domingo, 27 de enero de 2019

UNA CRÏTICA A IMMANUEL WALLERNSTEIN





Escrito por Luis Roca Jusmet

 He de confesar que he leído a Immanuel Wallernstein con devoción. Su claridad, rigor, voluntad sistemática y perspectiva de lucha por la emancipación lo hacía para mí tremendamente atractivo. Luego me he distanciado en cuanto a mi interés y actitud respecto a su planteamiento. Hoy he escuchado esta entrevista que le hacen en México y me he visto interpelado a clarificar más mi posición.
 En la entrevista Wallernstein se mantiene en su tesis habituales : 
1) El capitalismo es una estructura, la de una economía-mundo, que pasa por las tres fases habituales de cualquier estructura social : formación, normalización y crisis. Al aparecer la crisis surgen una bifurcación de opciones.
2) Nada de lo que ha pasada en la fase de normalización podía acabar con el capitalismo,solo hacerlo tambalear para luego recuperar el equilibrio, aunque fuera de diferente manera.
3) Desde finales de los sesenta del siglo XX estamos en la fase crítica. Como cada crisis puede durar unos sesenta años al capitalismo le queda poco tiempo.
4) Lo que vendrá después del capitalismo puede ser mejor o peor, desde el punto de vista de la emancipación. Por ello todo lo que hacemos hoy es muy importante y será determinante para la opción ganadora,totalmente imprevisible.
 Finalmente añade una afirmación que no tiene tiempo de argumentar y que resulta altamente sorprendente. Si el capitalismo continuara ( cosa que no sucederá) la hegemonía seria para China ( y el sudeste asiático), que tendría como aliado menor a EEUU compitiendo con la Unión Europea aliada con Rusia.
 Dejando esta última afirmación, que bien valdría un análisis, quiero problematizar las cuatro grandes afirmaciones citadas.
1) No voy a entrar en la definición del capitalismo que hace W. pero sí haré una definición sintética de su naturaleza : es una economía-mundo en la que la lógica del sistema es el aumento indefinido de capital en un intercambio desigual de países, en el que cada cual tiene su Estado-nación. Todo está mercantilizado pero es un antimercado porque el Estado no solo crea las condiciones que posibilitan el sistema económica sino que además legisla y gobierna al servicio de los oligopolios. El trabajo asalariado es la forma de trabajo más adecuada al sistema pero no es el que lo define.Pero lo que quiero cuestionar es esta ley histórica que para W. es inexorable. Por una parte habla dela incertidumbre sobre el futuro pero por otra dogmatiza sobre unas leyes que son determinantes en un esquema, incluso en que siempre plantea dos salidas, una mejor y otra mejor para la gente.
2) W. analiza lo que pasa en los siglos XIX o XX en términos de turbulencias del sistema, incluso las revoluciones rusa y china o el nazismo. ¿ eran imposible que estas revoluciones llegaran más lejos ? ¿ No hubiera cambiado el sistema si hubiera ganado el nazismo ?  ¿ No tiene el estado un papel ambivalente, en cuanto que puede ser instrumento del gran capital o garantizador de derechos ? ¿ No tiene el Estado moderno incluso una lógica de dominación que instaura un poder burocrático que no se explica solo en términos de beneficiar la acumulación de capital ?

3)  Porque a finales de los sesenta podemos considerar que hay esta transformación radical que pasa de una estructura a su crisis. Cierto que W. ha explicado cuales son los cambios que se dan estos años ¿ Qué quiere decir exactamente que acabará el capitalismo ? W. no lo concreta nunca. Y esta es la cuestión, que si afirma que la estructura actual caerá a que se refiere exactamente.
4) Cuando habla de estas dos opciones, que se suponen que va más allá del capitalismo, ¿ a que se refiere ? Ni siquiera lo apunta. A veces parece que se refiera a opciones más autoritarias y a veces más socialdemócratas. Pero que dicho así no dejarían de ser opciones que no rompen, por lo menos del todo, con el capitalismo. ¿ O sí ? En todo caso no entra en la cuestión.
 Parece combinar un determinismo estructuralista en cuando a las fases y un voluntarismo respecto a las salidas.
 Vaya por delante que la lectura de los textos de Immanuel Wallernstein siempre es provechosa. Pero sus planteamientos globales me parecen muy discutibles.

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