CUMPLIR SESENTA AÑOS

Escrito por Luis Roca Jusmet

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 Hoy cumplo 60 años. Somos una vida. Pero podemos generalizar, para orientarnos, como sugieren los chinos,  según los ritmos de la naturaleza: primavera, verano, otoño e invierno. Podríamos decir, también con los chinos, que cada doce años pasa una etapa. y entonces cada estación dura 24 años, con dos fases de 12. Tiene sentido  Los primeros 24 años son la primavera de la vida. Los 12 primeros la infancia y los 12 seguidos la adolescencia. Entendamos la adolescencia en sentido amplio y contemporáneo. Es la etapa que actualmente asignamos a la etapa del nacimiento, del crecimiento y la formación básica.Vienen luego los 24 siguientes, hasta los 48, que podemosconsiderar la etapa de la juventud. Adultez juvenil en transición a la madurez. Tenemos luego el otoño, la etapa de madurez, que iría desde los 48 hasta los 72 años. Es la transición a la vejez. Estamos, por tanto, en plena madurez, en el pleno otoño de nuestra vida.Al cumplir los 72 años podemos considerar que empieza la vejez, el invierno de nuestra vida. El invierno no es una retirada, es un recogimiento. A partir de los 84 ya nos vamos preparando para la muerte. Hay que aprender a morir, lo cual  no quiere decir dejarse caer sino allanar el camino hacia final de nuestra vida. Pero podemos hacer de la vejez, como decía Séneca, la culminación y no la decadencia de nuestra vida. Pero Séneca pensaba que la vejez empieza a los 60. Eran otras condiciones, era otra época. Nuestra vida, que es una vida, tiene, por supuesto, su manera concreta de contarse.

 Cada uno de nosotros es un modo finito y limitado del Universo. Toda nuestra vida está contenida en nuestra esencia. Somos un cuerpo con una idea que nos anima, que nos permite pensar y sentirnos en interacción con los otros cuerpos. Cuerpo-mente en proceso continuo de transformación en relación con los otros cuerpos. Son los encuentros y desencuentros que nos hacen mejores, más alegres y generosos o peores, más tristes y resentidos. 
El tiempo es la medida objetiva de este proceso, que ahora medimos con el reloj y que es el que dice que hoy tengo 60 años. El tiempo es también la experiencia subjetiva de el proceso. Lo que experimentamos es la actualización de lo que está en potencia. La actualización definitiva es el momento de la muerte. Es como si nuestra vida fuera una película ya rodada que vamos contemplando. La contemplación es la experimentación del cuerpo. Un físico dijo que la vida es como un conjunto de cápsulas que están simultáneamente una al lado de otra y que nosotros vivimos de manera sucesiva. Es tan real el presente, como el pasado como el futuro. Pero experimentamos lo que somos en este marco espaciotemporal que nos lleva a experimentar como real este futuro que se va transformando en pasado. El presente es el que realmente no existe. Es solo este tránsito.
 No somos sino un elemento de la totalidad. Nuestra individualidad es el producto de la ilusión de la separación. Nos creemos un entidad propia. Pero el proceso es global y total, y somos una pequeña parte de la Totalidad. Somos libres en la medida en que somos capaces de distanciarnos de nuestros afectos, de nuestros deseos. Somos libres en la medida en que entendemos su funcionamiento y no quedamos atrapados en él. De otra forman nos determinan los otros, sean directamente o indirectamente a través de nuestras pasiones ( los afectos que nos crean los otros de miedo, ira, vanidad...).Ser capaz de ver la propia vida como este pequeño proceso que forma parte de un proceso cósmico global.
  La alegría y el amor son los motivos para seguir viviendo. Cuidarse de uno mismo y cuidar de los otros. Ir aprendiendo de la vida porque todavía estamos de ida, aún no estoy de vuelta. Intentar que este mundo sea algo mejor. Los tiempos que vivimos son difíciles y no permiten grandes esperanzas. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.
 Como agnóstico pienso que esta es la única vida. Quiero aprovecharla. Vivir cada día como si fuera el último, sin desperdicio.Que así sea y a vuestro lado.