Escrito por Luis Roca Jusmet
En la excelente entrevista que Jeannie Carlier y Arnold I. Davidson a Pierre Hadot ( La filosofía como forma de vida, muy bien traducido por María Cucurella Miquel para Alpha Decay) el filósofo francés precisa como surgió y se desarrolló su interés por Wittgenstein. Lo que le llamó la atención fue su alusión a la mística en un filósofo que, en principio, trataba de lógica y se situaba, por lo menos en la época que escribió el Tractatus, en la órbita del neopositivismo. O esto era lo que parecía, o les parecía a sus amigos del Circulo de Viena ( al que, por cierto, nunca asistió).
Hadot empieza leyendo la traducción italiana para luego ir a leer el original alemán ; hizo su propia traducción al francés, aunque no la publicó porque acababa de editarse la de Pierre Klosowski, por otra parte excelente. Hadot publicó el año 1959 un artículo para la Revue de Métaphysique titulado "Reflexiones sobre los límites del lenguaje a partir del Tractatus Lógico-Philosophicus de Wittgensetin. El mismo año, en "Critique" publica dos artículos sobre "Wittgenstein, filósofo del lenguaje." El año 1962, en la Revue de Métaphysique, publica "Juegos de lenguaje y filosofía". Hadot tenía por aquella época 40 años y su orientación filosófica ya estaba encaminada. Se trata de entender la filosofía como forma de vida. Los antiguos fueron su base, pero Wittgenstein también la expresión filosofía como forma de vida le fue sugerida por su teoría de los juegos del lenguaje. Estamos hablando ya aquí, de la segunda etapa de Wittgenstein, que expondría en sus Investigaciones filosóficas. Si el primer libro, el "Tractatus" estaba escrito en forma de aforismos, éste, en cambio, resultaba dificil de leer por su dispersión y carácter poco sistemático. Todos estos artículos aparecen recopilados por el mismo Hadot en un libro que titula Wittgenstein y los límites del lenguaje ( traducido, también de manera muy cuidada, por Manuel Arranz, para la editorial Pretextos). El libro incluye, además, un prefacio de Hadot muy interesante, la carta que el envió la mayor experta inglesa en Wittgenstein, Élisabeth Anscombe y un breve pero sugerente artículo de Gottfried Gabriel llamado " ¿ La lógica como literatura ? Observaciones sobre el significado de la forma literaria en Wittgenstein.
Empecemos por el prefacio. Aquí, un Hadot ya maduro, sitúa a Wittgenstein en la tradición de los ejercicios espirituales, es decir de la filosofía como forma de vida basada en la transformación de uno mismo. hay que entender entonces, siguiendo así no solo a Wittgenstein sino también a Ortega, al discurso filosófico como un juego de lenguaje que se corresponde con una forma de vida. Aquí Hadot quiere precisar que es lo que significa la palabra místico en Witgenstein.No es una teología negativa ( como en Plotino) ni una experiencia extática ( como en San Juan de la Cruz) sino una experiencia propia. Experiencia que es indecible porque es inexpresable, más que porque se refiera a un Inefable. El lenguaje tiene sus límites y de lo que no se puede hablar más vale callar, solo se puede mostrar. Esto es lo místico, lo que se muestra porque no puede ser dicho. Tiene que ver con el asombro de ver el mundo como "un milagro" ( no sé si la traducción es la más adecuada). Aquí señala la influencia de Schopenhauer en Wittgenstein. Ciertamente esta influencia fue muy importante y en Schopenahauer la redención por la contemplación puede entenderse en este sentido. Parece claro que, más allá de la lectura de su maestro Russell, Schopenhauer fue el único filósofo que trabajó a fondo y que le influenció seriamente. Como lo hizo la literatura de Tolstoi y su propuesta de vida evangélica, que en una etapa de su vida Wittgenstein llevó a la práctica de manera concreta. Hadot afirma su disconformidad con Wittgenstein y su escepticismo respecto al ideal de vida silenciosa y su proyecto de eliminación de la filosofía. Hadot considera, por el contrario, que la filosofía es el camino que nos conduce a la sabiduría, sin llegar nunca a alcanzarla. Es la filosofía como práctica la que nos permite este camino hacia la sabiduría. A través de la cosmología, de la ética y la estética.
De hecho los artículos son más una exposición sintética e inteligente de lo que dice Wittgenstein que una reflexión crítica sobre su obra. Esto lo manifestará la misma Anscombe en su carta, junto con alguna corrección puntual de su formulación. Hadot insiste, esto sí, en la continuidad de Wittgensetin a lo largo de su obra. Señalando, por supuesto, que en la segunda etapa Wittgenstein renuncia a una formulación ideal del lenguaje porque considera que el lenguaje cotidiano es perfecto, no necesita ser mejorada. Ello, por supuesto, sobre la base del cuestionamiento del isomorfismo esta la estructura del mundo y la del lenguaje que no es poco. ya no se trata de representar al mundo desde un lenguaje que puede hacerlo. Se trata de entender el lenguaje como la caja de herramientas a partir de la cual formulamos juegos que se adecuan a una forma de vida o, de manera más modesta, a una finalidad concreta. El lenguaje no siempre describe. A veces expresa ( que lo es lo mismo que describir una emoción : es la conducta emocional misma que se hace pública); a veces ordena ( que no es decribir una conducta sino la conducta misma). La filosofía se confunde cuando lo considera unicamente explicativo.
En el último artículo Hadot si se arriesga algo más, en una elaboración más personal sobre el lenguaje y su función. Sobre todo señalando ( y esto lo acercaría a Heidegger) que el lenguaje es nuestra morada. Que el lenguaje no es el medio para pensar ni para describir objetos sino que es la manera como pensamos y la manera como constituimos nuestro mundo de objetos. Quizás la expresión del lenguaje como caja de herramientas puede confundir, en el sentido de considerar el lenguaje como un medio y no como un organizador. Hadot lo deja claro cuando se refiere a la necesidad de volver a leer a Kant desde el "a priori" linguístico. Quizás aquí habría que decir que seguramente fue Nietzsche, con su texto juvenil Verdad y mentira en sentido extramoral, el primero que lo intuyó. Es una lástima que Hadot no profundice en la crítica a Wittgenstein respecto a la necesidad de superar la filosofía. Aunque lo que sí deja claro Hadot es que la antifilosofía de Wittgenstein es, en realidad, una filosofía. De esta manera estaría de acuerdo con Alain Badiou cuando señala a Wittgenstein, junto a Nietzsche y a Lacan, como los "antifilósofos" que renuevan, paradógicamente, la filosofía de su tiempo.
Como nota personal quiero señalar la manera como esta exposición de Hadot me sugiere algo de lo que ya se ha hablado que es la afinidad de Wittgenstein con el budismo zen. Para el zen hay que mirar lo cotidiano como una mirada transformadora que te devuelge a los orígenes. es decir, que vemos las cosas con una mirada ordinaria para descubir lo extraordinario en lo ordinario. No hay nada que cambiar, todo está en su sitio. Lo único necesario es constatarlo. La idea de Wittgenstein del Tractatus como una escalera que hay que tirar una vez hemos subido con ella y o el lenguaje cotidiano como algo que no hay que forzar ni superar están en esta línea. Como lo está también la comparación que hace el filósofo y sinólogo suizo Jean François Billeter cuando dice en sus lecturas de Zhuang Zhi que hay una gran afinidad entre este sabio chino y Wittgenstein. Los dos, dice, hablan de la actividad filosófica como una descripción del mundo. No hay nada que explicar, solo hay que describir. Y mostrar lo que no puede ser descrito por el lenguaje, cuando nos enfrentamos a sus límites.
Hola Luis,...
ResponderEliminar“La filosofía como forma de vida basada en la transformación de uno mismo.”
Naturalmente, no es cuestión de comportarse como los religiosos que predican una filosofía ajena a sus propias formas de vida.
“El lenguaje tiene sus límites y de lo que no se puede hablar más vale callar, solo se puede mostrar. Esto es lo místico, lo que se muestra porque no puede ser dicho. Tiene que ver con el asombro de ver el mundo como "un milagro”
Ciertamente, “el lenguaje es el limite de nuestro mundo”
.
“Tiene que ver con el asombro de ver el mundo como "un milagro"
Entonces todos somos místicos cada tanto.
Cariños amigo.
Hola querida Inés. Ciertamente podemos estar de acuerdo con Wittgenstein y con Hadot en estas afirmaciones. Otra cosa es si las palabras "milagro" y "mística" son las adecuadas. Y el debate de fondo. ¿ Podemos hablar de filosofía o mejor callar y mostrar ? Yo, evidentemente, estoy con Hadot. De lo que nos asombra y de lo que hacemos, podemos y debemos hablar.
ResponderEliminarun abrazo
¿cuál es la palabra original que no sabes si se debe traducir por milagro? ¿qué sugieres en su lugar?
ResponderEliminarMe da la impresión que la palabra mística aplicada a la filosofía de Wittgenstein y su famoso último aforismo es equívoca. No estoy segura de que se refiera a lo mismo cuando se aplica a los místicos tradicionalmente así llamados, sean santa Teresa, sean los sufís, o el pensamiento filosófico-religioso de Plotino o Dionisio.
Sólo que Wittgenstein tras sentar los fundamentos de la filosofía analítica, y vaya si ha dado de sí, se superó a sí mismo, cosa que los analíticos no hicieron, y se dió cuenta de que siendo el lenguaje lógico y el lenguaje en general "nuestra casa", no es posible decirlo todo. Pero de ahí a lo que comúnmente se llama experiencia mística hay toda una larga excursión todavía.
Por otra parte me convence Wittgenstein precisamente por su forma de vida fuera del "común profesor de filosofía" en que se han convertido todos los filósofos, incluidos sus amigos y contemporáneos como Rusell. Me refiero a irse a una cabaña en Noruega para aislarse, a su vida de maestro en un pueblo alpino apartado de los centros intelectuales, a su trabajo para unos monjes, a llevar la libreta para apuntar mientras era soldado en la primera guerra mundial...Ademas fue un rico que renunció a la riqueza, por enlazar con otros temas. Pertenecía a una potentada familia austríaca. Y hubiera tenido futuro como ingeniero. Y específicamente lo rechazó todo por el pensamiento. Eso sí que no es común en la historia contemporánea.
Por último no me acuerdo de bien de las fechas en que estuvo en Viena, donde nació, pero me sorprende que nunca coincidiera como dices con Schlick o alguno de ellos...esa parte no la tengo clara.
Hola Ana. El problema no es de traducción, lo que me pregunto es si la expresión de Hadot no es equívoca. también dice en algún lugar asombro, que podría ser más clara porque no tiene connotaciones religiosas pero que también es ambigua. De hecho ya plantea en el libro Hadot tus dudas acerca del sentido de místico en Wittgenstein que no tiene que ver con el misticismo.
ResponderEliminarSu vida fue efectivamente muy interesante, m´ças que la inmensa mayoría de profesores de filosofía. Por esto es para Hadot un ejemplo de lo que es la filosofía como forma de vida es la sociedad contemporánea.
Wittgenstein no es que no coincidiera es que se negó a participar en los debates, no se identificaba con las posiciones del Círculo de Viena aunque ellos lo tomaran como referencia.
un abrazo
Más que vida interesante yo diría que sí estamos ante un caso de "vida filosófica",
EliminarSigo sin enterarme de cuál es la expresión equívoca de Hadot. Tengo el Tractatus por aquí en alemán, por simple curiosidad por mirar el texto alemán, o si son las Investigaciones, o las Investigaciones en alemán.
"Wunder", es milagro, maravilla, Hay que hacer notar que en alemán se usa con mucha frecuencia en el lenguaje ordinario la palabra Wunder, mucho más que en español o en francés. Por ejemplo, los alemanes para expresar que no hay que extrañarse de que pase algo dicen: Das ist kein Wunder=no es ninguna maravilla. Y es bastante frecuente el uso.
Mientras que los franceses para decir que algo "va de soi", suelen decir, C'est pas sorcier= algo así como no es brujería.
En español no usamos con tanta frecuencia en el lenguaje ordinario los milagros, en ese sentido. Yo creo que muchas veces cuando en alemán se dice eso aquí diríamos "es normal que pase tal cosa" La frecuencia de uso de las palabras en unas lenguas y otras hace mucho a la hora de lo que evoca el término en cada una de ellas en la cabeza del hablante.
Todo esto suponiendo que la palabra espinosa sea "milagro" por el sentido que en español tiene el cristo de los milagros o los milagros del evangelio, sentido plenamente religioso.
Gracias por la atención prestada
Ni más ni menos que lo que acabas de decir, Ana. Milagro es equívoca por el sentido religioso. Me gusta maravilla y agradezco las precisiomnes lingüísticas.
Eliminarun abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPero asi seguirán mientras falte "el sentido de la tierra"
ResponderEliminar“No es lo místico cómo sea el mundo, sino que sea el mundo.” “Sentir el mundo como un todo limitado es lo místico.” Wittgenstein
ResponderEliminarInterpreto que lo místico no es el mundo sino el sentido que se le da al mundo( ese sentido es dios.)
porque sin sentido es un todo limitado
He borrado mi manifestación emocional.
Cariños
No sé, Inés. Me parece que hay en Wittgenstein y en Hadot un sentido cósmico que no es trascendente. Hadot cita mucho a Nietzsche. ¿ Que quiere decir sentido cósmico o sentido d ela tierra ? ¿ Es lo mismo ? Lo que diferencia a Nietzsche de Hadot es que hay en Nietzsche una voluntad individual y en Hadot un deseo de superarla sintiéndose parte de la totalidad. En el caso de Wittgenstein puede haber más una búsqueda de trascendencia.
EliminarUn abrazo muy grande
Copio Luis.
EliminarComo muestra de su actitud ante lo “místico” cabe recordar también las siguientes afirmaciones de su “Diario filosófico”: “¿Qué sé sobre Dios y la finalidad de la vida? Sé que este mundo existe. Que estoy situado en él como mi ojo en su campo visual. Que hay en él algo problemático que llamamos su sentido. Que ese sentido no radica en él, sino fuera de él. Que la vida es el mundo. Que mi voluntad penetra el mundo. Que mi voluntad es buena o mala. Que bueno y malo dependen, por tanto, de algún modo del sentido de la vida. Que podemos llamar Dios al sentido de la vida, esto es, al sentido del mundo. Y conectar con ello la comparación de Dios con un padre. Pensar en el sentido de la vida es orar”. (“Diario filosófico”, 11.6. 16). “Creer en un Dios quiere decir comprender el sentido de la vida. Creer en un Dios quiere decir ver que con los hechos del mundo no basta. Creer en Dios quiere decir ver que la vida tiene un sentido.” (“Diario filosófico”, 8.7.16).
En cuanto a Nietzsche y su voluntad ...
EliminarVoluntad de poder, de una fuerza orgánica, psicológica, inorgánica No se reduce a existir sino que busca ser más En otra entrada te escribí Busca REPRODUCIRSE . Trascender su individualidad,,,
Sí, en el caso de Wittgenstein hay una inclinación hacia lo Trascendente. Pero contradictoria. Por jemplo, sus maestros fueon Tolstoi i Schopenahauer. Tolstoi por su moral cristiana y Schopenhauer por su visión del mundo, muy poco cristiana. Un hombre complejo, dificil de clasificar.
EliminarPero el eterno retorno es una visión mística, en cierta manera. La voluntad de poder es, en cierta forma, energía cósmica. Lo de buscar REPRODUCIRSE no lo cogí cuando lo escribiste ni lo acabo de cooger ahora del todo, Inés.
Un abrazo
Respetuosamente Luis, me parece una energía de la tierra.
EliminarLa reproducción buscan las gametas masculinas y femeninas...
Hola Luis,
ResponderEliminarmuy buen artículo. No conocía nada de Pierre Hadot pero esta reseña y la relativa al diálogo con Foucault me dan ganas de leer más de él.
Un abrazo
Gracias Uno, celebro sembrar inquietudes por los filósofos que merecen la pena ser conocidos.
Eliminarun abrazo
Estic plenament d'acord, mostrar i descriure, de fet res no es pot inventar que no estiga ja a l'Inconscient col·lectiu o món de les idees platònic.
ResponderEliminarDe totes les maneres m'agrada una obra de Witgenstein que parla de la gàvia del llenguatge en que allò femení seria una gàvia on els barrots hagueren engreixat i ocuparen de manera infinita l'interior i l'exterior de la gàvia, mentre que allò purament masculí, seria el contrari una gàvia on l'espai interior haguera expandit fins l'absolut i haguera col·lapsat l'exterior, però de manera absoluta, allò femení és histèric i allò masculí paranoic.
Vicent