jueves, 1 de diciembre de 2016

EL CATALANISMO, DEL ÉXITO AL ÉXTASIS II La intelectualidad del “proceso”




Martín Alonso

Barcelona : El Viejo Topo

  Martin Alonso Zarza es un lúcido científico social ( doctor en ciencias políticas, licenciado en sociología, filosofía y psicología) que ha trabajado críticamente el tema del nacionalismo y la retórica de la violencia.. Este libro es el segundo de los tres que formarán parte de un análisis del movimiento soberanista-independentista que se ha llamado a sí mismo "el proceso". El objetivo del  primer libro era entender cómo se ha gestado el problema y la solución. Para el autor es un  producto relativo de una cierta ingeniería social. Digo relativo porque está claro que han aparecido contingencias, que no todo responde a una planificación, aunque sí al proyecto de una élite política. La caja de herramientas que utiliza Martín Alonso como análisis es la metodología del  EPS (Estudio de los Problemas Sociales). Este primer libro, como ya dije en el momento de hacer la reseña, me parece imprescindible para cualquiera que esté interesado por el tema.
 Martín Alonso distingue tres planos explicativos complementarios del PI( proceso independentista): la acumulación del poder en una élite, los recursos y la producción intelectual que la justifica. Partimos de la construcción de una identidad nacional. La identidad es siempre una identificación subjetiva y se basa en la creencia que el actor tiene de sí mismo. La identidad nacional es una identidad de grupo, que viene siempre definida por los límites entre “nosotros y ellos”. Hay un narcisismo de las pequeñas diferencias ( como diría Freud), en la que nos centramos en lo que nos separa y nos identificamos con ello; lo sacralizamos a través de mitos. Hay todo un mercado de ideas del soberanismo, en el que hay unas élites que dirigen y tienen intereses en el proyecto, unos intelectuales que crean la ideología necesaria y unas  masas que reciben el mensaje y se movilizan. Los recursos son de orden material (dinero, infraestructuras, inmateriales y mensurables ( tiempo, organización, contactos, movilizaciones) e inmateriales y no mensurables ( capital simbólico: ideología, conocimientos, información). Las élites dirigen los recursos materiales, las organizaciones políticas y sociales los recursos inmateriales mensurables y los intelectuales el capital simbólico. El marco da seguridad psicólogica y recompensas materiales y simbólicas.  Las élites son siempre las mismas
 El libro se centra mucho en el reclutamiento de los intelectuales y la competencia imperfecta que genera en el mercado de las ideas. Los nacionalistas son apoyados, subvencionados, promocionados por las élites dirigentes. Los críticos al nacionalismo todo lo contrario, hasta el punto de la exclusión. Se centra en varios casos concretos, especialmente los conversos de la izquierda al nacionalismo. Otro de los temas que merecen para el autor un estudio exhaustivo por su importancia, es el del Simposio Cataluña contra España, el Tricentenario (1714-2014) y la inauguración  del Born Centro Cultural (BCC). Hay aquí todo un trabajo de distorsión histórica para adaptar los procesos al relato que debe concluir en la necesidad de la independencia. Martín Alonso señala y critica la importancia de los historiadores en la construcción de mitos nacionales en diferentes casos concretos. La historia ha sido claramente instrumentalizada.
 Otra cuestión que aborda es la de los recursos combinados de movilización, desmovilización y contramovilización. Movilización a favor del soberanismo-independentismo, contramovilización cuando aparece una reacción (ya desde el caso del Foro Babel, hace ya décadas) hasta la desmovilización de los sectores que no participan en el movimiento. Todo evidentemente en una dinámica que oculta detrás de lo étnico lo social, es decir la lucha de clases.

 El libro es necesario, urgente y muy interesante. Falta todavía el tercer volumen para hacer una valoración global. En todo caso plantearé mis críticas, que por supuesto son constructivas. Falta un análisis de las élites económicas y su papel en el proceso. Me parece que queda claro que una parte de las élites económicas apoyaron el proceso catalanista pero se desmarcaron cuando vieron delante la aventura de la independencia. Debería analizarse este aspecto y como han acabado apoyando a UDC en contra del sector soberanista de CiU. Falta también analizar más a fondo el papel de los partidos de izquierda en el proceso, en concreto el PSC y el PSUC y sus derivaciones ( ICV y EUiA). Falta también el análisis de la Assemblea Nacional de Catalunya como elemento movilizador al margen de las élites y como se acaba aliando con estas. Finalmente la dialéctica entre el proceso y las respuestas (o no respuestas) del gobierno español de Rajoy.
 En todo caso un libro claro y riguroso que merece una atenta lectura de todo aquel que quiera conocer el proceso hacia la independencia que se ha dado en Cataluña. Quizás tiene el libro, que es de divulgación, un estilo demasiado académico ( las citas son demasiado abundantes, a mi parecer). Pero en todo caso mis felicitaciones al autor, que se las merece por su valentía y su rigor científico.



5 comentarios:

  1. Voy a hablar del nacionalismo, del de un ciudadano valenciano que se identifica contra uno de Catalunya u otro de Catalunya que lo hace contra uno de Madrid o uno de Madrid contra un vasco i, le diré que como Freud, opino que el nacionalismo es el narcisismo de las pequeñas diferencias, pero entendiendo el narcisismo como la incapacidad de amar, sólo de luchar, y no como el necesario amor a sí mismo de un catalán, un valenciano o un vasco que defienden su lengua contra imposiciones de un gobierno excluyente con las lenguas incomprendidas.
    Y digo narcisismo porque éste es lo más parecido a la histeria, a lo femenino u homosexual, es una fase en el desarrollo de estos tres elementos o entelequias, el ser no existe, es decir, nadie ha conseguido llegar a ser y lo femenino, la homosexualidad es la misma identificación en aquello femenino, el homosexual en el "símbolo" Gay y la mujer en su identificación contra el varón, la carrera en la identificación, la carrera de la identidad por conseguir el ser, por conseguir la "muerte" simbólica que supone el ser, esto es el mismo nacionalismo.
    Como un seguidor del Madrid, del València o del Barcelona cuando ve que su equipo gana a su contrario o a un equipo ajeno a ellos, es la identificación en el ser, la misma histeria, que se dio en la Alemania nazi, se está dando en la Catalunya de Mas y en el Madrid de Rajoy.
    Pero ante todo este cúmulo de palabras, ¿qué podemos hacer? ¿Para evitarlo o para sobrevivir? Aceptar que hay un registro lingüístico diferente al castellano en las naciones periféricas y darles la prioridad que se merecen, en todos los ámbitos, sino el futuro no pasa más que por la confrontación.
    El mayor acicate para el nacionalismo es no poder hablar con naturalidad, no poder escribir con naturalidad, no poder recibir clases con naturalidad, no poder escuchar la lengua de un pueblo con naturalidad, y créame, también están los otros dos registros, el político y el económico, cuando los tres se resquebrajan para hacer difícil su normalidad, pues sencillamente, se pierde el amor, la pareja, el partenaire y volvemos, después de un periodo de amor con nuestro partenaire, que podría ser Castilla en el caso catalán, volvemos al narcisismo.
    En la Alemania nazi se unieron el registro económico, una crisis galopante y desestabilizadora; el registro lingüístico, odio a lo femenino atizado por una casta judía que dominaba los mercados financieros y la abundancia, ya en aquella época del multiculturalismo, y la política, Alemania había perdido su hegemonía europea de resultas de la pérdida económica. Resultado, nacionalismo. Hagamos una analogía. Ruptura del nudo que mantiene la estabilidad u objeto "a" de un pueblo.

    Vicent

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    1. Señor Va centro, las minorías periféricas españolas tienen más que asegurado el derecho y la posibilidad de expresarse y promocionar sus lenguas.
      Habría que preguntarse, sin embargo, qué posibilidades tienen los castellanohablantes de hacer lo mismo en esas mismas comunidades, con casos sangrantes como el de Cataluña, donde no es posible escolarizar a los niños en la lengua materna mayoritaria de la población: el castellano.

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  2. Precisamente los españoles no necesitamos ir la Alemania nazi a buscar ejemplos de fascismo
    cuando hemos disfrutado de una dictadura de corte fascista hasta 1975, y precisamente cuando las mismas élites de dicha dictadura siguieron siendo élites en la monarquía impuesta por ese dictador.
    Lo que más me ha interesado de tu recensión:
    -la conversión de la izquierda al nacionalismo
    -dinámica que oculta lo social, el verdadero asunto, detrás de lo étnico, el entretenimiento

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  3. No sé, señora Ana A. a quien se dirige usted, pero como "siento" algunas alusiones y "siento" que me está usted poniendo alguna "etiqueta" le diré que no "Soy", es decir, que no soy nada, ni valenciano, ni fascista, ni filo-capitalista, ni comunista, ni liberal, ni tan solo de izquierdas o de derechas, sólo hablo desde la autoridad con quien me identifico, que en mi caso, y sé que no son muy abundantes estos casos, con la autoridad con quien me identifico que es el Otro, el Inconsciente colectivo o Dios, pero que no tiene un nombre, por pertenecer al registro "lingüístico", es decir, a lo simbólico, pero no por ello, por innombrable, menos potente.

    Un abrazo, y si era para mí el comentario, espero que vea que no me identifico con nada, no "Soy". Pertenezco a una raza de hombres que han sido etiquetados de "Locos", "Filósofos", "Patafísicos", "Payasos", etcétera, etcétera, pero que huimos de las etiquetas y de las identificaciones con uno u otro grupo.

    Vicent Adsuara i Rollan

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  4. Pero, créame, y esto sí que le será de utilidad en mis escritos o de mis escritos: "Tiene que haber de todo". Y no peyorativamente.

    Vicent

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