lunes, 16 de marzo de 2015

LA VISION DE PARALAJE de ŽIŽEK

Escrito por Luis Roca Jusmet

 Este es uno de los libros de Žižek más interesantes desde el punto de vista filosófico. Pone de manifiesto su originalidad, pero también el profundo conocimiento que tiene el filósofo esloveno de la filosofía moderna y contemporánea. No es un libro fácil porque Žižek trabaja filosóficamente a Lacan, cuya dificultad por la complejidad de su pensamiento y lo barroco de su estilo es conocida. También por la cantidad de filósofos en los que se basa y polemiza : Platón, Kant, Schelling, Hegel, Marx, Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger, Adorno,Benjamín y Derrida entre los clásicos. Badiou, Sloterdijk, Laclau, Dennett o Bernat Williams entre sus contemporáneos.. Pero también hay que conocer a Freud o al neurocientífico Antonio Damasio. Igualmente la música de Wagner y de Schoenberg ; el cine de Hitchcock ; la novela de Henry James y la poesía de Holderlïn. Todo es excesivo en Žižek pero ojo, sabe de lo que habla y lo que dice es, como mínimo, estimulante para pensar el presente desde múltiples facetas.









Como le gusta a Žižek, el libro está estructurado de una manera más ingeniosa que lógica.Hay una introducción y una conclusión con nombres divertidos : "El materialismo dialéctico llama a su puerta" y "La sonrisa de Bartleby". Hay unos capítulos intermedios en los que juega con el término paralaje y con sus tres dimensiones : el estelar para referirse a la filosofía, el solar para la ciencia y el lunar para la política. Los nombres de los capítulos, pasados de rosca y provocadores, como siempre : "El sujeto, ese secreto judío circunciso,"Ladrillos para construir una teología materialista", "La insoportable pesadez de ser una divina mierda", "La curva de la libertad","La elección de Kate o el materialismo de Henry James", "La política de la redención o por qué Richard Wagner merece ser salvado". Todo irreverente y divertido.

 Queda entonces la pregunta del millón :¿ Merece tomarse en serio a Žižek ?. Mi respuesta es claramente afirmativa. Hay que tener paciencia para seguirle las gracias, para aguantar que se repita, por algún discursito para contentar a su galería de admiradores. Pero al final, mucho trabajo filosófico serio, riguroso e interesante.
 Intentar resumir el libro es imposible porque no creo que tenga siquiera un desarrollo lógica, ya que ni veo la relación entre la conclusión y los capítulos anteriores. Pero el conjunto me parece muy creativo, en el mejor sentido de la palabra. Transforma problemas abriendo nuevos horizontes, nos plantea asociaciones muy sugerentes y nos da que pensar, que no es poco. Da justamente materiales para pensar. Hay que asimilarlo poco a poco si no queremos indigestarnos.
Empecemos por su visión de paralaje, que sería, por decirlo en términos convencionales, su posición epistemológica. 
¿ Qué es un paralaje ? Es un término que se utiliza en astronomía. Se refiere al aparente desplazamiento de un objeto causado por el cambio de posición del observador. La implicación es que la diferencia que aparece entre dos perspectivas no puede encontrar un lugar neutro común, objetivo. Pero la diferencia no es subjetiva, es ontológica. El sujeto está inscrito en la realidad, su mirada está inscrita en el objeto. Lo que hay de renovador es que no es la teoría perspectivista de un Nietzsche o la ficcionalista de un Vahinger. No se trata de que una misma realidad solo puede contemplarse desde una perspectiva parcial. Tampoco que elaboremos una ficción desde la que construir una realidad. Se trata que el cambio de posición modifica el objeto. Es una lectura de Kant pasada por Lacan. El sujeto existe porque hay objeto y el objeto porque hay objeto : la interacción es mutua ( Kant). Pero es el Lacan que en el seminario 11
( Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis) dice que la mirada siempre es una mancha en un cuadro, que al mirar un cuadro está inscrito en nuestra mirada. No voy a precisar más porque no sé hacerlo. Solo decir que hay un itinerario posible muy interesante a trabajar, que reivindica la verdad, como hace Žižek, pero asumiendo toda la complejidad de un realismo crítico.
Ontológicamente Žižek reivindica el denostado materialismo dialéctico . Esto es el materialismo : la visión de la realidad nunca es total porque siempre vemos la brecha de nuestra mirada. El materialismo sería una consecuencia de la posición epistemológica anterior. Es un No-todo. No hay clausura de lo real porque éste no está cerrado en su finalidad. Esto sería el idealismo, que da un sentido a la verdad. Para un materialista existe la verdad de lo real. Aunque lo real ya nos remite a otro paralaje, marcado por Lacan. Lo real no es la realidad, sino lo que se escapa a lo podemos simbolizar o imaginar como tal. Dialéctico quiere decir introducir la mirada del pasado en el futuro. Restaurara el potencial en su concreción, lo que ya estaba en el proceso del devenir. En realidad Žižek vuelve a Hegel, más allá de las lecturas de manual : tesis-antítesis-síntesis. Es el devenir que va avanzando a través de sus contradicciones, que va desarrollando su potencial.
Voy a referirme ahora, de manera dispersa ( no es posible de otra) a temas que me han resultado interesantes. Tema antropológico : el paso del animal humano al hombre animal : lo excesivo del hombre distorsiona su animalidad. La cultura es un exceso, un suplemento más que un complemento. Este exceso es la pulsión de muerte, como exceso de vida. La pulsión es lo sobrante de lo humano, porque ha perdido su función instintiva al perder el hombre su naturalidad. Es circular, es ciega, da vueltas alrededor de un objeto, siempre se pega a él. Pero nunca obtiene satisfacción porque no tiene finalidad. No busca el placer, busca un goce que es tensión permanente.
La vida se rige por el principio del placer, la pulsión ( que es de muerte ), que es un exceso, por el goce. La subjetividad surge de la conciencia, que es autoconciencia. No responde a un finalismo adaptativo de la evolución. La conciencia no es necesaria, crea la subjetividad como algo que emerge sin justificación. La conciencia bloquea la acción, es un cuerpo extraño, traumático, sin función biológica. Abismo de la libertad : no hay garantías para una decisión, no hay criterios formales. Autonomía ética : se autolimita, no necesita Amo por lo que es insoportablesinseoportable, no se sostienen en nada, no hay un Otro. Lacan : alienación y separación del gran Otro, Orden simbólico. Nos distanciamos de las identificaciones simbólicas, queda el pequeño otro ( objeto a) que es el tic patológico de cada cual, su esencia singular. El Gran Otro está barrado, es un significante sin significado que permite mantener la cadena simbólica. La libertad nos enfrenta a nuestra contingencia radical, genera angustia.
Hay que separar el sujeto de la enunciación del sujeto del enunciado. Descartes los confunde. Kant los separa. El sujeto, que es el de la enunciación, está vacío. No es nadie, es el que habla. El del enunciado es el yo, pero el yo es una ilusión. El yo es una ilusión, un interfaz entre lo que está adentro y lo que está afuera. Antonio Damasio se equivoca cuando dice que el yo es corporal, se olvida que la subjetividad tiene un núcleo vacío, desde el que hablamos : es el que dice "Tengo un cuerpo". No "somos un cuerpo" porque el sujeto no tiene contenido, no es una substancia, ni mental ni corporal.
La política como singularidad universal, en la que los individuos singulares buscan la dimensión cosmopolita, la sociedad civil mundial. Lo universal singular como la reivindicación de lo público. Contra lo privado, que no es lo individual sino lo particular : las identificaciones imaginarias que nos hacen sentir parte de un grupo ( religión, sexo, nación). De todas maneras el tema político merece otro artículo porque esta es solo una firmación puntual. En estos momentos no tengo tiempo ni energías para profundizar más.
Es posible que Žižek diga en este libro lo que acabo de decir o quizás no lo he entendido bien. Es posible que me olvide de lo más importante. En todo caso, esta es mi reflexión. Pero lo que me parece fundamental de su visión de paralaje es que cuando hay dos perspectivas para ver un problema hay que aceptar la tensión, hay que sostenerla. Esto es lo que resulta fecundo, no buscar una solución que nos conducirá siempre a una visión parcial, a un reduccionismo.




7 comentarios:

  1. Un resumen o reseña del libro muy útil e interesante, Luis. Coincido en líneas generales con tu interpretación de Zizek, y también en que el libro no es una lectura fácil (y que la traducción al castellano de la editorial FCE la empeora). En más de una ocasión, yo me sentí perdido al leer el libro, teniendo que volver varias páginas atrás para intentar retomar el hilo donde el autor parecía haberlo dejado para caer en digresiones (por otra parte, tanto o más interesantes que el hilo central, como suele ocurrir en Zizek). Fascinante, complejo, desconcertante, extravagante, lúcido, divertido, serio, profundo, y en ocasiones también frívolo y hasta irritante, pero a ratos genial: así es este libro del filósofo esloveno. En todo caso, una lectura absorbente.

    Pero es el Lacan que en el seminario 11
    ('Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis') dice que la mirada siempre es una mancha en un cuadro, que al mirar un cuadro está inscrito en nuestra mirada. No voy a precisar más porque no sé hacerlo.


    Zizek menciona una frase de Lacan que cito de memoria: "La mirada está en el cuadro que está en la mirada". En suma, lo que esta visión kantiano-hegeliano-lacaniana recusa es la "teoría del reflejo", el realismo ingenuo defendido, entre otros, por Lenin, al señalar que el conocimiento no es sino el reflejo o la representación del objeto en la conciencia del sujeto, como si esta conciencia fuera un espejo. En suma, la concepción de Lacan y Zizek es contraria a la teoría de la copia, que podemos remontar a Aristóteles e incluso a los atomistas griegos. El sujeto no puede percibir el mundo en su totalidad o tal como es precisamente porque el sujeto está inserto en el mundo, de tal manera que su propia perspectiva del mundo es una limitación, como una mancha o un punto ciego. El sujeto está dentro de la realidad que a su vez está dentro del sujeto: es decir, el sujeto no se percibe a sí mismo como aislado o separado del mundo, sino como dentro del mundo, como arrojado a éste, y al mismo tiempo percibe el mundo como su propia representación: en términos simplificados, el sujeto se percibe a sí mismo como si estuviera dentro de su propia representación, dentro de su propia mente, la cual no es sino el mundo; porque, cuando el sujeto hace introspección, cuando intenta penetrar en su propio interior, lo que encuentra es el mundo exterior, curiosamente (esto es lo que Lacan llamaba "ex-timidad", la auténtica realidad tras lo que se conoce como "intimidad", que no es sino una ilusión).

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  2. El "punto ciego" al que se refiere Lacan es precisamente este hecho desconcertante: que en nuestra percepción del mundo, en nuestra realidad fenoménica, nosotros también estamos incluidos en esta realidad, somos también una apariencia de nosotros mismos; nuestra percepción del mundo está incluida dentro de sí misma, y esta auto-inclusión es la que impide que tengamos una percepción del mundo como realidad clausurada, plenamente constituida.

    En suma, éste es el misterio de la conciencia, tan debatido hoy en día dentro del ámbito de las ciencias cognitivas, en el que Zizek está muy interesado. ¿Por qué es necesaria la conciencia en términos evolutivos? ¿Por qué, además de percibir el mundo, percibimos asimismo que percibimos el mundo? ¿Qué ventaja, en términos evolutivos, hay en esto? Psicólogos cognitivos como Johnson-Laird sostienen que la conciencia es un mero epifenómeno, un output ex-adaptativo de la maquinaria computacional no-consciente, encargada (tal como Zizek la describe en el capítulo de su libro sobre neurociencia cognitiva) de llevar a cabo el proceso de mediación por medio del cual la apariencia se nos presenta como algo (falsamente) inmediato.

    Me parece muy interesante señalar el hecho de que Zizek pretende llegar a una suerte de compromiso entre el psicoanálisis lacaniano y el cognitivismo (básicamente, la neurociencia cognitiva, paradigma actual de la "psicología científica" junto con la psicología evolucionista). Zizek acepta la teoría computacional de la mente, defendida por científicos cognitivos y filósofos de la mente tales como Putnam, Fodor, Dennett, Pinker, etc., e intenta hacer una reinterpretación lacaniana de lo que aquéllos llaman la "ilusión del usuario" o la ilusión del yo. En este sentido, Zizek se aparta de la corriente principal del psicoanálisis lacaniano, representada por Jacques-Alain Miller, para quien el cognitivismo es una teoría falsa y alienada del psiquismo humano.

    Bueno, al menos ésta es la conclusión que yo he sacado, Luis, y que va en la línea de tu propia interpretación. Un abrazo.

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  3. Hola Juan Carlos,
    De entrada felicitarte por la rápida y precisa traducción del texto sobre Spinoza. En cuanto pueda abro un comentario.
    Lo que dices del planteamiento de Zizek ( y lacan) está muy bien, es muy claro y coherente. Pero me parece como si quisieran decir algo más.
    Respecto al diálogo de Zizek con las neurociencias es apasionante, estoy contigo. Pero el libro fundamental que relaciona psicoanálisis y neurociencias es "A cada cual su cerebro. Plasticidad neuronal e inconsciente". A ver si me animo a colgar una reseña.

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  4. Gracias por la felicitación, Luis. Como siempre hago lo que puedo, y me alegro de servirte de ayuda en algo, por poco que sea, así como a cualquiera que esté interesado en estos temas.

    Tienes razón al señalar que a mi explicación le falta algo que Zizek y Lacan expresan de forma un tanto críptica y que yo no he atinado a explicar bien. Dentro de poco publicaré una traducción de la extensa reseña que Adrian Johnston (autor de un libro titulado La ontología materialista de Zizek, en inglés) hizo de 'Visión de Paralaje'. También colgaré la traducción de una entrevista realizada a Zizek por Ben Woodard y que trata exclusivamente sobre la cuestión del materialismo dialéctico. Como Woodard es un estudiante de postgrado de filosofía, es capaz de lograr que Zizek no se ande por las ramas y se centre exclusivamente en el tema de la entrevista, que no es sino el materialismo y la paralaje. Me parece una entrevista muy clarificadora, lo mismo que la reseña de Johnston.

    A propósito, ya tengo en mi libro electrónico el nuevo libro de Zizek, publicado por la editorial Verso la semana pasada y, por tanto, absolutamente fresco:

    'The Year of Dreaming Dangerously' (Slavoj Zizek)

    El título podría traducirse por algo así como 'El Año que Soñamos Peligrosamente' (por analogía con la película 'El Año que Vivimos Peligrosamente', dirigida por Peter Weir y protagonizada por Mel Gibson y Sigourney Weaver). Le he echado un vistazo general (es un libro corto, de 150 páginas) y en él se tratan temas como el "invierno árabe" que ha seguido a la primavera árabe, los nuevos movimientos racistas y filofascistas, la masacre de jóvenes socialdemócratas en Oslo, la crisis financiera y económica, las políticas de austeridad en Europa, la situación de Grecia, el movimiento de Occupy Wall Street, las tensiones políticas y nucleares con Irán, y hasta un análisis de la serie televisiva The Wire.

    Gracias por la recomendación del libro de Magistretti sobre la relación entre neurociencia y psicoanálisis. No lo he leído, y desde ahora mismo pasa a estar en mi lista de lecturas obligadas (por el deber, no por motivos patológicos). Un abrazo.

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  5. Hola Juan Carlos. Estoy preparando una reseña del libro de Magistretti y en cuanto lea el artículo de Spinoza lo comento. Ya me pasarás la entrevista y la introducción cuando pueda disponerlas en castellan. Empezaré pronto con los libros de Zizek.
    Un abrazo

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  6. Apreciado Luis, espero que disfrutes de los libros de Zizek tanto como los he disfrutado yo, y que tan pronto como puedas nos deleites con alguna reseña.

    Respecto a la afirmación de Lacan, retomada por Zizek, de que no podemos percibir toda la realidad porque en toda percepción existe un punto ciego, que no es sino la inserción de nuestra propia mirada dentro de la realidad, hay un texto del propio Zizek que explica esto de forma más clara (tomado de su librito For They Know Not What They Do: Enjoyment as a Political Factor ['Porque no saben lo que ahcen: el goce como factor político']:

    "Hegel sabe perfectamente bien que el reflejo siempre falla, que el sujeto siempre encuentra en un espejo una mancha oscura, un punto que no le devuelve su propia imagen reflejada --un punto en el que no puede "reconocerse a sí mismo". Sin embargo, es precisamente en este punto de "extrañeza absoluta" donde el sujeto (el sujeto del significante, $, no el yo imaginario, atrapado en la relación especular) queda inscrito en la imagen. La mancha de la imagen-espejo es así estrictamente constitutiva del sujeto; el sujeto en cuanto sujeto de la mirada "existe" sólo en la medida en que la imagen-espejo a la que mira es inherentemente "incompleta" --es decir, en la medida en que contiene una mancha "patológica", el sujeto es correlativo a esta mancha." (p. 89)

    En suma, Zizek pretende refutar la idea común de que, en el modelo de sujeto de Hegel, la auto-consciencia es capaz de alcanzar una auto-transparencia perfecta, pasando de la opacidad de la inmanencia finita a la claridad de la trascendencia infinita. Si el espejo es una metáfora de la capacidad de autorreflexión, entonces las manchas en la superficie indican los puntos donde la reflexión falla, es decir, aquellos momentos en los que el sujeto encuentra dentro de sí la alteridad de una opacidad no-subjetiva, una mancha o punto ciego, en lugar de encontrarse con la imagen de sí mismo.

    No sé qué opinas de esta interpretación, Luis.

    Un abrazo.

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  7. Me parece una buena interpretación, Juan Carlos. El texto que citas es interesante. Leí el libro hace años, veo que estaría bien una relectura, como mínimo de algunas partes.
    Un abrazo

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