viernes, 22 de marzo de 2013

LA COMUNIDAD : LA PARADOJA DE UNA UTOPIA REALIZADA



Escrito por Luis Roca Jusmet

Reseña de

La comunidad

Hervé Tanquerelle ; Yann Benoit
( Traducción de Alfonso Serrano)

Madrid : la Oveja Roja, 2009 ( Primera parte) y 2012 
( segunda parte )



   La editorial La Oveja Roja ha editado la segunda parte del libro-cómic La Comunidad,que es la continuación de la entrevista realizada a uno de los portagonistas de una experiencia comunitario que apareció en Francia en 1972 y que acabó en 1985. La Minoterie fue el nombre de esta aventura colectiva y uno de sus protagonista es la que se la explica a un joven periodista. Esta experiencia alternativa fue una de las consecuencias menos conocidas del movimiento que surgió a partir del Mayo del 68. Lo más conocido de Mayo del 68 son dos cosas. Una es que expresó una movilización política radical contra las instituciones, los partidos y los sindicatos tradicionales. Este movimiento cristalizó en a potenciación de grupos maoistas y troskistas que entraron en la escena política francesa con fuerza. La otra es que mayo del 68 cambió las costumbres de la sociedad francesa, que se volvió menos autoritaria y más liberal en este aspecto. 

 Pero lo que nos explica este libro es que también llevó a muchos jóvenes a buscar formas de vida alternativas. Lo interesante es el aspecto vital de este movimiento. Si recuerdo lo hacía yo los mismos años me encuentro con lo contrario. Unos adolescentes que soñábamos con montar una comuna, que nunca se llevó a cabo. Lo que hacen estos jóvenes es hacer en lugar de imaginar. Es la misma insatisfacción que nos llevó a no querer repetir la vida de nuestros padres. Pero ellos lo hicieron en la práctica, sin un proyecto teórico previo. Se juntaron para irse de la ciudad, para buscar algo más auténtico en el campo, en la naturaleza. No querían entrar en el círculo absurdo del consumo, no deseaban relaciones jerárquicas, ni mandar ni obedecer. Querían relaciones más libres, más auténticas. Curiosamente no cuestionaban ni la familia ni el trabajo. A diferencia de la contracultura hippie que venía de USA no elogiaban la pereza, las drogas y el amor libre. 
 


martes, 19 de marzo de 2013

UNA BUENA INTRODUCCIÓN A ŽIZEK

Reseña

Slavoj Zizek
una introducción
Antonio J. Antón Fernández


Hace casi 10 años escribí en "El Viejo Topo" un artículo con este título. Como Antón Fernández, el joven autor del libro recuerda, fué uno de los primeros artículos que hablaba de este filósofo esloveno en nuestro país. Mucho ha llovido desde entonces y muchos libros se han traducido al castellano, tanto por parte de editoriales latinoamericanas como españolas. Muchos libros se han escrito también, sobre todo en inglés, sobre Zizek. Pero que yo sepa no hay ningún libro introductorio en castellano, hasta el presente. Curiosamente hay un artículo introductorio en catalán que yo mismo escribí en el libro Marges de la filosofía con el título de "Slavoj Zizek, la filosofia com espai radical". Antonio J. Antón Fernández es licenciado en filosofía, traductor, director de la edición española de la revista Transform! Y militante comunista. ES su segundo libro ( el primero, que escribió con david Becerra fue "Miguel Hernández: la voz d ela herida". Entre sus traducciones están algunos de los libros de Zizek traducidos al castellano.

sábado, 16 de marzo de 2013

CONTRA LAS VANGUARDIAS POLÍTICAS

Por José Antonio Cerrillo y Luis Roca Jusmet






Introducción

La noción de jerarquía está reprimida en la ideología políticamente correcta. La sociedad que vivimos está fuertemente jerárquica a nivel económico y político y éste es el conflicto social básico que se quiere La función de la ideología, como siempre, es la de ocultar los antagonismos sociales.
Según Joan Corominas, el origen etimológico de la palabra alude a colectivos poseedores de la verdad, como sucede en las jerarquías eclesiásticas. No en vano es una derivación del término griego que se utilizaba para nombrar los jeroglíficos egipcios, un lenguaje supuestamente sagrado al que sólo tenían acceso los sacerdotes .
Jerarquía quiere decir que hay una distribución desigual del poder en función del lugar simbólico que se ocupa. La sociedad capitalista a nivel global, a nivel nacional, local y empresarial lo son. Pero no hablaremos ahora de la dimensión económica sino de la dimensión política. Y lo contrario de la jerarquía es la democracia en el sentido genuino de la palabra. Quiere decir que cualquiera puede gobernar y que son los ciudadanos en su conjunto los que deben hacerlo. La idea surge con la idea de ciudadanía y aparece en la Atenas clásica. Luego es recuperada con la idea de ciudadanía que surge de la Revolución Francesa, en la Revolución Americana y continuada por múltiples movimientos reivindicativos que aparecen en diversas sociedades. Movimientos obreros, de mujeres, de negros.... La lectura de la obra de Artr Rosenberg nos permite entender que la aparición de la democracia en Atenas fue una conquista de los trabajadores libres pero pobres en contra de la nobleza y los propietarios. El riguroso estudio desde la sociología histórica de Charles Tilly posibilita la comprensión de cómo se da este proceso en Europa.

En el momento en que alguien tiene la capacidad de decidir sobre cuestiones públicos ya tiene un poder, ya se establece una jerarquía. El único planteamiento realista es el de defender la democracia contra la jerarquía, no el de plantear una sociedad idealizada plenamente democrática. Se trata entonces de defender un movimiento reivindicativo, emancipatorio que está siempre en marcha, siempre inacabado. Jacques Rancière ya nos ha insistido también con su brillantez habitual que la democracia significa siempre el acceso al poder de los excluidos, los “sin-parte”.
No hay un determinado modelo social que lo garantice porque cualquiera puede cristalizar en nuevas formas jerárquicas. Esto lo hemos visto en el comunismo en el siglo XX. Vale la pena repasar el incansable análisis crítico de Cornelius Castoriadis, ya desde los años 60, para comprobar como los países que se llamaban comunistas van estructurando una fuerte jerarquía basada en un estricta separación entre dirigentes y dirigidos. El socialismo sólo puede ser autogestionario y democrático y el mismo Castoriadis ha trabajado en profunidad para esclarecer lo que esto significa.
Se trata entonces de que los movimientos de izquierdas, emancipatorios luchen siempre siempre contra la tendencia opuesta a la jerarquía. No se trata de modelos sino de movimientos en pugna y nuestro trabajo tiene que ser luchar por la autonomía de los ciudadanos, su capacidad para resolver sus propias cuestiones privadas y participar en la resolución de las cuestiones públicas. Defender a la vez la libertad de los antiguos ( política) y de los modernos ( individual). Una sociedad democrática debe buscar formas de participación directa de los ciudadanos y de compromiso de los elegidos con los electores. Hay que reducir al mínimo la capacidad de los dirigentes de decidir por sí mismos en cuestiones políticas, sólo deben concretar las lineas que entre todos se han decidido. La izquierda no puede promover y teorizar planteamientos jerárquicos. Debe organizarse políticamente de forma democrática si quiere ser coherente con sí misma, con lo que quiere desarrollar.

LA FORMACIÓN DEL SUJETO CONTEMPORÁNEO



Resultat d'imatges de francisco vazquez garcia




Reseña del libro


Tras la autoestima. Variaciones sobre el yo expresivo en la modernidad tardía


Francisco Vázquez García


Donosita-San Sebastián : Garkoa, 2005


Escrito por Luis Roca Jusmet



¿ Porqué comentar este libro, tantos años después de su publicación ? Por una razón muy sencilla : porque, no habiéndolo leído antes ( porque no lo conocía) me parece ahora un ensayo fascinante que conserva su actualidad. Francisco Vázquez García forma parte de la mejor cantera filosófica de este país. Esto no evita que sea bastante desconocido. En este entorno de amiguismo y clientelismo, los filósofos mediáticos son siempre los mismos. Los que publican sin problemas en editoriales potentes, los que publican constantemente artículos y reseñas en las revistas y diarios. Algunos, no todos, son además unos mediocres. Dicho esto pasemos a lo que interesa, que es el libro.
 Quiero, para empezar, decir que el título me parece poco apropiado. Creo que el tema de la "autoestima" merece todo un análisis crítico pormenorizado y en el libro no se hace, más bien las referencias son algo marginales, efecto de la temática principal. Esta si queda plenamente reflejada en el subtitulo : "Variaciones sobre el yo expresivo en la modernidad tardía". Su objetivo queda bien precisado al final del libro : "Este trabajo ha querido contribuir, desde la perspectiva de una ciencia social crítica, al reconocimiento reflexivo del impensado terapéutico que atraviesa hoy nuestra experiencia moral." Anteriormente señala : "la filosofía solo puede ejercer el papel que siempre le ha correspondido como arte de la existencia, como manera de esculpir formas de vida buena si es capaz de considerar críticamente estos lenguajes, estas técnicas y los tipos de subjetividad que producen. De no acometer estas tareas la filosofía corre el peligro de convertirse en una "tecnología del yo" de recambio dentro del variopinto mercado actual de las terapias de la subjetividad, con el consiguiente menoscabo de su autonomía y la invasión del campo filosófico por una pléyade de nuevos salvadores de la humanidad." Habla de ciencia social crítica y también de filosofía. Me parece perfecto, porque pienso que hay que volver a restablecer este vínculo. La sociología se constituyó como ciencia emancipándose de la filosofía, cayendo en el mito positivista de la separación radical de la ciencia y la filosofía. De esta forma la ciencia social sería objetiva y neutral y lo demás ("la filosofía") serían simples opiniones subjetivas. Como ha recordado muy certeramente el gran sociólogo Immanuel Wallernstein la ruptura entre las dos culturas (la científica y la humanista) fue el origen de una gran deriva. Es en la práctica teórica ( como diría Althusser) como encontraremos la vía para el reencuentro entre ciencia y filosofía. Este libro está en el buen camino : " Se ha intentado enriquecer la historia filosófica de la subjetividad con las aportaciones de otras ciencias sociales." No es de otra manera, porque sabe encontrar el punto de encuentro ajustado. Apunta a una línea de trabajo muy interesante, sobre lo que él llama "la subjetividad expresiva". Intentaré resumir sus sugerentes hipótesis, pero antes quiero comentar su método. Lo que hace el autor del libro es cruzar varias tradiciones diferentes en un encuentro que resulta muy productivo conceptualmente.
 Por una parte la hermenéutica de Charles Taylor y Paul Ricoeur. Por otra las teorías de sociólogos teóricos como Anthony Giddens y Ulrich Beck. Finalmente los estudios genealógicos de inspiración foucualtiana sobre el sujeto y la gobernabilidad de la escuela de sociología inglesa crítica que encabeza Nikolas Rose. Las tres tendencias son muy heterogéneas, tanto en su metodología como en sus planteamientos. Es mérito de Francisco Vázquez el esfuerzo por pensarlas conjuntamente y no entrar en eclecticismos confusos.

¿ Cuales son las hipótesis que defiende como línea de trabajo el autor del libro ?
 El término "sujeto expresivo" es, en parte, un cuestionamiento de los planteamientos del yo como cultura narcisista que hacen sociólogos como Richard Sennett, Christopher Law o Gilles Lipovesky. No conozco a Lasch, pero sí a Sennett y a Lipovesky. Me parece que Vázquez García tiene razón cuando afirma que esta caracterización del yo de la modernidad tardía como narcisista es excesivamente superficial y simplista. Pero me gustaría añadir que esta crítica es justa en el caso de Lipovesky, que opera inicialmente como un ideólogo de la cultura de la modernidad tardía, siempre desde una concepción muy próxima al sistema, incluso en su desencanto final algo cínico. Sennett, en cambio, me parece más complejo y honesto. La crítica al narcisismo es, en su caso, efecto de una concepción más amplia, de lo que él califica de "declive del hombre público" como transito a la privatización progresiva de lo público. Tiene razón Francisco, de todas maneras, cuando dice críticamente que Sennett cae en una pasión nostálgica por los lazos cívicos y comunitarios perdidos. 
  El recorrido hermenéutico que hacen Charles Taylor y Paul Ricouer le sirve a Vázquez para elaborar una contextualización que despoje al yo de una concepción sustancialista , subrayando su carácter intersubjetivo, lingüístico y narrativo. Al mismo tiempo que le permite evitar una concepción procedimentalista. En este sentido plantean ambos autores plantean que el yo es una construcción personal mediada por el lenguaje y por la tradición. Taylor es el que formulará el término "subjetividad o yo expresivo".Su flanco débil sería una cierta deriva comunitarista-culturalista. Es decir, el dar una excesivo peso a una tradición que se presenta como culturalmente homogénea. La contrapartida que propone con mucho acierto Francisco Vázquez es un análisis más social, entendiendo por tal el estudio de las condiciones materiales y sociales que intervienen en la construcción de la subjetividad. Esto le lleva a la sociología, con la que quiere compensar este excesivo peso de lo cultural en estos planteamientos hermenéuticos. Solo me gustaría plantear un matiz, que es que este comunitarismo me parece más claro en Taylor que en Ricouer. Quizás lo que sobra a Ricoeur son los restos de un cierto personalismo de formación, que le hace caer en un cierto sustancialismo.
 Las teorías sociológicas de Giddens y Beck sirven para contemplar los condicionamientos institucionales, familiares y económico-laborales. Tienen la virtud de mostrar como los procesos materiales objetivos de la sociedad intervienen activamente en la formación del yo. También muestran el papel de la cultura psicológica en la formación de este "yo expresivo." Pero lo hacen desde posiciones diferentes. Giddens juega más un papel más ideológico del sistema al señalar estos saberes expertos de manera positiva, como algo que nos ayuda a construir este yo. Beck es más crítico con esta psicologización de la sociedad y señala su función ideológica, que es desplazar lo político hacia lo personal, lo público hacia lo privado. También critica Francisco Vázquez muy adecuadamente que Beck comparte dos defectos de Giddens : una mirada excesivamente totalizadora y una concepción demasiado individualista, que le lleva a diluir la existencia de las clases sociales. Aquí Francisco Vázquez apuesta por la teoría de Pierre Bordieu como corrección a este olvido al formular una teoría fecunda y actualizada de las clases sociales. La hace a partir de a noción de capital, que no es solo económico sino también cultural, social y simbólico. De la misma forma Pierre Bordieu corrige las tendencias demasiado especulativas con un trbajo más empírico.
 Finalmente son la red de investigadores de habla inglesa ( History of the Present Research Work) los que aportan los materiales más interesantes para la reflexión. Hay que agradecer aquí a Francisco Vázquez esta reflexión, que por sí sola ya merece un libro. Estos sociólogos ingleses están haciendo, desde hace un par de décadas como mínimo, un trabajo crítico fundamental y casi desconocido en nuestro país. Que yo sepa el trabajo de Francisco Vázquez es la única aproximación seria que se ha hecho en nuestro país sobre esta corriente ( y han pasado ya casi nueve años desde la publicación del libro que nos ocupa). Hay que decir que Nikolas Rose y el australiano Michael Deab son los dos representantes más importantes de esta corriente. Pero sollamente del primero, que yo sepa, circula alguna traducción de artículos en revistas y en Internet. Parten de los últimos seminarios de Foucault sobre la gobernabilidad y las tecnologías del yo. Los estudios, que por cierto son muy originales en el mejor sentido de la expresión, trabajan el tema de la gobernabilidad liberal en relación con la hegemonía de las prácticas terapéuticas. Digo prácticas porque, como bien señala Vázquez, estos análisis se centran más en un análisis tecnológico que discursivo. Incluso el lenguaje se entiende en este sentido, como una construcción de escenarios, un diseño de prácticas y unas relaciones de poder. Las tramas narrativas se entienden en un sentido muy diferente del de la hermenéutica. No es tanto un sistema de significaciones sino una configuración subjetiva a partir de un régimen de prácticas, es decir, una manera de "conducir las conductas". Hay aquí un cuestionamiento de la centralidad del Estado, en la línea abierta por Foucault en sus estudios sobre la microfísica del poder. El método genealógico que utilizan, iniciado por Foucault ( a partir de su particular lectura nietzscheana) analiza los juegos de verdad, las problematizaciones del pensamiento, pero entendido más como práctica que como idea. Hacen una ontología del presente, pero entendido de manera muy diferente de los sociólogos de las grandes teorías ( Giddens y Beck), ya que analizan la heterogeneidad de manera dispersa, ramificada. Son estudios diversos que van encajando pero sin llegar a una coherencia global, a una sistematización. Su metodología no solo está inspirada en Focuault sino que puede remitirse a uno de sus maestros, Gastón Bachelard. Pero básicamente empiezan donde Foucault acaba cuando abandona el modelo bélico, el de la sociedad disciplinaria ( el de Vigilar y castigar) para introducir el modelo de gobierno, lo que Deleuze llamaba la sociedad del control. Ya cuando aparece la sociedad normativa y disciplinaria, basado en el encierro y en el castigo, aparecen estos mecanismos reguladores, que también se ha llamado la biopolítica. Pero en la segunda mitad del siglo XX empieza a aparecer un liberalismo diferente del clásico, basado en la idea de gobernabilidad como facilitación de la responsabilidad de cada cual. Uno debe construirse a sí mismo y el Estado no debe ser paternalista, sino facilitar los recursos para hacerlo. Estos sociólogos ingleses han trabajado sobre el terreno, cuando el neoliberalismo de Tatcher y Reagan ya se habían entrenado en sus respectivos países. Se trata de combinar la actividad reguladora del estado con la máxima libertad del mercado, de la población y de los individuos mismos. Los individuos deben ser competentes, productivos y responsables de sí mismos. La política pasa a lo personal a lo privado: cada cual es responsable de su éxito o de su fracaso. La cultura psicológica se extiende por toda la sociedad de la mano de la psicología humanista de Carl Rogers y Abraham Maslow. El psicólogo es un experto que ayuda a la autorrealización y al crecimiento personal, no tiene pacientes sino clientes. Todos los servicios deben privatizarse y abrirse a un mercado al que acuden para resolver cualquier problema. Se elige el que más nos conviene y el gobierno facilita pero no se inmiscuye. No debe solucionar nada, ya que cada cual el que debe responsabilizarse de resolver sus problemas. Cada individuo elige su vida y si tiene dificultades acude al mercado psi. La conclusión es que las tecnologías del yo y del gobierno actúan de manera paralela y complementaria.

miércoles, 6 de marzo de 2013

¿ QUÉ ES REAL ?



 La palabra real es ambigua. Algo real puede entenderse como una realidad física que se contrapone a lo imaginario. Pero puede entenderse en sentido más amplio, con lo cual real tiene algún tipo de existencia. En este sentido algo imaginario existe en algún sentido, es algo, no es nada. El filósofo Popper habla de tres mundos : el físico, el mental y el cultural. Lo que decimos imaginario podría ser una realidad mental o cultural. Lo que yo pienso o siento es una realidad mental. Los personajes imaginarios ( los Simpson, Don Quijote de la Mancha, las ideas de las sociedad, el imaginario colectivo) forman parte de lo cultural.
  Yo hablaría de una realidad física y otra mental-cultural , que sería semántica. Lo físico es sintáctico, en el sentido que es algo que funciona con unas reglas o leyes. Semántico es algo que existe por su significación, independientemente de la realidad sintáctica, Un ordenador es una realidad física sintáctica que funciona también a anivel semántico, de significados. O una película. Un DVD es algo físico que significa algo, que es el argumento de la película. O un libro es una papel y letras que significa alguna cosa. La mente no es una substancia, es una red de significados producidos por una estructura física que es el cuerpo. Descartes se equivocaba, cuando hablaba de la substancia mental. También cuando hablaba de una substancia perfecta que era Dios. Dios es una idea producida por esta red mental que se sostiene en el cuerpo.
Hay en la base lo que llamaba una substancia física. Su propiedad, decía, es la extensión. Ocupa un espacio y sigue unas leyes mecáncias. Es la física de Galileo y de Newton. El átomo sería entonces la unidad física mínima. La luz, decía Newton, es una partícula. Pero todo se complicó con la teoría de los campos, con la teoria ondulatoria, con la teoría de la relatividad y con la teoría de las cuerdas. Campo y onda es algo que no es un elemento que ocupa un espacio. Incluso el vacío parece real. 
 Nadie sabe hoy lo que es real. Pero podemos afirmar que lo real es lo físico y lo conocemos en terminos matemáticos. Pero lo experimentamos como nuestro cuerpo. La realidad subjetiva es el cuerpo y es una realidad física que construye, individualmente, el mundo mental, y colectivamente, el mundo de la cultura
 Otra cuestión fundamental de lo real es si esta realidad existe independientemente del observador. Einstein mantenía que sí, que la luna existe aunque nadie la mira. La mecánica cuántica, en alguna de sus interpretaciones, decía que era el sujeto el que creaba, de alguna manera, el objeto. Es decir, que la realidad ondulatoria se convertía en partícula cuando se fijaba a partir de un observador. Kant ya había hablado de la constitución mutua del sujeto y el objeto. Pero la mecánica cuántica es más radical. Lo que quería decir Kant era simplemente que las cosas las veíamos siempre desde una perspectiva humana. Pero lo que los interpretes más audaces de la mecánica cuántica dicen es el observador configura no la manera como aparece lo real sino lo real en cuanto algo fijo. Podríamos utilizar aquí la diferencia Aristotélica entre materia/forma y potencia/acto. La materia es potencia, es decir posibilidad, y es el observador el que la actualiza dándoles una forma. 

lunes, 4 de marzo de 2013

VIVIENDO EN EL FINAL DE LOS TIEMPOS

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Viviendo en el final de los tiempos


Slavoj Žižek


( Traducción de José María Amoroso Salido)


Madrid : Akal, 2012

Escrito por Luis Roca Jusmet


 Žižek es un filósofo esloveno que escribe sobre cine, sobre cultura contemporánea y sobre política, entre otros múltiples temas. Polémico y provocativo en sus textos y en sus entrevistas y conferencias, siempre da lugar a múltiples controversias. Las reacciones que provoca van desde la fascinación hasta el desprecio. Su discurso es claramente interdisciplinario, pero yo lo definiría como filosófico, sobre todo en el sentido que definió Foucault: alguien capaz de hacer una ontología del presente. Su obra abre realmente horizontes teóricos renovados para entender lo que somos en la actualidad. Žižek es muy prolífico : constantemente está publicando y lo hace con pasión e inteligencia, aunque a veces se repita. Nunca es neutral, siempre se posiciona con un criterio firme, arriesgado pero consistente. Sus maestros son Hegel, Marx y sobre todo Lacan. Aunque padeció la opresión del sistema burocrático de los países del Este, Žižek no es un converso al liberalismo ni al capitalismo. Por el contrario, ha mantenido siempre un combate teórico por renovar la izquierda real y nunca he transigido con el capitalismo en ninguna de sus formas. El libro que nos ocupa es una de sus últimas y más interesantes publicaciones. Muy densa y relativamente dispersa, aunque siempre encontramos un hilo conductor. Su contenido es básicamente político, aunque siempre reivindica, en el sentido de Marx, la economía política. Žižek considera que el capitalismo es hoy un parásito y que no puede ir más allá de sus límites porque no tiene límites. Pero paralelamente a afirmaciones tan generales baja también a la arena de lo concreto y analiza, por ejemplo, lo que ocurre en China, en el Congo y en Haití par entender la lógica del sistema. que es el análisis crítica del capitalismo y sus ideologías y la defensa de una alternativa emancipatoria. Žižek no es un reformista, considera que el capitalismo está llegando a un estado apocalíptico y que es necesaria una revolución. Lenin sigue siendo para él una referencia de que hay que apostar por lo imposible para hacerla. El sistema toca fondo y hay que aprovechar esta situación como una oportunidad para arriesgarnos en la defensa de unos principios, que siempre es mejor que contentarse con seguir siendo este “último hombre” dominado por un nihilismo hedonista que acabará destruyéndose a sí mismo. La lucha es necesaria y la lucha de clases existe aunque no la percibamos. Aquí es althuseriano sin decirlo : la existencia de clases implica una violencia de la clase dominada y un antagonismo entre sus intereses. El Estado es un instrumento de esta clase y solo la violencia contra ella es una alternativa. La farsa liberal nos encadena a la “ilusión democrática” y nos impide actuar. El relativismo postmoderno nos oculta la verdad, que existe al margen de la opinión mayoritaria, que es la verdad de las víctimas y de los principios. La misma que defendió Robespierre contra las vacilaciones de los conciliadores. La ética d ella verdad no permite negociaciones, en esto hay que ser intransigente: considera la tolerancia no como una virtud sino como un defecto de nuestra época.