domingo, 29 de marzo de 2020

EMOCIÓN, SENTIMIENTO Y LIBERTAD




 
 Escrito por Luis Roca Jusmet

 Vivir es sentir. Estar vivo quiere decir sentirse vivo. Si nos preguntamos por lo que sentimos, entramos en una maraña de palabras cuyo significado es confuso y ambiguo. Estas son las palabras : pasiones, sensaciones, sentimientos, emociones y afectos. Aunque los humanos inventamos las palabras y con ellas su significado al conceptualizar intentamos captar formas reales, aunque sean invisibles. 
 Voy ha intentar, para ello, hacer un trabajo de clarificación sobre estos términos, sin dejar de referirme nunca a las formas que configuramos con ellas, que deben servirnos para entender mejor los complejos procesos y las estructuras reales a las que nos referimos.
 La primera diferencia hemos de establecerla entre sensaciones y emociones, que hacen referencia en los dos casos, según el neurocientífico Antonio Damasio, a lo que siente el cuerpo. Las sensaciones se producen en la superficie corporal y sus receptores son los que llamamos los sentidos. Pero profundicemos un poco más. Las sensaciones referidas al sentir , en el sentido que hablamos,son siempre, aunque con una intensidad variable, agradables o desagradables. Lo que es muy agradable es lo que llamamos placer y lo que es muy desagradable es lo que llamamos dolor. Es lo que entendemos por sentir físicamente, aunque la terminología es discutible porque tiene una base dualista. Aunque el dolor y el placer táctil se manifiestan en la superficie del cuerpo, también existe un dolor orgánico interno que consideramos sensación, como el dolor de cabeza. El placer y el dolor físico es localizable. Tenemos después las emociones, que deberíamos entender como un tipo de sentir diferente. La diferencia es cualitativa. Son movimientos corporale, pero internos y no localizables. Tienen una duración relativamente corta. Son efectos de percepciones o recuerdos. Son agradables o desagradables, crean bienestar o malestar y son independientes de los sentidos. Damasio considera que las emociones son comunes con muchos otros animales que tienen memoria, 
 Pero los sentimientos, en cambio, son para él específicamente humanos no, porque son emociones consciente y ligados a una idea. Responden a una organización cerebral que nos permite sentir algo como propio, presume un sentimiento de sí y es por tanto autoconsciente. Pero también nos posibilita que la representemos a través de palabras, que significan ideas.Se considera también que tiene más estabilidad, por lo que sería más un estado emocional que una emoción momentánea. La palabra afecto será sinónima de sentimiento.

 La palabra pasión tiene una historia diferente. Viene del griego y esta relacionado con pasividad, en el sentido de que sería una emoción que nos domina. Para los griegos era contrario a la libertad interna porque nos esclaviza. En la época medieval se continua este significado, que llega hasta la modernidad y se acaba elaborando de una manera completa y definitiva por Spinoza. Para él las pasiones básicas son cinco : alegría, tristeza, odio, amor y deseo. Posteriormente la palabra pasión ha adquirido un sentido positivo al identificarse con entusiasmo. De esta manera la pasión parece la manera como se describe una manera de vivir con sentimientos fuertes, intensos. La falta de pasión parece entonces propia de una vida fría o anodina. En el sentido actual lo que Spinoza llamaba "pasión" Damasio lo llama sentimiento. 
 De lo que se trata es de la dificultad en la construcción de este objeto de conocimiento. La subjetividad humana aparece porque hacemos de nosotros mismos un objeto de reflexión. Quizás es en este campo de lo que sentimos cuando aparece más claramente la dificultad de distanciarnos.Pero la confusión conceptual tiene como efecto la propia confusión de la experiencia. Estaría bien hacer un esfuerzo para avanzar en esta clarificación. Hagamos una propuesta :
 La primera está en la diferenciación entre sensación y afecto, dos maneras diferentes que tiene el cuerpo de sentir, una más "física" y otra más "interna". Digamos que son cerebrales, aunque la segunda implique memoria.
 La segunda está en la diferencia entre emoción y sentimiento. La emoción es corporal y el sentimiento es la transformación de lo cerebral en mental, que es esta realidad humana que adquiere una dinámica diferente, que entra en el campo de la semántica, de las significaciones.
 La palabra "pasión" quizás se podría mantener para referirse a un afecto muy profundo. Lo cual, por supuesto, no implica que nos domine en un sentido negativo. Sería un sinónimo de vitalidad. El sentido que le da Spinoza no es vigente y recordemos que no podemos olvidarnos del uso de las palabras para señalar su significado.
 La palabra "afecto" tampoco mantiene el sentido spinoziano, por muy interesante que nos parezca. Se refiere a un determinado sentimiento hacia el otro.
 Pero más allá de los término podemos mantener el sentido de Spinoza al diferenciar afecto y pasión como un sentimiento que nos domina o sobre el que podemos mantener una distancia. Los sentimientos nos atrapan y cuando somos capaces de mantener esta distancia somos libres de no estar determinados por ellos. Esta es la cuestión que plantea tanto Spinoza como el budismo. No se trata de no sentir ni de sentir poco. Tampoco de controlar o gestionar los sentimientos. Se trata de ser capaz de mantener una distancia con respecto a ellos. De esta manera nos condicionana pero no nos determinan. Sea el deseo, el amor, el odio, la alegría o la tristeza. Para esto debería servirnos ser conscientes de ellos y capaces de entenderlos.  Esta es, me parece, la medida de la libertad humana.
 Otra cuestión interesante es la que plantea el psicoanálisis cuando habla de deseos reprimidos. El deseo reprimido sería, bajo este planteamiento, un sentimiento reprimido, no una emoción reprimida. Porque se reprime en el momento en que adquiere un valor de sentimiento, porque pasa, paradójicamente, a la dimensión consciente y es a partir de aquí que la reprimimos. El inconsciente, no lo olvidemos, no tiene nada que ver con lo no-consciente.

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