lunes, 5 de mayo de 2014

MIGUEL MOREY : LECTURA DE FOUCAULT









Lectura de Foucault


Miguel Morey

Madrid : Sexto piso, 2014


 Escrito por Luis Roca Jusmet


Se cumplen los 30 años de la muerte de Michel Foucault. El año anterior a su muerte se publicó en España un libro de referencia para todos los interesados en su filosofía. Se trataba del libro de Miguel Morey Lectura de Foucault, que aunque no fue el introductor de Foucault en nuestro país ( antes lo hizo, entre otros, Eugenio Trías) sí fue el primero que hizo en un trabajo riguroso y preciso sobre su lo escrito y dicho hasta el año 1978. Este mismo año se publicaron las entrevistas que hizo Morey a Foucault, centradas en el tema del poder. Tenemos aquí un estudio excepcional por varias razones. En primer lugar porque Morey es un inteligente y minucioso lector de Foucault, que ha leído ( y pensado ) todo lo que Foucault había escrito hasta el momento. La base del libro es su tesis doctoral, que leyó en Barcelona el año 1980. Pero no solo esto : él mismo había conversado y entrevistado al mismo Foucault en diversas ocasiones. Tenía además materiales sobre los cuatro primeros seminarios que dió en el Collège de France.

El libro se publicó en 1983. Para contextualizarlo es interesante el prólogo que escribe el mismo Morey en esta reedición, treinta años después. La recepción de Foucault era escasa : el mundo académico lo ignoraba casi totalmente. Foucault, entre 1978 y 1980, que acaba la tesis no publica nada, vive entre París y EEUU, y se encuentra en momento de cambio. Entre 1980 y 1983, año en que publica el libro, pasan muchas cosas en "el universo Foucault". En junio de 1984 muere Foucault y concluye su obra. El libro de Morey, recién publicado, tiene más éxito de ventas del que él esperaba. Pero Morey tiene una reserva para reeditarlo, que era la existencia de nuevos e importantes materiales para estudiar su obra. Ahora, treinta años más tarde, se reedita con algunas correcciones y completado por otro libro de Morey que recoge artículos sobre los trabajos posteriores de Foucault ( que ha publicado conjuntamente Sexto piso a este libro, bajo el título Escritos sobre Foucault ).

He de decir que para mí es un placer aconsejar este libro y lo es por varias razones. La primera es que cuando se publicó el libro yo era alumno de Morey y fue en aquel momento cuando me despertó el interés por Foucault, que es para mí uno de los filósofos más potentes de la segunda mitad del siglo XX. Dejó aquí constancia de lo estimulantes que fueron para mí ( y para varias generaciones de estudiantes de Filosofía de la Universidad de Barcelona) las clases de Morey. También lo es porque Morey forma parte del grupo que impulsó El Viejo Topo. Más allá de las cuestiones personales, hay que decir que el libro es una magnífica introducción a Foucault, en la trayectoria que comienza desde sus primeros escritos hasta la publicación del primer volumen de su historia de la sexualidad ( La voluntad de saber). Es un estudio muy sistemático y muy pedagógico. Miguel Morey escribe bien y conoce a fondo sobre lo que escribe.

Voy a plantear ahora una serie de comentarios que me parecen imprescindibles para situar este estudio en un contexto más amplio. El primero es que para entender bien el contexto de la recepción de Foucault en España hay que recurrir a dos excelentes trabajos de Valentín Galván. El primero es

el libro De vagos y maleantes. Michel Foucault en España y el segundo es el capítulo que dedica al tema en un libro que él mismo coordina ( El evangelio del diablo). El segundo hace referencia a otras lecturas posibles de Foucault, realizadas todas ellas posteriormente por otros filósofos españoles , que también lo han trabajado a fondo, pero de otra manera. Porque la lectura de Morey presenta dos limitaciones : por una parte tiene un carácter demasiado apologético y por otra interpreta a Foucault en una clave determinada, que es la nietzscheana-deleuziana. Para contrarrestar esta imagen algo apologética de Foucault vale la pena recurrir a dos libros de José Luis Moreno Pestaña : Conviertiéndose en Foucault y Foucault y la política. los estudios de Moreno Pestaña ponen de manifiesto las ambigüedades personales y políticas de Foucault, lo cual no le quita, como bien apunta el propio Moreno Pestaña, su genialidad . También a Francisco Vázquez García en su libro Foucault y los historiadores ( que se refiere a la misma época de la que habla Morey ) y un artículo posterior ( “Foucault analítico”). El libro de Morey basa su desarrollo en la diferencia radical entre la etapa arqueológica y la genealógica, distinción que Francisco Vázquez García cuestiona. Éste, por el contrario, se basa en que la formación esencial de Foucault proviene de Georges Canguilhem, que se sitúa en el positivismo crítico francés. Morey, por el contrario, no considera que la influencia de Canguilhem sea importante y habla de una interacción mutua ( que Vázquez García tampoco niega). Hay que leer igualmente el libro Foucault : un il·lustrat radical ? de Josep Antoni Bermúdez para ver la filiación kantiana de Foucault ( que éste resaltará sobre todo en sus últimos escritos).

El Foucault de Morey aparece, bajo mi punto de vista, algo idealizado. Parece que Morey está fascinado ( por lo menos cuando escribe este libro) por el tándem Foucault/Deleuze, por la lectura común de Nietzsche y por la importancia del Anti/Edipo. Todo esto forma parte de la atmósfera intelectual y política que tiene como antecedentes a Maurice Blanchot y Georges Bataille, que es interesante pero que hoy hay que ver con mucha distancia. El propio Anti/Edipo me parece un libro que no ha soportado el peso del tiempo y es posible que el propio Foucault se diera cuenta enseguida. La concepción de la filosofía de Deleuze como creación de conceptos no me parece que fuera compartida en absoluto por Foucault. En todo caso son materiales interesantes para un debate que va más allá de las personas y que se refiere a lo que es hoy la filosofía y lo que puede aportar a la sociedad contemporánea. Aportación que es básicamente el abrir horizontes nuevos en la manera de ver, pensar y hacer. Y esto lo ha captado perfectamente Morey en su lectura de Foucault.

Todo lo comentado nos lleva a la conclusión de que el libro de Morey no debe leerse como un manual sobre Foucault ( él mismo no lo pretende) sino a una buena introducción, que hay que leer críticamente ( como le hubiera gustado a Foucault y seguro que también a Morey) al filósofo francés en su trayectoria filosófica hasta el año 1976. El libro complementario que publica Sexto piso ( Escritos sobre Foucault) nos permitirá completarlo con los artículos de Morey sobre el Foucault que va de 1977 a 1984).



3 comentarios:

  1. Personalmente no me interesan mucho las genealogías filosóficas.
    En lo poco que he leído más detenidamente de Foucault reconozco que es un pensador fascinante que abre horizontes y que no es tan esotérico como otros contemporáneos. Además gusta porque tiene un conocimiento profundo impresionante de los textos de la filosofía antigua, a mí me parece que eso requiere mucho estudio previo, no sólo lanzarse a decir genialidades.
    Y su modo de razonar, que parece que está diciendo cosas banales, pero te va llevando a darte cuenta de que todo tiene más fondo de lo que parece.
    También es meritorio que siendo filósofo haya trabajado en archivos, con documentos para todo lo que escribió sobre la locura en la edad clásica....Los filósofos entre nosotros no se van a esos lugares polvorientos llenos de papeles viejos. Foucault lo hizo y de ahí sacó historia y sacó filosofía. Estoy de acuerdo contigo en que era un "monstruo".

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  2. Me han pasado el libro de Foucault ·"Estética, Etica y hermenéutica" y solo el primer artículo del libro es muy interesante: sobre la evolución del derecho penal desde el siglo XIX y la psiquiatría con sus pretensiones de introducirse en él, qué es lo que ese cruce y evolución ha dado de sí.
    No hay muchos pensadores capaces de "filosofar" sobre asuntos que requieren un conocimiento previo de campos ajenos al filósofo: derecho penal y medicina en este caso. Es una intervención en el congreso Law and Psychiatry.

    Por otra parte en nuestro modesto grupo filosofico jaenero o jiennense la penúltima intervención estuvo a cargo de una filósofa argentina que fue capaz de ejercer una bien foucaultiana tarea. A saber, relacionó el concepto de Heterotopía de Foucault con nuestras llamadas Aulas de convivencia en los centros de secundaria.
    Ahí es nada, contrastar el texto apasionante del filósofo con la seca, dura y bastante aburrida disposicion legislativa como es el decreto 19/2007 de la Comunidad autónoma andaluza donde se regula el Aula de Convivencia.
    Sobre ello escribí hace poco
    http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2014/04/aula-de-convivencia-y-heterotopias.html

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  3. Muy interesante todo lo que señalas Ana. Para mí Foucault abre muchos horizontes y proporciona una caja de herramientas teórica que ya veo que vais utilizando. Ya me irás contando. Los artículos como el que citas y las entrevistas no tienen, en gneral, desperdicio.
    Un abrazo

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