Luis Roca Jusmet
He de
reconocer que he leído parcialmente a Deleuze y justamente no lo he
hecho con las que quizás son sus dos obras fundamentales, La
lógica del sentido y Diferencia y repetición. Sí he
leído en profundidad a Žižek y me parecen sugerentes las
reflexiones críticas en torno a Deleuze. No valoro por tanto sus
críticas sino simplemente expongo ideas que me parecen interesantes,
tomando tanto a Žižek como a Deleuze como pretexto.
Žižek
cita bastante a Deleuze, aunque de manera dispersa. Los dos textos
que he encontrado donde hay un estudio algo más preciso. Los dos
tienen los habituales títulos provocativos de Žižek : "Un
yuppie leyendo a Deleuze" ( en la Revolución blanda,
Ed.Autel, 2004) y "El devenir edípico de Deleuze" ( en
Violencia en acto, Paidós, 2004)
. Empecemos por éste último. Lo que plantea aquí Žižek es que en las dos grandes obras filosóficas anteriores citadas de Deleuze 8 complementadas por sus escritos sobre cine y algunos textos breves) hay una tensión muy rica entre dos lógicas diferentes. Por una parte una lógica del sentido en la cual el devenir inmaterial es producto de los procesos materiales, corpóreos. Es el sinsentido lo que produce el sentido, el acontecimiento. El ejemplo más claro es el cine : como en una cinta, materialmente existente, aparece una historia, un devenir con sentido, un acontecimiento. Por otro lado hay en Deleuze una especie de lógica del devenir en la que lo virtual aparece como productor de lo real. La primera opción es la materialista y la segunda la idealista, en la que lo real parece ser un producto de la conciencia. Para Žižek esta tensión es rica y son estas paradojas las que enriquecen el pensamiento filosófico. Žižek propone una salida lacaniana ( con otra afirmación provocativa : porqué Deleuze es lacaniano). La paradoja sugiere que la causalidad corpórea nunca es completa, se escapa algo, el no sentido produce el sentido: el significante produce el significado. La realidad tiene un suplemento virtual, simbólico. Lo real es lo está fuera de esta simbolización. Es decir, que lo que entendemos por realidad es lo que podemos simbolizar. Aquí Žižek saca sus recursos lacanianos.
. Empecemos por éste último. Lo que plantea aquí Žižek es que en las dos grandes obras filosóficas anteriores citadas de Deleuze 8 complementadas por sus escritos sobre cine y algunos textos breves) hay una tensión muy rica entre dos lógicas diferentes. Por una parte una lógica del sentido en la cual el devenir inmaterial es producto de los procesos materiales, corpóreos. Es el sinsentido lo que produce el sentido, el acontecimiento. El ejemplo más claro es el cine : como en una cinta, materialmente existente, aparece una historia, un devenir con sentido, un acontecimiento. Por otro lado hay en Deleuze una especie de lógica del devenir en la que lo virtual aparece como productor de lo real. La primera opción es la materialista y la segunda la idealista, en la que lo real parece ser un producto de la conciencia. Para Žižek esta tensión es rica y son estas paradojas las que enriquecen el pensamiento filosófico. Žižek propone una salida lacaniana ( con otra afirmación provocativa : porqué Deleuze es lacaniano). La paradoja sugiere que la causalidad corpórea nunca es completa, se escapa algo, el no sentido produce el sentido: el significante produce el significado. La realidad tiene un suplemento virtual, simbólico. Lo real es lo está fuera de esta simbolización. Es decir, que lo que entendemos por realidad es lo que podemos simbolizar. Aquí Žižek saca sus recursos lacanianos.
Para
Žižek Deleuze huye de sus fecundas contradicciones asociándose con
Guatari. Guatari es claramente para Žižek el malo de la película.
No porque Guattari sea un traidor al lacanismo, Žižek es más
inteligente que esto. Pero no les perdona la crítica a Lacan en el
AntiEdipo sencillamente porque le parece burda. Precisamente Lacan
matiza mucho la elaboración de Freud para reducirla a la estructura
de la familia autoritaria. Es un retorno a Reich, que consideraba la
familia nuclear como base del capitalismo. Para Žižek es evidente,
hoy, lo erróneo de la percepción. El capitalismo sobrevive a la
crisis de la familia nuclear autoritario y convive con la familia
moderna ( aquí me refiero irónicamente a la serie de Tv muy
ilustrativa al respecto). El capitalismo sobrevive a la represión
sexual : el lema del superyó actual es gozar al máximo. Lo que no
entienden Deleuze y Guattari es que la castración simbólica es
justamente lo que posibilita el deso. Renunciando al goce animal,
inmediato, que no sale del ámbito corporal somos capaces de
simbolizar lo real ( que como Freud señalo lo hacemos básicamente a
través de la negación9 y nos humanizamos). La castración simbólica
nos separa de la inmediatez corporal y nos da una distancia respecto
a él, situándonos en el ámbito de la falta que posibilita el
deseo.
Otra
crítica al tándem Deleuze/Guattari es la salida política que
supone para el primero, que antes no se había ocupado de la
política. Mejor, dice Žižek, porque sus opciones son nefastas.
Diluye el antagonismo fundamental de la lucha de clase para
trasladarlo al del despotismo de la "netocracia” y los
usuarios, que son producto de las relaciones de poder que se
establecen en las redes múltiples. Son los micro fascismos, que para
Žižek diluyen lo que es el fascismo. Tanto que es incapaz de
enfrentarse al estalinismo en su especificidad, situándolo como un
fascismo de izquierda.
Quizás, dice Žižek, podríamos hacer una lectura política
diferente de Deleuze, más basada en su primera época, más
interesante, que en la falsa salida con Guattari...
Hola de nuevo Luís,
ResponderEliminarTerritorialización y desterritorialización para volver a territorializar...
Humildemente, me ha gustado tu aproximación a Deleuze. El comentario final me parece muy valiente, personal... Es de agradecer.
En lo que respecta a la entrada, encuentro sumamente importante e interesante la noción "plano de inmanencia" intuitiva de Deleuze. A su manera ya se han expresado muchos filósofos como Castoriadis, y sobre todo Nietzsche, Bergson...
Recientemente, leí un estudio de neurología en el que decía que le concedían a las emociones tanta importancia como al razocinio. El estudio iba más allá defendiendo y concluyendo en su tesis de que no hay elecciones racionales desligadas completamente de un critero emocional. Y es que ya lo decía Pascal, están las razones del cerebro y las "razones" del corazón... ¿Por qué estoy acentuando aquí el componente emocional sobre el conceptual? Creo que se me entiende bien...si bien no negaré la importancia del concepto a estas alturas...si que pretendo enfatizar el poder de las emociones. Emociones como los sentimientos, las pasiones, no ya a nivel inconsciente si no a nivel consciente emparentándolo con la facultad de la sensibilidad, de la que ya hablaba Kant e incluso iré más allá con la Imaginación, tienen mucha más incidencia y fuerza en la concepción filosófica que tenemos de la que estamos dispuestos a aceptar. En este aspecto, estaría más cerca de Heidegger en su crítica a la filosofía occidental en cuanto olvido del ser y reivindicación del papel de la intuición poética, y que yo reformulo en "olvido de las emociones", abogando por una profundización emocional en el "sujeto" filosófico -permítaseme- en base a su carácter emocional e intuitivo nada, por supuesto, desdeñable y sí fundamental.
Y es ese ejercicio que hacemos los humanos que es, sobre todo, sentir y también el pensar, a mi entender, fué, es y será "algo" no exclusivo del campo del razocinio en todas sus variantes científica, gnoseológica, epistemológica u ontológica si no, por el contrario, "algo más" intimamente e intrínsicamente ligado a la axiología en parte, y que responde, sobre todo, a los sentimientos.
Expresemos nuestros sentimientos con más honestidad, sinceridad, valor... nuestra verdad, nuestra narración -no hablo de los hechos objetivos- habla a través de los sentimientos! pues en el fondo, es ahí donde subyace nuestro "yo" más íntimo.
Filosóficamente, sentimiento y pasión son dos cosas diferentes. En pocas palabras, sentimiento sería una razón del cerebro unida a una razón del corazón. Un sentimiento es un o una fuerza vital en agenciamiento a otros sentimientos y razones de otros/as, en estrecha relación con una y otra moral -en lenguaje neurológico una reacción química, pero no entraremos aquí...; en cambio, pasión es una fuerza vital -la mayoría de las veces con connotaciones negativas-, un afecto, un torrente poderoso que puede arrastrar a la razón más allá de sus límites, desligada de la razón. La pasión es una explosión, algo instantáneo y poco duradero -suele durar a corto plazo-. En cambio, el sentimiento es algo cuyo valor se forja con el tiempo y que suele perdurar mucho con el tiempo.
Recordemos que etimológicamente "philosophia" significa "amor por el saber". Amor, sentimiento...No desligemos saber y amor, pues si no corremos el riesgo de no formar la palabra Philosophia.
Gracias por el comentario Alfonso. mi conocimiento de Deleuze es limitado, lo voy descubriendo ahora, poco a poco. Cuando pueda leeré, con calma y ganas, "Mil mesetas". Tus comentarios, como siempre, valiosos.
ResponderEliminarAmigo, creo que tienes que leer más del deseo en Deleuze, creo que la dificultad es que Deleuze representa una forma de comprender, un cierta forma de aproximarse al afuera. En Zizek (que reconozco que he leído un poco) veo todavía un Hegelianismo Marxista que busca cerrar, que busca el orden, negando la condición de posibilidad de lo diverso que si siento en Delueze.
ResponderEliminarSaludos y buen artículo
Hola amigo ( como me gustaría un nombre...) tienes razón en que he escrito el artículo basándome en lo que he trabajado a Ziziek ( bastante) y no a Deleuze ( poco). De todas maneras inttuyo que te equivocas respecto a Ziziek porque la crítica que le hace a Deleuze es más desde Lacan que desde Marx.
ResponderEliminarBuen dato, mi ignorancia ZiZiekiana se compensa con tu estudio. Voy por Lacaaaan
EliminarTomás es mi nombre Luis, saludos!
Gracias por el comentario, Tomás.Un abrazo
EliminarA mí no me parece que esté extraviado Deleuze en cuanto a la lucha de clases, en Nietzsche y la filosofía nos muestra que si tenemos el mundo que tenemos es por el dominio de la moral del resentimiento y es desde el resentimiento que a su vez se produce una economía de la ganancia.
ResponderEliminarEste es el punto: "Lo que no entienden Deleuze y Guattari es que la castración simbólica es justamente lo que posibilita el deseo.", es algo ligero de decir "no entienden", sugiero la lectura del “AntiEdipo” sobre este punto pero también "Kafka por una literatura menor" y el artículo “Interpretación de los enunciados” (Deleuze, Guattari, Parnet), con esto, espero, se rectifique lo de “no entienden”. La postura de Deleuze-Guattari es precisamente contra esa ontología negativa del deseo (y del signo) que aparece en Lacan-Freud. Sugiero también el texto de Guattari "Cartografias Esquizoanalíticas" donde se explora con extensión la crítica. Ahora bien, la apreciación de Zizek sobre Deleuze es sumamente ingenua (precisamente porque lo ha leído superficialmente), incluso en la vinculación forzada de Hegel-Deleuze (Que efectúa en “Órganos sin cuerpo”) aplasta la originalidad de éste último con un malsano "hacer filosofía por detrás"). Sobre este punto, una breve cita a Nietzsche: “Los peores lectores son los que proceden como soldados entregados al pillaje: se llevan algo que pueden haber menester, ensucian y revuelven lo demás, y reniegan de todo.” (HdH II, § 137)
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