Escrito por Luis Roca Jusmet
Después de más de cuarenta años dedicado a la lectura de textos filosóficos puedo constatar que los dos pensadores que más me han marcado han sido Baruch Spinoza y Michel Foucault. De épocas ( tres siglos los separan ) y tradiciones filosóficas, ciertamente diferentes. Aunque, al contrario de su amigo Gilles Deleuze, Foucault no parece especialmente interesado en Spinoza. No es uno de sus múltiples referentes y lo cita poco, aunque en su último curso del Collège de France lo cita como ejemplo de vida filosófica. Algunos pensadores contemporáneos. como mi amigo Vicente Serrano, han escrito ensayos interesantes sobre los posibles vínculos entre ambos ( primero en "La herida de Spinoza" y después en "El orden biopolítico").
Lo que voy a escribir aquí es subjetivo y se refiere al encuentro fecundo que se ha dado en mi imaginario entre Spinoza y Foucault. Son filósofos que me han acompañado y estimulado durante décadas en mi itinerario espiritual. Digo aquí espiritual en el sentido apuntado por Pierre Hadot, el de una verdad transformadora.
Lo que realmente me resulta interesante es que los dos presentan un proyecto ético con dimensiones políticas. Un proyecto, además, que no es moralista. No hay unas normas universales a seguir. Cada cual debe ir construyendo sus normas de vida desde la singularidad de lo que es. Emancipado de las cadenas internas de las pasiones que te dominan y de las normas que te sujetan. Siendo capaz de decidir lo que te hace más libre y te produce más satisfacción, llámese alegría ( Spinoza) o placer ( Foucault). Lo que te hace, en definitiva, más potente ( punto de conexión entre Spinoza y la vertiente nietzscheana de Foucault). No aislado ni en contra de los otros, sino cooperando, creando comunidades afines. Esto es un trabajo interior y continuo, podríamos decir que ascético, como diría Foucault en su última etapa, dándole la vuelta a la utilización nietzscheana del término.
El pensamiento como trabajo crítico es también un punto en común entre Spinoza y Foucault. El trabajo paciente del concepto en Spinoza contra el imaginario, el trabajo analítico de Foucault contra los discursos normalizadores. Pero entendido desde una tensión mantenida en la que no hay una verdad absoluta que nos ilumine, sino verdades relativas que nos permiten avanzar.
Tenemos, finalmente, el aspecto político. La política es importante para ambos pero no es emancipadora. La política crea mejores o peores condiciones para la emancipación y por esto es importante. Esto quiere decir que no será las estructuras sociales, económicas o políticas las que nos llevarán a esta vida libre y satisfactoria. Este es un camino que cada cual debe recorrer y para ello hay que luchar por encontrar las condiciones sociales que lo permitan. Condiciones que, de entrada, han de ser materiales. Quién no tiene solucionado cómo sobrevivir no se planteará como vivir bien, que es lo que busca la ética. Condiciones que han de ser, por supuesto, políticas. Ambos fueron acérrimos defensores de las libertades cívicas y políticas, empezando por la libertad de expresión. ¿ Liberales ? ¿ republicanos ? Ninguno de los dos se definió de manera partidista pero ambos denunciaron las formas de dominio. Fueron radicales en el sentido que iban a la raíz de lo político.
Ambos fueron espíritus libres y murieron jóvenes ( Spinoza a los 45, Foucault a los 56). Su propia vida ejemplificó esta propuesta ética que defendían. Fueron capaces de desarrollar sus capacidades en una vida intensa, que quizás podríamos llamar filosófica. Filosófica porque estaban mordidos por la inquietud hacia la verdad. Sus investigaciones fueron el centro de sus vidas pero cada una de ellas fue una experiencia transformadora. Vida y obra no pueden separarse. Ninguno de los dos fue capaz de aislarse de los acontecimientos políticos de su época y ambos se comprometieron contra aquello que, siguiendo la expresión de Foucault, era insoportable.
muy buen texto, acabo de escribir un pensamiento y una petición, y se me borró por la actualizacion del buscador. esta frustración no se quita. es genial el paralelismo y las diferentes miradas sobre la locura, pero siento que no esta muy claro el texto sobre el final.. se desdibuja un poco la locura como objeto de estudio de la filosofia, como si de pronto se sobreentendiera el significado de la locura en el simple hecho de una construccion individual, una etiqueta impuesta no solo por lo social sino por uno mismo.
ResponderEliminarme gustaria comprender mas sobre la locura fuera de lo patologico, porque siento que esta atada a una gran frustracion, incomprension, falta de interes o comunidad, que a veces lleva a una desesperanza que termina agotando al individuo y se auto-aliena. se que es causa del funcionamiento de la sociedad capitalista o jerarquica, pero el mundo es tan inmenso, no entiendo como nos encerramos en un discurso y en una sola mirada, mas alla de entender que no hay verdades absolutas, la locura parece absolutista, y es entendible el choque, la violencia psicotica, que considero un leve residuo de lo instintivo animal, se pierde la mente en un inconsciente que no domina emocion ni accion motriz.
en fin convivo a menudo con personas que pueden denominarse locas, diagnosticadas con enfermedades mentales o no, y verdaderamente me interesa entenderles pero son cerrados si no hablas su mismo lenguaje con sus mismas creencias o razonamientos, si no desconfias de las mismas cosas. por ahi te alienan ellos en vez de uno o la familia, amistad o la sociedad. me marea las normas sociales y nuestra moral y etica tan arraigadas, es uno quien dictamina o son o somos los locos quienes al sabernos incapaces de cumplir con tantas peticiones y metas, nos culpamos y flagelamos a tal punto de recrear un mundo paralelo y solitario? porque no necesariamente hay desorden evidente de descontrol o deterioro, no necesariamente hay diferencia en el dialogo, si en lo profundo del pensamiento, del actuar metodico, cotidiano y compulsivo. determinante con sus propios valores negando al resto del mundo. esa es mi experiencia con cierta locura cercana que comienzo a detectar incluso en ciertos comportamientos propios, el rechazo a la normalidad social, a las pretenciones esteticas, practicas y placenteras de la vida contada con el tiempo para lo laboral, social y familiar, y ni hablar de la eleccion de una pasion, algo que te mueva que te vuelva conocedor y profesional, ridiculo todo.
al final nieztche no estaba tan mal, copiando a los monjes que se retraian en la natualeza, donde el pensamiento puede perderse asi como el cantar del viento.
y lo de la escritura psicotica me pego, compulsivamente escribo cuando siento de forma extrema, y el mejor recurso es la metafora, para cualquier escritor, incluso vos, citando a socrates, escondiendo tu pensamiento atras de un hecho historico, una referencia, una metafora que oculte el significado, se sobreentiende y a la vez lo dejas a criterio propio, sin posibilidad de filosofar, al final el loco es quien piensa demasiado en la realidad ? me quedo esa parte un poco inconclusa, sin embargo me gustaria seguir leyendote, por mas que haya faltas de tipeo y que seguro escribas compulsivamente tambien, ya que sugeris en tu texto que te consideras cercano a los locos y a los filosofos, entendi bien? ohjala haya una respuesta saludos y gracias por tocar este tema particularmente.