Escrito por Luis Roca Jusmet
Felipe Martínez Marzoa plantea una interesante lectura del Leviatán de Hobbes. Lo considera como el texto fundacional del Estado moderno, entendido como Estado de derecho que no se fundamenta en otra cosa que en la garantía de la universalidad de los derechos y el cumplimiento de las leyes. Considera que es Hegel el que cuestionará esta tradición al plantear la negación de la negación. Es decir, que si estos filósofos formulan la negación de lo natural ( y todas sus formas comunitarias) con la sociedad civil ( Estado), Hegel niega la sociedad civil afirmando un Estado como Todo que niega la sociedad civil.
Estas son, para Martínez Marzoa el punto de partida y los siete teoremas contenidos en el Leviatán que marcan esta ruptura con la teoría política antigua :
Punto de partida. El poder se entiende como posibilidad, como elección, como manera singular de enfrentarse con algo. El conocimiento, en la modernidad, está desvinculado de la acción. Esto quiere decir que el conocimiento no nos conduce a una manera de actuar sino, por el contrario, a un abanico de posibilidades. Contra más conocemos, más aumenta nuestro poder. Saber es poder. Se trata de hacer con la cosa lo que queremos. Contra más sabemos, menos obligados estamos a actuar de una manera determinada. Hay una ruptura de la relación necesaria entre saber y poder, que se vuelve contingente.
Primer teorema. No hay ninguna finalidad de nuestros actos que esté determinada por el conocimiento. Es decir que el conocimiento no determina fines ni objetivos. El conocimiento, aplicado a la acción, solamente es cálculo de estrategias.
Segundo teorema. Nada puede considerarse en sí mismo un objetivo, ya que nunca es compartido por todos. Los errores nunca hacen referencia a los fines, determinado por los deseos, sino al cálculo de estrategias.
Tercer teorema. Lo único universal es el interés común en garantizar que cada cual pueda hacer su cálculo de estrategias para tener derecho a vivir según su deseo singular.
Cuarto teorema. Lo único que puede determinar las leyes es el garantizar la forma o las condiciones de posibilidad que permita que cada cual pueda vivir como quiera.
Quinto teorema. Esta forma ( Estado ) debe tener un poder superior a los otros para imponer esta garantía de derechos.
Sexto teorema. El Estado debe ser universal en sus leyes y debe, por tanto, tener la fuerza coactiva para hacer de la existencia de los ciudadanos algo previsible, no precario.
Séptimo teorema. El carácter del Estado debe ser suficiente para hacer cumplir a todos con las leyes. Debe tener un carácter preventivo.
Continuemos con Spinoza. El ser mismo solo puede ser una cosa : es el Uno-Todo que vincula todo con todo. Es lo único que es Causa sí : Dios o la Naturaleza. Es absurdo intentar entender las cosas de manera independiente. ¿ Como delimitar entes en un continuo ? Hay dos atributos: el pensamiento y la extensión. Son configuraciones del Todo. Las cosas son cuerpo-mente, las dos caras del Todo a las que los humanos tenemos acceso. Cada cuerpo es una parte, con mayor o menor potencia. Cada pensamiento también es parte y le corresponde una potencia. Aparece la noción moderna de dominio : mayor potencia corporal o mental es mayor capacidad para habérselas con las cosas.
El conatus es el empuje, el empeño en ser. Lo que está en juego es el dominio mismo, la potencia o capacidad. No hay fines, ya que es el conatus el mismo fin. La democracia es el desarrollo político de esta ontología. Los cuerpos y las mentes son singulares y lo que hay que garantizar es el poder de los cuerpos-mentes.
Se trata de garantizar la universalidad de los derechos. Del derecho de cada ente singular, cuerpo-mente, a ser con el máximo de su capacidad. Hay que establecer reglas : lo que se puede permitir y lo que no se puede permitir. Lo jurídico, es decir las leyes y su aplicación, es la identidad estricta entre la obligación que se me impone y la garantía que se le aplica también a los otros en las mismas condiciones. La libertad tiene como límite la libertad del otro y esto es recíproco. No me someto al Otro ni a los otros, aunque sean todos o la mayoría. Esto es una idea confusa y errónea de democracia : el del poder de la mayoría. La garantía del derecho es para cualquiera, aunque sea uno. Hace falta un pacto constituyente. Pero el poder tiene que ser potente. Es decir, la Constitución tiene que ser algo más que una declaración de buenas intenciones : debe ser precisa en su formulación y en su aplicación. El soberano no es natural, se constituye en el pacto, en la ciudadanía. En esto, aunque lo desarrollen de diferente manera, Spinoza y Hobbes están de acuerdo. El primero contra el democratismo vulgar y el segundo contra el autoritarismo regio, como supuestos titulares naturales de la soberanía. Hobbes no puede ser absolutista por esta razón. Y lo que hace Spinoza es rehabilitar la democracia. El poder es, para ambos, una representación, una mediación. El ciudadano, base de la democracia, es abstracto: no es alguien concreto, no tiene ninguna propiedad concreta. Es cualquiera, debe ser cualquiera. No es inmediato, no es natural. Es una mediación generada por el espacio de lo civil, que es artificial. Así debe ser. El derecho es igual porque es paradójicamente el derecho a la desigualdad como diferencia, como singularidad. El sufragio universal es democrático como garantía de esta universalidad dell derecho.
Se trata de garantizar la universalidad de los derechos. Del derecho de cada ente singular, cuerpo-mente, a ser con el máximo de su capacidad. Hay que establecer reglas : lo que se puede permitir y lo que no se puede permitir. Lo jurídico, es decir las leyes y su aplicación, es la identidad estricta entre la obligación que se me impone y la garantía que se le aplica también a los otros en las mismas condiciones. La libertad tiene como límite la libertad del otro y esto es recíproco. No me someto al Otro ni a los otros, aunque sean todos o la mayoría. Esto es una idea confusa y errónea de democracia : el del poder de la mayoría. La garantía del derecho es para cualquiera, aunque sea uno. Hace falta un pacto constituyente. Pero el poder tiene que ser potente. Es decir, la Constitución tiene que ser algo más que una declaración de buenas intenciones : debe ser precisa en su formulación y en su aplicación. El soberano no es natural, se constituye en el pacto, en la ciudadanía. En esto, aunque lo desarrollen de diferente manera, Spinoza y Hobbes están de acuerdo. El primero contra el democratismo vulgar y el segundo contra el autoritarismo regio, como supuestos titulares naturales de la soberanía. Hobbes no puede ser absolutista por esta razón. Y lo que hace Spinoza es rehabilitar la democracia. El poder es, para ambos, una representación, una mediación. El ciudadano, base de la democracia, es abstracto: no es alguien concreto, no tiene ninguna propiedad concreta. Es cualquiera, debe ser cualquiera. No es inmediato, no es natural. Es una mediación generada por el espacio de lo civil, que es artificial. Así debe ser. El derecho es igual porque es paradójicamente el derecho a la desigualdad como diferencia, como singularidad. El sufragio universal es democrático como garantía de esta universalidad dell derecho.
La democracia ya no solo es Demos, como en Grecia, poder del pueblo, de todos. Es Estado de Derecho, es decir garantías universales de los derechos de todos. Serán Kant y también Marx ( claramente en su “Programa de Gotha” ) los que seguirán esta línea en los siglos XVIII y XIX.
REALMENTE BUENO EL ANÁLISIS DE LA CONFERENCIA DE MARZOA. DE TODO ESTO SE SIGUE INEVITABLEMENTE QUE NO VIVIMOS EN UNA DEMOCRACIA. MÁS CLARO, AGUA. LAS LEYES A LAS QUE NOS VEMOS SOMETIDOS, NO SON LEYES DEMOCRÁTICAS, PORQUE NO CUMPLEN LOS REQUISITOS ARRIBA MENCIONADOS. POR OTRO LADO, SÍ SON LEYES, PORQUE EN TODO RÉGIMEN SE PROMULGAN LEYES, EN LAS DICTADURAS, LAS TIRANÍAS, ETC., ETC. CUANTO ALGUNOS DE NUESTROS POLÍTICOS NOS DICEN QUE HAY QUE QUE CUMPLIR LAS LEYES, HAY QUE DECIR QUE SE REFIERE A UNAS LEYES QUE NO TIENEN EL ESTATUTO DE DEMOCRÁTICAS, COMO
ResponderEliminarNOS MUESTRA EXTRAORDINARIAMENTE LUIS ROCA.