Escrito por Luis Roca Jusmet
A raíz de una fructífera discusión con Tomás R.Villasante a partir de la reseña de su libro Redes de vida desbordantes ( por cierto, muy recomendable) entramos en la discusión sobre si la sociedad contemporánea es patriarcal. Tomás lo argumenta básicamente desde el punto de vista que el Padre sigue estando presenta en la falta de autonomía de los sujetos y su dependencia a una Autoridad, a alguien superior que los guíe. El argumento es impecable pero lo que quiero cuestionar es que a este fenómeno le llamemos patriarcado.
Patriarcado es la organización social centrada en la familia y dentro de ella la figura del Padre. En este sentido casi podríamos decir que la sociedad más patriarcal es la familia burguesa convencional. En la sociedad medieval, que es una familia extensa, la figura del padre puede quedar incluso más diluida, al ser una organización mucho más amplia ( El Patriarca puede ser el Padre del padre). En una sociedad como la china, muy centrada en la familia y dentro de ella en el Padre, hay un sentido más comunitario y una organización social muy centrada en la figura del Emperador que puede diluir algo el papel del padre de familia. Pero en todo caso son organizaciónes patriarcales porque el Padre es el Otro simbólico, el que representa la Ley.
Jacques Lacan nos explica muy bien cómo la criatura humana nace totalmente desamparada y depende absolutamente de un Otro Primordial, que es aquel que le proporciona alimento y amor. Sería, para entendernos, la Madre. Separarse de la ligazón primaria con la Madre quiere decir alienarse en Lenguaje y la Ley, que representa el Padre. De esta manera se entra en el Orden Simbólico, que está instaurado por la sociedad. Este proceso es necesario y ninguna sociedad puede existir sin él. O mejor dicho, ningún humano puede ahorrárselo. De otra manera tenemos el niño salvaje, que es prehumano, o el psicótico. La sociedad, de esta manera, se conserva y se reproduce. Se interioriza el lenguaje simbólico y normativo y se ocupa el lugar que te asigna la sociedad. Siempre han habido conflictos, de tipo personal o social. Individuos que se han rebelado o grupos excluidos que han buscado su lugar, como explica Jacques Rancière.
Jacques Lacan dice que a la alienación en el Otro simbólico debe añadirse una posterior separación. Uno debe elaborar su propio Ideal, pero las bases están dadas por este Orden simbólico, que tradicionalmente ha sido transmitido por el Padre. Ensanchar este margen ha sido el proyecto de ciudadania de Atenas y de la Ilustración. Esto lo explica muy bien Cornelius Castoriaids. Para él son los dos momentos históricos en elos que ha habido un proyecto de autonomia individual y autogestión colectiva, Esto es lo que significa realmente, radicalmente, la democracia como emancipación.
En este sentido el Orden simbólico, el Otro como mayúsculas, sigue existiendo y dominando. La lucha contra la autonomía es la lucha de distanciamiento del Otro, para construir algo propio.
Lo decía Kant en su texto sobre la ilustración : sapere aude, piensa por tí mismo. Eliminar los tutores, decía, es decir eliminar el dominio del Otro. Esta es la cuestión. Eliminar las relaciones de dominio cristalizadas que hacen una sociedad jerárquica. Como decía Foucault las relaciones de poder son inevitables, pero deben ser fluidas y reversibles. En esta complejidad nos movemos.
Pero el capitalismo, en su desarrollo, están transformando en líquido lo que era sólido. De esta manera el papel del Padre como Ley se está perdiendo. También, por supuesto, por los movimientos emancipadores de las mujeres y el establecimiento de los derechos de los niños.
Pero haciendo una analogía con Nietzsche podemos decir que la "Muerte de Dios" ( que aquí quiere decir la muerte del Padre) no es buena si no lleva a una transformación de valores. Parece que la"Muerte del Padre" lleva a un nihilismo consumista y teconológico, a una " crisis de valores" ( con todos los matices que queramos).
Conclusión. Estamos dejando la sociedad patriarcal para pasar a la biopolítica. Lo anunció muy bien Foucault. La sociedad patriarcal se corresponde con el poder soberano en la que el poder se dtenta de manera absoluta. o con la sociedad disciplinaria donde el padre ejerce el poder pastoral ( conducir a la familia) y disciplinario ( imponer el castigo). En la sociedad liberal o neoliberal se controla y regulan indirectamente a las poblaciones. importan los resultados. Se intenta que cada cual, "libremente" , se adapte a la lógica del sistema: producir y consumir. Pero esto no tiene nada que ver con la verdadera libertad ni con la igualdad. El único camino es la autonomía personal y la participación política, es decir, la democracia. El derecho a la autodeterminación entendido como la capacidad colectiva de una sociedad ( conjunto de ciudadanos que viven en un Estado) de gestionar los bienes y los recursos públicos. En lo que tiene razón Tomás, sin duda, es en que hay que liberarse del dominio del Otro. porque si no es así buscaremos siempre un Guía, es decir un Amo. Claude Lefort hablaba del totalitarismo como la alternativa a la democracia una vez se desmembra la Autoridad jerárquica. La cuestión es si a este nuevo totalitarsmo hay que llamarle patriarcal. Yo diría que no.
Sobre Patriarcado
ResponderEliminarConversando con Luis Roca Jusmet
Algunas consideraciones que creo que vienen a cuento sobre los comentarios de L.Roca sobre el libro "Redes de vida desbordantes" que ha publicado La Catarata este año. Para empezar me quiero concentrar en las consideraciones sobre lo que yo creo que supone el "patriarcado" en estos momentos en el mundo, y como nos sigue afectando, y tal como lo argumento en dicho libro.
Lo primero es recordar que por "redes de vida" recojo conceptos sin los cuales no se puede entender lo que sigue. Se pueden poner "entramados de fondo", "transfondos emocionales", "fondos ecosociales", que son algunos conceptos que puedo compartir con Maturana, Pichon-Rivière (ECRO), o Tapia. Son redes previas a los proto-movimientos pre-políticos, análisis de las redes no tan visibles, que se mueven "por debajo" de los movimientos sociales. Tema que había estudiado y practicado hace años, y que tan solo ahora estoy formulando con un poco de mayor profundidad.
Lo que si habíamos trabajado en la red CIMAS son metodologías para detectar los "conjuntos de acción" con "mapeos de actores". De esto ya tenemos más de 20 años de experiencia, sobre las relaciones de cuatro variables de poder (clase en sí, clase para sí, poder simbólico, y vínculos emocionales cotidianos). Hemos hecho muchos cientos de "radiografías" en numerosos barrios, ciudades, comarcas, regiones, sectores temáticos, etc. y las hemos hecho con la propia población, y para construir sus propias estrategias transformadoras.
Lo que me parece nuevo como formulación es relacionar estos mapeos de actores con sus "transfondos eco-sociales", con sus "redes de vida", y que esto se pueda razonar no solo desde las clases sociales o los poderes simbólicos, sino desde la "formación patriarcal", que me parece que tiene una influencia decisiva en su constitución y dinámicas. Entendiendo por tal las constelaciones profundas de poderes (familiares, escuelas,...), "construcciones bio-emocionales" que trasmitimos en la vida cotidiana, "constelaciones complejas de estructuras de los poderes cotidianos", tal como planteo en el libro.
En paralelo a las técnicas aplicadas de "mapeos de actores", he seguido a los autores que me iban abriendo ideas: Reich, Marcuse, S. de Beauvoir en los 60, distintos feminismos (como D. Haraway) en los 70, las polémicas de Foucault, Lacan, Bourdieu o Loureau en Francia, más interesado en las aportaciones de Maturana, Guattari o J. Ibañez desde los 80, y con Pichon-Rivière, Vandana Shiva o Rosi Braidotti en el cambio de siglo. La pregunta seguía siendo ¿el fracaso de muchos movimientos debido a la intervención sectaria/personalista de muchos dirigentes tiene explicación y corrección?
De acuerdo en la explicación del Otro/Amo de J.Lacan, pero no para dar una explicación y ya está, pues eso nos condena a la inacción. El capitalismo parece que es "edípico" pues "folla a la naturaleza y mata al dios-padre", pero por lo mismo no "liquida" el asunto que tiene bases bio-sociales. Parece que lo hace "liquido", "vacio", pero solo es un "síntoma". Lo que parece que está matando es una estafa, pues no deja ver los "equivalentes generales de valor". Movernos a tanta velocidad no nos permite ver lo que hay detrás. El miedo al vértigo de los movimientos líquidos parece precisar de la necesidad de un Amo-Padre.
(sigo porque se corto por extension escesiva)
ResponderEliminarComo digo en el libro "no solo es que el padre imponga su ley, es que la ley (que reproducen todos los miembros de la familia) no está en cuestión". Pues aunque el padre no imponga directamente su poder, lo hace la "ley patriarcal" que todas las partes de la familia siguen practicando: chantajes emocionales, violencias simbólicas y de las otras, celos y rivalidades, etc. Es decir ¿dónde se pueden aprender vínculos auto-organizados (ECRO o ROCE)? ¿O hay que tirar la toalla y desistir, porque así es la condición humana?
Los padres-Amos, o Equivalentes generales de valor (capital-dinero, tiempo-tecnología, poder-estado, cultura-TV) no se reducen al patriarcado clásico, pero son deseados ante los flujos líquidos. Esto es así porque en la familia de origen hemos aprendido a necesitarlos, en la estructura relacional de la primera infancia hemos aprendido a necesitar una "ley patriarcal" por encima, que nos dan ciertas seguridades aunque no nos gusten, y que no se cuestionan.
De lo que se trata es de saber dónde se pueden cuestionar. ¿Qué otro tipo de "familia" o de "adolescencia" nos permitiría "construir colectivamente" o bien "desbordar creativamente" (mi libro de 2006 se llamaba así). Una pedagogía anti-patriarcal, anti sectaria, anti-autoritaria, deberíamos propiciar desde la infancia y la adolescencia. "Ritos de paso" alternativos que los movimientos de tipo transformador apenas se preocupan en construir, pues ya ¿las "condiciones objetivas" dan de sí conciencia?... ¿a la desesperación o las rivalidades tal vez?
En mis estudios de la formación de "liderazgos" y de "grupos motores" (2006) ya se veían que en algunas familias amplias había figuras referentes que no eran patriarcales, o que determinados viajes permitían experiencias de creación más colectiva, etc. Es decir, avances en otras familias no tan patriarcales, o en otras masculinidades, o en adolescencias grupales "eco-decididas", convivencias creativas, etc. parecen ser básicas emocionalmente para la construcción de unas bases críticas que permitan desentrañar sin miedo los "equivalentes generales de valor" y poder pensar-hacer construcciones alternativas.
No solo en la familia de origen, sino también en su separación critica con ella. Experimentar vínculos que no sean el cura, el maestro, el partido,... si no más bien la pandilla democrática, superar el infantilismo irresponsable, la vida en común en algún tipo de piso, okupa, etc. son ritos de liberación que no se tienen demasiado en cuenta. Los "hackers" por ejemplo son una crítica directa a la TV y los usos 2.0 de internet; las plazas y las comisiones de las "mareas" anti-élites son construcciones pacificas anti-violencias; algunas comunidades originarias y los ecologistas voluntarios son anti-consumismos despilfarradores; etc.
Dicho de otro modo, cambiar o derrotar al capital, por el estado o por alguna autogestión, no soluciona el problema de los elitismos, sectarismos, miedos a atreverse a ser creativos, a desnudar a los poderes ocultos. Y demasiadas veces hemos perdido luchas transformadoras precisamente por estos factores que se dicen de tipo personal. Las feministas levantaron la voz con toda razón sobre lo personal, pero no basta que ellas hagan su camino alternativo. Es necesario que toda la familia y la ley patriarcal sea puesta en cuestión, no solo con cambios de aspecto, sino en su crítica profunda. Y con formas prácticas de hacerlo.
¿Porqué no llamarlo patriarcado si está en su origen? Con afecto. Tomás