miércoles, 17 de diciembre de 2014

IZQUIERDA Y NACIONALISMO

Reseña de

Los nacionalismo, el Estado español y la izquierda

Jaime Pastor

Madrid : la Oveja Roja ( los libros de Viento Sur) , 2012

 Escrito por Luis Roca Jusmet
 Este libro es una interesante aportación al debate que se da hoy entre izquierda y nacionalismo en el marco del Reino de España, a partir de la vieja cuestión de la independencia de Euskadi y de la nueva de la independencia de Cataluña. Constituye una explicación clara y rigurosa de lo que lo que es la defensa del derecho de autodeterminación y la posterior opción de una federación plurinacional. Sería, para mí, la opción federalista más afín a una izquierda confluyente con el nacionalismo por compartir la hipótesis, para mí incorrecta, de unas naciones oprimidas ( Euskadi, Cataluña) por una anación dominante que sería España. Naciones que existen sin Estado pero que se definen por identidades políticas y no únicamente culturales. Pero antes de discutir este planteamiento vayamos a una análisis del libro.
 De entrada decir que el autor del libro es Jaime Pastor. Representa para mí, junto con Miguel Romero, lo mejor de la vieja guardia del troskismo en nuestro país. Fundador de la la LCR, fue uno de sus dirigentes principales, así como de Izquierda alternativa ( cuando se fusionaron con el Movimiento comunista), Espacio alternativo ( cuando entraron en Izquierda Unida como tendencia) y de Izquierda anticapitalista, cuando se separaron de ella.   


  Desgraciadamente esta trayectoria da muestras de lo sectario de la izquierda en nuestro país. No me refiero a él, por supuesto, sino a la situación de la izquierda en general, incapaz de confluir en grupos como Syriza ( Grecia) o Bloco d´Esquerda. En todo caso Jaime Pastor es un luchador comprometido que merece todo mi respeto.
En todo caso representa un planteamiento que tiene como línea teórica a Marx, Lenin y Trosky. Este es el primer capítulo y la verdad es que la formulación histórica e histórica es muy clara y muy rigurosa. Nada que decir, con la salvedad que lo que dijeron Marx, Lenin y Trotsky es perfectamente discutible y que los -ismos no me parecen un buen aliado de la izquierda porque desembocan, al margen de las intenciones, en sectarismos. En todo caso la exposición tiene la virtud de estar contextualizada y de no situarse en una formulaciones dogmáticas. El segundo capítulo trata sobre "Estado, nación y capitalismo en la España contemporánea". Me parece que aquí hay, por la complejidad del tema y el poco espacio que le dedica una excesiva simplificación que más bien parece un atajo para llegar a la conclusión que España es una nación opresora de otras naciones como Cataluña, Euskadi o Galícia, que serían naciones oprimidas. Hay elementos interesantes, como la diferencia entre una izquierda catalanistay que tenía una expresión popular pequeñoburguesa en Esquerra Republicana de Cataluña y una versión obrera en el POUM y lo que sería el catalanismo burgués. Radicalmente diferente del nacionalismo vasco, muy conservador y racista en sus orígenes. También de la aparición de elementos reivindicativos en Andalucía y en Galicia, a través de Blas de Infante o de Castelao. Igualmente de las posturas contrarias a estos nacionalsimos del PSOE y del PCE antes de la Guerra Civil. Hay también un análisis del nacionalismo español reaccionario, monárquico y militarismo y los intentos de un nacionalismo español más inteligente, fuera el esencialista ( Azorín, Unamuno, Maeztu) o el liberal ( Ortega y Gaset). Pero en cualquier caso me parece que hay un error la lectura de que hay un proceso de nacionalización español sobre las otras naciones oprimidas. Me parece que lo que hay es la constitución violenta de un Estado, como todas, a partir de diferentes pueblos y con conflictos y dominios pero con un poder oligárquico que se va constituyendo en este Estado-nación que es España. Que en este proceso hayan movimientos emancipatorios en Cataluña no quiere decir que cataluña exista como una nación oprimida. Quizás existía una identidad cultural diferenciada ( sobre todo en base a la lengua) pero incluso esta se va diluyendo con el propio capitalismo ( que como dijo Marx disuleve todo lo sólido). El tercer capítulo se titula " Transición política, nacionalismo español y las izquierdas de ámbito estatal". Pasamos de lo español a lo estatal en este giro lingüístico-conceptual tan discutible. Todo país lo es porque hay un estado que lo constituye pero el país no es el Estado. Ni siquiera España, que se ha constituido a partir de luchas, dominio y violencias. Como todo país, incluso el de Cataluña o Euskadi si existieran. Aquí hay una crítica pertienente a la transición como no ruptura y continuidad desde la Monarquía y el Ejército pero continua el discurso de las naciones oprimidas. Hay que decir que su análisis es, por otra parte, muy certero. Anticipa la escisión del sector nacionalista del PSC, la mayoría nacionalista en Euskadi y el desencadenamiento del movimiento independentista catalán. Igualmente las tensiones en Izquierda Unida por la cuestión nacional, que llevan desde posturas federalistas críticas con lo¡s nacionali asta pactos como el que se da en Galicia con el nacionalismo radical de izquierdas de Beirás.

13 comentarios:

  1. no logro entender cómo pueden los ricos de España sentirse oprimidos, me cuesta bastante, en especial cuando hoy no hay ningún tipo de impedimento para lengua, cultura, educación ¿por qué hay que seguir con este asunto? ¿qué pasaría si no se tuvieran los unos a los otros para quejarse mutuamente de lo extremista que es el contrario? de verdad que si hubiera secesión o lo que quiera que quieran que ni ellos lo saben se quedarían muchos sin su frontón de padel para arremeter. De repente un montón de gentes que se dedican a la política descubriría que su vida ha perdido todo sentido ¿contra quién me meto ahora?

    Me parece mucho más grave y de mayor interés cívico y moral los casos de corrupción tan enormes que van saliendo en partidos que para más inri tienen mayorías absolutas, y que todo pase sin que nadie se despeine por ninguna parte. Millones de dinero público que se hurtan a la dependencia, a la enseñanza, a los hospitales, por favor, los impuestos los pagamos para que el Estado redistribuya en las necesidades del pueblo.
    Pero es indignante observar cómo los mismos que han robado, roban y tapan a los que roban tienen la caradura de pedir al pueblo sacrificios: bajando sueldos, empobreciendo, quitando de míseras pensiones. Rescatando bancos para que esos bancos en vez de revertir el dinero en la sociedad lo reutilicen en comprar deuda y que el Estado les pague mucho más caro de lo que ellos han recibido el préstamo.
    Y a aguantarse sin hacer una revolución en condiciones...En eso me parece a mí que s debería de poner todo el esfuerzo, y toda la carne en el asador, JUSTICIA, JUSTICIA y JUSTICIA.

    NO más transigir con esta gentuza que manda, que ha creado 1000 gobiernos no porque les interese otra cosa que no sea repartir cargos, carguetes, carguillos, prebendas por aquí prebendas por allá, mientras le quitan a la gente de a pie el pan de la boca. Eso lo estoy viviendo bien de cerca.

    Ya está bien de tanta tomadura de pelo.

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  2. Tienes toda la razón, Ana. catalña, por ejmeplo, e suna de las comunidades autónomas en las que hay más corrupción institucional. Ya sabes que siempre he planteado que lo prioritario ee lo mismo que planteas, lo demás es equivocarse de enemigo y de frente d elucha.
    Pero respecto a los políticos sigo manteniendo que no todos son iguales. Si nos caragamos a los políticos como tales, ¿ que hacemos ?. O planteamos una democracia directa que me parece inviable o se abre el camino para el populismo demogógica. Hay que criticar pero discriminando, es decir, hay que criticar con nombres y apellidos. Y buscar sistemas de control eficientes.
    Un abrazo

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  3. Tenemos que entender que, aunque para algunos de nosotros no tengan sentido las reivindicaciones de tipo nacional-cultural-étnico hasta el punto de aspirar a constituir un estado separado, para otros sí lo tienen y como vivimos juntos, más bien bastante mezclados, tenemos que ir dando soluciones democráticas, si es que creemos que ésta es la conducta más correcta, respetuosa y justa. Yo, os voy a ser sincero, tal y como está la autonomía vasca, donde he vivido desde niño, me encuentro cómodo. Lo digo en cuanto a “cuestión nacional”. De cajón, soy hijo del extrarradio proletario castellano-parlante de Bilbao y de un padre republicano de izquierdas al que siempre le oí echar pestes contra el PNV y eso de que el obrero no tiene patria. Para mí los vascos eran un caserío cercano a donde iba con mi madre para comprar frutas y productos de la huerta, y esos pocos que en la sala de espera del médico hablaban entre ellos “en vascuence”. Algo que le hacía opinar a mi madre “que eran unos maleducados”. Más tarde también pude conocer el mundo euskaldun en sus variados y también humanos sentimientos.

    En lo que respecta a temas político-administrativos, me gustaría una aún mayor descentralización del poder estatal. Cuestión a mi entender de mayor democratización “laica”. La España de la oligarquía endémica no me atrae nada. La republicana, sí. Y no descarto que, si la deriva reaccionaria actual llegara a extremos para mí inaguantables, podría apoyar una independencia vasca si esta no fuera manu militari y me ofreciera garantías de una sociedad más democrática en todos los órdenes. O algo así como este texto que leí el otro día: “Y ya lo advertía Robert Dahl: la secesión o asociación nunca podrá estar legitimada si el nuevo ente político resultante no reviste, por lo menos, la misma calidad democrática que el anterior.”

    Me ha parecido muy correcto que en ese primer texto que han redactado CIU y ERC se hable expresamente de la separación. Si ahora reculan me parecerá una falta de sinceridad sobre sus pretensiones. Y es que hay que ser desde el principio muy claros y decir a todas las personas de Catalunya a qué se les quiere convocar. La pregunta, si finalmente la pueden hacer, tiene que ser si se quiere o no un estado separado de España. Y la respuesta: sí o no. Que creo que es como se va a plantear en Escocia. Personalmente pienso que ya es hora de dilucidar si las personas que viven en la autonomía catalana quieren mayoritariamente un estado propio o no.



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  4. Totalmente de acuerdo, Agustín. Yo creo que la pregunta debe hacerse en la medida en que existe en la sociedad. Como la cuestión se ha introducido en la sociedad catalana por una serie de cuestiónes concretas que han interactuado ahora hay que hacer la pregunta. Yo, como tú, me siento cómodo como estamos. Lo único que me molesta es que el poder normalizador del catalán, que en su momento tuvo sentido, ahora está forzando demasiado las cosas para introducir un monolinguismo. Afortunadamante es la sociedad catalana la que está equilibrando esta presión y mantiene el bilingüismo,q ue me parece una riqueza y no un obstáculo.

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  5. Sí, mira, has tocado el tema de la lengua, que de todos-todos y por su propia naturaleza es para mí el que más influye a la hora de posicionarse la gente en aquellos territorios donde hay más de un idioma. En nuestro caso son dos en liza. Al menos pienso que es ahí donde se cruzan las más afiladas espadas sentimentales, emocionales, psicológicas o como queramos llamarlas. Mi posición (que no mi solución) es la de que hay que partir del derecho de cada persona a comunicarse en la que considera SU lengua. Puede saber una, dos, tres… más, pero ella quiere hablar y ser contestada en la suya. Tiene que tener reconocido de facto ese derecho. En buena democracia esto atañe en primer lugar a todo el sector público. Yo no tengo ningún problema con el castellano, que es mi lengua. Vaya al ambulatorio, a la escuela, al ayuntamiento, etc., etc., nunca me han dicho que cambie de idioma porque no conocen el mío. Mucha gente, después de 30 años de autonomía, aún no es totalmente atendida en euskera en el área pública. Tiene que cambiar al castellano. Luego está discriminada. Y que nadie venga con el topicazo de que, “leches, si no le cuesta nada hablar en castellano, son ganas de joder”, porque así se va cavando la tumba de la lengua afectada y de un derecho humano. Con ello quiero decir que, desde un punto de vista democrático, tengo bien claro que, más pronto que tarde, todo el personal público tendría que ser bilingüe en una sociedad que lo es, para poder atender con naturalidad en el idioma que se le requiera. Esto exige mucho respeto, previsión, planificación, formación, selección apropiada… y mucha acuerdo y voluntad política democrática.

    En el sector privado, salvo empresas monopolistas, si hay mercado, pues a jugar con sus reglas. Cada cual verá qué clientela quiere o a qué proveedores acude. En las relaciones personales, asociativas, culturales, etc., pues nos iremos combinando más o menos amigablemente como hasta ahora.

    Donde no lo tengo todavía claro es en cuanto a la educación desde niños. Bueno, sí el final: que sería bueno que a determinada edad todos pudieran desenvolverse y seguir estudiando en las dos lenguas, siendo la libertad personal la que decidiera en cada circunstancia cuál de ellas escogería. Ahora, el camino (o los caminos) para conseguirlo sin que nadie se sienta menospreciado… Quizá empezando con la “lengua materna” hasta una edad y a partir de ahí introducir la otra cooficial… Puede que haya desapasionados acuerdos pedagógicos sobre cual sería el mejor método, pero el problema va a estar más en otros foros. El asunto es complejo y dado a tensionarse, visto lo visto. La gente de la enseñanza podréis aportar mejores ideas.

    Y, para finalizar, que los castellano-parlantes no tengamos miedo a que nuestra “superior” lengua desaparezca. Aquí, en cantidad de ikastolas, los niños y niñas hablan en castellano en el recreo y cuando salen por la tarde. Cadenas de televisión y radio en español las hay en mayor proporción. En fin, que llevamos una delantera kilométrica. De verdad, mucho más crudo lo tienen euskaldunes, catalanes y gallegos. Ahora bien, tampoco les debemos nada a éstos. La historia ha sido la que ha sido y generacionalmente estamos donde estamos.



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  6. "Más tarde también pude conocer el mundo euskaldun en sus variados y también humanos sentimientos."
    Menos mal que tienen sentimientos...Una maravilla que te hayas dado cuenta Agustin...

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  7. Querido Luis, realmente no entiendo como es que todavía no se han separado...

    Aquí hay una provincia, Corrientes , que se autodenomina República de Corrientes pero sin el menor activismo...
    Deberían independizarse...
    Y otras también..Se trata de islas con mentalidad propia.Me siento más cerca de un parisino que de un riojano...Y a éste último le pasará algo semejante...
    Y las corrupciones, vejaciones y demás menciones corren por cuerda separada.No hay que mezclar la hacienda.

    Un abrazo ...

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  8. Hola Luis, muy interesante la reseña, como siempre. Pero yo no veo por ninguna parte el intento de imponer el monolinguismo catalan. Al reves, creo q el modelo y la convivencia linguistica es modelica. Yo soy 100% bilingue, mis padres son bilingues. Mi padre, de Barcelona, habla mas castellano, y mi madre, de Girona, mas catalan. Y considero ambas lenguas como propias. Y si existe algun exceso con la normalizacion creo q es consecuencia del miedo al nacionalismo español, q lleva años tratando de acabar con el catalan o reducirlo a lengua folklorica, y para darse cuenta solo hay que ver los intentos de romper la unidad linguistica del catalan con la supuesta lengua valenciana o nororiental en Aragon.

    Y es que yo sigo convencido que el gran problema que tiene españa es el nacionalismo español, que con su actitud activa y fomenta el nacionalismo catalan y vasco, que de no exitir el español no tendrian ni la mitaad de la fuerza q ahora tienen.

    Y sobre lo que esta pasando con la corrpcion, cada dia q pasa me da mas asco este pais (Catalunya incluida). Esta todo corrompido y es posible q nuestros politicos sean un reflejo de lo que somos. Y es que ahora mas q nunca es necesaria una revolucion/movimiento civico al estilo 15M para regenerar el sistema de arriba a bajo. Y cada dia veo mas claro que la mejor opcion seria la Republica Federal Asimetrica q tu defiendes. Xo el problema, como siempre, son los nacionalismos dominantes, empezando por el español, el mas nocivo de todos.

    Y perdona por los acentos, pero es que te escribo desde el tren con mi telefono.

    Un abrazo,

    Toni

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  9. Hola Toni. Ya estamos todos otra vez. Yo también soy bilingé, afortunadamente, y pienso que la convivencia lingüística es perfecta, pero no por las instituciones o los políticos sino por la gente que vive y trabaja en Cataluña. las actitudes sectarias y excluyentes,por parte de ambos bandos, son marginales.
    Ahora bien, lo que dije es cierto. Yo apuesto por el modelo de inmersión lingüística que se sigue en Cataluña pero con un matiz. Para mí la inmersión lingüística es que se empieza en catalán y luego se va introduciendo el castellano. Es decir, que la primaria es en catalán con una asigntarura en castellano y luego en secundaria se van introduciendo asignaturas en catalán. la política de la Generalitat en secundaria ( lo sé porque soy profesor desde hace más de veinte años y he sido tres director de instituto) es darlo todo en catalán, exceptuando la asignatura de castellano. Toda la documentación ha de ser obligatoriamente en catalán y los directores deben hablar obligatoriamente a los profesores y a los padres en catalán. Esto no ocurre porque legalmente no se puede aplicar de manera absoluta pero esta es la volunatad política de los gobiernos de CiU y el Tripartit. Cierro el tema.
    Que el nacionalismo español ha sido y es el peor, de acuerdo.
    En todo caso, un abrazo y totalmente de acuerdo con el resto del mensaje.

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  10. Hola Luís,

    Me parece muy razonable lo que propones y muy mal lo que me cuentas sobre la obligación de dirigirse a los profesores y padres solo en catalán. En mi escuela las clases se daban en función de la lengua del profesor y los alumnos aprendimos ambas lenguas de forma natural. Y es una gozada ir a un patio y escuchar a los niños jugando al fútbol o a lo que sea en ambas lenguas. Y es que es cierto que una parte del nacionalismo catalán aún no acepta que el castellano es también patrimonio de los catalanes.

    Pero dicho esto, también estarás de acuerdo conmigo que el catalán debe gozar de una protección especial, pues la historia demuestra que en sociedades bilingües la lengua dominante -el castellano tiene 500 millones de parlantes por 8 o 9 millones del catalán- siempre se acaba comiendo a la pequeña. Y además,yo no conozco a ningún catalanoparlante que no sepa castellano, pero en cambio sí que conozco a varios castallenoparlantes que no saben hablar catalán (eso sí,lo entienden). Así pues, todos los catalanoparlantes son bilingües-. Y como anécdota, te contaré que hace unos años me tocó hacer de presidente en una mesa electoral. Pues bien, la única persona que no practicó el bilingüismo durante toda la jornada fue la intervetora de Ciutadans, que curiosamente daba la nota con una camiseta negra con lemas "Yo soy bilingüe", "Jo sóc trilingüe"... El de ERC y el del PP alternaban catalán y castellano con toda naturalidad...

    Por eso yo no me creo para nada el modelo lingüístico bilingüe que proponen Ciutadans y PP. Podría creerme las buenas intenciones de algunas personas afines a estos partidos(Xavier Pericay, Francesc de Carreras..), pero para nada a la mayoría de sus miembros, militantes y votantes, nacionalistas españoles puros y duros que estarían encantados de ver el catalán reducido a lengua folclórica, tal y como ocurre en Francia con las lenguas minoritarias y minorizadas. No me fío un pelo de Albert Rivera, y la actitud del PP en Baleares y sobre todo en Valencia -yo voy muy a menudo a Castellón- con el catalán es toda una declaración de intenciones sobre su "amor" por la lengua de Ausiàs March.

    Y te aseguro que no soy para nada un talibán y en este aspecto sería mucho más flexible, pero desde luego si de mí dependiera no dejaría nunca jamás este asunto en manos del PP o Cs, que en este aspecto creo que no tienen nada que hacer, por suerte!

    Un abrazo,

    Toni





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  11. Totalmente de acuerdo, Toni. Ya has visto que yo no defiendo escuelas donde se elija la lengua. Fíjate que el modelo de inmersión que priorizo el catalán. En absoluto comparto la postura del PP-C´S i Albert Rivera no me despierta ninguna simpatía. Pero la polarización hace perder los matices. matices dentro del modelo de inmersión, claramente.
    Un abrazo

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  12. Luís, acabo de leer una noticia que me parece lamentable relacionada con lo comentado anteriormente: los trabajadores del TNC hablaran en castellano como protesta por el desmantelamiento de la "cultura catalana" a causa de los recortes. ¡Estos tíos son imbéciles! Como si el castellano no formara parte también de la cultura catalana. Estos actos demuestran que una parte del nacionalismo catalán aún no se entera de qué va la película y, al igual que hace el nacionalismo español, se automutilan y excluyen a una parte de su propio ser.

    Estas actitudes son muy tristes y ya va siendo hora que los propios nacionalistas/independentistas catalanes denunciemos esta clase de nacionalismo sectario y excluyente. Lo mismo pasó con los toros, que se prohibieron por razones políticas, no éticas. El modelo de independencia que me seduce es el de gente como Luís Cabrera, el fundador del Taller de Músics.

    P.S: Si podéis, leed la entrevista de Enric González a Joan de Segarra en la revista Jot Down. Es muy interesante y también habla de la famosa "cultureta".

    Un abrazo,

    Toni

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  13. Totalmente de acuerdo con el comentario, Toni. Es justamente el tipo de nacionalismo sectario que me molesta. Yo no soy nacionalista/independentista pero respeto totalmente posturas como la tuya. No conozco a Luis cabrera, tomo nota. Leeré la entrevista a Joan de Segarra, que tiene una visión irónica de la "cultureta" muy saludable.
    Un abrazo

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