lunes, 3 de septiembre de 2012

Desmontando mentiras pero construyendo alternativas.




  Agustín Moreno escribe un artículo en Rebelión contra la nueva Ley de Educación gestada por el PP, la LOMCE ( Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa. Son argumentos que esgrimen los partidos de izquierda, lo sindicatos o incluso articulistas de El País. Vienen a decir que está ley segregará, que convertirá la enseñanza en una carrera de obstáculos y que introducirá la gestión empresarial en los centros educativos. Supuestamente la situación anterior era una educación pública inclusiva, democrática y progresista. Como profesor de secundaria de izquierdas con casi treinta años de experiencia no deja de sorprenderme la falta de matices que hay detrás de estos análisis.

 Haré, de entrada, una definición de principios. Como materialista que soy no quiero diferenciar la teoría de la práctica y por tanto valoro la primera en función de la segunda. Para decirlo más claro : el valor de una teoría se comprueba en la práctica.Cuando el PSOE aprobó hace ya muchos años una ley supuestamente progresista, la LOGSE, se dijo que era buena pero no funcionaba porque no se complementó con la ley de financiación necesaria. Esto ya señala un primer error de planteamiento en el PSOE, ya que cuando se aprueba una ley deben existir los recursos para ponerla en marcha. Lo cierto es que la educación comprensiva necesita más medios de los que tuvo. Pero también lo es que aunque hallan más recursos continuará siendo problemática. Los profesores de secundaria sabemos que llegan muchos alumnos a secundaria que ya han perdido el hilo en primaria y por este sistema son irrecuperables. Les falta base y motivación. Estos alumnos quedan segregados en el interior del aula y van pasando seis o siete años en el instituto o como muebles o como conflictivos. Al final más del 20 por ciento de los alumnos no obtienen el graduado escolar. ¿ Hay mayor fracaso ? Plantear como hace esta ley que hay que dar una salida a estos alumnos con una formación profesional básica es darles una salida .

   Decir que la selectividad de ESO y de bachillerato es convertir la enseñanza en una carrera de obstáculos me parece absurdo. En todos los sistemas hay que pasar unas pruebas. Las pruebas al final de la ESO me parecen discutibles pero lo cierto es que muchos alumnos que aprueban la ESO por esfuerzo y poca base luego fracasan en el bachillerato, aunque los profesores les aconsejen que hagan un ciclo formativo de grado superior. Hacer una prueba al final del bachillerato y un examen de selectividad para entrar en algunas universidades también me parece discutible pero el sistema actual presenta algunos problemas. El primero es que centros privados y concertados facilitan titulaciones sin control a cambio de altos precios. El segundo es que el sistema actual de selectividad no tiene una lógica coherente. Hacer un examen general en el que un alumno que saca 6,7 que pone psicología en cuarto lugar acabe entrando delante de otro que lo coloca en primer lugar y saca un 6,6.  Otro tema espinoso es el de la profesionalización del cuerpo de directores. Podemos estar a favor o en contra pero hay que tener en cuenta varios elementos. El primero es que Francia, modelo de educación pública, siempre lo ha tenido. El segundo es que la auto gestión en la que los mismos profesores se presentan de directores ha fracasado porque en la inmensa mayoría de los institutos nadie quiere ser director. Para que funcione la educación pública deben haber equipos directivos preparados y con un sueldo que contemple sus responsabilidades. Deben conocer lo que son las aulas y las clases, por lo cual deben surgir de los enseñantes y no al margen de ellos. Me parece que decir a estas alturas que el PP introducirá una enseñanza clasista es negar la realidad. La enseñanza clasista ya existe porque se ha potenciado ( en unas comunidades autónomas más que en otras) la enseñanza concertada. Esta es una auténtica estafa pública : las clases medias llevan a sus hijos a centros privados que no son gratuitos pagados con dinero público. 

  En definitiva, que ya sabemos lo que quiere el PP con su ley pero maticemos las cosas y no hagamos demagogia. La situación de la enseñanza pública en España era lo suficientemente desastrosa antes de esta Ley para no contentarnos con repetir unos cuantos tópicos políticamente correctos para la izquierda. Pero seguramente hemos que ir más lejos y plantearnos que debe ser hoy la educación y cuales deben ser los nuevos métodos pedagógicos. Estoy de acuerdo con que hay que criticar la nueva Ley del PP y sus planteamientos de fondo pero hay que dar alternativas y en el artículo no se apuntan. Más bien es insistir en la postura defensiva e idealizada de la situación anterior.

2 comentarios:

  1. A mí no me parece nada progresista una enseñanza donde a veces parece que hay que estar pidiendo perdón por querer enseñar a los alumnos. Me ha pasado.

    Ni tampoco el sistema en el que te encuentras con demasiados elementos que están en el instituto porque no tienen mejor sitio donde ir. Hay que solucionar eso.
    Lo de que nadie quiere ser director: tenemos distintas experiencias, por aquí hay gente que si no fuera director ¿a lo mejor su vida carecería de sentido? se eternizan en los cargos y no me parece saludable.

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  2. Hola Ana. Disculpa pero se me pasó el comentario. Me intresaba que alguién opinara porque era un artículo muy coyntural que quería contrastar.
    Estamos de acuerdo en los primeros puntos. En el tema de director acepto la crítica que haces. Pero hay que buscar añlgún sistema que funcione y el de antes tampoco funcionaba.
    un abrazo
    Luis

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