viernes, 22 de septiembre de 2017

HAIKU DE OTOÑO



Resultado de imagen de haiku otoño


Entre las inflamadas hojas
el cuervo
impasible

domingo, 3 de septiembre de 2017

LA ACTUALIDAD DE MICHEL FOUCAULT


Resultat d'imatges de actualidad de foucault




Rodrigo Castro Orellana y Adán Salinas Araya ( editores)

Madrid : Escolar y Mayo Editores S.L., 2016

324 páginas

 Tenemos aquí una cuidada selección de artículos, todos ellos muy interesantes, sobre Michel Foucault. Los editores, Rodrigo Castro Orellana y Adán Salinas Araya, nos presentan en el sugerente prólogo ( "Destotalizar el presente") la historia que acompaña la confección del libro, que no es otra que la de la madurez de un proyecto que se inicia en Zaragoza el año 2013 y acaba con la fundación de la Red Iberoamericana Foucault el año 2015. Son los trabajos más relevantes presentados en este Congreso, que tuvo lugar en la Universidad Complutense de Madrid los que tienen cabida en este libro.
Los artículos son heterogéneos y su único hilo conductor es el de poner de relieve la actualidad que sigue teniendo Foucault. Voy a intentar hacer una exposición lógica del conjunto de escritos que forman parte del libro. De entrada podríamos decir que hay una temática común que abre y cierra el conjunto. Empiezan con el texto de Jorge Álvarez Yágüez, el primero que aparece ( "La ética del pensamiento de Michel Foucault") y acaban con los de Julián Sauquillo y Antonio Campillo. El primero de estos últimos se titula "La ética del pensamiento de Michel Foucault”, formulación que el autor ha trabajado en profundad en diversas publicaciones. Básicamente su ética del pensamiento se refiere al nexo entre logos y ethos que constituye la continuidad de este trabajo del pensamiento sobre sí mismo que caracteriza un conjunto que no tiene la discontinuidad que algunos le atribuyen. Al final, Julián Sauquillo ( "Subjetividad y verdad: el recorrido de Michel Foucault en el Collège de France") plantea una paradoja que resulta muy sugerente, que es la de si no no nos movemos en una ficción, que es la ilusión de poder transmitir por escrito lo que era la palabra viva del filósofo francés. Cerramos el libro con el texto de Antonio Campillo ( “El testamento filosófico de Foucault,”), que para él podría sintetizarse en un fragmento que aparece al final de la transcripción de su último curso, "El coraje de la verdad", donde plantea que la filosofía crítica es para él la relación, heterogénea aunque necesaria, entre la verdad, la ética y la política. Campillo plantea también ( y esto esta bien para no acabar de una manera demasiado apologética ), la limitación de Michel Foucault por no haber tratado, por una parte, lo que era la problemática ecológica desde los efectos del poder tecnocientífico. Y por otra, el no haber analizado las relaciones sociales desde el punto de vista exclusivo del poder/resistencia ( o dominación/libertad) y no haber entrado en más en el tema de la responsabilidad y las luchas colectivas. Tema discutible, por supuesto, pero que queda allí para reflexionar.
Al margen de estos textos, que ocupan el principio y final del libro podríamos agrupar el resto de artículos por afinidades. En primer lugar destacar dos artículos que hacen el fecundo ejercicio de contrastar a Foucault con otro pensador. Es el caso de José Luis Moreno Pestaña, que con mucho rigor contrasta el tratamiento de Michel Foucault con el del sociólogo Erving Goffman
( "El poder psiquiátrico y la sociología de la enfermedad mental : un balance.). Y el de Sandro Chignola, comparando la concepción del dispositivo en Foucault y Giorgio Aganbem, con alusiones complementarias a Gilles Deleuze. Pero la concepción foucaultiana del dispositivo da más juego, como podemos comprobar en el texto de José Luis Villacañas, que presenta la interesante cuestión sobre la necesidad de una antropología foucaultina. Para ello Villacañas nos propone enriquecer los trabajos de Foucault con los de otra tradición que no contempló los de la antropología alemana que va de Arnold Ghelen a Kurt Goldstein. Ensayo, por cierto, que podemos relacionar con otro que aparece en el libro :"Cuestiones de subjetivación : Foucault y la muerte del hombre").

sábado, 2 de septiembre de 2017

PIERRE HADOT : LA FILOSOFIA COMO FORMA DE VIDA


Pierre Hadot. Conversaciones con Jeanne Carlier y Arnold I. Davidson

( Traducción de María Cucurella Miquel)
Ed. Alpha Decay
263 páginas, 2009-05-20

 Escrito por Luis Roca Jusmet

Este libro consta de una serie de entrevistas a Pierre Hadot, especialista en filosofía antigua grecorromana, tema en el que está ampliamente reconocido y del que a un primer nivel trata el escrito. Las primeras páginas del libro pueden resultar pesadas si no interesa el personaje o el contexto sociocultural en el que creció pero a partir del tercer capítulo ( llegando hasta el décimo, que es el último) la lectura empieza a resultar apasionante. Apasionante para el historiador de la filosofía, para el filósofo y para cualquier ciudadano interesado en le ética como forma de vida. Entonces ya se manifiesta que el título del libro no es un artificio retórico sino que es su tema central. A partir de aquí ya pasamos a hablar de la vida, del arte de vivir, de la filosofía como camino vital, que por supuesto no tiene nada que ver con ser licenciado de filosofía, ni con ser profesor de la materia o ni con ser académicamente reconocido como tal. Ni son todos los que están ni están todos los que son, el camino se demuestra en la práctica, en el hacer cotidiano.

 La filosofía como forma de vida es aquello que nos enseñaron algunos escritores antiguos a los que hoy llamamos filósofos y que nunca entendieron este nombre como referido a un sistema teórico de tipo especulativo sino como una práctica de vida, o para utilizar el término que emplea Hadot y que genera ( con razón) tantas reservas : como ejercicio espiritual. Yo mismo reconozco que la palabra me produce una reacción ambivalente : por una parte la rechazo al asociarla a las manipulación de tipo confesional pero por otra me atrae en cuanto que hacer referencia a una práctica transformadora de uno mismo. Precisamente leí hace poco otro libro que tenía un título que de entrada resultaba muy chocante : ¿ Es el psicoanálisis un ejercicio espiritual ?, en el que el autor, Jean Allouch reflexionaba en términos similares ( a partir de la influencia combinada de Lacan y Foucault) sobre esta recuperación de la palabra ejercicio espiritual como práctica transformada de sí, totalmente al margen de su dimensión eclesiástica. El mismo Hadot nos explica su resistencia inicial a emplear el término, que finalmente mantendrá al considerarla mejor que otras, como la de ejercicios éticos, que considera excesivamente restringido para el sentido que quiere darle. Establece entonces una diferencia entre ejercicios espirituales de tipo religioso y ejercicios espirituales de tipo filosófico, en los que incluye acertadamente el taoísmo y el budismo.

PIERRE HADOT : LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE MARCO AURELIO




La ciudadela interior


Pierre Hadot
Prólogo de Arnold I.Davinson
( Tradución de María Cucurella Miquel)
Barcelona : Alpha decay, 2013

 Escrito por Luis Roca Jusmet

 En el imaginario cinematográfico de mi generación, Marco Aurelio era el gran actor inglés Alec Guinnes, uno de los protagonistas de La caída del Imperio Romano. En el imaginario de nuestros jóvenes es otro gran actor, igualmente inglés, Richard Harris, en Gladiator. Siempre la misma imagen, la del emperador-sabio que sucumbe frente al hijo perverso. Marco Aurelio es, para Erasmo de Rotterdam en su Elogio de la locura, el ejemplo del desastre al que conduce el filósofo-rey de Platón. No sabemos si hay que entender irónicamente o literalmente el elogio a la sinrazón de uno de los precursores de la racionalidad moderna y como hay que interpretar este juicio sobre Marco Aurelio. El lúcido y amargo Cioran, finalmente, nos dice en uno de sus aforismos que prefiere el escepticismo de un Emperador ( Marco Aurelio) que las propuestas de un soñador ( Nietzsche). Muchos han sido los análisis del que quizás fue el único Emperador-filósofo: Marco Aurelio. Nos llega con este libro un estudio sobre sus meditaciones, en el contexto de la época y del escritor, que serán dificilmente no ya superadas sino tan siquiera igualadas. El autor, uno de los grandes filósofos franceses del último tercio del siglo XX: Pierre Hadot.
 Pierre Hadot nació en 1922 y murió en 2020. Es un estudioso excepcional de la filosofía antigua que ha defendido que hay que entenderla no como un discurso sino como una forma de vida. La teoría se justifica por una práctica. Hay que saber pensar para poder pensar bien. Hay que saber actuar para poder actuar bien. La palabra que Hadot considera más adecuada para esta comprensión de la la filosofía era la de ejercicio espiritual. Sin connotaciones religiosas, ni tan solo espiritualistas, la filosofía se entiende así como una transformación interna profunda y global, no solo como un ejercicio intelectual. En este sentido hubo una proximidad en su última etapa con Michel Foucault, cuya prematura muerte impidió un debate que sin lugar a dudas hubiera sido apasionante y fecundo.
Lo primero que hay que saber para entender un texto es cual es la intención y a partir de aquí ver como podemos actualizarlo.Para Hadot está claro : la meditaciones petenece al género de lo que los antiguos llamaban hyponnemata, que quiere decir escribirse o hablarse a uno mismo. Nos podemos preguntar para que escribe uno para sí mismo. Los diarios pueden servir como un ejercicio estilístico o como una forma de autoconocimiento. Pero no es éste el sentido del que hablamos. De lo que se trataba es de escribir unos dogmas, los propios de la escuela estoica, para recordarlos de manera permanente, para tenerlos siempre presente. Como una especie de guía práctica que Marco Aurelio escribía para sí mismo, pero siempre desde la escuela a la que pertenecía, el estoicismo. No se trata de ser original ( no hay que crear conceptos, como decía Deleuze) sino de vincularse a una tradición. Esta tradición tiene unos fundadores, que son Zenón y Crisipo, el siglo III A.C. En Atenas. Su lema : vivir de acuerdo con uno mismo, de una manera coherente. Pero este uno mismo no es el yo singular, sino la Razón Universal. Hay unas reglas establecidas, unos dogmas que hay que aceptar, que son los de la escuela a la que se pertenece: el estoicismo. Lo que cambia de un filósofo a otro es el estilo personal, la manera de enseñar o la presentación de la doctrina. El estoicismo nace como fusión de la ética socrática, ka física heraclitiana y la argumentación aristotélica. Parte de la Unidad de todas las cosas marcadas por una Lógica ordenadora. El filósofo aspira a la perfección moral, a la sabiduría. Quiere hacer siempre lo más verosímil y lo más correcto. El discursos teórico sirve para orientar la acción porque su finalidad es práctica.

viernes, 1 de septiembre de 2017

BUDISMO ZEN, FILOSOFIA Y PSICOANÁLISIS: UN ENCUENTRO DESDE LA ÉTICA.





Luis Roca Jusmet

Ese materialismo no es el que niega el espíritu, sino el que plantea que el espíritu, que no se reduce a la materia, está siempre condicionado por ella.
                                                                                                Bernard Stiegler



 Este artículo pretender establecer un punto de relación entre tres tradiciones, que son heterogéneas pero que pueden llegar a un punto de encuentro. Pero lo primero que quiero hacer es desmarcarme de cualquier forma de sincretismo, lugar de confusión habitual en que nos ha colocado la subcultura New Age con respecto a estos temas[1].




 Para ser rigurosos empezaré precisando lo que significan para mí estas tres tradiciones y delimitando en qué me voy a centrar en cada una de ellas. Entiendo por budismo las prácticas que se originan a partir de la aparición de un personaje histórico que es Buda; pero me centraré específicamente en la Escuela Soto Zen y más específicamente en Taisen Deshimaru.. El psicoanálisis tiene también un origen, un padre fundador que es Freud y aunque después de su muerte las escuelas se multiplican considero a Jacques  Lacan cómo la figura más interesante para esta investigación. La filosofía es más difícil de delimitar pero la plantearé cómo  un invento griego continuada en Europa hasta la globalización actual. Los filósofos a los que me referiré serán Pierre Hadot y Michel Foucault.

  En este artículo intentaré trazar en primer lugar un panorama histórico sobre el intento de establecer un vínculo entre las tres disciplinas. Mi hipótesis es que este proyecto fracasa por un mal planteamiento, que es el intento de establecer un diálogo desde el discurso teórico, es decir, desde lo que dicen cada uno de ellos. La imposibilidad viene dada porque se quiere homogeneizar discursos heterogéneos. Mi propuesta es la de encontrar un espacio común planteado desde el punto de vista de la práctica, en concreto desde la ética. Entiendo por ética un arte de vida que propone un trabajo interno que nos permite transformarnos y transformar nuestra vida.
 Incluyo aquí un video en el que hablan Taisen Deshimaru, Jacques Lacan y Michel Foucualt. No me interesa lo que dicen sino lo que muestran a través de su cuerpo : la voz, el gesto, la mirada. El cuerpo somos nosotros, es a través de él que se manifiesta el espíritu. La ética es entonces esta transformación espiritual del cuerpo. Las prácticas son las del cuerpo, que no es una superficie corporal, que es una estructura dinámica, viva, que se expresa de manera singular en cada cual.

2.      Aproximaciones entre la filosofía, el budismo zen y el psicoanálisis

    Parto de la hipótesis de que la filosofía surge como una pérdida de saber que permite la búsqueda de la verdad a partir de esta carencia[2]. François Jullien también analizará como la filosofía es un camino, el de la pregunta por la verdad, el bien que el pensar griego escogerá mientras el pensar chino sigue otros derroteros[3].
  Roger Pol Droit (1989, 1997) ha realizado un interesante trabajo sobre el papel del budismo en el imaginario filosófico anterior. El precedente del interés de la filosofía europea por el budismo tiene un referente claro en Arthur Schopenhauer. Pero tampoco hay que olvidar la reflexión de Nietzsche en su obra El Anticristo sobre el budismo cómo una forma radical de nihilismo[4].
 Si buscamos un interés específico de la filosofía contemporánea por el budismo zen tenemos que referirnos a Martin Heidegger[5]. Es también un tema recurrente, sugerido pero poco desarrollado es el paralelismo entre Wittgenstein y el budismo zen[6].  Estos dos casos no agotan por supuesto la casuística del interés de los filósofos actuales por el budismo zen.[7]
 El camino inverso, que es el del interés de representantes del budismo zen por la filosofía nos llevan necesariamente a la Escuela de Kioto, formada alrededor de Nishida (1870-1945).. Shizuteru Ueda realizará un estudio muy interesante sobre el proceso paralelo de Nishida de aprendizaje práctico del zen y de inmersión en los textos fundamentales de la filosofía griega y europea. Lo que tiene de extraordinario, es que la práctica del zen excluye la especulación racional, con lo cual convierte en posible algo que de entrada se presenta como incompatible. Para Ueda el resultado es filosóficamente interesante, mientras que para Heidegger lo que hace Nishida en su libro fundamental, Indagación del bien, es caer en las redes del lenguaje filosófico occidental. Ueda buscará una vía de encuentro entre el budismo zen y la filosofía a partir del misticismo medieval del Maestro Eckhart, pero quizás es lo más antifilosófico de éste lo que permite una mayor convergencia. Otro intento posterior a Nishida será el de Toshihiko Izutsu (1914-1993) que elaborará una propuesta filosófica sistemática a partir del budismo zen. Pero el esfuerzo de Izutsu, que no carece de rigor, nos conduce a una empresa imposible, ya lo que hace es traducir el lenguaje no-filosófico del zen al lenguaje de la filosofía, es decir llevarlo a un terreno que no es el suyo. La elaboración de Izutsu aunque fallida no por ello deja de ser interesante:, ya que es capaz de recoger los temas que filosóficamente serían más interesantes: la identidad, el sentido, la articulación y el pensamiento.

FOUCAULT SE DEFINE A SÍ MISMO






 Escrito por Luis Roca Jusmet

 El mismo año en que muere Foucault, 1984, se publica una entrada sobre el filósofo francés en un Diccionario de Filosofía. El texto está firmado por Maurice Florence, que como se supo más tarde era un seudónimo del propio Foucault. Es interesantever como Michel Foucault se explica sí mismo.
 En primer lugar se inscribe en la tradición crítica iniciada por Kant. No se considera ni irracionalista, ni estructuralista, ni postmoderno. Modernidad crítica ilustrada en los términos en lo plantea Kant. Elige, por tanto, a Kant y no a Nietzsche, por mucho que reconocerá su influencia, como referencia. En esta tradición crítica sí podemos situar a uno de los filósofos que más le influyeron : Georges Canguilhem.
 La historia crítica que trata Foucault es, básicamente, sobre la relación entre subjetividad y verdad, que quiere decir la manera como el sujeto se constituye en objeto de sí mismo, de su conocimiento y de su transformación. Pero, a diferencia de Kant, es un "a priori" histórico, un juego de verdad. Foucault estudia en un primer momento la constitución de las ciencias humanas, en un segundo la constitución del sujeto fuera de la normalidad ( el loco, el enfermo, el delincuente, ) y en un tercero las tecnologías del yo. Pasará de considerar el sujeto como algo sujetado a unas prácticas de poder y de saber, o de un sujeto jurídico sujetado a la ley, a contemplar la posibilidad de la subjetividad como práctica de la libertad, la posibilidad de un sujeto ético que se construye a sí mismo.
 Cuestión de método. Primera regla : evitar universales antropológicos siempre que se pueda. Segunda regla : no partir de un sujeto constituyente sino de un sujeto constituido por unas prácticas sociales. Tercera regla : Analizar básicamente las prácticas a partir de las cuales se constituyen tanto el sujeto como el objeto, prácticas que son básicamente las relaciones de poder.

MICHEL FOUCAULT : LA FILOSOFIA ANALÍTICA DE LA POLÍTICA

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Escrito por Luis Roca Jusmet




El tema de la gubernamentalidad ocupa el curso que dio Michel Foucualt en 1977-8. Podría incluirse dentro de la problemática de la genealogía del poder, pero con reservas. En el curso 1975-6 Foucault analiza el macropoder frente a los análisis anteriores del micropoder. Lo hace con el curso En defensa de la sociedad. Este curso es el inicio de un desplazamiento en su concepción del poder que se centrará en el biopoder o biopolítica y en la gubernamentalidad. Lo desarrollará, después de un año sabático, en los dos cursos posteriores ( Seguridad, población y territorio, 1977-8) y El nacimiento de la biopolítica, 1978-9) y en el inicio del tercero ( El gobierno de los vivos , 1979-80).

La gubernamentalidad es un problema que aparece en las discusiones políticas que se dan entre mediados del siglo XVI y finales del XVIII. Se presenta en cuatro frentes : el gobierno de uno mismo; el gobierno de las almas y las conductas; el gobierno de los niños y el gobierno del Estado.

El gobierno del Estado se entiende como administración económica, como administración de bienes, siguiendo el modelo familiar. Se trata de gestionar las poblaciones, mientras que el poder disciplinario que había trabajado entre 1970 y 1975 se centraba en la disciplina de los cuerpos.

La gubernamentalidad es, entonces, un conjunto de instituciones, procedimientos y tácticas ( análisis, cálculos, estadísticas) cuya finalidad es gestionar de manera adecuada la población como conjunto, como especie. 

El Estado Moderno se constituye, por otra parte, a partir de tres ejes. Por una parte, desde una base jurídica a partir de la sociedad feudal. Por otra, administrativa, como un sistema de reglamentos y disciplinas que abarcan unas fronteras. El tercero sería justamente el que hemos nombrado, el gobierno de la población. Este gobierno tiene como base el poder pastoral cristiano, el poder diplomático-militar y la policía.

¿ ES FOUCAULT UN NEONIETSCHEANO ?


 




Escrito por Luis Roca Jusmet

 ¿ Es Foucault es un neonietzscheano ?. Es un tema recurrente que merece una reflexión. Sin ánimo de sentar cátedra daré mi opinión, basada en un largo recorrido por los textos de ambos autores.

 A menos de un año de su muerte, en una entrevista que le hizo en Toronto Stephen Riggins

( publicado por la editorial argentina Biblioteca de la mirada en el libro El yo minimalista y otras conversaciones ) Foucault dice :

  " Debo reconocer que lo que me despertó el interés de iniciar un trabajo personal fue la lectura de Nietzsche..."

" La lectura de Nietzsche representó un punto de ruptura para mí. Hay una historia del sujeto como hay una historia de la razón: pero no podemos pretender que la historia de la razón se despliegue a partir del primer acto fundacional del sujeto racionalista. Leí a Nietzsche por casualidad, y me sorprendió que Canguilheim, el historiador de la ciencia más influyente en Francia en aquellos momentos, también estuviera influenciado en Nietzsche, y fue muy receptivo a mi trabajo..."

"Deberíamos hablar de Deleuze : él escribió su libro sobre Nietzsche en 1960. que debió de aparecer en 1965... Estoy convencido que él encontró a Nietzsche bajo las mismas condiciones. Por lo tanto, yo diría que lo que ocurre en los 60 es que hay una insatisfacción con la teoría fenomenológica del sujeto; lo que devino en diversas aventuras, subterfugios o descubrimientos, según usemos un término positivo o negativo, en la dirección de la lingüísitica, el psicoanálisis o Nietzsche."

" Y es aquí donde escritores franceses como Bataille o Blanchot fueron importantes para mí. Lo leí a raíz de Bataille, y a Bataille a raíz de Blanchot... pero quienes buscron una salida en Nietzsche no buscaban una salida al marxismo ( eso fue más tarde) buscaban una salida a la fenomenología."

" Creo que hay un desplazamiento perceptible entre los textos nietzscheanos que versan globalmente sobre la voluntad de saber y los que se refieren a la voluntad de poder. Pero no quiero entrar en esta discusión porque hace años que he leído a Nietzsche."

" Yo diría que mi relación con respecto a Nietzsche no ha sido con respecto a la historia. La historia real de su pensamiento me interesa menos que el desafío que experimenté por primera vez. Cuando se está frente a "La gaya ciencia", después de haber sido entrenado en las grandes traiciones universitarias- Descartes, Kant, Hegel, Hurssel – y se descubren estos textos extraños, ingeniosos, atractivos, uno dice : bueno, yo no haré lo mismo que mis contemporáneos, colegas o profesores están haciendo : no pasaré esto por alto. ¿ Cual es el máximo de intensidad filosófica y cuales son los efectos filosóficos actuales que pueden hallarse en estos textos ? Es, para mí, el desafío que presentaba Nietzsche."

 En una entrevista que le hacen a Michel Foucault en EEUU en octubre de 1982 ( aparece en el libro Tecnología del yo y textos afines, editado en Barcelona por Paidós  en 1990)dice lo siguiente:

 " Nietzsche fue una revelación para mí. Sentí que había alguien muy distinto de lo que me habían enseñado. Lo leí con gran pasión y rompí con mi vida: dejé mi trabajo en el asilo y abandoné Francia; tenía la sensación de haber sido atrapado. A través de Nietzsche me había vuelto extraño a todo esto..."