Escrito por Luis Roca Jusmet
Hace ya muchos años que
circula una especie de " libro de culto " que se llama "La enfermedad como
camino". Los dos autores son alemanes: uno es Thordwarld Dethlefsen,
especialista en esoterismo, y el otro es Rüdiger Dahlke, médico y
psicoterapeuta. Fue escrito en 1983 y ha tenido innumerables
ediciones. Se subtitula "Una interpretación distinta de la medicina" y
plantea tres hipótesis fuertes :
1) La enfermedad no
es algo contingente sino algo necesario que tiene un sentido para el
que la padece. Sentido en el doble aspecto de finalidad y de valor
2) La curación es un camino positivo que nos conduce a la armonía. La enfermedad es, por tanto, un camino para la perfección
3) Toda enfermedad orgánica expresa una perturbación espiritual.
2) La curación es un camino positivo que nos conduce a la armonía. La enfermedad es, por tanto, un camino para la perfección
3) Toda enfermedad orgánica expresa una perturbación espiritual.
Nietzsche ya vio con
claridad que la astucia del cristianismo era plantear que el
sufrimiento, el dolor, la enfermedad tenían un sentido. Lo
peor de la desgracia para el que la padece es, ciertamente, que no tenga ningún sentido. Para el materialista Nietzsche esta era la trampa: la
ilusoria creencia de que lo que nos pasa tiene un sentido. Lo mismo planteó anteriormente Spinoza : la finalidad es una ficción humana, todo lo que sucede responde a una cadena necesaria a la que los humanos queremos dar un sentido que no tiene.
Los autores recogen,
ciertamente, algunas medias verdades pero para conducirnos por el camino del error, que quiere presentar como verdadero un discurso ficiticio. Voyu a sintetizar su planteamiento :
El hombre es un
cuerpo vivo informado por un espíritu que genera energía
vital y esta da vida al cuerpo. El cuerpo es, por tanto, receptor de una información espiritual que si es
armónica le proporcionará salud y si no lo es le llevará a la
enfermedad. La enfermedad física está causada por un desorden espiritual que genera una mala
información que perturba el cuerpo. El
síntoma es una señal de este desorden, por lo que nos da una
información valiosa. Es, por tanto, un aliado, no un enemigo a
combatir y eliminar. No hay que combatir la enfermedad sino
transmutarla en una vía para la armonía. La enfermedad es
siempre una despolarización que provoca una escisión . El camino de la salud pasa por
recuperar la unidad originaria perdida. Esto nos lleva a la teoría de Jung sobre la sombra. La sombra es lo que no
queremos, lo que no soportamos y por tanto rechazamos. El cuerpo manifiesta con los síntomas lo que excluimos de nosotros mismos. Hay que aceptarlo Todo para darle Luz. Es la Vía del Amor
y de la Unidad. Hay que rechazar el maniqueismo del Bien contra el Mal. La vida se
transforma porque nuestra conciencia ( espíritu) contiene lo que
aprendemos en cada una de
nuestras existencias. La muerte física da paso a que nuestro
espíritu-conciencia se reencarne en otro cuerpo, con todo lo que ha aprendido y tiene que aprender.
Hay que volver, plantean los autores,
a la teoría aristotélica de las causas. La ciencia moderna solo
considera la causa eficiente, es decir, el proceso que produce algo,
pero no la causa final. Hay que volver al porqué y no al cómo para
entender la enfermedad. Por otra parte hay que entender la enfermedad
desde la analogía. A cada órgano le corresponde un determinado
conflicto. Hay que seguir entonces unas reglas para interpretar la
enfermedad. Hay que interpretar los
síntomas desde el sentido : causalidad final y la analogía. Trasladar el síntoma al plano psíquico, escucharlo. Hay que analizar el
tiempo, la situación anímica. El enfermo ha de preguntarse que es lo
que impide el síntoma y a que le obliga. Cuando una
explicación es acertada, siempre nos duele y nos resistimos. Hay que abrir los ojos
para entender lo que nos ocurre y avanzar en nuestro aprendizaje. Los
síntomas nos enseñan el camino, porque el camino del aprendizaje es
el camino del dolor. Nuestra sombra es a la vez kármica y
biográfica. Eliminar nuestra sombra significa aceptar lo que no
aceptamos, no toleramos, no soportamos de nosotros mismos. No hay que
resistirse, hay que aceptar el dolor de la curación porque es en
nuestra mente, con nuestra actitud, como nos podemos curar. La
enfermedad es una bajada a los infiernos donde, en la noche más
negra, podemos encontrar la luz. El sufrimiento es la vía del
conocimiento.
A partir de aquí el
ensayo va desarrollando, por la vida de la analogía, una
interpretación del sentido de las enfermedades. Por ejemplo, una
propensión a la infección quiere decir que hay conflictos no
resueltos y que cada nueva infección es una llamada de atención
sobre ellos. Las enfermedades oculares que hay algo que no queremos
ver, las auditivas que hay algo que no queremos oír.
El conjunto me parece un despropósito, aunque vale la pena analizar el porqué.
El libro parte de medias verdades y los desarrollos que hace a partir de estas medias verdades son completamente erróneos. Elabora una formación discursiva totalmente especulativa y sincrética, en los peores sentidos de ambos términos. Parte de un espiritualismo que me parece, hoy, poco consistente por su carácter ligado a una teoría de la reencarnación todavía más poco fundamentada. Incluso desde posturas espiritualistas tradicionales, como la que mantiene por ejemplo René Guenón, la teoría de la reencarnación es un anacronismo de las corrientes teosóficas del siglo XIX, que distorsionan lo que plantea el hinduismo o el budismo auténtico. Toda la retórica sobre la Unidad y la Polaridad me parece igualmente poco fundamentada y tampoco se sabe exactamente que es lo que quiere decir. Jung. del que parten, es muy discutible pero me parece que hacen, además, un mal uso de sus formulaciones.
El libro parte de medias verdades y los desarrollos que hace a partir de estas medias verdades son completamente erróneos. Elabora una formación discursiva totalmente especulativa y sincrética, en los peores sentidos de ambos términos. Parte de un espiritualismo que me parece, hoy, poco consistente por su carácter ligado a una teoría de la reencarnación todavía más poco fundamentada. Incluso desde posturas espiritualistas tradicionales, como la que mantiene por ejemplo René Guenón, la teoría de la reencarnación es un anacronismo de las corrientes teosóficas del siglo XIX, que distorsionan lo que plantea el hinduismo o el budismo auténtico. Toda la retórica sobre la Unidad y la Polaridad me parece igualmente poco fundamentada y tampoco se sabe exactamente que es lo que quiere decir. Jung. del que parten, es muy discutible pero me parece que hacen, además, un mal uso de sus formulaciones.
Las consecuencias de esta perspectiva son nefastas porque
convierte al enfermo en totalmente responsable de su enfermedad. Pero
además esta responsabilidad se plantea en unos términos que van más
allá de su propia biografía. Es como la teoría de las castas del
hinduismo, que hace que los parias ( los intocables) acepten su
situación como efecto de lo qee ellos han hecho en vidas anteriores.
No hay un planteamiento social de lo que puede conducir a
determinadas enfermedades y la necesaria reflexión política para
superarlas. Por ejemplo, las condiciones de vida y de trabajo de los
miembros de una determinada clase social. Hay una valoración
positiva de la enfermedad y del dolor que me parece injustificable.
Hay que aceptar estoicamente lo que no se puede cambiar pero
haciéndolo con la serenidad del que no combate lo imposible pero al
mismo tiempo sí lo que puede cambiarse. El dolor no es bueno. Es
inevitable pero en la medida de lo posible lo hemos de evitar. No
creo que el camino de aprendizaje de la vida pase por el dolor,
aunque evidentemente en la vida hay dolor y hay que aceptarlo como un
hecho.
Veamos ahora los enunciados de los que parten que considero verdaderos :
Veamos ahora los enunciados de los que parten que considero verdaderos :
Los síntomas son manifestaciones de un conflicto más profundo. No son el problema sino una consecuencia de él y sirven para indicarnos que algo va mal ( que no es necesariamente el síntoma).
El hombre es una totalidad y e importante situar los síntomas en el conjunto. La medicina está muy especializada y pierde la visión global del enfermo.
Los enfermos son sujeto portadores de una enfermedad, no enfermos-objeto.
Una parte de las enfermedades físicas puede tener causas psicosomáticas.
El hombre es una totalidad y e importante situar los síntomas en el conjunto. La medicina está muy especializada y pierde la visión global del enfermo.
Los enfermos son sujeto portadores de una enfermedad, no enfermos-objeto.
Una parte de las enfermedades físicas puede tener causas psicosomáticas.
Estos tres enunciados. que cpnsidero verdaderos,explican el malestar actual de muchos enfermos con la medicina convencional. Por una parte la medicina ha avanzado mucho a nivel tecnológico pero en este camino se ha perdido el sujeto de la enfermedad. Esto hace que muchos pacientes recurran a todo tipo de las llamadas medicinas alternativas.
Me parece que hay que
criticar la medicina actual. Hay que reivindicar la subjetividad del
enfermo, la visión global de la salud y la enfermedad, incluso el
síntoma como manifestación de lo que hay que combatir y no como si
fuera el problema en sí. Hay que entender el carácter psicosomático
de muchas dolencias y preguntarnos sobre la manera como vivimos
cuando nos aqueja una enfermedad que podría serlo. Pero hay caminos mucho
más interesantes para hacerlo. Luis Chiozza, por ejemplo, es médico
y psicoanalista y nos ofrece un planteamiento mucho más interesante.
Es el de considerar que el inconsciente puede apuntalar una afección
orgánica para manifestar un conflicto. No se trata de que lo cause, sino que se apoye en él. El psicoanálisis si puede ser serio para entender lo que nos pasa a partir de síntomas físicos, si es el caso. Y es importante que cada cual subjetivice sus dolencias, que las enmarque en su contexto biográfico. Pero pasar a creerse lo que plantea el libro me parece un despropósito. Como decía Chesterson, "Cuando dejemos de creer en Dios nos creeremos cualquier cosa".
Hacer responsable a una persona enferma de su enfermedad me parece como mínimo cruel, simplificar de esta manera como hace el libro y generalizar creando culpabilidad en el enfermo es condenar a quién bastante desgracia tiene con lo que el azar le ha dado.
ResponderEliminarCreo que donde dice "el sufrimiento es la via de conocimiento" debería decir "la experiencia es una de las vias de conocimiento"
La enfermedad no nos hace aprender, nos hace canviar, canviar inevitablemente para adaptarnos a nuevas realidades, pero a veces, casi siempre, nos hace canviar sin nosotros haberlo querido y por lo tanto nos hace menos libres al no permitirnos elegir el camino a tomar.
y en último caso, con el que disiento, en el que se considerase el sufrimiento via de conocimiento y la enfermedad un aprendizaje.., señores quién quiere aprender de esta manera? yo desde luego NO.
Hola Lolita Lagarto. me alegra volver a saber de tí. Con las idas y venidas de mi blog al final había desaparecido tu blog, que me gusta mucho mucho y vuelvo a incorporar en mis links de interés. Tu comentario me parece muy lúcido.
EliminarUn abrazo
En este tipo de posts me parecería relevante que algún médico o práctico de la sanidad se expresara. Imagino que pido imposibles, los médicos españoles no se dedican a "pensar" sobre lo que hacen y su "sentido"...pero sinceramente me gustaría leerlo. Ya hemos hablado otras veces de la "falta" de humanidad, burocratismo, funcionarización en el peor de los sentidos. No hay lugar para la poesía con muchos pacientes...pero estoy segura de que si, por mucho trabajo que tuvieran,desarrollaran un poco más el "oído humano" para el malestar ajeno la eficacia de sus conocimientos científicos aplicados se vería incrementada. En la enfermedad, sea cual sea el origen, psi o fisico o los dos, te ves débil y necesitado más que nada de que te levanten la moral.
ResponderEliminarBueno, Ana, con algunos médicos he hablado y por supuesto no están de acuerdo que la enfermedad tenga un significado vital. ünicamente los homéopatas y los que están en la onda d ela medicina cuántica lo aceptan. Lo que dices es muy cierto, en cualquier caso se tiene que tener en cuanta el sujeto de la enfermedada y dar un apoyo humano, no solo tecnológico.
EliminarUn abrazo
Quería hacer otro comentario sobre Posguerra de Tony JUDT que tú recomendaste y que me ha llevado un mes llegar al final. Tenemos mucho que aprender de la historia de Europa, y en particular del resultado Europa y su forma de organizar la economía y la sociedad con respecto por ejemplo a Estados Unidos. Es una de las enseñanzas que he sacado, el componente social del progreso, más igualdad qué es lo que eso quiere decir a nivel de política y de economía, que no es el igualitarismo caricaturesco ni mucho menos. Simplemente que si a más gente le va mejor todos salimos ganando porque el "ambiente" social es más tranquilo y seguro. Y no que a un ramillete le vaya de escándalo mientras una masa se hunde en la miseria y nos tenemos que alegrar de que licenciados trabajen en verano poniendo cervezas. Que es lo que está pasando ahora.
ResponderEliminarEs un libro que enseña mucho.
También sobre los problemas de "memoria". Todos los países europeos los han tenido. Algunos los siguen teniendo. La segunda guerra mundial, el nazismo, el exterminio de los judíos, la ocupación de Francia en 1940...fueron hechos trauma´ticos que ha costado asimilar. Alemania y Francia se han tirado 50 ó 60 años sin querer ver como sociedad las cosas y llamar al pan pan y al vino vino.
Esto consuela un poco, porque siempre es la queja de que aquí la sociedad se niega a ver en general las cosas, a informarse y enterarse. Hay estudios y publicaciones pero se vive a ritmo de tertulia televisiva, o esa, desastroso.
He escrito sobre esos problemas de memoria y sobre lo que dice Tony JUDT de España. Poco pero atinado.
http://sinmiedoalopusdei.blogspot.com.es/2014/07/ejercicio-de-memoria-europea.html
Después de 1945 nuestro lugar fue el "rincón". Pero también tenemos nuestro papel en el concierto de las "naciones europeas" yen la Unión Europea-
Lo que está claro es que estos trabajos de memoria hay que hacerlos para andar con fuerza hacia delante como sociedad.
Y que cada generación debe hacer sus propios esfuerzos de memoria y en general.
Precisamente un amigo me hablaba el otro día de este libro, con el mismo entusiasmo que tú. Lo leeré cuando acabe todo los que tengo pendiente, que no es poco.Lo que dices de la memoria es fundamental, Ana, estoy totalmente de acuerdo.
EliminarInteresantísimo programa sobre un cancerólogo que es llevado, invitado por una paciente a conocer "in situ" la medicina ayurvédica, en India.
ResponderEliminarEl científico escéptico ante la eficiencia y ante la base científica de esa terapia oriental, sus preguntas, sus reflexiones, sus conclusiones
http://future.arte.tv/fr/sujet/cancer-et-medecine-ayurvedique
Gracias por la rferencia. Un abrazo
EliminarLuis,
ResponderEliminarhablar desde la experiencia puede en estos casos dar argumentos a favor de las ideas y creencias que a uno lo sostienen. Como enfermo crónico de una enfermedad autoinmune llevo toda mi larga existencia entendiendo lo que tu argumentas muy bien en tu réplica a este libro que desconocía. Hay ideas que me parecen nefastas como eso de la positividad tan de moda hoy en día. Tal vez y en eso coincido plenamente se trata de no sentirse uno agredido por esa medicina y cultura médica que nos penaliza , nos culpabiliza y nos hace sentir meros objetos. Las numerosas veces que he estado en Hospital del Vall Hebrón a lo largo de los años sólo he encontrado hostilidad y desamparo ... El paciente es reconocido como un cuerpo de estudio y análisis sin más... Por otra parte estas tesis sobre las enfermedades como procesos o caminos hacia la salvación pienso que se alejan mucho de autores clásicos o no tan clásicos como Pierre Hadot y el cuidado de sí. La lucha personal que enfrento a Nietzsche no era la autocompasión cristiana al estilo de la película CAMINO sino esa voluntad de hacer con uno mismo lo que se quiera... El dolor es algo insufrible y que no ayuda para nada a vivir , todo lo contrario ...la resignación sólo convierte a los humanos en títeres de sus propias mentiras ... La medicina paliativa tal como escribió un amigo de Foucault en un excelente libro " Al amigo que no me salvó la vida" de Hervé Guibert o el libro de André Gorz , Carta a D . Creo y llevo tiempo pensando que esa visión medicamentalizada de la sociedad nos perjudica como seres humanos por perder la capacidad de decidir y hablar por nosotros mismos , no se trata de desautorizar la ciencia sino encontrar en nosotros mismos argumentos que no nos consuelen ni nos ayuden a adaptarnos mejor a lo que aprendemos a ser , todo lo contrario se trata de encontrar a pesar de eso que nos somete con la enfermedad , una forma de existencia , una forma de vida. Hay que luchar contra estas ideas maniqueas y perversas que nos convierten dentro de la sociedad neuronal en sujetos autoexplotados y autodominados por el lenguaje que se instaura en el sistema. Hace menos de tres meses cuando me encontraba de nuevo en el hospital observaba como esa forma de secuestro médico impedía ser yo mismo, mientras escuchaba un personal entregado a la causa recriminar las vidas contingentes que todos los que estábamos allí teníamos.... Gracias por tu post y buscaré el libro que recomiendas , un saludo
Hola Xavier. Gracias por aportar tu experiencia y tus lúcidas rfelexiones. Totalmente de acuerdo contigo. El libro de Chiozza que vale la pena leer y seguro que te interesará mucho es "¿QUe es la enfermedad ? , que está en los libros de bolsillo de alianza editorial. Gracias también por los libros que recomiendas y que desconocía.
EliminarTe doy mi e-mail lroca13@ono.com, a ver si nos vemos un día y tomamos un café juntos. Me ha dicho Dolors Alcántara que estás haciendo la tesis sobre la parrhesia en Foucault y yo estoy intentando escribir un libro comparando a Foucault y Hadot.Un abrazo
Lògicament no tot és esperit, ni matèria tan sols, hi ha un 50 % de cadascuna, que pot ampliar-se com en un miracle paradoxal i contradictori a un 99'9999 % lògicament l'acte sexual no existeix i l'inconscient no pot, de vegades sí, crear una malaltia sinó reforçar-la, tot i que gairebé tot és possible i jo ho miraria des de fora, com que la ciència és també una religió, un re-ligare de normes i conductes.
ResponderEliminarAlhora que per a mi el símptoma és la pròpia vida, al meu anàlisi vaig fer dues frases que el resumeixen i que se m'escapen, però cada vegada trobe noves interpretacions i que va ser el colofó o la conclusió del meu anàlisi:
El síntoma es la urgencia del deseo debido/da al desconocimiento del goce.
El síntoma és la urgència del desig degut/da al desconeixement del gaudi.
I fixa't que en català-valencià la paraula símptoma està en castellà.
Per a mi no hi ha un sentit en la malaltia, però sí un sentit en el no-sentit, estic d'acord amb moltes de les premisses d'aquests senyors, però no en què el patiment siga un camí cap a res, si de cas per als individus que gaudeixen amb el saber, el dolor els seria útil per a gaudir del saber, per a saber, simplement si hi ha alguna cosa que crea és l'amor, i crear ho fem per a evitar el dolor, precisament, tot i que el misteri, la contradicció paradoxal de l'existència o de la mateixa realitat (dividir un segment infinitament per la meitat) ens diu que el sentit és una ingògnita que hem de posar, si volem, i si no no, és el nostre, en part, lliure albir, la nostra llibertat, tot i que alguns cauen en el nihilisme, però si poden pair-lo no és gens criticable.
Jo ho ressumiria o la meua vida es resumiria en una cerca de l'amor, de l'acte sexual, de la comunicació, si et fixes passem el 99'9999 % de les hores del dia intentant comunicar-nos.
Vicent
Sobre el que has parlat de Jung i la seua teoria de l'ombra em sembla interessant però amb una excepció, parlar amb l'ombra institucionalitzada i quan el costum la faça inoperant, de tant en tant parlar amb l'ombra més profunda, transgredir al Pare, així sempre tenim un límit, que és eixe 99'9999 % al que podem arribar, no ja segons la religió, sinó segons la higiene espiritual i filosòfica, l'acte sexual no existeix.
ResponderEliminarVicent
Creo que ese libro es producto de una lectura superficial de Freud. Muy frecuente por cierto.
ResponderEliminarOpta por Jung, de forma superficila o no, que ya se separó de Freud, aunque recibió su inlfuencia.
EliminarI així quan acceptem la nostra ombra més profunda passem pel complex d'Èdip, transgredim al pare i tornem a la mare, si no tenim a una dona en qui translladar eixa transgressió, fer de la transgressió una mort simbòlica, que és el que aprendrà el normòpata, normascle, normâle, o normal, el símbol amb la nova revolució de la consciència, l'histèric es castra i pot morir simbòlicament homosexualitzant-se, castrant-se, és la gran lliçó dels histèrics al món, els normals passen per una malaltia, no poden perdre el seu fal·lus, que és el penis i la idea de la seua absència. Després tots dos, normòpates i histèrics passen pel complex de castració, si són dones els passen a l'inrevés, els uns passant un període de convalescència i els altres superant el complex de castració, fins arribar a la seua dona novament o trobant una altra dona, que amb les relacions de desig del "El banquet" de Plató o Sòcrates es donen.
ResponderEliminarVicent
I disculpa si em ric, l'Home és còmic, que deia Lacan, hi ha un acudit quan un està desesperat que diu: No sé si tirar-me al tren o al maquinista, he, he, he...
ResponderEliminarVicent
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