Reseña de
El llarg procés. Cultura i política a
la Catalunya contemporània ( 1937-2014)
Jordi Amat
Barcelona :
Tusquets, 2015 ( colecció l´Ull de Vidre)
Escrito por Luis Roca Jusmet
Nos encontramos frente a un libro que me
parece indispensable para situar el llamado procés
catalán en un contexto histórico más amplio. Me vienen a la amemoria, por
asociación libre, dos libros. Uno es El
lago siglo XX, el extraordinario estudio de Giovanni Arrighi, que utiliza
el concepto de larga duración (
acuñado por el gran historiador francés Fernand Braudel) para explicar el siglo
XX. La idea es que para entender un proceso que se da en un medio plazo hay que
enmarcarlo en un proceso histórico mucho más amplio. Esto lo ha hecho de manera muy fecunda Jordi
Amat con el tema que nos ocupa. El segundo es un libro que escribió José Luis
Moreno Pestaña ( La norma de la filosofía) que nos muestra con un análisis
preciso y riguroso que durante el franquismo, incluso desde lo oficial, pasaron
cosas interesantes en filosofía, que no todo fue inmovilismo. Se trata de
capatar los matices.Jordi Amat hace lo mismo al explicarnos lo que ocurrió
entre 1939 y 1970 en la España franquista, en relación con el catalanismo
conservador de los que lo habían apoyado y ahora querían presionar para
conseguir cambios. Me parece que la primera y la segunda parte son, en este
sentido, las más completas. Y al decir completas no quiero decir no que sean
las mejores ni que las otras tengan que serlo.
Con más completa quiero decir
que son dos partes que sintetizan muy bien una etapa, y que además lo hacen
aportando documentación inédita. Tratan en primer lugar de lo que llama de “La ocupación ambigua (1939-1947)”.
Ambigua porque tuvo apoyo de parte de la población (sobre toso de la burguesía
y sectores de la clase media) y porque la ocupación también se dio en otras
zonas, como Madrid , con lo cual
quitamos la falsa y malintencionada retórica de que España ocupa Cataluña). Aunque lo cierto es que en Cataluña
significó la prohibición de todo lo catalán. La alta burguesía (representada
por la Lliga de Cambó) no quería esto pero lo prioritario era defender sus
intereses de clase. Muchos se conformaron y otros ( como cambó) intentaron impulsar
un catalanismo suave. Con él muchos intelectuales catalanes ( como Pla) que
tenían pánico, de todas maneras, a que un cambio como el que se dio en Francia
acabara condenando a los colaboracionistas ( que eran ellos). En segundo lugar aborda la “Modernitat cauta (1952-1960)”,
que nos muestra la construcción del
nacionalismo católico-conservador, aunque rupturista, del pujolismo.
La tercera parte, habla del “Catalanisme
progresista” ( 1962-1980) ; es
interesante pero que no recoge ni puede
recoger toda la complejidad de lo que aparece. En todo caso, desde el punto de
vista político, tenemos un PSUC que se convertirá en el partido hegemónico de la
lucha antifranquista en Cataluña, que asume el catalanismo dándole un carácter
progresista y que es capaz de integrar
en esta lucha a CCOO y a la clase obrera procedente de otros lugares de España.
Está luego el Front Obrer Català ( l versión del Frente de Liberación Popular)
y a partir de él, y no solo de él, el socialismo catalanista que dará lugar al PSC
( Congrès) y al PSC( reagrupament),que serán la base del PSC. Paralelamente el
marxismo independentista del PSAN, tradición que dará lugar a lo que ahora son
las CUP.
El epílogo (“Matar el Cobi”) nos permite
enlazar con el presente, es decir, lo que va de 1980 a 2014. Quizás hubiera
sido más propio subtitular el libro “Cultura y política a la Catalunya
contemporània” (1937-1980). Porque sí que nos da, de manera puntual pero
sugerente, datos y reflexiones interesantes en este breve pero denso capítulo. Pero
faltan otras : la partición del Foro Babel y de Ciutadans, la deriva
nacionalista del PSUC, las contradicciones internas del PSC y el papel jugado
con el nuevo Estatut.
En todo caso
me parece que lo mejor es considerar que en este último capítulo lo que nos da
son algunas piezas para completar el puzzle.
Falta deliberadamente una conclusión.
Pero me parece que esta puede acercarse
al artículo que publicó hace poco Enric Ucelay Da Cal en “El País”, que decía
que el catalanismo integrador se había convertido hoy en independentismo
excluyente. No estoy seguro que esta sea la lectura de Jordi Amat. Es la mía.
El libro me parece, en definitiva, muy bien
escrito, muy interesante y que aporta, sin duda, valiosa información y
reflexiones para entender lo que pasa hoy en Cataluña.
Por no decir obligatorio ni necesario, que no lo digo, yo sé que podría traer mucha cola este desafío, pues es un desafío, un envite al estado; ha sido el Procés, de sentido común, el PP había roto el pacto de la democracia, el pacto en que se daba cierta "independencia" política, económica y lingüística a los territorios periféricos.
ResponderEliminarNo es de extrañar el intento de ruptura, ahora bien, si no se les va de madre, habrá un diálogo con el estado, yo opino que la próxima legislatura han de unirse el PSOE y el PP para gobernar como en Alemania, y así hacer un cambio en la Constitución que englobe a las lenguas periféricas y a sus políticas y economías.
En definitiva, y sabiendo que han de tener los partidos que gobiernan, grandes analistas, parece mentira que no hayan visto un desenlace de sentido común.
Vicent Adsuara i Rollan
Ahí te dejo un artículo para que veas por donde van las cosas según mi modo de ver:
ResponderEliminarConflicte lingüístic espanyol. L'infinit camí cap a la normalitat
O la llebre al final del camí; si una cosa va fer bé la transició amb respecte a les nacions espanyoles va ser deixar l'equació oberta, de les competències; un patriota, com qualsevol persona, necessita saber que sempre hi ha un camí més lluny del que ha abastat i, creure que algun dia arribarà a la meta.
La meta és la concepció masculina, però hui amb la Nova Era se'ns imposa el camí, que no la meta i els polítics de la transició van saber posar als nacionalismes eixa safanòria davant dels seus ulls per a què la màquina no s'aturara.
Heidegger va dir que el concepte és el temps de deconstrucció de la cosa, el que vol dir que la Història cavalca dialècticament cap al cim, tot i que no combregue amb ell amb que haja d'haver un cim i una caiguda, sinó que ben fet la cosa pot allargar-se tant com vulguem, fins a límits inimaginables.
Hui en una hipotètica reforma de la Constitució podríem posar la safanòria dels nacionalismes nacionals en la normalitat de llurs llengües pròpies, sempre hi haurà marge a la millora, tot pensant en la globalització i en la gran tendència cap a la uniformitat lingüística.
De fet un sistema, individu o ens està format per tres registres, el simbòlic o lingüístic, el real o econòmic i l'imaginari o polític i, és el registre lingüístic, el religiós qui conforma el problema dels nacionalismes, més o gairebé més importants que el polític o l'econòmic en aquest cas.
Sabem que un poble necessita d'un amo i aquest d'un poble; a Catalunya hi ha tots dos, amb la qual cosa el registre lingüístic o religiós, el de la llengua, conforma el nou impuls independentista. A més dificultat per a fer servir la llengua pròpia més independentistes; a més obstacles polítics o econòmics augmenta el seu nombre.
Sapiem fer com els polítics de la transició, sapiem deixar oberta l'equació per a què aquest país tinga, malgrat els que el voldrien mort, un llarg període de pau.