lunes, 24 de febrero de 2014

DETERMINACIÓN Y LIBERTAD : UNA RELACIÓN PARADÓJICA



 Escrito por Luis Roca Jusmet
 


Mi gran paradoja es que soy determinista y al mismo tiempo defiendo la libertad. Para mí, la base de la libertad no es la indeterminación sino la autodeterminación. Es libre el que se autodetermina, es decir, el que se determina por sí mismo. ¿ Que quiere decir autodeterminarse ? Quiere decir que no nos determinan ni los otros ni nuestras pasiones. Nos determinan los otros cuando nos dominan. Nos dominan cuando deciden por nosotros : es lo que se llama la servidumbre voluntaria. Políticamente ocurre cuando no hay democracia.
 Éticamente ocurre cuando nuestras decisiones personales son conducidas por los otros. Cuando somos niños deciden por nosotros. Formalmente vamos ganando en capacidad de decisión pero debe concretarse en los procesos reales. Cuando somos autónomos no nos dominan. Nos dominan también nuestras pasiones cuando reaccionamos automáticamente, cuando nos dejamos llevar por los impulsos, cuando nos inhibe el miedo o la vergüenza. La libertad interna implica un trabajo. Este trabajo me parece que tiene básicamente tres aspectos : el primero es la conciencia. Saber lo que nos pasa y porque nos pasa, saber lo que queremos y porque lo queremos, Es lo que Spinoza llamaba las ideas adecuadas. Las ideas inadectuadas son las confusas, las que surgen cuando nos atrpan las emociones. 

 El segundo aspecto es la voluntad. Juan Antonio Marina escribió un libro hacer años que se llamaba En busca de la voluntad perdida porque parece un concepto importante que se ha perdido. La voluntad es poder, poder hacer, en el sentido de Spinoza. Es la capacidad de transformar la intención ( acto mental) en decisión ( acto físico).
 El último elemento es el autodominio. Foucault lo recupera de los antiguos : no ser un esclavo de uno mismo, de las propias pasiones.
 Philippe Pettit ha desarrollado políticamente una idea de libertad como no-dominación que seria el complemento político de este planteamiento ético. 
 La autodeterminación también está determinada : esta es la solución de la paradoja. Es decir, esta capacidad de consciencia, esta voluntad y este autodominio no dejan de depender del potencial de cada uno. Y este potencial es una base genética que se va transformando por las experiencias. Nadie elige ni su temperamento ni sus experiencias. 
 Kant se equivoca cuando dice que la base de la libertad es la indeterminación. También Schopenhauer cuando plantea que el dterminismo forma parte del mundo como representación y la libertad del mundo como voluntad.

5 comentarios:

  1. Esta bien tenerlo presente como guía de mejora personal, siempre en la medida de lo posible y sin convertirlo en una cruz a cargar. Que no nos dominen ni los otros ni las pasiones propias va a ser muy difícil. Me atrevería a decir que imposible. Porque además ¿hasta qué punto podemos tener una conciencia cierta, podemos asegurar con conocimiento verdadero la existencia real de un momento de libertad, sin autoengañarnos? Pienso que la vida inevitablemente transcurre en medio de una tensión permanente con esas fuerzas de dominación, pactando con ellas. Se hace lo que se puede, pero está bien esforzarse. es para mí la lección de tu artículo.

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  2. De acuerdo, Agustín. Para mí una clave para diferenciar lo que dices, que está muy bien, es la diferencia entre relación de poder y de dominio. Las relaciones de poder son inevitables, son variables y se mueven. Pero hay relación de dominio cuando uno se somete a otro. En cuanto a las pasiones sí que hay que pactar, por supuesto, la cuestión es no dejarse arrastrar por ellas. Como seimpre te agradezco tu participación desde la experiencia, que es lo que vale.
    Un abrazo
    Luis

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  3. Bueno, si las relaciones de poder se mueven dentro de una horquilla no muy descompensada y con posibilidades de alternancia, las de dominación pueden ser neutralizadas. Ahora bien, si el poder se escora desmesuradamente hacia un lado y durante tiempo, domina. "Cuando uno se somete a otro", entiendo que vale para cuando uno lo hace más o menos voluntariamente. Pero también hay relación de dominio cuando uno, con poder suficiente, somete a otro en unas condiciones que imposibilitan en gran medida "no someterse". No sé. Es complejo.

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  4. Hola Luís, dices: "¿ Que quiere decir autodeterminarse ? Quiere decir que no nos determinan ni los otros ni nuestras pasiones", y yo busco la explicación del por qué no nos determinan nuestras pasiones y dices: "Nadie elige ni su temperamento ni sus experiencias". Por lo que veo escrito <> es la única referencia que he encontrado refiriéndose a las pasiones. No estoy tan seguro que nadie elija su temperamento, hay multitud de ejemplos de ello: desde aquel que dice "yo no quiero ni voy a cambiar" hasta "el 2+2 son 5" de Dostoievski en Memorias del subsuelo... En líneas generales comparto tu diagnóstico sobre la libertad como autodeterminación, pero la cuestión es: ¿autodeterminación con qué finalidad? Y no creo que a estas alturas la autodeterminación se contemple única y exclusivamente como "un bien para uno mismo". ¿Quién está sobrado de razones para convencer a otro ser humano de lo que es mejor para él y lo que no?

    E incluso, -y para los más afortunados- son las pasiones las que nos escogen.

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  5. Bueno, utilizo temperamento en el sentido de predisposición genética. Podemos transformar el carácter en función de lo que queremos, siempre hasta un llímite.
    Dices las pasiones nos eligen. Entiendo aquí por pasiones emociones, no deseo. Es el planteamiento de Spinoza, que sigo plenamente. Que nos domine el deseo de ser, no el miedo o la ira, o la soberbia. Este es el sentido. me parece que, más allá de las palbras,, estamos de acuerdo.
    Un abrazo

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