lunes, 4 de noviembre de 2019

TERAPIA GESTALT Y PSICOANÁLISIS : DOS ENFOQUES DIFERENTES Y ALTERNATIVOS

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Escrito por Luis Roca Jusmet

 Estamos en una sociedad en la que se intenta normalizar a los sujetos. Normalizar significa sujetarse a una norma. No hablo de las leyes sino de la manera de conducirse. El criterio es el de la adaptación y por ello se entiende someterse a la manera como el imaginario social hegemónico considera que hay que hacerlo. Detrás está la biopolítica como administración de la vida en función de unos criterios establecidos. Cuando alguien no sigue estas normas sociales se le considera que tiene un trastornos porque no sabe adaptarse. Tenemos entonces la biblia, el DSM ( diccionario psiquiátrico mundial) que cada vez más se estructura en torno al concepto único de trastornos. Cuando estos trastornos son graves, entonces se suponen que tienen una causa básicamente biológica ( cerebral, neuronal) y por tanto el individuo ha de medicarse. De esto se ocupa el psiquiatra. Si el trastorno es leve, entonces es básicamente ambiental y necesita una terapia que modifique su conducta, Tenemos entonces la psicología conductista, que se complementa con el cognitivismo. El cognitivismo abre la caja negra de la mente ( según acepción conductista) a procesos cognitivos ( que podemos aprender a partir de la psicología cognitiva y las neurociencias). Se trata de normalizar las mentes para normalizar las conductas.
 Frente a estos intentos de normalización han aparecido terapias ( con sus bases teóricas) que han pretendido ofrecer una alternativa a la normalización, que era dar instrumentos para que cada cual pueda ser un sujeto ético responsable de la vida que ha elegido por su singularidad.
 El psicoanálisis lo intentó desde el principio, con Freud, y lo ha profundizado de manera más clara con Jacques Lacan. Un antiguo seguidor de Freud, Fritz Perls, rompió con la tradición en la que se formó y planteó una alternativa, la llamada terapia Gestalt. Lo que tienen en común ambas es lo que he señalado al principio, que el objetivo terapéutico no es la normalización sino el posibilitar un sujeto que se construya a sí mismo a partir de lo que tiene de singular.
 Pero en las dos terapias hay fuertes diferencias que parten de antropologías distintas. La de Freud es pesimista, considera que los conflictos internos son irresolubles y la felicidad imposible. A pesar de ello y asumiendo nuestras limitaciones podemos marcar un camino propio. Para Perls podemos resolver nuestros conflictos internos y la felicidad es posible. la antropología de base psiconalítica es más dualista, en el sentido que hay una realidad psíquica que, aunque producto de la realidad física ( cuerpo) tiene una dinámica propia. dentro de esta realidad psíquica domina un inconsciente que podemos interpretar pero al que no podemos acceder. La antropología de Perls es más monista aparentemente ( espíritu-mente-emociones-cuerpo) pero contemplan un concepto, el de espíritu, que los psiconalistas, más materialistas, no aceptan. En este sentido Perls puede considerarse en la línea de Jung, el primer discípulo de Freud que rompió abiertamente con él. Como Jung, Perls es más ecléctico ( abierto incluso a influencias orientales) y no acepta el inconsciente en los términos que plantea Freud ( aunque Jung habla de un inconsciente colectivo que Perls no acepta). Igualmente ambos niegan la concepción de la líbido, al plantear una concepción de la energía más abierta que la sexual) y todavía más, la de la pulsión de muerte. 
La terapia de unos y otros, en función de estas concepciones antropológicas tan diferentes, son radicalmente distintas. El psicoanalista mantiene la distancia y despersonaliza al máximo la relación porque el analizado debe transferir hacia él los deseos inconscientes al ocupar el lugar de aquellos a los que iban dirigidos. El psicoanalista trabaja sobre el inconsciente del analizado y lo que hace puntuando asociaciones o palabras que les parecen significativas. La terapia gestatl se basa en la empatía entre el terapeuta y el cliente y utiliza técnicas muy variadas, desde la palabra a las técnicas corporales pasando por la dramatización.
 Lo que dice el psicoanalista del trabajo del terapeuta gestalt es que actúa sobre el imaginario, a nivel de sugestión y puede producir al que se dirige a él únicamente mejoras superficiales pero no actual sobre el inconsciente. Al mismo tiempo que, al utilizar técnicas de seducción lo que hace crear dependencia hacia el terapeuta.
 Los terapeutas gestalt dirán del psiconanálisis que es muy largo, limitado en su concepción y probre en sus técnicas.
 La pregunta final sería si unos u otros, o ambos, formarían parte de lo que Foucault llamaba el pastor pastoral moderno, es decir que hacen el papel que antes hacía el sacerdote, o si pueden ser un instrumento para facilitar la subjectivización. No en el sentido de estar sujeto a ( la obediencia en el poder pastoral) sino de la construcción de este sujeto ético autonómico del que hemos hablado, capaz de responsabilizarse de sí mismo reconociendo al otro como un sujeto, al igual que él.

7 comentarios:

  1. Gracias por tu artículo! Me ha gustado mucho

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    1. No me consta que se haya publicado nada. Intentaré escribir algo más, profundizando en el tema.

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  3. Hola, Luis. Acabo de leer un artículo de Gustavo Dessal, un psicoanalista argentino radicado en Madrid, que justamente acentúa el punto en el cual el psicoanálisis NO es "pesimista" en el sentido de que no solo habla de Thánatos, sino también de Eros. De ahí que no pueda decirse que el psicoanálisis es pesimista. Lo que sí dice el psicoanálisis es que aun cuando el tratamiento pueda ser terapéutico, y lo es, en muchos sentidos, nunca nos libramos del conflicto. Esto es imposible. Ninguna terapia, por muy positiva o guestáltica que sea, consigue darle al sujeto la felicidad en los términos en que cada cual se imagina lo que esto significa. Ninguna. Por muy "optimista" que sea. La terapia guestalt comparte con el psicoanálisis mucho más que lo que Fritz Perls quisiera. Pero sí, admito que Perls incorpora algunas técnicas, como la silla vacía, tan mentada, que enriquecen la experiencia. En cuanto a que en la terapia psicoanalítica no existe la empatía... eso desde luego es un invento. Puede que haya psicoanalistas que no son precisamente empáticos, pero ¿has leído a Ferenczi? Te recomiendo su Diario Clínico de 1932, Sin simpatía no hay curación. Ahí el psicoanálisis lo dice todo. Gracias por tu artículo porque me ha dado mucho que pensar.

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  4. Hola,la terapia de Gestalt será recomendable para personas con Asperger o Autismo, o que requieran ayuda en crisis exitenciales u orientación vocacional? En este momento estoy pasando por ese período, debido a que me ha costado mucho la etapa laboral y quiero cambiar a una carrera acorde a mi personalidad.

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    1. No lo sé. El psicoanálisis me parece más profundo, pero no puedo contestar. Un saludo.

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