Luis Roca Jusmet
El derecho a decidir es
una formulación retórica que se plantea hoy el movimiento
independentista catalán, reivindicando el derecho a decidir si
Cataluña quiere ser independiente.
Hay que remontarse a la Transición para entender el proceso. El PSUC consiguió, y hay que reconocerle el mérito, integrar al movimiento obrero inmigrante, que había llegado a Cataluña los años 60 básicamente, en la reivindicación de la normalización del catalán y del Estatuto de Autonomía. Dentro de una idea de que catalán es aquel que vive y trabaja en Cataluña. Reivindicación ambigua pero necesaria: precisar más es entrar en dinámicas excluyentes. La Cataluña postfranquista estuvo gobernada muchos años por el pujolismo. Años de nacionalismo neoconservador organizado en múltiples redes clientelares.
Hay que remontarse a la Transición para entender el proceso. El PSUC consiguió, y hay que reconocerle el mérito, integrar al movimiento obrero inmigrante, que había llegado a Cataluña los años 60 básicamente, en la reivindicación de la normalización del catalán y del Estatuto de Autonomía. Dentro de una idea de que catalán es aquel que vive y trabaja en Cataluña. Reivindicación ambigua pero necesaria: precisar más es entrar en dinámicas excluyentes. La Cataluña postfranquista estuvo gobernada muchos años por el pujolismo. Años de nacionalismo neoconservador organizado en múltiples redes clientelares.
El Gobierno catalán de PSC/ERC/ICV, liderado por Pascual Maragall, paraecía una alternativa a todos los niveles. Este gobierno tiene una tímida política de izquierdas y una voluntad de seguir con el nacionalismo. Inicia un proceso, hace ya unos años, de elaboración de un nuevo estatuto. Este "ser más papista que el Papa Pujol" molesta a muchos votantes del PSC. En primer lugar a la clase obrera inmigrante, no nacionalista, pero también a sectores de clases medias que veían en Maragall una opción cosmopolita frente al nacionalismo cerrado de Pujol.
En este estatuto se defiende que Cataluña es una nación soberana.
El Tribunal Constitucional no acepta este punto de manera
justificada, ya que es evidente que es incompatible con el artículo
de la Constitución española que dice que el único sujeto que tiene
soberanía en España ( de la que forma parte Cataluña). Hay que
decir que el pueblo catalán aprobó, en un referéndum en el que
hubo bastante abstención, el estatuto.
¿ En que podemos
basarnos para considerar que Cataluña es una nación ? Los criterios
culturales para definir una nación son discutibles y en este caso
todavía más. Por una parte hablamos de una lengua, que es la propia
de la mitad de la población ( la del resto es el castellano) y
evidentemente otras consideraciones culturales en una sociedad
globalizada son discutibles. Los criterios políticos todavía lo son
más. Cataluña no ha existido nunca como nación y la interpretación
histórica de las relaciones entre Cataluña y España son muy
complejas.
Queda entonces la
voluntat política. Cuando Cataluña dice que es una nación lo que
quiere decir es que quiere serlo. Lo cual implica querer ser
soberana. ¿ Quién lo quiere ? La mayoría de los representantes
políticos y una parte de los catalanes. ¿ Qué entendemos por
catalanes ? Si no nos basamos en criterios etnicistas, que no hay que
hacerlo, entonces serían todos los españoles censados en Cataluña.
A este problema político
se añade otro económico. Cataluña es la tercera comunidad autónoma
en cuanto a lo que aporta al Estado y la décima en cuanto a la que
lo recibe. Parece que la financiación es poco equitativa.
En todo este contexto
Artur Mas, Presidente de la Generalitat, no consigue ningún cambio
en la financiación por parte del Presidente del gobierno español,
Mariano Rajoy. A partir de aquí Mas reclama el Pacto fiscal. Es un
régimen económico que existe en el País Vasco y Navarra y que
implica una ventaja fiscal evidente para ellas, ya que son
comunidades ricas que gestionan sus propios recursos económicos. En
todo caso tampoco era posible constitucionalmente, pero al mismo
tiempo Rajoy tampoco cede en la financiación. El PP, a todo esto,
inicia una campaña de descalificación de todo lo catalán.
El movimiento
independentista se desarrolla al margen de las instituciones pero
enseguida es capitalizado por Mas. El gobierno de CiU solo ha
producido recortes y tiene que dar un salto al vacío. Los sectores
soberanistas de CiU, con mas, a la cabeza, apuestan por la
independencia. Empiezan una serie de reivindicaciones unidas a un
enfrentamiento a los españoles, con expresiones como robo y expolio
fiscal. Mas vuelve a convocar elecciones y los partidos
independentistas ganan muchos votos, sobre todo ERC, que empieza a
ser el que marcará la política catalana porque Mas lo necesita para
seguir con su política antisocial. Frente a ellos los unionistas
del PP i de Ciutadans. Ciutadans ha ganado muchos votos y se mueve en
una ambigüedad ideológica, aunque tirando más a la derecha.
¿ Que hacen los partidos
llamados de izquierda ? El PSC cambia de dirección. Pere Navarro
quiere cambiar la orientación soberanista defendida por Pasqual
Maragall y aceptada ambigüamente por Montilla. Se inicia la división
en el PSC. Lo que defiende Navarro es razonable. Que los catalanes
decidan pero negocian un marco legal con el gobierno español. Esto
significa esperar a que ganen las próximas elecciones un PSOE al que
convencer. Su alternativa es el federalismo. Pero es que España ya
tiene una estrutura federal. ¿ Que hay que añadir ? ¿ un
federalismo asimétrtico que daría más poder a Cataluña ? En todo
caso se tendrán que discutir. Lo que sí parece que hay que buscar
de manera inmediata es una reformulación más equitativa de la
financiación. Pero Mas ya no está por esto. Su apuesta es el
independentismo. Con el cambio en la dirección del PSC el pragmático
Iceta quiere mantener el equilibrio entre soberanista y no
soberanista. Pero el PSC, como el PSOE, est´acabado. No es creible
como partido de izquierdas. Ni unionistas ni soberanistas lo
apoyarán.
Pasemos a ICV-EuiA. Su
posición es defender el soberanismo y una vez dicho esto hay
sectores que defienden el independentismo y otro el federalismo. Es
una mala opción porque su carta es la defensa del derecho a decidir
mientras en la práctica lo que hace es alienarse con el movimiento
independentista que hoy lidera la derecha nacionalista de Artur Mas. las encuestas confirman que la mayoría de votantes de ICV-EUiA no comparten la apuesta soberanista de sus dirigentes.
Analicemos pues el
derecho a decidir. ¿ es una opción democrática radical ? De
entrada defender el derecho a decidir a nivel individual es la opción
ideológica del neoliberalismo. Decidir quiere decir que puedas hacer
lo que quieras respetando la libertad de los otros pero con la
intervención mínima del Estado. A más intervención menos derecho
a decidir y a menos derecho a decidir menos libertad. Está claro que
la izquierda no lo defiende. Para la izquierda la libertad es
no-dominación pero no no-intervención. Si el estado obliga a pagar
impuestos para mantener la sanidad pública o una renta mínima
garantizada esto defiende la igualdad y la libertad colectiva.
Planteemos el derecho a
decidir como un derecho comunitario. Un pueblo, una nación tiene
derecho a la autodeterminación. El derecho de autodeterminación se
defiende en el contexto de los derechos humanos como el derecho de
las colonias o de pueblos dominados por otro país a separarse. No es el caso de
España, que como todo Estado se ha constituido con una cierta
violencia pero que Cataluña nunca ha sido una nación constituida
dominada por España. Aquí está la falacia.
Euskadiko
Ezquerra planteaba en el el País Vasco que defendía el derecho de
autodeterminación, es decir el derecho a decidir, pero que esto no lo
concretaba en un referéndum pleisbicitario sino en un proceso en el que
el pueblo vasco iba tomando decisiones sobre su presente. Esto se puede
hacer de muchas maneras. Que los catalanes podamos decidir también sobre
sistema educativo, por ejemplo. ¿ Estamos de acuerdo los catalanes en
que millones de euros se donen cada mes a centros privados, algunos
elitistas, muchos religiosos, casi todos selectivos ?
Desde la izquierda hay que defender el Estado de
Derecho, que es el cumplimiento de las leyes y la más importante de
ellas que es la Constitución. La Constitución como tal es necesaria en una democracia, porque garantiza derechos. Otra cosa es si esta Constitución es mejorable, que lo es. La Constitución se aprobó,
ciertamente, en una etapa pasada, que es la Transición, Y había presiones
militares. Pero se aprobó. Hay que plantear en todo caso una reforma
pero desde el punto de vista de un cambio político de la sociedad
española. En este marco es legítimo plantear una consulta sobre la
independencia, no sobre la soberanía. Pero hay que hacerlo en un
proceso de deliberación colectiva en la que los ciudadanos tengan
información y formación política. Plantear el referéndum en un
contexto en la que se está manipulando a los ciudadanos en un
sentido no es democrático. La democracia es un régimen de
participación política no un procedimiento formal.
El caso Pujol tiene que ver, evidentemente, con lo que hablamos. Porque en nombre del nacionalismo Pujol introduje el antagonismo catalanes/españoles. Y su misma práctica nos ha demostrado que los catalanes no somos víctima de los españoles sino de las clases dominantes catalanas ( y españolas, claro).
El caso Pujol tiene que ver, evidentemente, con lo que hablamos. Porque en nombre del nacionalismo Pujol introduje el antagonismo catalanes/españoles. Y su misma práctica nos ha demostrado que los catalanes no somos víctima de los españoles sino de las clases dominantes catalanas ( y españolas, claro).
Podemos debe defender es una alternativa de izquierdas en Cataluña, solidaria con el conjunto de los ciudadanos españoles, que diga no a la independencia y se desmarque totalmente de un movimiento soberanista dirigido por la pequeña burguesía catalana y que solo lleva a la división interna de los catalanes, al enfrentamiento con los ciudadanos españoles y a un callejón sin salida para los ciudadanos catalanes.
Siempre digo lo mismo: Lo de independencia dentro de la U.E. (si es que ésta admitiera la entrada de un Estado Catalán, al margen de España) no lo es. Sólo hay que ver la cada vez menor independencia de España. Aquí se engañan, y engañan, los "independentistas". Lo del "derecho a decidir" es una bella frase-señuelo, que promueven estos últimos para ver si embarcan a más gente rumbo a un Estado separado del español, que es lo que de verdad pretenden pero que evitan nombrar explícitamente. Lo sincero sería plantear el "Derecho a decidir un Estado Catalán separado del español". Así de claro. Pero entonces no engancharían de entrada a tantas personas. Creo que el Estado de las Autonomías actual podría tomarse como pre-federal y ser mejorado en sentido federalizante más auténtico. Pero tendría que ser una reivindicación por sí misma, sin plantearla sólo cuando los separatistas pasan a la ofensiva. En cuanto a Podemos, es algo que está por ver y no sólo en cuanto a las "nacionalidades". Este movimiento es una incógnita y en su seno hay de todo, como en botica. En algún lado he leido que la idea de su "vanguardia" (porque la hay) es algo "jacobina": constituir una Asamblea estatal de 80 miembros, de la que a su vez saldrá un grupo dirigente más reducido, sin tener en cuenta proporcionalidades territoriales. No sé cómo van a encajar lo "federal", "el derecho a decidir", etc. Pienso además que se están exagerando las expectativas con relación a Podemos. Primero, a ver en qué termina. Segundo, en caso de que vaya en buena dirección (ojalá), por sí sola y sin unificarse o coaligarse con otras organizaciones, tampoco va a ayudar a prosperar suficientemente una opción antineoliberal. El sistema electoral español no favorece a los pequeños. Tenemos el ejemplo de IU. (Me parece que ayer envié un comentario sobre Podemos, que no sé si no ha entrado en el blog). Un saludo.
ResponderEliminarHola Agustín. Pues el comentario que enviaste no llegó. Comparto lo que dices pero creo que Podemos es una oportunidad única que hay que aprovechar. IU ha tenido mucho tiempo para configurarse como alternativa al PSOE y no lo ha conseguido, ni en toiempo de crisis.
ResponderEliminarComparto lo que dices del Estado autonómico que, mejor o peor, ya es federal. Hay que hacer reformas a partir de aquí y hay que deliberar como hacerlo.
Un abrazo y me alegro de que vuelvas a participar en el blog.
Este es el escrito que no llegó:
ResponderEliminarA pesar de la mucha gente que hay detrás de Podemos y sin despreciar para nada su valía y aportación, creo que sin Pablo Iglesias, su carisma, su liderazgo, su participación y buen desenvolvimiento en los media (TV fundamentalmente); y su imagen que conecta con iconografías de nuestro imaginario cultural cristiano (al igual que el Che); la candidatura electoral no hubiera conseguido tantos votos ni tantas adhesiones. A partir de ahora le vendrán los problemas al ¿movimiento?, porque el enemigo a batir es de cuidado y dispone de muchas bazas zanahoria-palo, que sólo podrá ser enfrentado con una organización de militantes bien cohesionada (¿partido?). O sea, pasar de “líquidos” a “sólidos”, y esto suele desencantar al sector más entusiasta-idealista, horizontal y cortoplacista, dotado del inmediatismo informático.
Y es que no puede ser de otra manera cuando la democracia posible se tiene que hacer con miles o millones de personas, y encima pegándote con quienes te la quieren tirar abajo. Entre “las vanguardias iluminadas” (futuras nomenklaturas) y “la gente convocando a la gente” (¿todavía nos creemos eso?) hay un espacio para la combinación de la movilización, participación y lucha que, con la necesaria y saludable participación y pluralidad del tira y afloja, nos dote de una organización y unos representantes democráticos competentes, en una situación de serio enfrentamiento (desgraciadamente planteado así por una oligarquía dispuesta a todo). Creo que los líderes de Podemos, su vanguardia (que la hay) están transmitiendo excesivamente ilusiones que ellos no se creen: que toda la ciudadanía, en directo, horizontalmente y con total transparencia, podría debatir y decidir los asuntos de Gobierno y Estado. Asuntos que son muy complejos, que precisan de la mediación sopesada y templada de personas con conocimientos, o de decisiones urgentes, o del secreto, en una democracia representativa. Nunca del calentón popular del momento y el cómodo clic informático.
A Podemos, IU y otros grupos del ámbito de la izquierda que dice querer serlo, les toca trabajar la unión con lo mejor de cada colectivo, con la paciencia transformadora de la acumulación de fuerzas, de las reformas continuas, del medio y largo plazo. Pero, adelanto, esta unidad no será posible si no coinciden en el empeño unos líderes singulares que sepan hacerlo. Al tiempo.
Comparto lo que dices Agustín. Pero inisisto en que es una oportunidad y hemos de implicarnos y trabajar para que sea algo sólido. Un abrazo
ResponderEliminarEl tema es la madre del cordero. Personalmente lo tengo claro, la izquierda pierde cuando se mete a hacerse más pujolista que Pujol, sobre todo en el resto de la España "pobre", que no comprende estas peleas por una bandera y una lengua que no están prohibidas y habiendo libertad de sobra para expresarse y educar en la proporción de lengua autóctona que uno quiera.
ResponderEliminarEstá demostrado que se pierde gas cuando se ve a la "gente de abajo" en esas dos zonas de espña movilizadas en algo que no es propiamente un discurso "progre", entendiendo por "progre" hacer protagonista a la inmensa mayoría frente a los de siempre. O por lo menos favorecer a MAS población que a las pocas capas que hoy se ven favorecidas.
A más reparto de bienestar, mayor seguridad y libertad.
El problema es no enfrentar los problemas.
Todo este tema me parece un efecto rebote del franquismo, enemigo común que unió en la misma trinchera a la izquierda, de siempre "internacionalista" y "cosmopolita", y a los llamados nacionalismos históricos nacidos en la burguesía vasca y catalana de finales del XIX.
Va a ser la gran decisión de esta nueva formación política. Hay quien ya lo ha visto, copio
La propuesta que plantean Verstrynge y Monereo es una opción muy útil para pasar al segundo nivel, al llevar hacia la izquierda estos elementos populistas, mezclando nacionalismo, defensa del Estado de bienestar y elementos proteccionistas que devuelvan palancas de acción a los Estados, pero hay evidentes problemas en nuestro país para implantar esta visión. El primero lo subraya Monereo cuando afirma irónicamente que “en España siempre hemos tenido dos nacionalismos, los buenos y los malos, los que tienen caché y los que no, y los buenos son los de las nacionalidades históricas mientras que el español es terrible”. El segundo problema es el táctico, porque quien decide apoyar el nacionalismo catalán y el vasco ganan adhesiones en esos territorios pero los pierde en el resto de España y al revés. El tercero es cultural: la izquierda no ha sido muy favorable a utilizar términos como patriotismo, y es un tabú que debe romper aún.
Leer más: El nuevo patriotismo de Podemos, la extrema derecha y la clave de la política - Blogs de Tribuna http://bit.ly/1kRJIXq
http://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/tribuna/2014-08-06/el-nuevo-patriotismo-de-podemos-la-extrema-derecha-y-la-clave-de-la-politica_170882/
Muchas gracias por tus reflexiones e informaciones, Ana. Como siempre, muy valiosos. Un abrazo
ResponderEliminarHola, sigo con interés el debate. Todo y que me son simpáticos, me temo que la irrupción de Podemos lo que va a conseguir es la pervivencia del PP en las instituciones. La fragmentación del espacio electoral considerado de izquierdas es lo que trae, remitámonos a los ejemplos del Labour en los años 80 o del SPD en lo que va de siglo. Aunque comparto con vosotros el criterio clásico de la izquierda respecto al nacionalismo, disiento de su conveniencia, ya que me parece que es el único relato que quizá funcione como vector de emancipación, como en otro tiempo fue el movimiento obrero. Sé que muchos tenéis el temor o la convicción de que "el proceso" consolide a la derecha catalana con un estado a su medida, pero sólo hay que ver lo que ocurre en el bando opuesto; las élites ven que este "proceso" se puede ir de las manos (de ahí la Caixa financiando a Ciutadans, por ejemplo), ya que no hay nada mejor que un proceso constituyente para que aspiraciones de justicia se proyecten institucionalmente. El que espere transformar "democráticamente" el "Estado de Derecho" realmente existente, va listo. Sólo outsiders como la monja Forcades y Arcadi Oliveres, entre otros, han entendido, desde la izquierda, que este proceso puede ser una oportunidad, aunque nos rompa algunos esquemas mentales....
ResponderEliminarSalud!
D.
Interesante comentario, D. Pero Podemos es la única alternativa al bipartidismo. El PSOE no es iquierda y IU ha demostrado que no pasará de ser oposición. Una colalición PSOE-IU es poco probabale y es dudoso que sea deseable. La única oportunidad, improbable pero posible es una gobierno de Podemos coaliigado con los grupos a la izquierda del PSOE.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Luís, hace tiempo que no digo la mía, pero de vez en cuando sigo leyendo algunas de las cosas que publicas. Y creo que en este asunto no hemos cambiado de perspectiva. Te contesto aquí en dos partes y de forma caótica porque no tengo suficiente tiempo- algunas de las cosas que publicas en varias entradas.
ResponderEliminarPodemos defiende un principio que a mí me parece básico: una nación tiene que ser el resultado de la unión voluntaria de las partes que la componen. Y me parece que ahora está muy claro que esto no es así. Porque nos guste o no en Cataluña una parte muy importante de la población -yo diría que muy mayoritaria- quiere cambiar el estatus quo territorial, ya sea para crear un estado propio o para redefinir el "encaje" con el resto del Estado. En los últimos tres años en Cataluña se han producido tres de las mayores manifestaciones de la historia de Europa y todas para pedir lo mismo: la independencia. Porque me parece bastante claro que la inmensa mayoría de personas que han participado en esas manifestaciones pedíamos independencia -yo solo pude asistir a la primera-. O mejor dicho, poder votar independencia. ¿Que esta consulta o referéndum (la primera no es vinculante, el segundo sí) en un mundo ideal debería hacerse de otra forma o en otro momento? Seguramente sí. Pero no vivimos en un mundo ideal. Y creo que ni el PPSOE ni todos los que defendéis su posición en este asunto jamás encontrarías el momento adecuado para celebrar una consulta/referéndum, con lo cual éste jamás podría hacerse. Y basta con ver la actitud del PPSOE con respecto a la monarquía. Nos han enchufado al principito sin opción de consulta o referéndum.
Dices que Cataluña no es ni ha sido nunca una nación y que en Cataluña se manipula la historia. Que se la historia se manipula, seguro. Pero no creo que se manipule más aquí que en el resto de España o en Francia -seguro que el Napoleón que enseñan en España nada tiene que ver con el que se enseña en Francia-. Entra dentro de la lógica nacionalista -del nacionalismo de estado o de los nacionalismos que aspiran a tenerlo-. Que Cataluña no es ni nunca ha sido una nación: es una interpretación, pero primero tendríamos que definir qué entendemos por nación. Si entendemos que una nación es la voluntad de ser de sus ciudadanos, es evidente que Cataluña es una nación -el famoso "som i serem" es muy antiguo-. Lo era antes y lo es ahora -estoy seguro de que la mayor parte de catalanes, también muchos de los catalanes oriundos del resto de España, consideran y sienten que Cataluña es una nación. Si entendemos la nación como algo jurídico entonces Cataluña es una medio nación, puesto que la Constitución española la define como nacionalidad, no como región. Si entendemos nación como algo cultural, me parece evidente que Cataluña (y Valencia, Baleares, Castilla, etc.) es una nación, puesto que tiene muchos rasgos culturales/identitarios "propios" que la diferencian del resto, empezando por la lengua. Si entendemos nación como algo histórico tampoco está tan claro que Cataluña no sea una nación, puesto que hay muchísimos documentos y escritos antiguos que se refieren a Cataluña como nación. Y si entedemos nación como Estado es evidente que Cataluña ahora no es una nación, puesto que no tiene estado exclusivo (tenerlo si que lo tiene, España, pero lo comparte con otros). Y digo ahora porque desde casi su nacimiento como entidad "autónoma" Cataluña ha tenido estructuras de estado: desde que los condados catalanes -Barcelona- se independizaron de facto de los francos hasta el final de la guerra de Sucesión -no olvidemos que Felipe V tuvo que venir a Barcelona a jurar las Constituciones catalanas-, pasando por la Corona de Aragón, Cataluña siempre tuvo mayor o menor grado de soberanía y estructuras de estado. Así pues, yo no sería tan tajante al afirmar que Cataluña no es ni ha sido jamás una nación.
También dices que Cs es un partido ambiguo más bien tirando a la derecha. Yo creo que eres muy condescendiente, puesto que desde mi punto de vista Cs está muchísimo más a la derecha que la ERC que tanto criticas, por ejemplo. Rivera y otros muchos dirigentes de ese partido vienen del PP y su intento casi desesperado por pactar con UPyD nos muestra muy bien por donde van los tiros.
ResponderEliminarDices que el independentismo transformador/revolucionario, entendido como una oportunidad para transformar las cosas y crear un estado social realmente distinto a los que ya existen, es muy minoritario. Totalmente de acuerdo contigo. Pero también creo que la mayor parte de gente de izquierdas en Cataluña tiene más afinidad con el independentismo/catalanismo que con el españolismo, hegemonizado desde siempre por la derecha más reaccionaria de la península. Y también me parece evidente que los que de verdad controlan el chiringuito catalán y español, es decir, la oligarquía catalana y española, conservadora por naturaleza, está total y radicalmente en contra de la independencia. Y este hecho para mí, que me defino como socialiberal, ya debería bastar para que la gente de izquierdas simpatizara con el movimiento independentista -poner en duda el estatus quo, ni que sea solo el territorial, es más "revolucionario" que no hacerlo. O al revés, defender la no independencia me parece más conservador que defenderla.
Mi solución ideal al problema hispánico sería una confederación de repúblicas hispánicas/ibéricas -con Portugal y Cataluña incluidas, por supuesto-. Es una idea no realista porque soy consciente de que ni España ni Portugal jamás renunciarían a su soberanía/independencia simbólica. Pero esta idea creo que ha sido siempre la meta ideal del catalanismo político. La creación de un marco supraespañol que permita la unión desde la libertad. Por eso creo que la independencia es el mal menor.
Y ya te digo que a mí los estados en general no me gustan. El estado español -no confundir con España- "me cae" mal y el estado francés me "cae fatal". Y es que si hay algo que no soporto son los nacionalismos de estado -y lo que me temo es que el estado catalán acabe por generar un nacionalismo de estado-. Y ela aquí mi gran contradicción: soy radicalmente independentista -no confundir con independentista radical- pero no quiero ver a mi querida Cataluña convertida en un estado -ejército, funcionarios, embajadas, etc.-. Por eso creo que Catalunya no será independiente. Porque si yo, radicalmente independentista, en el fondo no quiero ver a mi querida Cataluña convertida en un estado... Y es que la lírica independentista es muy bonita, pero la prosa ya no lo es tanto. Si el PPSOE conocieran mejor Cataluña, que creo que no la conocen, sabrían que la mejor forma de combatir el independentismo es con la realpolitik: permitir un referéndum vinculante pero explicar que Francia jamás reconocerá a Cataluña, que el contexto internacional no es favorable a las aspiraciones independentistas de Cataluña -cuestión de intereses-, que si se quiere estar en la OTAN hay que tener ejército, etc.
Por último, y acabo, algún día tendrá que analizarse el papel que los vomitivos medios de información/intoxicación españolistas han jugado en el auge del independentismo en Cataluña. Y es que no ha sido TV3 ni los políticos independentistas quienes han disparado el independentismo, sino el PP y sus nauseabundos medios de comunicación. Y es que cada vez que escucho a algún tertuliano españolista decir que los catalanes están manipulados (como si los catalanes fuésemos retrasados) me hago radicalmente independentista porque no puedo soportar esa soberbia de quienes desde pequeños solo han mamado una verdad, su verdad: España es una unidad de destino en lo universal.
Un abrazo,
Toni
Hola Toni. me alegro mucho que continues leyendo el blog y que vuelvas a intervenir. De hecho hace tiempo que decidi dejar el tema pero e sinevitable volver a él porque es estamos totalmente metidos en el problema, queramos o no. En parte de lo que dices estoy de acuerdo y en partes no.No voy a voilver otra vez sobre todos los temas que planteas. Pero te voy a decir una cosa. El rferéndum debe hacerse no porque Cataluña sea una nación ( que me continua pareciendo discutible pero no repetiré todos los argumentos que he dado) sino porque una parte de la población importante se está planteando el tema de la independencia.. Ahora bien si este referendumn no es legal la única solución e suna ruptura violenta y no creo que sea el camino. Hay que plntearse cambiar la Constitución y negociar una consulta. Pero con información y deliberación política. Sin la lógica totalitaria de decir " catalán es el soberanista o independentista. Para esto faltan años pero con este saldo adelante que ha hecho Mas, muy poco democrático, y la Asamblea Nacional Catalana, de la que tengo un opinión mabivalente. Por una parte ha hecho un trabajo democrático pero por otra se consideran los representantes de lla sociedad civil y esto sí es totalitario. Nos han llevado a un callejón sin salida que pagaremos todos los catalanes. claro que el PP es responsable y es impresentable y la TVE también. Pero es lo que hay y hay que saber cómo avanzar. Yo nunca entraré en un frente ni con el PP ni con CiU.
ResponderEliminarUn abrazo
Luis