Escrito por Luis Roca Jusmet
El término soberanía aparece en la época medieval para delimitar el poder del soberano frente a sus súbditos. El poder soberano era el poder sobre la vida y la muerte de los súbditos pero tenía unos límites que marca el derecho. Pero el monarca el soberano porque su poder procede de Dios y él es quién tiene finalmente el poder, es decir, la capacidad de decidir sobre los súbditos.
El concepto de soberanía se desplaza con la teoría política moderna, basada en la idea de contrato social y de Estado de derecho, El contrato social es el acto hipotético en el cual los humanos deciden formar una sociedad política, es decir ser ciudadanos. Ser ciudadano quiere decir ser reconocido por los otros como sujetos de derecho y comprometerse a seguir la leyes, para que el reconocimiento sea mutuo. A partir de aquí el concepto de soberanía sirve para referirse a todos aquellos que se subordinan a este contrato social, que garantiza el Estado a través de las leyes, que son las que garantizan las leyes, y el monopolio de la violencia para aplicarlas. Pero la soberanía la siguen teniendo los ciudadanos. Podemos llamar al conjunto de ciudadanos "pueblo" o "nación" pero dejando claro el contenido. El Parlamento es elegido para hacer las leyes que aplica este Estado, que ocupa un territorio físico, un espacio. Este es el Estado-nación en el sentido cívico. Si se basa en una Constitución que recoge lo que hoy se ha acordado como básico, que es la Declaración Universal de Derechos Humanos, entonces hablamos de un Estado de derecho. Desde el socialismo al liberalismo democrático, esto es lo que hay que defender. Derechos civiles, políticos y sociales. La izquierda y la derecha difieren, claro, en el contenido de las políticas para hacerlo.
Si vamos a una relaciones internacionales basadas en la paz y la confederación los Estados de derecho deben buscan acuerdos. Tenemos por ejemplo la ONU, pero respeta las soberanías de los Estados. Se llegan a acuerdos que todos los firmantes deben cumplir, pero cualquier Estado puede decidir desvincularse. Porque la soberanía la tiene cada Estado. Tenemos la Unión Europea, pero como ha mostrado el Brexit, un Estado puede abandonarla. En una confederación la soberanía la tiene el Estado. Cuando hablamos de federalismo, en cambio, los entes federados forman parte de un Estado de derecho, que es quién tiene soberanía. Soberanía es el poder de decisión y la tiene cada ciudadano en las cuestiones privadas y la comparte con los que forman parte del Estado de derecho en el que vive en las cuestiones públicas.
Desde este punto de vista hablar de soberanía compartida hablando de la estructura territorial española o en el caso de Gibraltar es marear la perdiz. Porque los ciudadanos que viven en Cataluña o en el País Vasco son ciudadanos españoles porque el Estado de derecho es España. Los ayuntamientos o las comunidades autónomas, aunque les llamemos entes federados, no tienen soberanía. Tienen el poder de decisión que les asigna el Estado de derecho y punto. Considerar que los ciudadanos de Gibraltar tienen soberanía compartida es un absurdo porque dependería a la vez de las decisiones del conjunto de los ciudadanos españoles y de los del Reino Unido. Hablemos claro, por favor.Porque si no lo hacemos confundimos los principios mismos de la democracia.
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