecha más de tradiciones, como lenguas, estilos de vida, etc.
La izquierda liberal ha de encargarse de repartir la riqueza y dar voz al yin de las mujeres, periódicamente sin hacer mella en la esquizofrenización de la sociedad, en su histerización.
Y la derecha fascista ha de prevenir la histerización de la sociedad que siempre plantea todo tipo de izquierda.
Para mí este es el reparto justo, otro ya supondría una ruptura del equilibrio social occidental al menos.
Vicent
Se m'oblidava, l'esquerra radical ha de procurar la "lluita de classes" immersa en el registre d'allò real i en allò real-real, que proporcione nova força a les demandes femenines i del yin a l'esquerra socialdemòcrata.
ResponderEliminarLes fluctuacions han de ser sempre actives, no es pot crear un anàlisi fotografia d'aquestes realitats.
Vicent