jueves, 20 de febrero de 2020

LO QUE SOMOS : UNA BREVE REFLEXIÓN


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Escrito por Luis Roca Jusmet

Lo que somos, nuestra identidad personal, es compleja. Hay elementos simbólicos, imaginarios y reales. Elementos imaginarios son la imagen de la superficie corporal, las identificaciones parciales que realizamos a partir de las figuras de los otros ( sean personas o símbolos)... es lo más inconsistente. Lo simbólico es lo que nos da consistencia. Es el nombre vinculado a un significante consistente, el núcleo a partir del cual determinamos frente a nosotros mismos, los otros y el Otro. Es algo que interiorizamos del Otro simbólico y se convierte en la base de nuestra personalidad. Yo lo llamaría el carácter. Luego está lo real, mucho más difícil de definir. Es nuestra configuración pulsional, el factor constitucional del que hablaba Freud. es genético. Pero genético no quiere decir hoy determinismo mecánico, ya que la epigenética ha mostrado que las tendencias genéticas se materializan en el tiempo inicial de existencia de una manera en la que las primeras experiencias intervienen. Es lo que llamamos temperamento, concepto que la terminología científica actual también ha recuperado. Se trata de unas pautas receptivas y reactivas, aparte del elemento pulsional que he citado. Es decir, que hay una manera básica de recibir los estímulos ( más o menos sensible ) y una manera básica de responder ( más rápida o más lenta, más inhibida o más impulsiva). Y junto a estas pautas una presión interna determinada, a nivel sexual-afectivo y agresivo. Se trata de lo pulsional. Pero lo real, como nos enseñó Lacan, es también lo irreductible, lo que se escapa a nuestra estructuración simbólica y a nuestras identificaciones imaginarias. Digamos que la personalidad es este entramado de temperamento, carácter y el entramado disursivo, simbólico e imaginario que conforman nuestro yo narrativo, la manera como nos explicamos a nosotros mismos y a los otros. La clasificación entre inconsciente, preconsciente y consciente ( primera tópica ) o entre  ello, yo y superyo ( segunda tópica) no dejan de ser modelos que son útiles si los entendemos en la dimensión que tienen, que es nominalista. Es decir, que no se trata de conceptos que describan propiedades de entidades reales sino que nos permite aproximarnos a un objeto de estudio que es irreductible a una descripción objetiva. Los conductistas tenían razón en esto, en que la mente es una caja negra. Pero si queremos entender nuestra conducta, tanto la interna como la externa, hemos de construir conceptos que nos permitan aproximarnos a ella. Porque si no lo hacemos así no podemos entender nada de lo que nos ocurre, ya que no son los hechos sino la significación que les damos lo que explica lo que hacemos o dejamos de hacer.

domingo, 16 de febrero de 2020

MICHEL FOUCAULT : EL PODER PASTORAL

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Escrito por Luis Roca Jusmet

 El poder pastoral es uno de los instrumentos teóricos fundamentales elaborados por Michel Foucault a lo largo de sus trabajos. 
 El concepto aparece por primera vez en el curso 1977-8, “Seguridad, territorio, población.”   Lo hace en las clases del  8,15 y 22 de febrero y en las del 1 y 8 de marzo. Para los griegos a los hombres solo se les gobierna indirectamente. 
La idea de que los hombres pueden ser gobernados directamente viene de Oriente. Se plantea a través de la organización conjunta de un poder de tipo pastoral y también de la de la dirección de las almas. La primera significa que el rey, el dios o el jefe es un pastor para los hombres, que se conciben como un rebaño. Es una idea que está en Egipto, Asiria, Mesopotamia . Pero sobre todo en los hebreos : Dios dirige al pueblo elegido a través de los profetas. Estos recibieron de Dios el rebaño y deben devolvérselo. Es un poder que no se ejerce sobre un territorio sino sobre un pueblo que se desplaza. Debe ser benévolo porque su función es cuidar de su rebaño y su objetivo la salvación. El pastor está al servicio del rebaño, debe velar por él y por tanto vigilarlo. Es para todos (omnes) pero también para cada uno (singulatim). Grecia y Roma eran totalmente ajenas a un poder de este tipo. La idea del poder pastoral se introduce a través del cristianismo, de la Iglesia cristiana. Fue la Iglesia la que materializó este poder pastoral en instituciones y montó su dispositivo. A partir de aquí el hombre occidental se consideró una oveja entre las ovejas, algo inaudito y extraño para cualquier sociedad.
  Foucault matiza más tarde el tema del poder pastoral y los griegos, planteando que, en algún modo, esta idea sí está presente en ellos. Lo está en la Iliada y en la Odisea. También encontramos el modelo de pastor en los pitagóricos. En los textos políticos clásicos encontramos que los dioses, en tiempos difíciles, son como pastores. También aparece el magistrado-pastor en Las leyes de Platón. Pero para Platón la política es el arte del tejedor, diferente de la del pastor que cuida al rebaño. Se trata de reunir las existencias en una comunidad política de manera justa. El trabajo del pastor es secundario . el médico, el pedagogo, el gimnasta. El gobernante prescribe. El verdadero poder pastoral debemos buscarlo en el cristianismo. Es el proceso único en el que una religión, la cristiana, se convierte en Iglesia, es decir, en un conjunto de instituciones para dirigir la vida cotidiana de los hombres, para gobernarla.  La reforma y la contrareforma fueron los dos desenlaces sobre cómo debía ejercerse este poder pastoral. El primer pastor es, desde luego, Jesucristo. Se plantea como un poder diferente del poder político. El poder pastoral, hasta el siglo XVIII estará desmarcado claramente del poder político. El soberano es el César y el pastor es Cristo.

sábado, 15 de febrero de 2020

MI TRAYECTORIA POLÍTICA (2013-2020)



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Escrito por Luis Roca Jusmet 

 A partir del año 2004 empiezo una etapa de militancia política, que irá por diversos derroteros. Surge Podemos y con él una esperanza de una izquierda alternativa, sobre bases organizativas participativas. Estamos en la España del PP de Rajoy y en una Cataluña presa cada vez más de un nacionalismo asfixiante. Me voy polarizando hacia un antinacionalismo sin complejos, militante. Podemos podía haber sido una alternativa democrática radical en clave antinacionalista en Cataluña. Escribo un buen artículo, publicado еn Έl Viejo Topo". Colaboro a montar el Círculo Podemos de Ciencias Sociales, básicamente con psicoanalistas. No acaba de cuajar. Me apunto a la lista para la dirección de Podemos en Cataluña encabezada por Enric Martínez, que pronto dejará de inspirarme confianza. La dirección de Podemos descabeza la candidatura y coloca a un grupo de afines al grupo impulsor y filonacionalistas.
 El segundo paso es participar en la formación de ASEC/ASIC ( Asamblea Social de la Izquierda en Cataluña). El grupo lo impulsa Antonio Francisco Ordoñez y participarán Salvador López Arnal, Vicente Serrano, Félix Pérez, Miguel Candel...Intenta agrupar a los grupos de izquierda no nacionalistas, que más allá de algún grupúsculo sencillamente no existe. es un proyecto imposible pero nos servirá para ir elaborando un análisis compartido. Participo con escpeticismo. A través del grupo conozco a dos jóvenes dirigentes del PSC: Eva Granados y Ferran Pedret. 
 Paralelamente voy aclarando mis ideas políticas, que cada vez las veo más socialdemócratas. Creo que hace tiempo que las he tenido sin reconocerlas. La radicalidad debe venir por otro lado, no por la política. El proyecto de un Estado democrático y social de derecho me parece el único camino viable para una vida digna en la que cada cual pueda realizar su proyecto ético. Descubro los valores del liberalismo y de la democracia liberal. He superado mis prejuicios. Entro a militar en el PSC, aunque con reservas, básicamente hacia un catalanismo que lo ha hecho muy permeable a la inlfuencia del nacionalismo catalán. Y por muchas críticas hacia la trayectoria del PSC y, aúnmás, del PSOE. Participo, a finales de noviembre del 2016, en el 13 Congreso del PSC. Una experiencia interesante en la que compruebo que, aunque formalmente hay mucha democracia interna, en la práctica hay una uniformidad de posiciones preocupante. No me convence ni el planteamiento respecto al problema catalán ni tampoco la falta de una reflexión crítica de izquierdas sobre el tema educativo. Pero, por lo menos, se desmarca totalmente del soberanismo y de la propuesta de un referéndum vinculante.
Poco después se pone en contacto conmigo Teresa Freixes, con la que me había puesto en contacto a través del grupo de facebook "Patriotismo constitucional" para participar activamente en un proyecto de trabajo ideológico constitucionalista que era Concordia cívica. Por diversas razones el proyecto no cuaja. Continúo afiliado al PSC, formando parte formalmente de ASEC/ASIC pero con la decisión de desvincularme de cualquier trabajo militante. 

domingo, 9 de febrero de 2020

MI TRAYECTORIA POLÍTICA ( 1987-2013)


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Escrito por Luis Roca Jusmet

 Entre 1977, que es cuando acabo el post anterior, y 1987 pasan diez años, en el que no tengo ningún tipo de implicación política. El efecto CNT se crispó a partir del atentado de la Scala y las peleas internas. Son los años de la Transición, desde las elecciones en las que ganó Adolfo Suárez hasta el final del primer gobierno socialista de Felipe González. Poca motivación política, aunque vivo acontecimientos políticos importantes.Cataluña recupera la autonomía y se implanta la hegemonía del pujolismo. Se normaliza el catalán yo mismo me implico  en el proceso: me parece razonable hacer de Cataluña una sociedad bilingüe y que desde las instituciones se haga un esfuerzo por normalizar el catalán.
 Años difíciles para mí en todos los sentidos, pero en los que finalmente acabo centrándome laboralmente. Apruebo las oposiciones de secundaria como profesor de filosofía.
 Desde 1987 hasta 2013 pasan veintiséis años : de los treinta y tres a los cincuenta y nueve años. Mucho tiempo en el que me pasan muchas cosas, ciertamente. Vuelvo a interesarme por la política, aunque de manera primero puntual y después indirecta. Puntualmente participo de manera activa en la dura y prolongada huelga de la enseñanza no universitaria del curso 1987-87 contra el ministro Maravall del segundo gobierno de Felipe González. Me afilio a CCOO, que es la organización que claramente lidera la huelga y su victoria. Posteriormente me desafilio de comisiones obreras: decepción de sus líderes y de sus reuniones. Sigo la política con interés, pero como espectador: soy votante y simpatizante de ICV. Lo único que no me convence es que los veo demasiado cаtalanista. 
Paso más directamente a implicarme cuando gana las elecciones en Cataluña, en diciembre del 2003, el PSC, y se formó el Tripartito. Coincidió con el año en que fuí nombrado director del instituto de Sabadell donde trabajaba. Decidi afiliarme a ICV. Después de ver la dinámica del Tripartit, que en lugar de plantear una alternativa clara al nacionalismo parecía adoptar su discurso, y asistir a una asamblea de enseñantes de ICV, decido darme de baja del partido. Pero continuo como votante.
 Entre el año 2004 y el 2013 me dedicó al análisis y a la teoría política. Lo hago desde las páginas de la revista  El Viejo Topo y de la página web Rebelión. El Viejo Topo era para la gente de izquierdas de mi generación toda una referencia. Había pasado por diversas etapas y ahora estaba editada y dirigida por Miguel Riera. Escribí artículos y múltiples reseñas. Mi primer artículo trató de Slavoj Zizek, que era un filósofo esloveno muy original, que trabajaba desde la influencia de Jacques Lacan pero que formulaba una perspectiva de izquierdas muy radical.El segundo sobre la aparición de Ciudadanos. Empezaba a ver el auténtico proyecto nacionalista en Cataluña y la manera como los partidos de izquierda lo habían interiorizado. Ciudadanos parecía una esperanza, aunque era evidente su carácter transversal en el eje izquierda/derecha. Pero enseguida ví que la hegemonía la tenían los liberales. Y en aquellos momentos me orientaba por las lecturas de la democracia radical antiliberal de Jacques Rancière y Cornelius Castoriadis. Incluso dí un curso para formación de profesores sobre estos dos filósofos. Mе estaba orientando hacia un cierto esteticismo político, hacia la posición del alma bella que contempla la política desde una perspectiva purista, sin implicarse en la acción. Y desde mis artículos y las redes estaba adquiriendo un cierto prestigio en este registro.Pero al igual que en mi etapa troskista no acaba de creermelo. Era un "como si.." me lo creyera, pero sin creérmelo del todo. Algo había de impostura, en definitiva.

viernes, 7 de febrero de 2020

MI TRAYECTORIA POLÍTICA ( 1974-1977)


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Escrito por Luis Roca Jusmet

 Mi compromiso político se inicia, como en tantos otros miembros de mi generación con la entrada en la Universidad. Entré en la Universidad Autónoma de Barcelona en enero de 1975, que es cuando se experimentó por primera y última vez el "experimento" del ministro Cruz Esteruelas del año juliano, que debía coincidir con el año escolar. 
 Había, de todas maneras, antecedentes. No familiares. Mi família, de la pequeña burguesía catalana, era apolítica. Aunque mis abuelos habían apoyado el franquismo. Uno era un pequeño comerciante catalanista de la Lliga catalana. El otro un falangista sin ambiciones políticas. Había estudiado el bachillerato en las Escuelas Pías de Balmes. En los últimos años había observado algunas movidas políticas. Desde un grupo promarxista encabezado por Antoni Domènech  hasta otro de extrema derecha dirigido por Ernest Milà. Había tenido alguna mala experiencia con la policía. Un día me agredieron arbitrariamente por asociarme a una manifestación.En el COU Jaume Bofill habían grupos de militantes de extrema derecha  ( dirigidos por el profesor de F.E.N.) y antifranquistas ( BR, PSAN). El 3 de abril la policía mató a un obrero en la huelga del Besós. Vinieron dos militantes del Partido del Trabajo. Conectando con ellos fuimos a recitar el grupo de teatro del que formaba parte a Trinitat. Pero mi rebeldía pasaba por la moda contracultural : beatniks, hippies... y no tenía el más mínimo sentimiento catalanista. Aunque era catalán, hijo y nieto de catalanes, mi lengua materna era el castellano. Y tenía un cierto rechazo hacia la gente que hablaba catalán. Porque era la lengua del abuelo que detestaba. Porque me parecía que los que lo hablaban lo hacían desde una actitud altiva, arrogante.
 En la Universitat me afilié a la Liga Comunista, grupo izquierdista de tipo troskista. Lo hice por la vía de una amiga de COU que estudiaba en la Universidad central, ya que en la Autónoma éramos un pequeño grupo de simpatizantes. Las asambleas las dirigía el lider carismático del PSUC Jordi Dagà. Estaban también los de Convergencia Socialista, que luego serían la base del PSC. Coincidían bastante en el estilo: pequeño burgueses ilustardos,catalanistas y reformistas. No me atraían en absoluto. Los profesores de su entorno tampoco. Me gustaba Pep Subirós, que militaba entonces en la OICE. Luego estaba Bandera Roja, bastante moderado a pesar del nombre y que el año siguiente se integraría en el PSUC. Estaba el Partido del Trabajo, formado por jóvenes, más de barrio y castellano parlantes. Eran unos maoístas muy poco atractivos, con un aire muy puritano. Luego teníamos a un grupo de anarquistas muy activo y, sobre el PORE, la competencia troskista, muy activa en la Autónoma. Fueron tres años difíciles para mí. La situación familiar era complicada y yo estaba totalmente desorientado. Militar en la Liga me hacía sentirme parte de algo, aunque nunca me creí la revolución. Pero hacía como si lo creyera. Dejé la Universidad y me dediqué a trabajos anodinos mientras estaba en el aparato de propaganda de la Liga Comunista. Juan Colomar, el líder indiscutible, personaje singular al que he dedicado un post. En 1976 funda la tendencia marxista, un grupo crítico con el troskismo y el leninismo, que tenía como base la discusión de textos de Cornelius Castoriadis. Al disolverse la Liga Comunista y integrarse en la Liga Comunista Revolucionaria, el grupo desapareció de mi horizonte. Me apunté en la CNT, que en aquellos momentos agrupaba a todos los descontentos de como se estaba llevando la Transición bajo la dirección del PCE y ahora el PSOE. Que tampoco queríamos volver al izquierdismo dogmático. Parecía un espacio de libertad en el sentido más amplio y radical. recuerdo que me reuní con Antonio Fernández Teixidó y con Santiago López Petit, que para mí representaban el ideal de marxismo libertario. El primero había compartido militancia ( él como líder, yo como soldado) en la Liga ( y luego en la tendencia marxista). 
  Había en mí, aunque nunca me acabara de creer nada,una repulsa clara de todo lo que significaba el franquismo y una aspiración a una sociedad libre e igualitaria. Y la militancia en la Liga me formó políticamente. 
 Fueron los años en que murió Franco y el tiempo convulso entre su muerte y las primeras elecciones, en junio de 1977. Aquí acabó mi militancia. ¿ Desencanto ? En realidad nunca estuve encantado. Era, en aquellos tiempos, una bala perdida que me impliqué en política. A finales del 77 todo dejaba de tener sentido para mí. 

martes, 4 de febrero de 2020

LA ACTUALIDAD DE EPICURO

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  Escrito por Luis Roca Jusmet

Epicuro nació en Samos ( Costa de Asia Menor) en el año 341 a.j.C. en pleno imperio alejandrino. Viajó a Atenas y allí fundó su escuela, abierta a cualquiera (incluso mujeres y esclavos) en el Jardín de su casa, donde explicaba y conversaba con los que querían escucharle.
 De sus enseñanzas conservamos los textos recopilado un siglo después por Diógenes Laercio. Son las tres cartas a sus amigos ( Heredoto, a Pitocles y a Meceneo) y algunos fragmentos con aforismos ( de los que destacan sus “máximas capitales”).
 En las dos primeras cartas vemos que la concepción de Epicuro sobre la Physis (Naturaleza) era atomista. Era por tanto seguidor de Demócrito, contemporáneo de Sócrates. La naturaleza se entiende como agregaciones de átomos ( invisibles) que forman cuerpos ( visibles ) que interaccionan entre sí moviéndose en el vacío. Los átomos tienen una determinada forma, con un tamaño y un peso específico.  Esta interacción provoca encuentros por azar que generan necesariamente unas consecuencias en función de la naturaleza de los cuerpos. Incluso las mentes o almas deben entenderse así. Todo se transforma : el nacimiento y la muerte son producto de estos canvios en lo que se forman y se diluyen los cuerpos. Es por tanto una ontología materialista. Los dioses, si existen, están en otras esferas y no tienen nada que ver con nosotros. Plantea igualmente una epistemología empirista que entiende las ideas como representaciones en nuestra mente a partir de las sensaciones. Van quedando en nuestra mente, por la memoria, restos de estas sensaciones, en forma de imágenes. Forman un conjunto, nuestro imaginario, a partir de ideas e imágenes conectadas entre sí, que nos permiten interpretar y anticipar los hechos. El sabio debe distanciarse al máximo de las opiniones que genera y no dejarse condicionar por ellas.
 En la “carta a Meceneo” y en  algunos fragmentos ( entre los cuales sus “Máximas capitales”)  es donde aparece lo fundamental de la filosofía de Epicuro, que es su ética, entendida como una terapia del alma.  La filosofía, por tanto, es necesaria siempre, ya que es la garantía de la libertad y felicidad. Las causas de la infelicidad (o enfermedades del alma) son el miedo y las pasiones (o deseos inmoderados y vanos que nos atrapan). Hay que meditar sobre los principios y aplicarlos.
 Estos principios son básicamente cuatro ( el quatrifármaco) : El primero es entender que la muerte no existe ( cuando existimos estamos vivos, cuando estamos muertos no existimos). No hay que preocuparse ni temer la muerte).
  El segundo es que los dioses o no existen o, si existen, no tienen nada que ver con nosotros: por lo tanto hay que perder el miedo a los dioses.
  El tercero es que vivir bien es fácil. Hemos de ser autónomos, no depender de nadie ni casi de nada, porque lo único que hemos de desear son los deseos naturales y necesarios (eliminar los artificiales y los naturales no necesarios). Hay que ser autosuficiente al máximo El bien es el placer y hemos de basarlo en el mero hecho de existir y saber disfrutar de ello). Para ello es fundamental para trabajar internamente para llegar al estado de la ataraxia, que es esta tranquilidad de ánimo, esta serenidad que nos permite disfrutar de la vida sin depender de elementos externos que nos perturben. Basar el placer en lo que tenemos y no en lo que nos falta. Recordar lo bueno y disfrutar de ello como si estuviera presente. La búsqueda del placer ha de ser racional, hemos de calcular los efectos de nuestros actos, porque algo doloroso puede ser benéfico y algo placentero puedo acabar siendo doloroso.
 El cuarto es que podemos evitar el sufrimiento. El dolor físico es inevitable pero es la actitud que tenemos delante de él y de otras cosas que nos ocurren la que genera sufrimiento. 

sábado, 1 de febrero de 2020

DOMENICO LOSURDO : UN MUNDO SIN GUERRAS

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Reseña de 

Un mundo sin guerras. La idea de paz,de las promesas del pasado o las tragedias del presente.

Domenico Losurdo
( traducción de Juan Vivanco )

Editoria El Viejo Topo, Vilasar de marc,2016

 Domenico Losurdo (1941-2018) es uno de los importantes filósofos de la izquierda contemporánea. Este libro traza un riguroso y crítico recorrido sobre las promesas de paz perpetua y sus continuos fracasos.
 El primer capítulo se titula "Kant, la revolución francesa y la paz perpetua". El ideal de "paz perpetua" lo formula justamente Kant a partir de la experiencia de la revolución francesa, que es cuando aparece esta aspiración. Y lo hace paralelamente al rechazo del colonialismo y los desmanes coloniales.Lo contrapone al contraideal de una monarquía universal, que no será otra cosa que el peor despotismo de un tiranía sin límites, que somete y uniformiza. Francia y Alemania son los terrenos más receptivos para esta formulación. Su principal adversario parece ser, inicialmente, el Antiguo Régimen y las Monarquías absolutas, que conducen al pueblo a la muerte y a la destrucción por sus intereses e intrigas. El imperio Austríaco y el Reino de Prusia serían buenos ejemplos. Pero la contradicción aparece con Inglaterra. Por una parte es el primer país donde la soberanía se desplaza al pueblo  Pero por otra es el más importante impulsor de la esclavitud y de las guerras en Europa y en el ámbito colonial. Y es el mismo pueblo, soberano, el que las apoya. Paralelamente a esto Kant se opone a la intervención de las potencias reaccionarias en Francia. Pero se encuentra también con la política expansionista de Napoleón. Aparece entonces la idea de una organización federal con leyes comunes. Pero la idea kantiana de que cuando la soberanía la tuvieran los ciudadanos a través de una Constitución y un Parlamento, que era lo que consideraba un estado republicano, acabarían las guerras, bien pudo comprobar que era falsa. El segundo capítulo es "Fichte, la paz y la exportación de la revolución". Fichte defiende radicalmente la revolución francesa y la idea kantiana de la paz perpetua, en lucha con su principal enemigo que eran las monarquías absolutas expansionistas. Y a partir de aquí una intervención desde los países que han hecho la revolución republicana contra los peligros de las tiranías circundantes. Pero aparece un problema importante, que es que Napoleón, con el 18 brumario, gobierna una Francia que no es la misma que la había surgido de la revolución francesa. Y que su expansión no parece que tenga que ver demasiado con una ayuda a la emancipación de los pueblos. Al mismo tiempo Losurdo señala que eran los jacobinos y Robespierre los que más se habían opuesto a exportar la revolución, mientras que eran los girondinos, que representaban políticamente a la burguesía ascendente, sus más firmes defensores. Al mismo tiempo la expansión de los países colonizadores y la guerra comercial, más allá de lo que había sugerido Kant, se convierte en un problema de primer orden en cuanto a la injustícia global.El tercer capítulo se llama "Pax napoleónica y guerrad de liberación nacional". A través de los cambios en la trayectoria de Fichte, el autor analiza como las expectativas de que la expansión de la Francia napoleónica sea una extensión de los valores republicanos cada vez se desmienten más. Lo que quiere Napoleón es imponer la "monarquía universal" que Kant y Fichte habían considerado las antípodas de la paz perpetua. Fiche pasará así a defender la resistencia alemana al dominio napoleónico. En parte por esta razón pero también por un giro peligroso en que defendera la pax cristiana entre lo que él llama las sociedades civilizadas, lo cual le llevará a justificar el colonialismo y la esclavitud.
 El cuarto capítulo, "La paz perpetua. de la revolución a la Santa Alianza", entra en la valoración que hace Hegel de la revolución francesa, el expansionismo napoleónico y de la Santa Alianza ( muy valorada por Novalis). Para Losurdo, Hegel tiene una lúcido visión histórica al elogiar la primera, como manifestación de un universal concreto emancipador, y condenar las segundas como maneras de expansión y dominio bajo la falsa justificación de un "universalismo abstracto".En el quinto capítulo, "¿ Comercio, industria y paz ? entra en el espinoso tema del colonialismo del siglo XIX.  Se quiere presentar a Gran Bretaña y los recién fundados EEUU de América como defensores del comercio mundial y de que con él llegarán el progreso ( a través de la industria) y la paz. Pero los hechos son tercos y lo que llevan con ellos son guerras comerciales, colonialismo genocida y esclavismo. Los positivistas August Comte o Hebert Spencer fueron ( con algunas reservas en el segundo caso) sus defensores.incluso liberales progresistas como John Stuart Mill o políticos como Washington lo defenderán más o menos abiertamente. es la ideología de las sociedades civilizadas frente a las sociedades salvajes, incluyendo en este término civilizaciones milenarias como India o como China. O la ocupación de Argelia por Francia. Dejan como menores los colonialismos que ellos mismos critican como propio de las sociedades guerreras como España y Portugal. Ahora es el Imperio Británico el que ocultará sus ansias expansionistas bajo la ideología de ser el defensor de la paz mundial y el progreso en el mundo.
 "Como acabar con la guerra: Lenin y Wilson" es el enigmático título del capítulo sexto, que no dice nada de Wilson. Lo que sí presenta es el giro que la idea de paz perpétua a partir del Marx y Engels y el movimiento comunista que genera. Se denuncia la guerra colonial y se vinculan las peores guerras al capitalismo. Desgraciadamente los partidos socialistas de los países europeos que entran en guerra acabarán apoyando los créditos para la guerra. Pero la idea de paz perpetua tiene más fuerza que nunca, asociada a una superación de las injusticias.El capítulo siete es "1789 y 1917: dos revoluciones comparadas". Plantea que lo que tienen en común ambas revoluciones es que desencadenaron un movimiento anticolonialista. La diferencia es que la primera se enfrenta a la monarquía absoluta y la segunda al sistema capitalista. la primera reivindica la democracia representativa y la segunda la democracia directa. En ambos casos se plantea si hay que exportar o no la revolución : es objeto de polémica. La segunda se plantea, en todo caso,como una crítica al napoleonismo. El proceso de liberación nacional acababa, en todo caso, contra la expansión del régimen que había surgido de la revolución francesa. En ambos casos lo que sí hay es una defensa sincera del ideal de la paz perpetua.
Capítulo ocho : "Wilson y el paso de la pax británica a la pax estadounidense". La Guerra Fría supone el declive del planteamiento de Lenin sobre la paz perpetua y la hegemonía de un planteamiento alternativo, que era el del presidente Wilson, como el de una cruzada de los "países libres" para democratizar el mundo. Esta sería la garantía de la paz en el mundo, la llamada "doctrina Monroe". Washington se atribuía así el papel de "policía internacional". La realidad es que los gobiernos de EEUU estaban impulsando una política imperialista muy agresiva y generando muchos conflictos armados, con planteamientos claramente racistas."La revolución neoconservadora" es el nombre del capítulo nueve. Viene a ser la formulación ideológica clara y explícita de lo que ya estaba concretando Georges H.W. Bush. Pero ahora EEUU se atribuye esta función sin reservas no mediaciones de la OTAN o la ONU, que viene a considerar como obstáculos burocráticos a su labor. Pero este supuesto internacionalismo democrático-liberal viene a ser en realidad una nueva versión de la pax napoleónica, es decir de lo que Kant denunció como una monarquía universal. Dicho de otra manera : una burla cínica del ideal de la paz perpetua. Esto nos lleva a la pregunta del capítulo diez : "¿ Democracia universal y paz definitiva?. El panorama internacional cambia a finales del siglo XX por una serie de procesos imprevistos. Por una parte la rápida ascensión de los países emergentes y más específicamente China. Por otra las dificultades de la intervención de EEUU en Afganistán y en Irak. El Estado mundial fantaseado por los ideólogos de la revolución conservadora made in USA pasaba a ser una quimera. Y también el "teorema de Wilson" que estaba en el fondo : las democracias liberales ni hacen la guerra entre sí ni contra otros países: son los salvaguardadores de la paz. La historia empírica desmentía una y otra vez este postulado. Podemos ir más lejos : la relación entre democracias liberales y guerras coloniales no es accidental. Las confrontaciones bélicas entre Francia y Gran Bretaña, las dos democracias liberales más antiguas. O la propia Guerra de Secesión en EEUU. Incluso la Primera Guerra Mundial, ya que Alemania era también una democracia liberal. De hecho, tanto Rousseau como Kant como Fichte había entendido que la paz perpetua solo era posible sin colonialismo ni esclavitud. Incluso los ideólogos del liberalismo industrial, Comte y Spencer lo habían aceptado. Pero no fue hasta la aparición del movimiento socialista y, sobre todo, comunista, como este ideal consecuente de paz perpetua ligada al anticolonialismo y a la opresión se formula de manera clara y radical.