Los orígenes del fundamentalismo en el judaísmo, el cristianismo y el islam
Karen Armstrong
( traducción de Federico Villegas )
Ed.Tusquets, Barcelona, 2009, Barcelona
Karen Amstrong es una de las expertas en cultura religiosa en el mundo anglosajón. Se describe a sí misma como una “monja fugitiva”, ya que vivió siete años de vida monacal y está interesada por las formas modernas de espiritualidad.
El libro, cómo ya advierte la autora, trata específicamente sobre el judaísmo, el islam y el cristianismo protestante en EEUU. Caracteriza lúcidamente el fundamentalismo como un fenómeno contemporáneo y no como una especie de resto del pasado. Es importante entender que la tradición es un invento moderno, ya que sólo se formula cuando existe un cambio social que la cuestiona. El libro está escrito con un indiscutible rigor que aborda estos tres fundamentalismos desde sus raíces (que son los del capitalismo, aunque no lo diga) hasta la actualidad. Los entiende como reacciones iniciales de carácter defensivo frente al impacto de la sociedad moderna. Van desarrollando posteriormente un carácter ofensivo, basado en una movilización política y en la gestación de una cultura alternativa a la socialmente imperante. Cuestión, que como bien dice la autora, plantea no sólo conflictos con enemigos externos sino sobre todo una fractura interna en países como Israel, EEUU, Irán, Egipto y Turquía. El análisis del desarrollo del fundamentalismo islámico en estos tres países en la historia reciente es muy preciso y nos permite entender su dinámica política de estos últimos años. También me parece clave entender el sionismo como un movimiento contrapuesto inicialmente al fundamentalismo pero que finalmente acaba siendo, en parte, fagocitado por éste. Otra hipótesis interesante de la autora es su afirmación que la represión de los movimientos religiosos lleva a radicalizarlos y a volverlos más agresivos.
La aportación de este libro para entender lo que es el fundamentalismo es muy importante, sobre todo referido al Islam y al judaísmo. En el cristianismo hay una limitación, que es que sólo trata el protestantismo y lo hace además en un solo país, que es EEUU. Pero aquí hay justamente una crítica importante, que es que Karen Amstrong habla de modernidad y no de capitalismo. Esto hace que presente en un bloque la modernidad y que incluya en ella tanto los derechos adquiridos en la lucha (democracia, derechos humanos) como la propia lógica del capitalismo. Al no distinguirlo no puede nunca enmarcarlo en la lucha de clases. Esto hace que muchas veces fuerce la similitud entre los tres movimientos remitiéndose al elemento psicológico, que es el miedo al vacío. Se olvida entonces que el fundamentalismo islámico aparece como un movimiento popular en sociedades semiperiféricas del capitalismo y el fundamentalismo protestante en USA como una opción política de sectores intermedios y altos de un país imperialista. Tampoco acaba de quedar claro cómo el pueblo judío pasa de ser una etnia marginada a un grupo poderoso del capitalismo emergente. Su planteamiento se basa más en Hegel que en Marx, ya que el fundamentalismo aparece como un efecto de la lucha ideológica entre el Mito y el Logos. Este enfoque no sólo le hace ignorar los aspectos socioeconómicos sino que simplifica la propia complejidad que se da en el terreno de las ideas. Por otra parte es muy correcta la denuncia que hace del fundamentalismo como un movimiento dogmatico, autoritario y sectario que se nutre del odio. Pero es discutible su opinión de que desemboca en un nihilismo, ya que aunque sea destructiva lo es en nombre de una creencia que lo alimenta. Y no es lo mismo un fanático que un nihilista, que no cree en nada, aunque sus conductas pueden ser igualmente destructivas.
El libro es excesivamente ambicioso al incluir además toda la problemática religiosa en el mundo moderno, tema en el que no puede profundizar pero que aparece señalado y da lugar a una declaración general de buenas intenciones con una llamada a la tolerancia mutua. En todo caso, ahora como el año que concluye su obra, el 200º, la pregunta es la misma que formula la autora : ¿ Es el fundamentalismo un movimiento con futuro ?
Es un libro que hay que leer para entender este aspecto del mundo moderno y sobre todo para analizar, explicar y preveer la importancia de estos tres fundamentalismos de los que habla el libro. El rigor, la precisión y la honestidad intelectual de la autora hace que, con todas las críticas que le podamos hacer, es un libro necesario que abre además muchas puertas para estudios y reflexiones posteriores de tipo político, sociológico y cultural.
Karen Armstrong
( traducción de Federico Villegas )
Ed.Tusquets, Barcelona, 2009, Barcelona
Karen Amstrong es una de las expertas en cultura religiosa en el mundo anglosajón. Se describe a sí misma como una “monja fugitiva”, ya que vivió siete años de vida monacal y está interesada por las formas modernas de espiritualidad.
El libro, cómo ya advierte la autora, trata específicamente sobre el judaísmo, el islam y el cristianismo protestante en EEUU. Caracteriza lúcidamente el fundamentalismo como un fenómeno contemporáneo y no como una especie de resto del pasado. Es importante entender que la tradición es un invento moderno, ya que sólo se formula cuando existe un cambio social que la cuestiona. El libro está escrito con un indiscutible rigor que aborda estos tres fundamentalismos desde sus raíces (que son los del capitalismo, aunque no lo diga) hasta la actualidad. Los entiende como reacciones iniciales de carácter defensivo frente al impacto de la sociedad moderna. Van desarrollando posteriormente un carácter ofensivo, basado en una movilización política y en la gestación de una cultura alternativa a la socialmente imperante. Cuestión, que como bien dice la autora, plantea no sólo conflictos con enemigos externos sino sobre todo una fractura interna en países como Israel, EEUU, Irán, Egipto y Turquía. El análisis del desarrollo del fundamentalismo islámico en estos tres países en la historia reciente es muy preciso y nos permite entender su dinámica política de estos últimos años. También me parece clave entender el sionismo como un movimiento contrapuesto inicialmente al fundamentalismo pero que finalmente acaba siendo, en parte, fagocitado por éste. Otra hipótesis interesante de la autora es su afirmación que la represión de los movimientos religiosos lleva a radicalizarlos y a volverlos más agresivos.
La aportación de este libro para entender lo que es el fundamentalismo es muy importante, sobre todo referido al Islam y al judaísmo. En el cristianismo hay una limitación, que es que sólo trata el protestantismo y lo hace además en un solo país, que es EEUU. Pero aquí hay justamente una crítica importante, que es que Karen Amstrong habla de modernidad y no de capitalismo. Esto hace que presente en un bloque la modernidad y que incluya en ella tanto los derechos adquiridos en la lucha (democracia, derechos humanos) como la propia lógica del capitalismo. Al no distinguirlo no puede nunca enmarcarlo en la lucha de clases. Esto hace que muchas veces fuerce la similitud entre los tres movimientos remitiéndose al elemento psicológico, que es el miedo al vacío. Se olvida entonces que el fundamentalismo islámico aparece como un movimiento popular en sociedades semiperiféricas del capitalismo y el fundamentalismo protestante en USA como una opción política de sectores intermedios y altos de un país imperialista. Tampoco acaba de quedar claro cómo el pueblo judío pasa de ser una etnia marginada a un grupo poderoso del capitalismo emergente. Su planteamiento se basa más en Hegel que en Marx, ya que el fundamentalismo aparece como un efecto de la lucha ideológica entre el Mito y el Logos. Este enfoque no sólo le hace ignorar los aspectos socioeconómicos sino que simplifica la propia complejidad que se da en el terreno de las ideas. Por otra parte es muy correcta la denuncia que hace del fundamentalismo como un movimiento dogmatico, autoritario y sectario que se nutre del odio. Pero es discutible su opinión de que desemboca en un nihilismo, ya que aunque sea destructiva lo es en nombre de una creencia que lo alimenta. Y no es lo mismo un fanático que un nihilista, que no cree en nada, aunque sus conductas pueden ser igualmente destructivas.
El libro es excesivamente ambicioso al incluir además toda la problemática religiosa en el mundo moderno, tema en el que no puede profundizar pero que aparece señalado y da lugar a una declaración general de buenas intenciones con una llamada a la tolerancia mutua. En todo caso, ahora como el año que concluye su obra, el 200º, la pregunta es la misma que formula la autora : ¿ Es el fundamentalismo un movimiento con futuro ?
Es un libro que hay que leer para entender este aspecto del mundo moderno y sobre todo para analizar, explicar y preveer la importancia de estos tres fundamentalismos de los que habla el libro. El rigor, la precisión y la honestidad intelectual de la autora hace que, con todas las críticas que le podamos hacer, es un libro necesario que abre además muchas puertas para estudios y reflexiones posteriores de tipo político, sociológico y cultural.
Dejo el enlace de un artículo muy interesante sobre el tema, que aporta otra perspectiva, más acorde en este caso con el Islam, "EL ISLAM, OCCIDENTE Y SUS FUNDAMENTALISMOS" (http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/98/Islam%20y%20occidente.htm)
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